Ocurre la 1ra manifestación contra salida del Gobierno Federal de la CDMX

Unos 1,000 trabajadores de Cultura y del INAH se manifestaron afuera de la casa de transición del presidente electo

Imagen de Redes sociales

La descentralización de las dependencias federales a los estados como lo propuso el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, tuvo su primer manifestación pública por parte de trabajadores que se oponen a mudarse a otros estados.

  • Unos 1,000 trabajadores de la Secretaria de Cultura federal y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se manifestaron afuera de la casa de transición de López Obrador, para exigir que se respete sus condiciones actuales de trabajo, así como el pago de prestaciones laborales.
  • Los manifestantes anunciaron que instalarán un campamento en la oficina del presidente electo, hasta que sean recibidos por él o por la próxima secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.
  • Los inconformes con que la Secretaria de Cultura despache en Tlaxcala, se entrevistaron ayer con Leticia Ramírez, encargada de Atención Ciudadana del equipo de transición, quien les manifestó que el traslado de las dependencias a los estados, sigue adelante.

Ángeles Medina y Juan Manuel Hernández Melchor, dirigentes del sindicato nacional democrático de trabajadores de la Secretaria de Cultura, anunciaron un plantón indefinido en la calle de Chihuahua 216 de la colonia Roma, debido que Leticia Ramírez les dijo que el Presidente electo no detenta aún el gobierno, y nada puede hacer. Sin embargo, cuestionaron que, aún no siendo gobierno, se haya planteado la descentralización del gobierno sin consultar previamente a los trabajadores.

“No ha habido ningún acuerdo ni plática con los trabajadores, cómo tomó una decisión el señor Andrés Manuel sin consultar a la base, que puede haber una afectación laboral para todos los trabajadores de base y de confianza”, afirmó Hernández Melchor. Los trabajadores de la Secretaria de Cultura y del INAH instalaron carpas la noche de este martes afuera de la oficina de transición./EL ECONOMISTA- PUNTOporPUNTO

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