Asesinatos de POLICÍAS muestra la CRISIS de HOMICIDIOS generalizada en MÉXICO

Varios expertos consultados por InSight Crime señalaron dos factores principales que contribuyen al actual repunte de los asesinatos policiales: la inseguridad generalizada y la total impunidad.

Dos agentes de Policía municipales hacían un patrullaje de rutina a plena luz del día, en medio del pesado tráfico de una carretera en el norte de Celaya. De repente, un carro pequeño pasó a su lado, se les adelantó y disparó varios tiros contra su camioneta. En segundos, Omar Nieves y Noemí Esperanza se sumaron al alto número de policías asesinados en México.

  • En lo que va del año, por lo menos 215 agentes de policía han sido asesinados en todo el país, lo que significa más de uno al día, según datos de Causa en Común, una organización de la sociedad civil. El estado de Guanajuato, ubicado en la región central del país, donde Nieves y Esperanza fueron asesinados a tiros el 19 de mayo, ha registrado la mayor cantidad de asesinatos de policías en los últimos dos años, y quizá vuelva a registrar este triste récord en 2020.
  • Si la tendencia actual continúa, más de 500 miembros de la institución policial de México serán asesinados solo este año, superando los 446 agentes muertos en todo 2019 y los 452 en 2018. Año tras año, la mayor parte de los agentes asesinados pertenecen a las policías municipales.

Los más afectados en la lucha contra los grupos del crimen organizado son cada vez más las instituciones locales. Al hacer una comparación se observa que, entre 2006 y 2016, la Policía Federal, las Fuerzas Armadas, la Marina y la Fiscalía General tuvieron en conjunto un promedio de 120 agentes asesinados cada año.

Los asesinatos de policías en México hacen parte de una crisis de homicidios generalizada. Las autoridades han registrado niveles récord de asesinatos en los últimos tres años. Los 11 mil 535 asesinatos documentados a lo largo de los primeros cuatro meses de 2020 podrían llevar a que la cifra de este año sobrepase la del pasado.

  • El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, AMLO, ha estado bajo presión para detener el derramamiento de sangre, atribuido sobre todo a los grupos criminales. Por lo tanto, se ha apoyado sobre todo en la nueva Guardia Nacional, en lugar de atender a la atribulada fuerza policial del país, que requiere atención y grandes reformas.

Esto se refleja en la falta de recursos, capacitación y tecnología, así como en los bajos salarios que reciben los agentes.

En promedio, un Agente de la Policía Estatal en México gana 12 mil 800 pesos al mes (alrededor de $550 dólares), según datos oficiales reportados por Cuestione. Los agentes peor remunerados en el estado de Tabasco ganan aproximadamente la mitad al mes, mientras que los que más ganan en San Luis Potosí reciben alrededor del doble. Los salarios de los agentes municipales son aún más bajos.

ANÁSLISIS DE INSIGHT CRIME

Los agentes de las fuerzas policiales locales de México están quedando cada vez más a la deriva, sin directivas claras, con escasos recursos, y con una incertidumbre casi absoluta sobre su rol como policías.

“Hay una total crisis de identidad”, dijo Manelich Castilla, comisionado de la policía federal de México entre 2016 y 2018, en comunicación con InSight Crime. “No hay continuidad en la trayectoria de lo que significa ser un agente de policía”, señaló el exfuncionario.

  • Esta falta de identidad se debe a la constante incapacidad del Gobierno para determinar cómo encaja la policía local en el esquema general de seguridad. A esto se suman la hostilidad y la desconfianza hacia la policía municipal —presentes tanto en los más altos niveles de Gobierno como en los civiles—, lo que dificulta su efectividad, como lo señala Jaime López, consultor de política de seguridad y exfuncionario de la policía.
  • La falta de voluntad política empeora el problema. Los sucesivos gobiernos han cacareado mucho en torno a la reforma de la policía del país, pero se han dedicado a invertir recursos en otras unidades militarizadas consideradas más valiosas, la más reciente es la Guardia Nacional, que ha operado más como una elogiada fuerza de inmigración.

Los altos funcionarios del Gobierno no se muestran dispuestos a invertir en unidades de policía locales en las que no tienen fe, y no han hecho nada para mejorar sus capacidades. Esta falta de confianza también se ve reflejada en la sociedad civil.

Según una encuesta de seguridad pública del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aplicada en abril de este año en 70 ciudades de los 31 estados de México y la capital, menos de la mitad de los encuestados (25 mil 500 hogares) tenían confianza en la policía local.

Otro sondeo del INEGI, de mayo de 2020, que mide la calidad y el impacto del Gobierno, con una muestra de más de 100 mil habitantes durante todo el año 2019, halló que solo alrededor del 26 por ciento de los encuestados estaban satisfechos con los servicios prestados por la policía, mientras que alrededor del 30 por ciento sentía que la policía contribuía a una sensación positiva de seguridad en las comunidades.

Con los años, el trabajo de Policía se ha vuelto cada vez más peligroso. Varios expertos consultados por InSight Crime señalaron dos factores principales que contribuyen al actual repunte de los asesinatos policiales: la inseguridad generalizada y la total impunidad.

“No es de extrañar que los agentes de policía de México estén siendo asesinados con tanta frecuencia”, afirma Lilian Chapa, investigadora senior del Proyecto de Justicia Mundial [World Justice Project]. “No hay garantías de que se resuelvan los asesinatos de policías —o cualquier otro homicidio—”, explica Chapa.

  • Existe la creencia generalizada de que los policías locales son asesinados debido a sus posibles conexiones con la actividad criminal. Si bien eso puede ser cierto en algunos casos, los expertos advierten que los policías municipales pueden ser asesinados por el solo hecho de tratar de hacer su trabajo. Si a esto se suma la absoluta falta de apoyo institucional, se obtiene un juego de suma-cero que hace que el trabajo de policía municipal sea “completamente frustrante”, como dice Castilla, el excomisario de policía.
  • Además, como afirma Cecilia Farfán-Méndez, directora de los Programas de Investigación en Seguridad del Centro de Estudios sobre Estados Unidos-México, de la Universidad de California, San Diego, “esta percepción en torno a ellos agrava el contexto de impunidad”.

Desafortunadamente, la reforma policial no parece estar sobre la mesa de trabajo de López Obrador en lo que le resta de su mandato. Si bien las fuerzas armadas de México han desempeñado durante años un papel exagerado en la seguridad nacional, un decreto firmado el 11 de mayo garantizará que continúen ejerciendo ese papel al menos hasta 2024.

Castilla considera que dicho decreto es la “tormenta perfecta” para que continúe la violencia y la impunidad contra la policía en México.

“No hay un fortalecimiento de la capacidad de la policía, y a la vez se sigue extendiendo el papel de las fuerzas armadas en la seguridad pública”, le dijo a InSight Crime. “[El decreto] no ha estado acompañado de nada que apoye a la policía civil”.

Mientras que el Gobierno Federal ha vuelto a poner la reforma policial en un segundo plano, hay otras personas que no solo se están preguntando qué es lo que anda mal con la Policía, sino además cómo mejorarla.

  • Jorge Amador, exprofesor de sociología y actualmente jefe de la policía en Ciudad Neza, en el Estado de México, ha cambiado la mentalidad en torno al trabajo policial, considerándolo un deber cívico más que una negociación o una manera de ganarse la vida. Esta estrategia ha llevado a que su grupo de agentes locales se haya convertido en uno de los más efectivos y confiables del país.

“Para nosotros, la seguridad se da como resultado de acercar a la sociedad, de crear una relación más cercana entre las personas y sus instituciones”, dijo Amador en un reportaje de la BBC en 2018.

Loa agentes de Ciudad Neza están utilizando cámaras de tecnología avanzada para monitorear la ciudad, a la vez que conforman grupos de vigilancia vecinales y realizan reuniones nocturnas con miembros de la comunidad para darles una voz, todo con el fin de “rebatir esta idea de que la policía en México es corrupta, ineficiente, criminal y abusiva”, como dice Amador.

Por el momento, la policía de Ciudad Neza sigue siendo una excepción dentro de las prácticas policiales estándar en México, debido en gran parte al hecho de que los líderes políticos aún no han analizado seriamente cuál debe ser el papel de la policía como representación del Estado al servicio de la población civil.

“Lo que tenemos es una institución que nunca ha evolucionado realmente”, le dijo Chapa a InSight Crime. “México se enfrenta a problemas del siglo XXI, pero tiene una institución policial anticuada”.

LOS ESTADOS MÁS LETALES

El crecimiento de la violencia también alcanza a las fuerzas de seguridad. De enero a abril de este año al menos 185 policías estatales y municipales han sido asesinados en el país, un incremento superior al 40% en comparación con la cifra de policías abatidos en el mismo periodo del año pasado.

  • Los homicidios de policías se han registrado en 24 de los 32 estados del país, pero hay seis entidades, encabezadas por Guanajuato, que concentran prácticamente 1 de cada 2 asesinatos de agentes de seguridad ocurridos en México. Varias de estos estados coinciden con los que registran mayor violencia homicida en general.
  • El monitoreo realizado por Causa en Común revela que hay seis entidades federativas que por sí solas concentran prácticamente la mitad de los casos de policías asesinados en el cumplimiento de su deber.

El caso más dramático es el de Guanajuato donde según el conteo al cierre de abril pasado la cifra ascendía a 28 policías asesinados, que equivalen al 15% del total nacional. Ha habido jornadas como la del 29 de enero o la del 2 de abril en donde en un solo día han sido asesinados tres oficiales en municipios de la entidad.

Cabe señalar que en 2019 Guanajuato también fue el estado que registró el mayor numero de asesinatos de policías, y esta entidad es la que registra actualmente la cifra más alta de homicidios dolosos en general. De acuerdo con estimaciones oficiales, el 80% de los crímenes en Guanajuato están relacionados con el crimen organizado.

  • El Estado de México es la segunda entidad con la mayor cifra de policías abatidos en los primeros cuatro meses de este año con un total de 17. Después le siguen Chihuahua y Veracruz con 15 policías asesinados en cada una de esos estados. En estos dos últimos también se estima que el crimen organizado está detrás de la mayor parte de los asesinatos.
  • La quinta entidad federativa con mas homicidios es Ciudad de México con 11 agentes de enero a abril de este año, y le siguen Tamaulipas con el registro de diez de sus policías asesinados.

En conjunto, los seis estados mencionados acumulan 96 de los 185 casos de agentes de la autoridad que han perdido la vida por agresiones directas o en enfrentamientos con los delincuentes.

Por otro lado, los ocho estados que no registran ningún caso de policías asesinados en los primeros cuatro meses de 2020 son Aguascalientes, Yucatán, Tlaxcala, Baja California Sur, Campeche, Durango, Chiapas y Nayarit.

MÁS VIOLENCIA, MISMA INERCIA

El incremento en los homicidios de policías coincide con el crecimiento general de la violencia en el país, que se ha recrudecido en los últimos meses. Y es que, aunque 2019 fue un año récord en cuanto a homicidios, los datos oficiales muestran que este año la tendencia sigue al alza.

Por ejemplo, las cifras preliminares de homicidio que a diario publica el gobierno federal muestran de febrero a abril un total de 7 mil 429 asesinatos, cifra superior en un 8% a los 6 mil 957 registrados para los mismos meses, pero de 2019.

  • Esta violencia se registra pese a que en el país se han desplegado más de 80 mil elementos de la Guardia Nacional, una fuerza federal de seguridad desarrollada para – según la Constitución – colaborar en las tareas de seguridad pública.
  • El fortalecimiento de dicha guardia no ha coincidido, sin embargo, con el desarrollo de los policías en el México. Como se reveló en el reportaje Crimen y Violencia: La Guerra que no Acaba, aun cuando se diseñó un nuevo modelo de policía orientado a mejorar sus condiciones de trabajo y sus capacidades, no se ha asignado ningún presupuesto para materializarlo.

Los datos oficiales arrojan que el país cuenta con 345 mil policías estatales, municipales, de investigación y para reclusorios. Cifra que el propio gobierno federal ha estimado como insuficiente para dar una correcta cobertura de seguridad y a su vez abatir la impunidad.

Los recursos destinados a los fondos de seguridad asignados en 2020 y 2019 son, en proporción, idénticos a los de años anteriores y como se ha señalado por los estados: insuficientes. A ello hay que añadir que este año, y por el contexto de la crisis por la pandemia del coronavirus, se autorizó reasignar esos fondos para insumos sanitarios.

Y aunque son los agentes más cercanos a la población, la policía en México es la fuerza de seguridad en la que menos confía la población. De acuerdo con la última Encuesta de Seguridad Urbana (ENSU) de INEGI, apenas el 53% de las personas confía en sus policías estatales, y solo el 46% en los municipales, niveles que se han mantenido de esta forma desde hace al menos cuatro años./Agencias-PUNTOporPUNTO

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