Zonas erógenas en el hombre”,

Amigos lectores del mejor diario digital de México: www.puntoporpunto.com/web bienvenidos a la sección “sexo y salud” y hablando de la igualdad de géneros, abordaremos el tema “zonas erógenas en el hombre”, un tema por demás interesante para ambos géneros con el fin de lograr alcanzar el clímax en cada relación sexual.

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Empecemos por definir zonas erógenas: son aquellas partes del cuerpo que reaccionan con una intensa excitación sexual a cualquier estímulo táctil, por ello son conocidas como zonas de excitación, puntos de excitación o puntos erógenos. No se trata de puntos arbitrarios, sino aquéllos en los que se concentra gran cantidad de terminaciones nerviosas por lo que responden con una especial sensibilidad ante una estimulación adecuada.

Podemos decir que las zonas erógenas del hombre se extienden prácticamente por toda la piel y que con una simple caricia a cualquier nivel incluso en la mejilla, pueden llegar a excitarse, sobre todo si está predispuesto a ello.

El camino del placer de los hombres y la forma de llegar al orgasmo es distinta comparándolas con la que tiene una mujer. Los hombres se excitan con otros mecanismos distintos al de las mujeres, e incluso con fases completamente diferentes, de ahí la importancia que ambos géneros masculino y femenino conozcan a plenitud todos los mecanismos de estimulación sexuales para alcanzar así el punto sexual máximo con su pareja.

Es importante señalar que las zonas más erógenas de un hombre se encuentran en los genitales, sobre todo en el glande debido a que posee muchas terminales nerviosas y una importante irrigación sanguínea, pero también lo son el ano y el perineo que es la zona que se encuentra desde el ano hasta los testículos.

La estimulación en la zona del perineo del hombre, genera muchos tabúes ya que a menudo se teme que el hecho de obtener excitación y placer sexual debido al contacto en esta zona, indicaría que se tienen inclinaciones homosexuales; por eso la intención de educar a la población, explicando que con la estimulación de la zona perineal, se logra la estimulación del punto G masculino lo cual produce un intenso placer con eyaculaciones más potentes.

La búsqueda de los puntos erógenos puede iniciarse por cualquier parte del cuerpo: Desde los pies, párpados, brazos, entrepiernas, la nuca, el pelo y todo el resto de la superficie corporal están a la espera de ser explorados. El contacto piel con piel y la estimulación apropiada de la piel es uno de los mayores componentes de la actividad sexual. Es muy importante aprender a acariciarse y a dejarse acariciar.

A continuación mencionaremos consejos y sugerencias de cómo encontrar los puntos o zonas erógenas en el varón:

En el hombre, el área que va del ombligo al pubis está repleta de terminaciones nerviosas y para excitarlas, dibuja una línea vertical por ese camino, no sólo con las manos, también con la lengua y los labios, además son válidas las acciones de lamer, succionar y mordisquear muy suave.

Las ingles son especialmente sensibles en los hombres; recorre la ingle con los dedos o con la lengua, y haz un suave masaje desde la cadera hasta el interior del músculo; combínalo con besos en la cara interna del muslo; recorre con los dedos todo el interior de la ingle en dirección a su pene hasta llegar a la parte inferior de los testículos; presiona el perineo varias veces. Esta técnica puede ser un excelente preludio al sexo oral muy placentero.

El muslo interior, donde la piel es más suave, es un área muy sensible que puede ser fuente de placer si se acaricia, lame o besa. Se sugiere hacer frotamientos circulares con la punta de los dedos.

Las nalgas o glúteos contienen muchas terminaciones nerviosas que pueden ser estimuladas con facilidad mediante fricciones así como caricias suaves con las manos y la boca. Si se hace el amor en la postura del misionero, la mujer debe aprovechar y acariciar suavemente sus nalgas, o bien estrujarlas con leve fuerza, además se debe aprende a acariciar uno de los puntos favoritos de los hombres, allí donde confluyen espalda y trasero. Usando ambas manos.

Próstata: Es el llamado punto G masculino por las sensaciones tan intensas que produce; la única forma de llegar hacía este músculo directamente es a través del ano, aunque puede estimularse también a través del perineo con masaje suave.

Ano: Se le considera de gran sensibilidad tanto en el hombre como en la mujer. Se puede estimular mejor con suaves movimientos circulares muy suaves con la yema de un dedo previamente humedecido incluso con saliva o con la punta de la lengua.

Perineo: Es la zona comprendida entre los testículos y el ano, y es muy sensible a la estimulación con los dedos o con la lengua. Debido a que bajo la piel a este nivel de encuentra la próstata, es el llamado punto G masculino. Se debe presionar con uno o dos dedos sobre la piel que hay detrás del escroto y repitirlo varias veces. La combinación de la estimulación del perineo, a la vez que se practica sexo oral, resulta extremadamente placentera.

Los pies están llenos de terminaciones nerviosas que proporcionan sensaciones muy placenteras; un importante consejo: hagas lo que le hagas en los pies, procura no hacerle nunca cosquillas. Para empezar, se puede dar suaves masajes en la planta de los pies, empezando por el tobillo y bajando hasta los dedos; estira y haz masaje en cada dedo; terminando con un masaje en el puente del pie.

Evidentemente, aparte de un masaje, puedes atreverte con juegos más sensuales, como chupeteos y pequeños mordiscos. Un juego sexual que puede resultar muy satisfactorio para los dos, es el de usar los pies para jugar con los genitales de la pareja. Eso sí, siempre hay que actuar con mucho cuidado ya que con los pies no existe tanto control que con las manos y se debe evitar lastimar a la pareja.

Los testículos son extremadamente sensibles; pueden estimularse con la lengua, mediante suaves lamidos o manualmente mediante caricias suaves; siempre hay que ir con cuidado y no dar toques bruscos ni golpes o mordidas molestas y lastimosas por que pueden terminar con la pasión.

El pene es la zona más sensible de un hombre y por lo tanto donde recibe las sensaciones más intensas y placenteras. Todo el pene es muy sensible, pero especialmente hay dos partes que lo son más: el glande, o cabeza del pene que es extremadamente sensible, sobretodo en su extremo (la corona) ya que es particularmente rico en terminaciones nerviosas, y el frenillo, o también llamado punto V del hombre. Debido a la extrema sensibilidad de estas dos partes del pene, la mejor forma de estimulación es la oral, ya que el contacto con la lengua es mucho más suave que con las manos o los dedos. Se pueden dar pequeños golpecitos con la punta de la lengua y suaves lamidos dando circulitos encima, alternando con pasadas verticales y horizontales. En caso de que se usen los dedos o cualquier otra parte del cuerpo u objeto, hay que tener la zona bien lubricada para que el contacto sea suave evitando que esta estimulación ocasione dolor.

Pectorales: Para algunos hombres puede resultar una zona placentera, otros no notarán excitación alguna, es válido besar, lamer y acariciar.

Cuello: Es una zona bastante sensible por los nervios que lo recorres en todo su trayecto; suaves caricias, y pequeños besos es la mejor forma de estimularla.

El cabello: Un masaje del cuero cabelludo produce un relax muy placentero, por lo que resulta recomendable al comienzo y al final del acto sexual. Utiliza los pulgares para dar a tu pareja suaves masajes circulares. También masajea las sienes y el centro de la frente.

En relación a los ojos, los párpados están repletos de terminaciones nerviosas que se excitan fácilmente. Los besos, los lamidos suaves con la lengua y las suaves caricias con los dedos, producen sensaciones muy agradables y estimulantes.

Las orejas son partes del cuerpo muy sensibles, y en contra de la creencia general, las de los hombres suelen serlo más que las de las mujeres. Hay dos partes muy sensibles: el lóbulo de la oreja y la parte trasera.

La boca: la sensibilidad de los labios aumenta con la excitación haciéndolos muy sensibles al roce y la caricia de otros labios y otras partes del cuerpo. La lengua permite realizar suaves caricias en cualquier parte del cuerpo y es para muchas personas, el vehículo ideal para obtener los juegos sexuales más sensuales y excitantes. Lo que no es recomendable son las mordidas fuertes porque se puede acabar el encanto del momento sexual.

El cerebro, ya que es el principal órgano sexual. La excitabilidad de ciertas partes del cuerpo humano tiene una explicación fisiológica totalmente razonable: son zonas que poseen gran cantidad de terminaciones nerviosas. Pero nada de esto tiene sentido ni sensibilidad si no se encuentra en acción el principal órgano sexual del ser humano, el cerebro. Se sabe que el cerebro dirige y controla toda predisposición a un acercamiento sexual.

Finalmente te diremos que para obtener la máxima excitación de un hombre, como de una mujer, lo ideal es un masaje afrodisíaco que estimule todas las zonas erógenas del cuerpo y solo así se descubrirá cuales son para cada quien esos puntos erógenos intensos.

De esta manera concluimos el tema “zonas erógenas en el hombre”, esperando que sean de utilidad en la práctica y vida diaria. Recuerda el correo electrónico en espera de tus dudas, comentarios y sugerencias: [email protected] así como la dirección de twitter del autor: @jd_contreras y hasta la próxima edición de la sección “sexo y salud” en el mejor diario digital de México: www.puntoporpunto.com/web