De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), un total de 550 mil niños y adolescentes no ingresaron a educación básica en el ciclo educativo 2023-2024 por causas estructurales y económicas, lo cual representa el 2.2 por ciento de la población en edad escolar.
- La tasa neta de escolarización en secundaria es de 82.9 por ciento, con un abandono del 2.7 por ciento. En primaria, aunque la cobertura supera el 95 por ciento, aún se registra una deserción del 0.3 por ciento.
- Asimismo, revelaron que el sistema de educación básica del ciclo pasado quedó conformado con un total de 23.8 millones de educandos, de ellos 4.3 en preescolar; 13.3 millones en primaria y 6.2 millones en secundaria.
- El extinto Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) identificó que 68 por ciento de los menores fuera del sistema escolar vive en pobreza extrema; mientras tanto, la Encuesta Nacional para la Medición del Abandono Escolar (ENAPE) reportó que la falta de dinero fue la razón principal por la que el 49.7 por ciento de los jóvenes se quedó sin estudios.
Entre otros factores que influyeron para que los niños y jóvenes no se inscribieran al ciclo escolar 2023-2024 fueron: migración, el desinterés del entorno familiar y lejanía de los centros educativos en un 12, 11 y 9 por ciento, respectivamente; además de la inseguridad, la falta de docentes en comunidades rurales y deficiencias en la infraestructura escolar.
Ante este contexto, expertos aseguran que la falta de acceso a la escuela perpetúa ciclos de pobreza y trabajo infantil.
Consecuencias sociales del abandono escolar
El abandono escolar es un fenómeno que va más allá de las aulas y que impacta directamente a la sociedad. No solo limita el desarrollo personal de quienes dejan sus estudios, también genera efectos profundos en la economía, la convivencia social y la calidad de vida de las comunidades. Comprender sus causas y consecuencias es fundamental para implementar políticas públicas efectivas y proyectos de responsabilidad social empresarial.
De acuerdo con organismos internacionales como la UNESCO, cada año millones de jóvenes en América Latina interrumpen su educación por razones económicas, familiares o sociales. Esta situación contribuye a perpetuar ciclos de pobreza y desigualdad. Analizar las consecuencias sociales del abandono escolar nos ayuda a dimensionar el problema y a tomar acciones conjuntas para combatirlo desde todos los sectores: gobierno, empresas, sociedad civil y familias.
Consecuencias sociales del abandono escolar
1. Aumento de la desigualdad social
Cuando los jóvenes abandonan la escuela, pierden acceso a herramientas que les permitirían competir en igualdad de condiciones dentro del mercado laboral. Esto genera que las oportunidades de desarrollo se concentren en quienes sí concluyen sus estudios, creando brechas cada vez más profundas. La desigualdad social se refleja no solo en ingresos, sino también en acceso a vivienda, salud y seguridad. Las comunidades con altos índices de deserción escolar suelen quedar rezagadas en comparación con aquellas donde la educación es prioritaria.
- Este fenómeno tiene un efecto multiplicador: al haber menos personas capacitadas, las regiones pierden atractivo para inversiones y proyectos de desarrollo económico. La falta de movilidad social refuerza estigmas y barreras, provocando que las familias de bajos recursos permanezcan atrapadas en un círculo de exclusión. Combatir esta tendencia implica no solo fomentar la permanencia escolar, sino también generar oportunidades reales de integración social y económica.
2. Mayor desempleo juvenil
El abandono escolar limita significativamente las posibilidades de acceder a empleos formales y bien remunerados. La mayoría de las empresas exigen estudios mínimos como requisito para contratar, lo que excluye a quienes no concluyen la educación básica o media. Este escenario empuja a los jóvenes hacia trabajos temporales o informales, donde la inestabilidad es la norma. La falta de ingresos sostenibles compromete su autonomía y calidad de vida.
- Además, el desempleo juvenil contribuye a la falta de productividad general de un país, disminuyendo su competitividad y aumentando la dependencia de programas sociales. La carencia de experiencia y capacitación provoca que los jóvenes se enfrenten a un mercado laboral cada vez más exigente, donde la tecnología y la especialización marcan la pauta. Invertir en programas de retención escolar es clave para revertir estas tendencias y generar empleos dignos.
3. Incremento de la violencia y la delincuencia
Diversos estudios muestran una relación directa entre la deserción escolar y la participación de jóvenes en actividades delictivas. Al carecer de oportunidades educativas y laborales, muchos ven en la delincuencia una alternativa rápida para obtener ingresos. Este fenómeno afecta especialmente a comunidades vulnerables, donde el crimen organizado recluta con mayor facilidad a adolescentes sin opciones de futuro.
- La falta de educación también debilita los valores comunitarios y la cohesión social, fomentando entornos inseguros y conflictivos. A largo plazo, la presencia de violencia deteriora la convivencia ciudadana y aumenta los costos públicos en seguridad y justicia. Prevenir el abandono escolar se convierte, por tanto, en una estrategia de seguridad social y de construcción de paz, reduciendo riesgos y ofreciendo a los jóvenes caminos legítimos de desarrollo.
4. Pérdida de capital humano
Cada estudiante que deja la escuela representa una pérdida de talento potencial que podría contribuir al progreso económico y social. La educación no solo forma profesionales, sino también ciudadanos informados y capaces de innovar. Al no concluir sus estudios, las personas limitan sus capacidades y la sociedad pierde recursos humanos esenciales para enfrentar desafíos globales como la digitalización o el cambio climático.
- La inversión pública realizada en cada alumno —infraestructura, maestros, programas educativos— se desperdicia cuando este abandona la escuela. Además, la escasez de capital humano calificado frena el desarrollo de sectores estratégicos, desde la ciencia hasta la industria. Impulsar políticas que garanticen la permanencia escolar significa asegurar que la inversión educativa se traduzca en beneficios reales para toda la comunidad.
5. Reproducción de ciclos de pobreza
El abandono escolar perpetúa un patrón en el que las familias con bajos niveles educativos transmiten esa condición a las siguientes generaciones. Los hijos de padres sin estudios tienen más probabilidades de desertar, creando un ciclo difícil de romper. Esta dinámica refuerza la marginación y mantiene comunidades enteras en situaciones de vulnerabilidad estructural.
- La pobreza educativa no solo afecta el presente, sino también el futuro de quienes la padecen, reduciendo su capacidad para acceder a mejores empleos y servicios básicos. Los programas sociales aislados no son suficientes si no van acompañados de estrategias educativas sólidas que aseguren que los niños y jóvenes permanezcan en la escuela. Romper este ciclo requiere políticas integrales y un compromiso conjunto entre familias, instituciones y sector privado.
6. Débil participación ciudadana
El abandono escolar influye directamente en la capacidad de las personas para comprender sus derechos y deberes como ciudadanos. Quienes no concluyen su educación suelen tener menos acceso a información confiable, lo que limita su participación en procesos democráticos como elecciones o consultas públicas. Esta desconexión con la vida cívica debilita la representación social y perpetúa gobiernos poco responsables ante su población.
La falta de educación también reduce la confianza para involucrarse en asociaciones vecinales, voluntariados o iniciativas sociales. Sin una ciudadanía activa, las comunidades carecen de líderes locales y mecanismos de exigencia hacia las autoridades. Promover la permanencia escolar es una estrategia clave para fortalecer la democracia y generar sociedades más informadas y participativas.
7. Impacto negativo en la salud
Diversas investigaciones muestran que la educación está estrechamente vinculada con mejores hábitos de salud y mayor acceso a servicios médicos. Quienes abandonan la escuela suelen desconocer información básica sobre nutrición, prevención de enfermedades y cuidado personal. Esto se traduce en un aumento de problemas crónicos como diabetes, hipertensión o desnutrición.
- La deserción escolar también se asocia con mayores índices de embarazo adolescente y consumo de sustancias nocivas, afectando tanto a los individuos como a su entorno social. Al garantizar la permanencia escolar, se fomenta una cultura de autocuidado y bienestar colectivo. Las políticas educativas no solo forman estudiantes, también previenen enfermedades y salvan vidas.
8. Menor competitividad económica del país
Cuando gran parte de la población carece de educación suficiente, la economía pierde dinamismo y capacidad de innovar. Las empresas encuentran difícil contratar personal calificado, lo que frena el crecimiento de sectores estratégicos como la tecnología, la industria o los servicios especializados. A su vez, esta falta de talento reduce la productividad nacional.
- La escasez de capital humano preparado limita la atracción de inversiones extranjeras y la capacidad para competir en mercados globales. Los países con bajos índices educativos dependen más de industrias de bajo valor agregado, perpetuando economías frágiles. Invertir en educación es apostar por el desarrollo sostenido y por una sociedad más competitiva en el largo plazo.
9. Desintegración familiar y comunitaria
El abandono escolar puede generar tensiones dentro del núcleo familiar, especialmente cuando los jóvenes se ven obligados a trabajar para contribuir económicamente. Esta presión altera la dinámica familiar y, en muchos casos, provoca migraciones internas o externas en busca de oportunidades. Estas rupturas debilitan los lazos comunitarios y afectan la estabilidad emocional de los miembros del hogar.
Además, la falta de educación limita la posibilidad de resolver conflictos de manera pacífica y dialogada. Comunidades donde el abandono escolar es alto suelen experimentar menor cohesión social y menor sentido de pertenencia. Mantener a los jóvenes en la escuela contribuye a fortalecer tanto a las familias como a las comunidades, generando entornos más sólidos y resilientes.
10. Déficit de líderes sociales y profesionales
La educación es la base sobre la que se forman líderes, emprendedores y profesionales capaces de transformar la realidad. Cuando los jóvenes desertan, la sociedad pierde futuros médicos, maestros, ingenieros y defensores de causas sociales. Esto limita la capacidad colectiva para enfrentar desafíos complejos y encontrar soluciones innovadoras.
- La ausencia de líderes preparados impacta en todos los ámbitos: desde la política y la ciencia hasta el desarrollo comunitario. Sin personas formadas académicamente, se debilitan las instituciones y disminuye el potencial de progreso del país. Fomentar la permanencia escolar es, por tanto, una inversión directa en la generación de líderes capaces de impulsar cambios positivos y sostenibles.
¿Cuánto se redujo la deserción escolar con la Beca Universal Rita Cetina?
Los efectos de la Beca Universal Rita Cetina son cada vez más claros, tal es el caso de Hidalgo, donde la eficiencia terminal en secundaria creció de 93.1% a 94%, lo que coloca al estado en el tercer lugar nacional, se informó este jueves.
- Esto hace que la Beca Universal Rita Cetina se consolide como uno de los programas más importantes del Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, al garantizar que 8.8 millones de niñas, niños y adolescentes continúen sus estudios y reducir la deserción escolar en todos los niveles educativos, destacó el secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo.
- “El impacto de esta beca se ve en cada rincón del país, donde está transformando vidas. Detrás de cada cifra hay una historia de esfuerzo, de familias que ahora pueden mantener a sus hijas e hijos en la escuela gracias a este apoyo”, señaló Delgado.
Al respecto, el titular de la SEP subrayó que el programa representa una inversión histórica de 75 mil millones de pesos, destinada a garantizar el derecho a la educación y promover la equidad entre estudiantes de todo México.
- Y esto se refleja en casos como el que reporta el secretario de Educación de Hidalgo, Natividad Castrejón Valdez, quien destacó que el avance en la eficiencia terminal en secundaria se debe, en gran parte, a la cobertura de la beca y al compromiso conjunto de los gobiernos federal y estatal.
“Actualmente el 53% de las y los estudiantes de los tres niveles educativos cuentan con una beca del Bienestar, lo que ha fortalecido la permanencia y el aprovechamiento escolar”, afirmó.
En Guerrero, el secretario Ricardo Castillo Peña informó que el programa garantiza igualdad de oportunidades y permanencia escolar en zonas con altos niveles de marginación.
En esa entidad, 44 mil 112 alumnas y alumnos reciben la beca, alcanzando una cobertura del 99%.
Mientras tanto, en el Estado de México, el secretario del ramo, Miguel Ángel Hernández Espejel, reportó que un millón 38 mil 965 estudiantes de 17 mil 128 escuelas son beneficiarios del programa. “La Beca Universal Rita Cetina es un pilar de la política educativa de la Cuarta Transformación; ningún niño o joven debe abandonar la escuela por falta de recursos”, subrayó.
En Puebla, el secretario de Educación, Manuel Viveros Narciso, reportó que 318 mil 84 alumnas y alumnos han sido beneficiados, con una inversión superior a 3 mil 21 millones de pesos. “Miles de familias cuentan hoy con un ingreso adicional que impulsa directamente la educación y el desarrollo integral de sus hijas e hijos”, afirmó.
Deserción impide el «presente» de más de 22 mil estudiantes en Jalisco
Factores económicos, familiares, sociales y de género influyen en el abandono escolar, uno de los principales problemas a combatir en el sistema educativo en México, pues existe una alta probabilidad de que quienes interrumpen sus estudios no los retomen, explicó Ligia García Béjar, decana de la Escuela de Pedagogía y Psicología de la Universidad Panamericana, campus Guadalajara.
- Jalisco enfrenta un repunte preocupante en los índices de abandono escolar. De acuerdo con datos de la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa (DGPPyEE), en el ciclo 2023-2024 se estima que más de 22 mil alumnos de primaria y secundaria dejaron sus estudios.
- Regreso a clases en Jalisco: La información de la Secretaría de Educación Jalisco señala que para el ciclo escolar 2024-2025 regresaron a las aulas un millón 618 mil 112 alumnos, mientras que para el periodo que inicia hoy vuelven un millón 436 mil 894 estudiantes.
La académica destacó que no existe una sola causa que explique el fenómeno, sino un entramado: “Una razón transversal a todos los niveles son las condiciones familiares, del niño o la niña, generalmente asociadas a carencias económicas”.
Basta un suceso en la familia, como la enfermedad de un padre, la pérdida de trabajo o una separación, para que un menor se vea obligado a dejar la escuela.
Obstáculos
Además de los problemas económicos, intervienen otros factores como bajo rendimiento académico, embarazos adolescentes, desmotivación, falta de apoyo familiar y violencia en el entorno social o en el hogar. En muchos casos, los adolescentes optan por incorporarse al trabajo para apoyar a sus familias.
La decana recordó que la crisis sanitaria por covid-19 agudizó la problemática. La pandemia, dijo, provocó en México y en el mundo un incremento en el abandono escolar.
A esto se sumó que las escuelas no pudieron continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin contacto directo con los docentes ni acceso a tecnología, muchos estudiantes desertaron y no se reinscribieron en el ciclo siguiente.
Casi 60 por ciento de los estudiantes que interrumpieron sus estudios atribuyeron esa decisión al covid. Durante el ciclo 2020–2021, “hubo un poco más de dos millones de niños y adolescentes que no se reinscribieron y también entre las personas más afectadas fueron las niñas y adolescentes”.
Aunque desde entonces ha habido una recuperación paulatina en la mayoría de los niveles educativos, la educación media superior sigue siendo la más rezagada: “Muy probablemente quienes abandonaron en secundaria o a inicios de preparatoria ya no regresaron porque probablemente se incorporaron al trabajo”.
- Fenómeno en Jalisco: La deserción en primaria pasó de 0.5 por ciento en 2022-2023 a 1.2 por ciento en 2023-2024, lo que significa que el número de estudiantes fuera de las aulas prácticamente se duplicó: de 4 mil 576 a más de 10 mil niñas y niños.
La situación en secundaria sigue una trayectoria similar. Aunque entre los ciclos 2017-2018 y 2022-2023 hubo una ligera mejora al pasar de 4.9 a 4.6 por ciento —lo que representó mil 517 estudiantes menos—, el ciclo 2023-2024 revierte ese avance. Las estimaciones marcan un abandono de tres por ciento, equivalente a 12 mil 520 adolescentes, que pese a ser un porcentaje menor que en años previos, refleja que miles de jóvenes interrumpieron sus estudios.
- La tendencia, advierten las autoridades, ha sido fluctuante: entre 2017 y 2019 el abandono aumentó, luego descendió hasta 2020-2021, volvió a subir en 2021-2022, bajó en 2022-2023, pero las cifras preliminares de 2023-2024 muestran un nuevo repunte que coloca a Jalisco en alerta.
- El abandono escolar también refleja desigualdades de género. García Béjar explicó que “las niñas probablemente serán las más susceptibles a ser elegidas para cuidar a sus hermanos menores cuando hay dificultades familiares”.
Además, factores como el embarazo adolescente o incluso la pobreza menstrual impactan de manera desproporcionada en la permanencia de las mujeres en las aulas.
- Propuestas: Para reducir la deserción, la especialista señaló que se requiere una combinación de apoyos económicos, programas escolares y políticas públicas de largo alcance: “Las becas escolares, las escuelas de tiempo completo, el apoyo académico y emocional, la prevención de la violencia, así como la atención psicopedagógica son fundamentales. También es clave que las escuelas hagan un monitoreo constante para detectar a tiempo a los alumnos en riesgo de abandonar sus estudios”.
Finalmente, García Béjar subrayó la importancia de una respuesta integral y sostenida: “La responsabilidad de nuestras autoridades educativas es súper importante. El abandono escolar no es igual en Chiapas que en Jalisco, ni en zonas urbanas que en zonas rurales. Lo más importante es tener consistencia en las estrategias y entender las causas en cada contexto para poder generar soluciones”.
Acompañamiento
El regreso a clases representa un proceso de adaptación emocional, sobre todo cuando se trata del primer día en una nueva escuela, por lo que el acompañamiento en esta etapa es fundamental para el desarrollo de niñas y niños, señala la psicóloga Erika Yadira Macías Mosqueda, responsable del programa de educación emocional y bienestar en el Instituto de Psicología y Educación Especial del CUCS de la Universidad de Guadalajara.
“Después de un periodo vacacional tan largo, que estuvieron muchas semanas conviviendo más con su familia, sí es importante que los papás vayan platicando que van a empezar una nueva etapa, van a un nuevo grupo, probablemente con nuevos amigos, incluso puede ser una nueva escuela y van a ir a aprender cosas nuevas y convivir en un espacio nuevo”, explicó.
La especialista recomienda que los adultos hablen con sus hijos antes del regreso a clases y que la comunicación se enfoque en las emociones, no únicamente en las actividades escolares: “Yo invitaría a preguntar qué fue lo que te gustó, qué fue lo divertido, hubo algo que te interesara… también sobre todo hubo cosas que no te gustaron, que te costó trabajo, ir identificando aquellas cosas que son agradables para los niños y niñas y también aquellas que son desagradables”.
- De acuerdo con Macías Mosqueda, el primer día de clases genera una mezcla de sentimientos que pueden ir desde la ansiedad hasta la alegría, el gusto por el reencuentro, la angustia por lo desconocido y la tranquilidad al poder resolverlo.
Este proceso de adaptación, explicó, suele ser breve: “Pensando en el primer mes, cuando es un ambiente saludable y ellos se sienten seguros. Incluso hasta podría ser en el segundo día si hay este clima de respeto, convivencia, pues es un proceso de adaptación más rápido”.
El reto también varía según la edad y nivel educativo
En preescolar, los niños enfrentan la separación de sus cuidadores; en primaria valoran el espacio de juego; y en secundaria, este proceso se combina con la adolescencia, etapa en la que están aprendiendo, conociéndose a sí mismos y buscando ser más independientes.
La psicóloga advirtió que minimizar lo que sienten los menores puede tener consecuencias graves: “A eso le llamamos la invalidación de las emociones, no darle importancia; para el menor que está aprendiendo de esas experiencias puede ser el todo, entonces, claro que va afectando en la autoestima del menor, en su forma de ir resolviendo los conflictos, en la expresión de sus emociones”.
Por ello, recomendó darles un momento de escucha: “Siempre ayuda a darles un momentito, la importancia de platícame cómo te sientes, tú cómo lo vives, para ti qué representa, y no medirlo o no compararlo con lo que hace un adulto”.
Finalmente, Macías Mosqueda resaltó que la escuela también debe ser un espacio de empatía y no de segregación: “Vayamos disminuyendo un poco estas conductas agresivas y el bullying; en lugar de rechazar a aquel que es diferente, verlo como ‘¿de mi compañerito qué puedo aprender?’”./Agencias-PUNTOporPUNTO






















