Seguridad y migración, los retos

Recién comenzaba el año 2010, el debate en México acerca de la seguridad nacional se focalizaba así: ¿se gana o se pierde la guerra al narcotráfico? Este debate se trasladó en esos días a las dos fronteras debido a que allí se centraban los fenómenos de la inseguridad de forma notable; en la línea norte, la exportación de cocaína y el aumento notable de la violencia criminal en ciudades como Juárez, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, y en el sur la condición porosa y abierta de la frontera.
¿Qué ha cambiado desde entonces? Absolutamente nada. Este análisis hecho por expertos ante la situación de violencia en las fronteras sigue vigente y se agrava con la crisis migratoria ocasionada por el tirano Donald Trump. Hoy podríamos agregar que lo preocupante de la situación de los centroamericanos en su paso por México estriba en que los secuestros, las violaciones de mujeres y niñas, y los homicidios, han alcanzado niveles sin precedente.
En Estados Unidos permea la sensación de que México es un “Estado fallido” o que está en esa dirección. Según ellos, en nuestro país crece una “insurgencia criminal” que busca controlar al Estado, y enfatizan la gravedad de esta supuesta situación para derivar en recomendaciones acerca de la urgencia de cerrar las fronteras a toda costa.
Lo cierto es que a pesar del incremento de la violencia y de las muchas debilidades de las instituciones de seguridad del Estado mexicano, éste aún mantiene las capacidades para hacer frente a los desafíos que plantean los cárteles criminales; fenómeno que aunque grave, no se ha generalizado en todo el país.
Sin embargo, y atendiendo a la verdad, hay ciudades y algunos estados donde sí se podrían sustentar estos diagnósticos, por ejemplo Chihuahua, principalmente en Ciudad Juárez; en Tamaulipas, sobre todo en Reynosa y Matamoros; en Sinaloa, principalmente en Culiacán, y últimamente en la zona turística de Cancún, Quintana Roo.
Pero lo indudable es que la guerra contra el narcotráfico que decidió continuar el presidente Enrique Peña Nieto está provocando una crisis de derechos humanos en México, y esta variable afecta a los migrantes. Su criminalización en Estados Unidos se traslada a México, principalmente en la forma como son capturados, extorsionados, asesinados, mientras que las mujeres son violadas por miembros de los cárteles, en la ruta Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ha señalado que los gobiernos tienen estructuras muy débiles para combatir la trata de personas, y las dos fronteras de México están, a pesar de sus notables diferencias, interconectadas y son parte de una misma causal de seguridad marcada por las actividades criminales de tráfico de drogas y personas.
PARA EL REGISTRO Y hablando del tráfico de drogas, sigue asombrándome la creatividad de los narcos para poder ingresar su mercancía al mercado internacional. Elementos de la Policía Federal aseguraron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tres botes con mentanfetamina que simulaba ser nopales en trozos que serían enviados a Róterdam. Ante las dudas en la inspección de rayos X, encontraron en las cubetas liquido aceitoso que simulaba ser baba de nopal pero tenía un olor intenso a compuesto químico, además de que al momento de que los trozos del supuesto nopal eran tocados, éstos se desintegraban hasta convertirse en material pastoso que se mimetizaba con el líquido. Al inspeccionar la documentación se verificó que era remitida por una mujer con domicilio en Guadalajara, Jalisco, y que tenía como destino la ciudad europea de Róterdam. Recordemos Jalisco vio nacer a los reyes de la metanfetaminas, los hermanos Valencia Contreras, cuyo cartel vemos ahora que sigue muy activo. Gracias y buen inicio de semana.
 
 
@betata75

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