COFEPRIS permitió por años PLAGUICIDAS DAÑINOS

Hoy merman la salud de mexicanos

El uso de plaguicidas altamente peligrosos en México ha provocado el desarrollo de enfermedades como el cáncer, abortos espontáneos y prematuros, malformaciones congénitas y otras asociadas con diferentes perturbaciones endocrinas, afirman científicos mexicanos y estudiosos del tema. A los efectos de estas sustancias se suman la contaminación de los mantos freáticos, el suelo, el aire y la pérdida de biodiversidad, todas consecuencias graves que afrontan la falta de regulación de las sustancias químicas en el país.

  • La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) autorizó el uso de 140 ingredientes activos de plaguicidas prohibidos en otros países y otros 183 clasificados como “altamente peligrosos”. Actualmente, dichos activos ya han tenido efectos nocivos en poblaciones de diferentes estados, entre ellos: Campeche, el Estado de México, Chiapas, Jalisco y Sinaloa, en donde se ha promovido la siembra de transgénicos o de monocultivos. Ambos son modelos dependientes del uso extensivo de dichas sustancias.
  • Fernando Bejarano, presidente de la Red de Acción sobre Plaguicidas y sus Alternativas en México (Rapam), afirmó que el riesgo asumido con el uso de los agroquímicos es la consecuencia de una supuesta necesidad por modernizar el campo mexicano, que no consideró el uso letal de las sustancias.
  • “En los años 50 se pensaba que se tenía que modernizar la agricultura y se importa un pensamiento desde Estados Unidos a favor de uso de agroquímicos. Esto creo una dependencia alimentaria que disminuyó la importancia de la producción de maíz y frijol. El descuidado nos obliga ahora a pensar en un modelo de economía agrícola que plantee la soberanía alimenta y produzca alimentos sanos para la población, evitando los riesgos innecesarios producidos por los agrotóxicos”, agregó.
  • Los especialistas coinciden en que existen diferentes efectos adversos provocados por las sustancias. Los reservorios de la toxicidad se encuentran en el ambiente: aire, tierra y agua. En los humanos los efectos son transmitidos de manera directa al aplicar las sustancias al campo o bien, a través de los alimentos que consumimos a diario.
  • Salvador Muñoz, Jefe del Laboratorio de Especiación Química de Aerosoles Orgánicos Atmosféricos del Departamento de Ciencias Ambientales, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Autónoma de México (UNAM), afirma  que los compuestos químicos en el ambiente pueden permanecer varios meses o años en la atmósfera. Esto significa que aunque la evidencia más clara ha demostrado que las poblaciones más afectadas por los agroquímicos son las que están en contacto directo con ellos, no son las únicas expuestas a sus efectos.
  • “El plaguicida se distribuye en el campo generalmente a través de bombas de los ejidatarios o agricultores, o de avionetas, en el caso de extensiones más grandes de tierra. Sin embargo, resulta ser que el porcentaje que realmente llega a su objetivo final [la plaga] es mínimo. La mayoría del plaguicida invade otros reservorios como el agua, por ejemplo. Es un contaminadero. Mucho de este plaguicida está depositado en reservorios, incluyendo el humano. Puede haber una evaporación de plaguicida hacia la atmósfera o bien la misma erosión suspende el plaguicida en partículas que, por más pequeñas que sean, viajan mucha distancia. Pueden perdurar meses o años en la atmósfera, y esa es razón por la que se hallan plaguicidas en peces, osos y ballenas”, agregó el científico.
  • La Dirección General de Epidemiología, en 2017, registró cerca de 4 mil casos de intoxicaciones en 2016, y destacó que el descuido y omisión de autoridades en el registro de las consecuencias provocadas por tóxicos evitó que sus efectos reciban un tratamiento oportuno y precautorio. Foto: Greenpeace
  • Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) existen distintos criterios para determinar la toxicidad de un agroquímico. Aquellos categorizados bajo el criterio de toxicidad crónica son los que producen enfermedades que se desarrollan lentamente, incluso bajo la exposición dosis bajas pero por un tiempo prolongado. Los cánceres humanos –provocados por tumores malignos, las mutaciones genéticas y los problemas de reproducción– son la evidencia de ello.
  • Los plaguicidas de toxicidad aguda alta –en México etiquetados con una banda roja que dice “Peligro”– pueden causar síntomas graves de intoxicación o incluso la muerte en pocas horas.
  • En 2015, la OMS y la FAO hicieron un llamado a los países a mantener actualizados sus marcos normativos sobre el uso de plaguicidas y publicaron una nuevas directrices sobre legislación y etiquetado. Se especificaba que las etiquetas de los pesticidas debían explicar cómo debía ser uso de la sustancia, además se debía describir los peligros potenciales y la medidas cautelares para su instrucción. El llamado venía a la par del reconocimiento del uso de plaguicidas como una de las principales muertes por intoxicación involuntaria, sobre todo en los países de ingresos medios y bajos.
  • México ha estado exento de la mortandad provocada por las sustancias, pero no de enfermedades. /SIN EMBARGO-PUNTOporPUNTO

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