Imagen: Twitter @CONAGO_oficial

La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) prometió ayer respetar sin regateos los resultados de las elecciones presidencial y locales. En su primer discurso como presidente de ese organismo, el Gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, aseguró que en el sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto se han realizado periódicamente elecciones en todo el país y «el funcionamiento del orden democrático ha sido la regla, y no la excepción».

  • Por ello, afirmó, seguirán los pasos del mandatario federal y respetarán el voto. «Convocamos a las candidatas y candidatos a todos los puestos de elección popular en juego, a que se privilegien las campañas de propuestas, las campañas de ideas, en un marco de respeto y civilidad política, y no se alimenten las campañas de odio.
  • «Cada uno de los mexicanos debemos de aportar lo que nos corresponde. Todos debemos de entender que la lucha no es entre hermanos, no es entre mexicanos, mucho menos entre candidatos», dijo.

A partir del 2 de julio, consideró, todos los competidores y los ciudadanos deberán darse la mano para caminar en unidad frente a los retos que esperan al país, principalmente en materia de seguridad, TLC y proyectos pendientes. Los mexicanos, apuntó, esperan que sus autoridades estén a la altura de las circunstancias.

  • «Tenemos la alta responsabilidad de abonar a un clima de libertad, para que nada ni nadie quebrante la decisión de los mexicanos de elegir sin presiones ni condicionamientos», agregó.

Defiende acuerdos

  • El Gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, presidente saliente de la Conago, también abordó la contienda electoral. Aseguró que si bien México vive una transición democrática inconclusa, tiene instituciones sólidas, órganos autónomos y una ciudadanía informada y vigilante.
  • Esto, añadió, contribuye a que el país no sea «de un solo hombre». «Hoy, el único estilo personal de gobernar legítimo es el de las instituciones y el Derecho. Es por ello que, desde la Conago, nos pronunciamos por políticas de Estado que (atiendan) los objetivos fundamentales de la nación, con respecto a los cuales deben subordinarse los cálculos políticos singulares.
  • «La magnitud de estos disensos no puede ser antisistémica, no tendría que poner en riesgo los acuerdos fundamentales previamente establecidos, ni socavar la realización de sus metas», señaló./ CON INFORMACIÓN DE REFORMA

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