Islas Marías: el falso paraíso

ERNESTO ZAPATA

Las Islas Marías no son el paraíso que en los últimos años habían descrito algunos medios de comunicación, en especial las televisoras del país, casi siempre en connivencia con el gobierno federal.

Ubicadas a 112 kilómetros del estado de Nayarit, las Islas Marías no son un centro turístico en donde las familias conviven en un clima de armonía. Las Islas Marías son un Penal Federal en el cual se reproducen y se potencian las condiciones infrahumanas en que viven los presos de todo el país.

Con la diferencia de que los presos de las Islas Marías viven literalmente aislados del resto del país, con varias decenas de millas náuticas de por medio, lo que impide que alguien escuche sus gritos por las condiciones en que viven en la Isla Madre, la mayor del archipiélago.

Son, las Islas Marías, un infierno en medio del océano.

Las Islas Marías están ubicadas en el Océano Pacífico, a 112 kilómetros de la costa de Nayarit.

La más grande de las cuatro islas, la Isla Madre, alberga en sus 145 mil 282 kilómetros cuadrados un Complejo Penitenciario Federal, instaurado como tal en 1905, durante la dictadura de Porfirio Díaz.

Durante varias décadas, el penal de las Islas Marías fue utilizado por los sucesivos gobiernos para aislar a los delincuentes más peligrosos y a los presos políticos, los cuales muchas veces perdían todo contacto con sus familiares, por la dificultad para realizar visitas.

Al paso del tiempo, las Islas Marías adquirieron una fama negra, que trascendió nuestras fronteras.

Durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo las autoridades penitenciaras experimentaron con la aplicación de una política de readaptación social basada en el trabajo productivo en condiciones de semi libertad.

Las Islas Marías cambiaron de perfil. De ser un penal para delincuentes peligrosos y presos políticos, se convirtió en un lugar más relajado al que los reos que eran procesados en distintos penales del país podían acceder si hacían los suficientes méritos.

Y aunque no fue precisamente un paraíso, se habilitaron campamentos o colonias en donde algunos reos de baja peligrosidad podían vivir con sus familias, a las cuales mantenían porque tenían trabajo.

VIGILANTEVUELTA AL TERROR

Durante el primer gobierno panista, encabezado por Vicente Fox, las autoridades penitenciarias mantuvieron el modelo que había dejado el último gobierno priista.

Pero con la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República, todo cambió.

De la mano del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el gobierno de Calderón puso en marcha un plan para cambiar las condiciones de operación de las Islas Marías. Entonces los presos y sus familias volvieron a conocer el infierno.

Lo primero que hizo el gobierno de Calderón fue cerrar las fuentes de trabajo que había en el penal, lo que hizo a la mayoría de residentes que ya habían cumplido con su condena y a sus familias salir del lugar.

Luego aplicó una política de repoblamiento del penal, fundamentalmente con reos peligrosos, como en el origen, lo que implicó traslados masivos de presos, de hasta 600 por cada viaje en una embarcación de la Armada.  Eran de hecho destierros masivos.

En solo tres años, del 2009 al 2012, la población penitenciaria de las Islas Marías creció de 900 a cerca de ocho mil reos. Casi el mil por ciento.

El gobierno ordenó construir nuevas naves para albergar a los cientos de internos nuevos, pero fueron insuficientes.

Volvieron las condiciones de hacinamiento y de insalubridad en que los reos vivieron durante décadas en las Islas Marías, antes del experimento de la administración zedillista.

HACINAMIENTO E INSALUBRIDADPRESOS2

De acuerdo con el Informe sobre el sistema penitenciario 2013, elaborado por varias organizaciones no gubernamentales, el 34 por ciento de los internos encuestados comparte dormitorio con entre 20 y 22 personas y el 16 por ciento comparte habitación con 12 internos.

A partir de la nueva política, todos los internos, sin excepción, deben portar uniforme reglamentario todo el tiempo, lo que resulta torturante por las altas temperaturas del lugar.

En julio del 2012, la investigadora del CIDE, Catalina Pérez Correa, viajó a las Islas Marías para realizar una investigación sobre las condiciones en que viven los presos en ese lugar.

La investigadora entrevistó a 600 internos entre hombres y mujeres. Los entrevistados refirieron ser víctimas de trato inhumano y vivir en condiciones de hacinamiento, al grado de que 200 internos utilizan un dormitorio que fue construido para albergar a 20 personas.

Mencionaron que solo reciben dos cubetas de agua al día para su aseo personal, mientras que el agua para beber es agua tratada, la cual les ocasiona enfermedades gastrointestinales.

En un texto publicado en la revista Nexos, la investigadora habla de que en las Islas Marías encontró condiciones de vida inhumanas, como hacinamiento, incomunicación, castigos excesivos y no reglamentados, y nula recreación. Por ejemplo, los internos tienen estrictamente prohibido ir a la playa.

El 90 por ciento de los entrevistados por la investigadora aseguró que nunca ha recibido visitas, lo cual se debe, en buena medida, a las severas restricciones que hay de parte de las autoridades y a los problemas logísticos para acceder a la Isla Madre.

PRESOSMUJERES: LA PEOR PARTE

Pero la peor parte se la llevan las mujeres internas, las cuales constantemente son objeto de vejaciones y de violaciones a sus derechos humanos, como han documentado diversas fuentes.

El Informe Especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos Sobre el Estado que Guardan los Derechos Humanos de las Mujeres Internas en Centros de Reclusión de la República Mexicana es revelador en este aspecto.

Varias de las internas de las Islas Marías entrevistadas por visitadores de la CNDH refirieron haber sido trasladadas a ese penal con engaños.

Las autoridades federales les mostraron videos sobre las “maravillas” de las Islas Marías les prometieron que de ser trasladadas tendrían la posibilidad de reencontrarse con sus parejas.

Pero al llegar, no encontraron el paraíso prometido, pues desde su ingreso fueron obligadas a desnudarse y a realizar sentadillas sin ropa.

Otras de plano relataron haber sido trasladadas sin ser notificadas previamente. Simplemente fueron sacadas de sus celdas a altas horas de la noche y fueron obligadas a firmar su traslado a las Islas Marías.

En Centro de Readaptación Social Femenil El Rehilete, ubicado en las Islas Marías, no tiene nada de amable más allá de su nombre.

No existe un área específica para que residan las internas que tienen bebés o que están embarazadas. No hay condiciones para que a las madres se les proporcionen pañales, dietas o cuidados especiales para sus bebés.

En el hospital no hay especialidad de pediatría ni cuneros, ni el equipo necesario para atender alguna urgencia pediátrica.CARCEL

Las internas de las Islas Marías prácticamente no tienen acceso a visita conyugal, pues para lograr este beneficio deben apuntarse en una lista de espera y aguardar a que les toque su turno, lo que puede llevar varios meses.

Hacer una llamada telefónica es una odisea, pues en el El Rehilete no hay servicio. Las internas deben ser trasladas por personal de seguridad al campamento Balleto, en donde están las oficinas centrales, para poder realizar una llamada.

Pero eso solo puede ocurrir cada dos semanas para realizar una llamada de diez minutos de duración.

Las Islas Marías son una belleza natural. En el 2010, paradójicamente durante el clímax del repoblamiento masivo, el archipiélago fue declarado reserva de la biósfera por la UNESCO.

Desde el aire, las Islas Marías parecen un paraíso. Lo serían, si no fuera por la fama negra derivada de conductas del pasado. Y por las miles de historias de degradación humana que albergan en el presente.

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2 COMENTARIOS

  1. Que muchas cosas han cambiado desde el 2013 a la fecha por lo cual no todo lo dice la nota es verdad ya que en cuanto a las llamadas son mas seguido pues tengo una hermana ahí recluida y nos marca cada tercer día y nos dice que las condiciones de vida han mejorado mucho

    • SALI LIBRE DE AHI ( GRACIAS A DIOS ) EN EL 2014 , DESPUES DE 5 AÑOS DE RECLUSION , ME TOCO EL MOTIN DE LAS ISLAS EN EL CAMPAMENTO LAGUNA DEL TORO CONSIDERADO DE MAXIMA SEGURIDAD Y PUEDO ASEGURARLES A TODOS , QUE LAS CONDICIONES DE VIDA SON NEFASTAS , LA COMIDA PEOR , NO HAY PROGRAMAS DE REHABILITACION O REINSERCION Y SI LA HERMAN A DE ESTA SEÑORA MARCA CADA 3 DIAS , A DE SER POR QUE ESTA DANDO LAS NALGAS PARA IR A BALLETO CADA TRES DIAS

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