IMPACTO AMBIENTAL de las CIUDADES al PLANETA se agudizará con los años: Expertos

Una estrategia para proteger el medio ambiente y mitigar los efectos del cambio climático a través del diseño inteligente de la infraestructura pública, la protección de los cauces de agua y un reciclaje y aprovechamiento de la basura inteligente.

La pandemia de COVID-19, sus estragos económicos y sociales, así como los embates del cambio climático han dejado de manifiesto lo frágiles que somos y las carencias en políticas públicas y planeación con las que contamos en las ciudades para enfrentar futuros retos.

  • Tras la crisis sanitaria, el mayor aprendizaje que tuvimos fue que no estamos listos y que hay que sentarse para planear ciudades más resilientes, es decir, urbes y sociedades con la capacidad de adaptarse a situaciones adversas con resultados positivos.
  • Aunque varias ciudades han comenzado a desarrollar proyectos para blindar sus territorios, lo cierto es que aún falta mucho trabajo por hacer: coordinación entre autoridades, organizaciones sociales, iniciativa privada e instituciones educativas, pero sobre todo mucha más conciencia.

De acuerdo con el documento “Ciudades Inteligentes 2.0, Manual de Mejores Prácticas”, elaborado por la organización Friedrich Naumann Stiftung, la resiliencia se conseguirá con la aplicación de nuevas tecnologías.

“Si queremos fomentar una mejor calidad de vida urbana, debemos tener la disposición de aplicar las nuevas tecnologías en la solución de problemas y retos de la ciudad, reinventando con ello la dinámica política y social”.- Organización Friedrich Naumann Stiftung

Además, la investigación de la fundación alemana alerta sobre el impacto ambiental que existe actualmente en las ciudades, el cual se incrementará conforme pasen los años.

“Uno de los retos que enfrentan hoy las ciudades y que será también de los más importantes para las futuras generaciones, es la resiliencia ambiental, la capacidad de adaptarse a los cambios y mitigar riesgos del cambio climático (huracanes, lluvias, inundaciones, sequías, etc.).

“Las nuevas generaciones exigirán, cada vez más, que sus ciudades tengan el menor impacto negativo posible en el planeta. Por lo tanto, las ciudades deberán diseñarse en armonía con el medio ambiente y estar preparadas para enfrentar eventos más extremos”, dice la investigación.

  • Además de alertar, la fundación propone una estrategia para proteger el medio ambiente y mitigar los efectos del cambio climático a través del diseño inteligente de la infraestructura pública, la protección de los cauces de agua y un reciclaje y aprovechamiento de la basura inteligente.
  • En el apartado de infraestructura verde, Friedrich Naumann Stiftung propone a las autoridades de la región proteger, antes que todo, sus zonas de alto valor ambiental como lagos, arroyos, playas, vasos reguladores de agua e incluso las fallas geológicas.

“La infraestructura que debe construirse encima de estos lugares se llama infraestructura verde. Y esta es la más importante de la ciudad, porque sin ella, la ciudad queda propensa a desastres naturales como inundaciones o deslaves. Estos espacios también son indispensables para recargar los mantos acuíferos, especialmente en ciudades limitadas por el agua, evitando que corra a otras cuencas.

“La única forma de proteger estos lugares de forma efectiva es diseñándolos como espacios públicos —áreas verdes y parques—, logrando que la comunidad se apropie de ellos. De lo contrario, la tentación de desarrollarlos, de construir casas o incluso vialidades, predominará”, alertan.

Un ejemplo de un buen diseño urbanístico pensado para proteger un pulmón ambiental, dice el estudio, es el Parque Fundidora en Monterrey, Nuevo León.

Para evitar sequías y falta de agua como la que azotó al norte del país durante este año, el estudio propone la construcción de parques hundidos y represas a lo largo de los escurrimientos para retener el agua durante las lluvias y así evitar inundaciones.

También recomienda a las autoridades diseñar corredores urbanos verdes de árboles que se conecten entre sí por todas las ciudades para preservar la vida de la flora y la fauna y así reducir la temperatura de las urbes

“Sirven de sombra para disminuir hasta 6 grados la temperatura de una ciudad haciéndola más caminable y con mayor eficiencia energética. También representan una oportunidad de paisajismo y arquitectura vial, aportando belleza e identidad a las calles, facilitando que los mismos ciudadanos protejan cada árbol cuando saben que debe haber uno precisamente cada ocho metros”.

  • Finalmente, el estudio propone a las autoridades innovar en la administración municipal de residuos sólidos para generar una nueva industria de economía circular en la que incluso se les pague a las personas por su basura.

“Las ciudades inteligentes invierten en sistemas y procesos que les permiten extraer la mayor cantidad de materiales aprovechables posibles de entre la basura enfocados en tres categorías: desperdicios de comida, desperdicios de empaques (incluyendo plásticos) y desperdicios electrónicos”.

Con la separación del plástico se puede vender como material de reciclaje, la separación de comida funciona para la creación y venta de composta, la incineración limpia de basura para la producción y venta de energía e incluso se puede generar biogás a partir de los desechos orgánicos.

Ciudades esponja: posible solución ante el calentamiento global

Para amortiguar el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático, un arquitecto chino de exteriores ha hecho campaña en China y otros países para crear “ciudades esponja”.

  • Yu Kongjian habla a lo grande para expresar su visión de ciudades que pueden soportar temperaturas variables, sequía y aguaceros. Los desafíos para poner en práctica esas ideas en un momento de ambicioso desarrollo económico en China son múltiples.
  • Yu critica buena parte de la infraestructura moderna de Asia porque se basa en ideas importadas de Europa, que considera inadecuadas para el clima de monzón que tiene buena parte del continente asiático. Él señala a inundaciones recientes que sembraron el caos en muchas ciudades asiáticas, algo que atribuye a su desajuste arquitectónico.

No hay resiliencia en absoluto”, dijo Yu sobre las infraestructuras de acero y concreto de las grandes ciudades, y del empleo de canales y tuberías para desviar el agua. “Son inútiles, fallarán y seguirán fallando”.

  • En su lugar, Yu propone emplear recursos naturales o “infraestructura verde” para crear ciudades resilientes al agua. Forma parte de una transformación global entre los profesionales de ingeniería y diseño civil y de paisajes hacia un concepto más acorde al entorno natural.

Al crear grandes espacios que almacenan agua en el centro de las ciudades, como parques y estanques, el agua de las tormentas puede conservarse en el lugar, lo que ayuda a evitar inundaciones. En teoría, la infraestructura de esponja también hace que el agua tenga formas de filtrarse al subsuelo y reforzar los acuíferos para épocas de sequía.

La idea de una ciudad esponja es recuperarse, dar más espacio al agua”, dijo Yu.

Hace una década hubo un punto de inflexión en la concienciación en China con el cambio climático y la adaptación urbana, explicó Yu. La capital, Beijing, sufrió una devastadora inundación en julio de 2012.

Más del 70% de la población mundial vivirá en edificios ecológicos

En el mundo existen diferentes certificaciones que miden la sostenibilidad de los inmuebles como la EDGE y LEED de Estados Unidos. Estas establecen los requerimientos mínimos que debe tener en cuenta una edificación en su diseño, construcción y operación para considerarse de alto rendimiento. En Panamá, más del 40% de los edificios están certificados como ecológicos.

Buscando abordar el tema del cambio climático e impulsar la economía mediante la construcción de edificios con costos operativos mejorados, el IFC (International Finance Corporation) –miembro del Banco Mundial– creó el sistema de certificación de edificios verdes EDGE (del inglés Excellence in Design for Greater Efficiencies).

  • Para el IFC existe una oportunidad para dar forma a las ciudades resilientes del futuro, donde vivirá más del 70% de la población mundial para 2050. Las ciudades actuales ya representan el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, por tal motivo ofrece esta certificación a edificios ecológicos para las economías emergentes.
  • Los incentivos que les ofrecen a estas construcciones son de carácter comercial y financiero. Además, los resultados ambientales también son un estímulo; EDGE ayuda a mitigar el cambio climático al incentivar un desarrollo que hace uso eficiente de los recursos.

El primer paso para obtener la certificación es utilizar el software EDGE para el diseño de los proyectos. La misma es otorgada al proveedor de la construcción, a través de un proceso formal dirigido por un auditor capacitado. El edificio debe tener, al menos, un 20% de ahorro en energía, en agua y en energía incorporada en los materiales. Además, ahorro de CO2 y tener espacio de piso certificado.

En el portal web edgebuildings.com se detalla que solo se pueden certificar proyectos de edificación. Ningún material de construcción, proveedor, empresa o individuo puede obtener la certificación EDGE. Además, el término “certificado por EDGE” no se puede utilizar para un edificio en el que se utilizó el software EDGE con fines de diseño, pero el edificio no recibió posteriormente la certificación.

¿Se pueden certificar edificios existentes con EDGE?

Los edificios existentes y remodelados pueden solicitar la certificación EDGE. Se aplican las mismas normas que a las de nueva construcción. Los materiales en edificios existentes que se retienen en el edificio o se reutilizan y tienen más de cinco años pueden reclamarse como “reutilizados”.

  • Los proyectos terminados pueden certificarse siempre y cuando cumplan con los mismos requisitos que se esperan de un edificio nuevo. Las modificaciones simples no califican a menos que se haya realizado una remodelación importante. Por ejemplo, la adición de recolección de agua de lluvia al edificio no cumple con los requisitos de EDGE, ya que la instalación requiere un cambio a tubería doble.

Certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design)

La certificación LEED también evalúa que en el proyecto estén incorporados aspectos relacionados con la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficiencia del consumo de agua, el desarrollo sostenible de los espacios libres de la parcela y la selección de materiales. El GBC es la organización responsable de otorgar los sellos LEED.

Estas certificaciones tienen carácter voluntario, si bien en algunos países, como Estados Unidos, las edificaciones de sus instituciones públicas deben estar certificadas LEED.

Compensarán los daños de la crisis climática

Pese a que los acuerdos han caído a cuentagotas en la conferencia sobre el cambio climático de la ONU (COP27), ayer se alcanzó un pacto sin precedentes.

  • Después de 24 horas de intensa negociación, las casi 200 delegaciones acordaron crear un fondo de financiación destinado específicamente a que países en vías de desarrollo enfrenten los daños sufridos por los desastres climáticos.

Los países del sur más impactados por la crisis llevaban reclamando ese fondo desde hace 30 años, pues históricamente aportan poco al calentamiento global, pero padecen más los efectos de inundaciones, sequías, ciclones y otros fenómenos.

Al cierre de esta edición no se había dado a conocer el acuerdo final de la cumbre, prevista para terminar el viernes. Uno de los grandes obstáculos era cómo mencionar el futuro de las energías de origen fósil, emisoras de CO2 y metano, dos gases causantes del efecto invernadero.

Numerosos países exigieron establecer el abandono progresivo del uso de energías fósiles, un extremo al que se oponen naciones productoras de petróleo, como Arabia Saudita.

“Ha habido muchos países que han expresado que ese lenguaje (sobre energías fósiles) se debía endurecer”, dijo a la prensa la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Compromisos

  • Abandono progresivo del uso de las fuentes de energías fósiles.
  • Eliminar tres mil millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) por año.
  • Acelerar las aprobaciones para el despliegue masivo de energías renovables.
  • Impulsar acciones colectivas sobre clima, biodiversidad y desertificación.
  • Priorizar el agua, comenzando con las comunidades vulnerables en África

La cumbre acordó que el financiamiento a naciones afectadas por el calentamiento global, pero en menor medida contaminantes, recaerá en los países ricos.

  • Numerosos países exigieron establecer el abandono progresivo del uso de energías fósiles, un extremo al que se oponen naciones productoras de petróleo como Arabia Saudita, según las fuentes consultadas.

“Ha habido muchos países que han expresado que ese lenguaje (sobre energías fósiles) se debía endurecer”, dijo a la prensa la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, añadiendo que la negociación estaba en un “momento complicado”.

La presidencia egipcia distribuyó un nuevo borrador entre las partes negociadoras, una vez vencido el plazo oficial de la conferencia el viernes.

El nuevo texto egipcio llegó después de un ultimátum europeo, que denunció lo que consideraba un “retroceso inaceptable”.

  • Según los europeos, la presidencia egipcia quería hacer retroceder el compromiso sobre las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • La UE prefiere “no tener un acuerdo que un mal resultado”, declaró el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
  • La mitigación es imprescindible para mantener en pie el objetivo de limitar el calentamiento del planeta en +1.5 ºC, planteado en el Acuerdo de París de 2015.

Los países del sur más impactados por los desastres naturales llevaban reclamando ese fondo específico desde hace 30 años.

El fondo busca ofrecer financiación “predecible y adecuada” a esos países, que históricamente aportan poco al calentamiento global y sufren más los efectos de inundaciones, sequías y ciclones.

Algunos de los acuerdos:

  • Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Algunos países fijaron sus propias metas, como México.
  • Eliminar tres mil millones de toneladas de CO2 por año, con otros 500 millones de toneladas por año almacenados durante al menos 100 años. Objetivo propuesto por Estados Unidos.
  • El abandono progresivo del uso de energías fósiles.
  • Reforzar la resiliencia climática global, incluida la duplicación de la promesa de EU para el Fondo de Adaptación a 100 millones de dólares.
  • Acelerar la acción climática global, incluido el lanzamiento de una nueva iniciativa para apoyar a Egipto en el despliegue de 10 GW de nueva energía eólica y solar.
  • Poner el agua al frente, comenzando con las comunidades y ecosistemas más vulnerables del mundo en África.
  • Impulsar la acción colectiva en torno al clima, la biodiversidad y la desertificación.
  • Proporcionar un marco holístico para lograr sistemas urbanos sostenibles.
  • Acelerar la planificación y las aprobaciones para el despliegue masivo de energías renovables e hidrógeno verde./Agencias-PUNTOporPUNTO

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