Bolsonaro

Jair Messias Bolsonaro, presidente de Brasil desde enero de 2019, ha dado positivo por COVID-19, así lo anunció ayer a medios de comunicación tras conocer los resultados de una prueba; se encuentra estable pero se mantendrá aislado y continuará trabajando a distancia, informó también. El mandatario brasileño ha sido uno de los políticos más escépticos sobre la pandemia que aqueja al mundo desde hace más de siete meses, a la cual se refirió como una “gripita”, y se ha convertido en el primer presidente de América Latina en dar positivo a coronavirus.

Hoy, Brasil es el epicentro de la pandemia en Latinoamérica y el segundo lugar a nivel mundial por su número de casos confirmados de contagio, solo después de los Estadios Unidos; a la fecha, el país carioca registra 1,674,655 personas contagiadas, y 66,868 muertes por COVID-19, siendo Sao Paulo el estado con el mayor número casos.

La actitud personal de Bolsonaro frente a la pandemia fue determinante en su actuar como jefe del gobierno brasileño, dado que hasta hace apenas unos días daba poca importancia al uso de cubrebocas, el distanciamiento social, así como a la medida del confinamiento, como protocolos preventivos; por ello mantuvo sus visitas y reuniones multitudinarias sin los cuidados recomendados. Esta actitud llevó a que en menos de un mes renunciaran dos ministros de salud de su gobierno.

Bolsonaro resulta electo presidente en un proceso electoral convulso, que se desarrolló accidentadamente luego de la destitución de Dilma Rousseff y de la encarcelación de Lula de Silva, su candidato opositor en la elección presidencial de 2018. Estas elecciones dejaron a Brasil sumergido en una crisis política y social que devino en una polarización social que, dos años después, en medio de la pandemia, prevalece. Hoy, frente a una crisis sanitaria sin precedente, Bolsonaro deberá recuperarse de salud para enfrentar, sin duda, una de las mayores crisis económicas.

Hace unos días, el Fondo Monetario Internacional publicó algunos cálculos sobre el impacto de la pandemia en América Latina, en los que pronosticó para Brasil una caída del PIB del 5.3%, el que, en un escenario de mayor confinamiento, podría superar el 8%. Las propias estimaciones del gobierno brasileño indican que las cifras del desempleo pueden llegar más allá de los 3 millones. Cabe decir que el Real, moneda oficial del Brasil, es una de las divisas más devaluadas pues ha sufrido una pérdida del 30% de su valor.

Por si fuera poco, el calendario electoral brasileño señalaba el 4 de octubre de este año para celebrar elecciones municipales en el país, sin embargo el Senado de Brasil aplazó la fecha para inicios de octubre con motivo del COVID-19.

Es un panorama complejo el que predomina en Brasil, como otras partes del mundo, ojalá y pronto se obtenga la vacuna y tratamiento que detenga las muertes y contagios en ese país, que así sea.

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