TEXTO ÍNTEGRO: 3.1 millones pierden el vínculo LABORAL; INFORMALIDAD crece en el PAÍS

Ahorros en Afores son el principal patrimonio del 80% de los trabajadores formales en México: Consar

Durante mayo del 2020, el segundo mes con el confinamiento decretado por la autoridad sanitaria, se presentaron cambios importantes en el mercado laboral mexicano.

  • Los resultados de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del Inegi destacan la pérdida del vínculo laboral de 3.1 millones de trabajadores sólo de abril a mayo; así como el incremento de 1.9 millones de mexicanos en la informalidad.
  • Esta situación refleja que muchos de los trabajadores que se encontraban ausentes por vacaciones o incapacidad pero mantenían sus ocupaciones y recibían sus ingresos, durante mayo perdieron definitivamente esos vínculos laborales con sus empresas o patrones.

Simultáneamente, gran parte de la población que ha perdido sus ocupaciones en este periodo se ha sumado a las filas del trabajo informal y el trabajo independiente.

De abril a mayo, la población que trabaja por cuenta propia pasó de representar el 17.9% del total de trabajadores a representar el 19 por ciento.

Continúa aumentando la subocupación

Al igual que en abril, durante este segundo levantamiento de la ETOE, se observó la tendencia creciente en el total de mexicanos subocupados. En mayo se sumaron 2 millones más de trabajadores a la subocupación, pasando de una tasa de 25.4% del total a 29.9 por ciento.

  • Esta situación refleja el ensanchamiento de los trabajadores que aún teniendo alguna ocupación se encuentran buscando otro empleo; ya sea porque tienen disponibilidad de tiempo o para completar sus necesidades económicas.
  • En línea con la emergencia sanitaria, el aumento constante de la población subocupada podría explicarse porque muchos trabajadores sí conservan sus puestos pero perciben sólo una parte de sus ingresos o incluso no están siendo remunerados.

El mes previo, abril, se registró un incremento de 5.9 millones de subocupados. En suma, durante los primeros dos meses de confinamiento ya son casi 8 millones de mexicanos que buscan una ocupación adicional.

Participación laboral se mantiene baja

Otra tendencia que se mantuvo fue la salida de personas del mercado laboral que se refleja en el nivel de participación laboral. La tasa de participación pasó de 47.5 en abril a 47.4% en mayo. La disminución fue sólo de 0.1 puntos porcentuales, perose mantiene en un nivel bajo en comparación con lo registrado antes de la pandemia.

  • La caída expresa que cerca de 100,000 trabajadores más salieron del mercado en este mes.
  • En marzo, la tasa de participación a escala nacional se encontraba en 59.8% del total de la PEA (población económicamente activa).

La disminución en el nivel de participación laboral se alinea con la situación de muchos mexicanos que no se encuentran ocupados pero tampoco desocupados.

Gran parte de los trabajadores no están buscando activamente un empleo porque no han pérdido sus ocupaciones de manera formal, pero se encuentran suspendidos sin garantía de retorno e incluso en algunos casos sin ingresos.

Coronavirus e informalidad ponen en riesgo 24.5% del PIB

La crisis del coronavirus evidenció una de las grandes carencias o problemas de la economía mexicana: la informalidad, cuya actividad genera 24.5% del Producto Interno Bruto (PIB).

Y a pesar de que no pagan impuestos de manera directa, a través de ISR o impuesto a la nómina; el gobierno los debe incluir en su estrategia contra la crisis del Covid-19; de lo contrario, México se enfrentaría a la descomposición social.

  • El profesor emérito del Tec de Monterrey, Raymundo Tenorio Aguilar, explicó que –ante tal escenario- no es posible pensar que, apoyar a los informales a superar la crisis económica generada por la pandemia, es un fraude.
  • Explicó que, aun cuando los vendedores ambulantes son los más vistos, en la economía informal también se encuentran las trabajadoras y trabajadores domésticos; y personal de empresas formales e instituciones de gobierno que no están contratados.

“A pesar de que no pagan impuestos de manera directa, por su trabajo o lo que producen, 30% de su consumo sí paga impuestos y contribuye a la formalidad; a través de IVA o el IEPS que pagan al comprar alimentos, ropa o gasolina.

“De ahí, la insistencia de organismos como las Organización Mundial del Trabajo (OIT), de recomendar a México y a los gobiernos apoyar a este sector; porque de no hacerlo, se pone en riesgo al 24.5% del PIB que generan y habría una fuerte descomposición social”, puntualizó Raymundo Tenorio.

La última actualización de la Medición de la Economía Informal, publicada por el Inegi, reporta que:

  • 22.5% del PIB se genera por las personas que laboran en este sector; aunque los especialistas advierten que ya alcanza 24.5% del PIB.
  • 11.1% de tal medición corresponde a negocios no registrados de los hogares; dedicados a la producción de bienes o servicios.
  • 11.4% restante corresponde al trabajo que, aún y cuándo se desarrolla para unidades formales, no cuenta con seguridad social y prestaciones sociales.

Afores son el principal patrimonio del 80% de los trabajadores

Hace 23 años, México decidió reformar el sistema tradicional de reparto por un sistema público de capitalización de cuentas individuales gestionado por las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore), en donde el trabajador es dueño de su ahorro para el retiro y las contribuciones que acumula son tripartitas (empresa, empleado y gobierno).

“Para el 80 por ciento de los trabajadores del sector formal, el ahorro para el retiro que administran las Afores representan su principal patrimonio y su único vínculo con el sistema financiero”, reveló la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

Tras más de dos décadas de la entrada en vigor del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), la Consar publicó este martes un artículo donde destacó que el cambio demográfico y la inviabilidad fiscal empujaron su creación.

  • La Consar, que preside Abraham Vela Dib, destacó que el trabajador es el único dueño de su cuenta de ahorro para el retiro, el cual es heredable en su totalidad; además de que puede laborar en distintas empresas o dependencias, tanto del sector público como privado, sin perder sus aportaciones.
  • Además, las pensiones que se pagan en el SAR son resultado de la suma de las contribuciones tripartitas (el patrón, un 2.0 por ciento del salario base de cotización para retiro y 3.15 por ciento del salario base de cotización para cesantía en edad avanzada y vejez; el gobierno, 0.225 por ciento y el trabajador, 1.125 por ciento de manera bimestral).

Asimismo, los rendimientos se generan a lo largo de la vida laboral de los ahorradores, a diferencia del anterior sistema en el que las contribuciones no tenían correspondencia con el monto de las pensiones, lo que obligaba al Estado a pagar la diferencia con impuestos generales o con endeudamiento. Además de su impacto fiscal, el sistema anterior era claramente regresivo.

“En estos 23 años, el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) ha demostrado ser un sistema sólido y robusto tanto para los trabajadores como para México (…) los ahorros de los trabajadores hoy suman 4.2 billones de pesos y representan 17.2 por ciento del PIB. Estos recursos son 15 por ciento del total de activos del sistema financiero y, por primera vez, en su historia, México cuenta con un acervo de ahorro de largo plazo”, destacó la Consar.

  • Con más de 66 millones de cuentas, el SAR ha otorgado una tasa de rendimiento anual nominal de 11.09 por ciento y de 5.38 por ciento en términos reales durante los 23 años.

Así, el 48.2 por ciento de los activos que administran las Afores (dos billones de pesos) representan los rendimientos netos de comisiones que se han generado a lo largo del tiempo. El resto son las aportaciones tripartitas.

Documento íntegro:

ETOE2020_06

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