GOBIERNO de MÉXICO ha invertido +63.5 MLLNS DD en “Sembrando Vida”, pero sigue Sin Resultados Evidentes

Se han observado irregularidades con los apoyos, pues les retuvieron a los beneficiarios una parte del dinero para un “Fondo de Ahorro” que nunca les regresaron

La primera vez que Andrés Manuel López Obrador viajó a los países de Centroamérica llevaba cuatro años de haberse posicionado. Lo hizo para recoger las cosechas políticas de la internacionalización de su programa bandera para el desarrollo social: Sembrando Vida .

  • Para esa fecha, mayo de 2022, López Obrador había firmado acuerdos para exportar el programa a El Salvador, Honduras, Guatemala, Haití, Cuba y Belice. La promesa se centra en brindar asistencia económica y técnica a pequeños productores agrícolas. Se suponía que con esta ayuda se reducirían los flujos migratorios hacia el norte del continente y las cifras de pobreza. Para la ejecución de esta cooperación, México destinó 63.5 millones de dólares de su erario.

Sembrando Vida nació en México con su llegada al poder y se ha convertido en una ficha clave de su política para el desarrollo social. La ejecución local de este programa ha recibido críticas por la expulsión de beneficiarios de manera discrecional, la opacidad en la gestión de los ahorros de los agricultores y el retraso en las investigaciones que denuncian su mal manejo. Pero aún así López Obrador quiso expandir su propuesta a sus vecinos.

La opacidad de Sembrando Vida en Centroamérica

El medio Expansión en México, junto con la Revista Factum en El Salvador, Ojoconmipisto en Guatemala y Criterio en Honduras, liderada por CONNECTAS, revelaron que las ambiciosas metas presentadas por el Gobierno mexicano aún están lejos de alcanzarse. Luego de revisar el estado de los avances en los países beneficiados y contrastar con los indicadores objetivo, hay inconsistencias que permiten poner en duda la efectividad del programa.

  • Lo primero es la opacidad con la que se maneja. No hay forma de rastrear cómo se gastaron 35.5 millones de dólares de los contribuyentes mexicanos en los países vecinos donde ya se implementó el programa. En los países receptores tampoco se puede hacer seguimiento al dinero porque este no pasa por las arcas públicas. A pesar de que en las fichas técnicas de El Salvador y Honduras estaba estipulado que los estados beneficiados pondrían parte de los recursos —incluso lo prometió el presidente de El Salvador durante la gira de su homólogo mexicano—, pero esto no ha sucedido.

Lo segundo es que las cifras de la promesa no cuadran: el dinero asignado no alcanza para atender al número de personas que proyectaban beneficiar. Aunque la promesa era un apoyo económico durante ocho meses, pocos lo recibieron por esta cantidad de tiempo.

  • A cuatro años del anuncio de López Obrador, Sembrando Vida solo se ha ejecutado en El Salvador y Honduras, apenas dos de los seis países pactados. Y la implementación tampoco ha sido suficiente. Incluso el programa en el Triángulo Norte replica fallas y malas prácticas similares a las denunciadas sobre su versión original en México a los beneficiarios se les retuvo una parte del apoyo económico para un «Fondo de Ahorro», pero no todos lo recibieron de vuelta y en algunas localidades los insumos agrícolas se perdieron porque no llegaron en el mejor tiempo para la siembra.

La distancia entre lo dicho y lo logrado tiene múltiples causas. Una de ellas, que la rapidez con la que se prometieron las ayudas no se compaginó con los grandes cambios operativos que requería una inversión de esa magnitud.

Sembrando vida opera con graves fallas de diseño

A más de tres años de arrancar su operación, el programa Sembrando Vida, uno de los proyectos prioritarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, aún presenta fallas y “áreas de oportunidad” en su diseño e implementación, que complican conocer sus avances y si está cumpliendo con las metas propuestas.

Las problemáticas que el Consejo Nacional de Evaluación de Política Social (Coneval) encontró en la «Evaluación de procesos del Programa Sembrando Vida» van desde un incremento en la demanda de agua, plantas que no corresponden a las condiciones climáticas de las regiones receptores y hasta cuellos de botella en los servicios bancarios para el cobro del apoyo.

  • En 2020, Expansión Política publicó un reportaje en el que se identifican algunos de estos hallazgos que dificultan tener claridad en la operación del programa al que se le destinaron 29,903.9 millones de pesos este año.
  • De acuerdo con Coneval, Sembrando Vida se colocó como “uno de los nueve programas prioritarios con mayor presupuesto después de la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores”, pese a que no tiene cobertura nacional. Actualmente tiene presencia en 983 municipios de 21 estados.

De acuerdo con la evaluación, las Reglas de Operación no definen los mecanismos por los cuales se seleccionan o priorizan las entidades y los territorios en los que opera el programa, lo que provoca que la población interesada no tengan información de las posibilidades reales para participar en el programa aunado a que el concepto de meta programada no está definido.

En su evaluación, el Consejo plantea que no hay indicadores asociados a los aspectos sociales para medir la “suficiencia alimentaria”, por lo que se recomienda construirlos para poder verificar el avance en el cumplimento de los objetivos del programa, subraya el reporte de 318 páginas.

  • «Áreas de oportunidad» de Sembrando Vida: Las debilidades se registran desde la selección de los sembradores, pues se identificó que la información correspondiente a los interesados que no resultaron seleccionados, no se captura en la plataforma «S-Núcleo», por lo que “no existe la posibilidad de verificar cuáles fueron los requisitos que no pudieron reunir y que pudieran revisarse para ejercicios posteriores”, lo que –de acuerdo con lo que documentó este medio– se presta a la discrecionalidad y control de los beneficiarios.

De acuerdo con las entrevistas realizadas con sembradores y técnicos, el Coneval identificó que están “muy preocupados por lograr las metas que les establecen o determinan desde las oficinas centrales”, mismas que han ido cambiando desde el primer año sin justificación.

Lo que implica que, “en aras de alcanzar estas metas, no se respeten los modelos Sistemas Agroforestales (SAF) o Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) diseñados inicialmente que son la base del programa para alcanzar las necesidades alimenticias básicas de las familias de los sembradores”.

  • En cuanto a las actividades relacionadas con aspectos sociales, que están en el ámbito de atención de los técnicos sociales, en particular a aquellas que conduzcan a la regeneración del tejido social, estas no se establecen de manera clara, ni forman parte de un plan integrado para tal fin. En consecuencia, no están establecidas las metas e indicadores que pudieran utilizarse en su medición.

El programa ha sido presumido por el Ejecutivo federal como uno de los más grandes en reforestación e, incluso, lo ha promovido en Estados Unidos para que apoye económicamente su expansión en Centroamérica. Desde México se han destinado recursos para su operación en Honduras, Guatemala y El Salvador.

No obstante, el Coneval identificó algunos problemas ambientales. Por ejemplo, se observó que algunas de las plantas que proporciona la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al programa “no cuentan con las características técnicas para ser llevadas a parcela”, por lo que recomendó considerar las condiciones climáticas de las regiones receptoras de la misma, así como los periodos para su entrega, a fin de facilitar su trasplante y reducir la mortalidad.

El Consejo también advirtió que como consecuencia de la modificación en las densidades se prevé un incremento en la demanda potencial de agua en los predios de los sembradores que constituirá un problema para el mantenimiento y cuidado de las plantas. “Como área de oportunidad se señala la necesidad de prever acciones durante la planeación para atender la demanda de agua en parcela”, se indica.

Los problemas con los apoyos

Entre las dificultades de los sembradores para recibir sus apoyos, se encuentra que, tenían que recorrer incluso varios kilómetros para llegar a las cabeceras municipales y ya en ellas, hacer largas filas a fin de sacar en los pocos cajeros automáticos y con el riesgo de que no alcanzaran a cobrar. Todo esto fue confirmado por el Coneval.

“Se identificaron posibles cuellos de botella en los servicios bancarios para el cobro del apoyo económico en el Banco del Bienestar, relacionados con un número reducido de cajeros cercanos a la población beneficiaria, así como cajeros que no funcionan y saturación de las ventanillas”, señaló.

  • Al respecto, recomendó fortalecer la vinculación y comunicación entre el Banco de Bienestar y el programa para agilizar la solución de problemáticas en el proceso de pago a los sembradores, particularmente con el uso de tarjeta.
  • El cambio en las Reglas de Operación del programa llevaron a “desaparecer” el ahorro que tenían los beneficiarios, el cual se les daría a los tres de años de permanencia. De acuerdo con el Coneval, algunos sembradores entrevistados (de ingreso en 2019) indicaron que, cumplido el tercer año, “ tuvieron acceso al ahorro acumulado, más un porcentaje correspondiente a los intereses generados de la inversión de su recurso”.

En tanto que en el caso de quienes ingresaron en 2021 y 2022, el ahorro programado será devuelto hasta junio de 2023.

El Coneval señaló que la eliminación del ahorro programado, “en el mediano plazo puede afectar las posibilidades de hacer sostenible la producción en viveros y biofábricas y la de desarrollar proyectos productivos”.

  • Disponibilidad del agua representa una “amenaza”: De acuerdo con el Coneval, la disponibilidad del agua representa una “amenaza” para el programa: aunque en los viveros comunitarios sí se tomó en cuenta el acceso, no sucedió así para las parcelas de los sembradores.

“Se prevé un incremento en la demanda potencial de agua en las Unidades de Producción que constituirá un problema para el mantenimiento y cuidado de las plantas, lo cual no se tiene contemplado en la planeación del programa”, advierte el Coneval.

La disponibilidad de agua se traduce en una mayor probabilidad de que las plantas y los árboles sobrevivan.

En este sentido, algunos sembradores reportaron que, para cumplir con la superficie requerida en el programa, incluyeron predios donde no existe abasto de agua, pues no se les informó que este se requería.

“Esto supondrá un problema serio para mantener los árboles con vida o produciendo en el mediano plazo”, explica el organismo.

Por ello, recomienda que desde la planeación se incluyan medidas para el manejo de planta en parcela, particularmente el abastecimiento de agua, ya sea a través de la implementación de pequeñas obras de captación de agua o del desarrollo de prácticas de uso y conservación.

  • Aunque se han elegido especies locales maderables que podrían utilizar agua del temporal, “los efectos del cambio climático podrían hacer que estas temporadas de lluvia no se mantengan en el promedio ‘normal’”, advierte el texto.

“De igual manera, dadas las altas densidades de plantas por hectárea que se han establecido como meta, esto genera presión adicional por la competencia por agua, suelo y luz para los árboles”.

Según el Formato de la Posición Institucional del estudio, sobre este punto el gobierno respondió que acepta la propuesta y que “es importante mencionar que a nivel central y en las coordinaciones territoriales se han establecido comunicaciones con las dependencias responsables del tema del agua, sin embargo, se reforzará el seguimiento del tema del agua como un tema transversal en las planeaciones con los territorios”.

Programa de la 4T, siembra opacidad 

En diversas ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha presumido de su combate al desempleo en México. Sin embargo, Sembrando Vida es el programa que también siembra opacidad.

  • Incluso queriendo expandir este programa a Centroamérica, el Gobierno Mexicano ha destinado 72 mil 434 millones de pesos a Sembrando Vida. Y, como todo lo que crea la 4T, se ha vendido como la solución a la falta de trabajo y reforestación de la historia.
  • Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues se han detectado varias deficiencias en el funcionamiento de este proyecto.
  • Y es que, en diversas ocasiones, se han interpuesto denuncias por malos manejos. Mismas que tardan demasiado tiempo en ser investigadas y ninguna ha dado resultados contundentes.

De la misma forma, campesinos y sembradores tienen muchos conflictos para denunciar irregularidades. Ya que en muchos casos son amonestados y hasta expulsados del programa lo cual genera pérdidas para su negocio.

Esta situación fue documentada por el portal Expansión, el cual indica que hasta 4 mil 200 millones de pesos no son entregados. Dejando como resultado que no sean beneficiados hasta 426 mil miembros del programa.

Expulsan del programa a campesinos

Son apenas 97 denuncias las que han llegado a la Secretaría de la Función Pública en contra de funcionarios que operan Sembrando Vida, que incluye a 426,000 de beneficiarios, en los casi tres años que lleva activo. Las acusaciones son varias, pero destacan las irregularidades administrativas, el uso del programa para hacer proselitismo político y hasta el condicionamiento de los beneficios a los campesinos.

  • Las denuncias son pocas y las sanciones nulas. Solo tres de las presentadas se han concluido: todas fueron cerradas por falta de elementos, según los argumentos oficiales. El resto de las investigaciones sigue en curso.

En contraste, la dependencia ya ha dado de baja a 51,000 campesinos en el mismo periodo de tiempo. Setenta sembradores, incluso, han sido acusados de “corrupción”. Dentro de este amplio universo de beneficiarios dados de baja se camuflan casos más polémicos de campesinos que han denunciado irregularidades en el programa y que después son expulsados por el gobierno.

En la veintena de testimonios recolectados por Expansión, la constante es la misma: los campesinos han confesado que se abstienen de hacer denuncias públicas por el miedo a que les retiren el apoyo, que en comunidades de extrema pobreza pueden hacer la diferencia para una familia.

  • El programa opera bajo una estructura vertical. Las Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC) son el corazón de Sembrando Vida. Están formadas por 25 jornaleros y dos técnicos. Los facilitadores y coordinadores están por encima de ellos, pero los técnicos son los que están en contacto directo con los sembradores.

Es justo en la figura de los técnicos sobre la que recaen más quejas. Su poder radica en algo fundamental: ellos son los que deciden qué se siembra, cómo se siembra, y sobre todo, ellos junto con los coordinadores tienen la última palabra para meter y sacar gente del programa.

Roberto, era uno de los 68,126 beneficiarios de Sembrando Vida y su caso es una prueba de que dentro de Sembrando Vida no existe ningún lugar para el cuestionamiento. Este campesino asegura que los problemas iniciaron cuando vio irregularidades y comenzó a hacer preguntas a los técnicos del CAC El Buzón, al que pertenecía.

  • La venta de árboles que debieron ser entregados gratuitamente a los beneficiarios, el “extravío” de 6,000 plantas de limón y el pago de 8,000 pesos para pagar “la mordida” a un policía federal que detuvo al chofer que transportaba los árboles, entre otras acusaciones, llevaron a Roberto a viajar a Xalapa, la capital del estado, para denunciar estos hechos.

Otro sembrador del CAC El Buzón, también levantó la voz luego de que asegura que los 132,946 pesos que envió el gobierno para la construcción de un vivero comunitario terminaran en manos de un contratista cercano al técnico productivo. Jacob sostiene que el contratista solo entregó un toldo, cuatro estructuras y un sistema de riego que quedó con muchas fallas, lo que inconformó a 12 de los 22 sembradores que forman la CAC, que decidieron firmar la denuncia que llevaron a la capital veracruzana.

La denuncia de ambos sembradores llegó hasta la Secretaría de la Función Pública (SFP) —encargada de investigar actos de corrupción de servidores públicos— como parte de una queja iniciada por el diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN) por Veracruz, Carlos Valenzuela González, que también acudió a interponerla ante el Órgano Interno de Control de la Secretaría de Bienestar, cuando se enteró de las acusaciones que enumeraron Roberto y Jacob.

Secretaría de Bienestar guarda más de 4,200 mdp en ahorros de los beneficiarios

  • El Gobierno resguarda esta bolsa millonaria de los beneficiarios de Sembrando Vida sin rendir cuentas del manejo financiero que se hace sobre los recursos acumulados a los más de 426,000 campesinos que hay actualmente en el programa. Aunque la normativa obliga a la Secretaría a constituir un fondo de inversión para administrar esos recursos, desde esa dependencia negaron que se haya conformado esa herramienta financiera. Tras más de dos años de incertidumbre para los sembradores.

Las autoridades dijeron en una entrevista para esta investigación que los ahorros están en el Banco del Bienestar y que serán entregados a partir de febrero próximo, aunque no detallaron si los beneficiarios cobrarán también los intereses sobre su guardadito.

Los sembradores de varias partes del país, trabajadores que viven del programa, que sin conocerse convergen en una afirmación: desconocen dónde está su ahorro, el manejo que se le está dando al dinero y los rendimientos que les dejará.

¿Cómo funciona el sistema? Cada mes, a los beneficiarios se les destina una ayuda de 5,000 pesos. Obligatoriamente, el Gobierno les retiene el 10%. De acuerdo a las Reglas de Operación 2021, este dinero se usa para dos fines: 250 pesos se van a una cuenta de inversión que genera rendimientos favorables para los campesinos y los otros 250 pesos son destinados al “Fondo de Bienestar”, que puede ser administrado a través de un fideicomiso privado.

Fideicomiso inexistente

En las Reglas de Operación que rigen en el programa se establece que para el manejo del Fondo de Bienestar se puede integrar un fideicomiso privado “con la finalidad de apoyar a los productores, mediante capital de riesgo, a consolidar sus procesos productivos a mediano y largo plazo”. Pero este fondo en realidad no ha existido.

“Ese fideicomiso nunca se constituyó, ese fideicomiso se estuvo preparando, pero nunca se constituyó”, revela Hugo Raúl Paulín Hernández, subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Secretaría del Bienestar, y quien está a cargo del programa. En entrevista con Expansión y CONNECTAS, el funcionario precisa que en los casi tres años de operación del programa se han logrado ahorrar más de 4,200 millones de pesos, recursos que serán entregados a los sembradores cuando cada uno de ellos cumpla tres años de antigüedad.

  • De acuerdo con el funcionario, el gobierno federal tomó la decisión de cancelar la creación del fideicomiso, pues se consideró que la mejor opción era devolverle el dinero a los sembradores sin que tuviera que pasar por un instrumento financiero.

“El dinero ahí está (Banco de Bienestar) lo único que no está es un vehículo, un instrumento financiero que puede estar un día y otro no. Se valoró que era más sano transparentar la devolución del recurso a los tres años y que cada sembrador haga con el recurso lo que mejor le convenga”, dice en entrevista. La decisión de no constituir el Fondo del Bienestar quedó como una medida de oficina que no fue públicamente comunicada, principalmente a los campesinos, que son los dueños de ese dinero.

La resolución también se dio en el marco de la petición del presidente López Obrador para la disolución de los fideicomisos privados que existían en el gobierno, por considerarlos una puerta de entrada a la corrupción por su opacidad.

La petición se concretó en octubre del 2020, cuando la mayoría de Morena, el partido del gobierno, y sus aliados en la Cámara de Diputados aprobaron la extinción de 109 fondos y fideicomisos por más de 68,000 millones de pesos destinados a la ciencia, la cultura, la atención a víctimas, los desastres naturales, entre otros.

  • No obstante, las Reglas de Operación 2021 de Sembrando Vida, donde se incluye la figura del Fondo de Bienestar, no fueron cambiadas y se publicaron 37 días después de que el Senado votara a favor de la extinción de los fideicomisos.

La decisión de meter los ahorros de los sembradores a un fideicomiso privado fue alertada desde el 2019 por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a través de los resultados de la Cuenta Pública de ese año donde ordenó que se modificara la irregularidad.

La revisión de la Auditoría fue determinante: la constitución de un fideicomiso privado con recursos que tienen un origen público es contrario a lo establecido en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria “pues éstos deben mantener su naturaleza jurídica de recursos públicos federales”.

Otro tema que no se informó a los beneficiarios es que su dinero ha transitado por diferentes instituciones financieras: de Bansefi a Intercam Grupo Financiero y de regreso a Bansefi (ahora convertido en el Banco del Bienestar), donde se encuentran actualmente en una cuenta de ahorro a favor de la dependencia.

A decir de Paulín, los cambios de banco fueron parte de la intención y avance que se tenía para la constitución del fideicomiso privado. “Intercam ofreció mejores condiciones para su constitución, que después del cambio se decide que ya no se constituya, regresa al Banco del Bienestar. Es una cuestión de estrategia financiera de esa coyuntura, no hay más”, señala.

  • Los más de 4,200 millones de pesos de los sembradores que hay en el Banco del Bienestar reciben un rendimiento del 4% anual, según informa el funcionario. Sin embargo, Paulín señala que se entregará a los sembradores que cumplan tres años con el programa 18,000 pesos, es decir, que faltaría repartir las ganancias que se han generado. Expansión volvió a preguntarle al funcionario qué pasaría con los fondos generados a través de los intereses, pero desde la Secretaría de Bienestar no respondieron la consulta.

Una de las coordinadoras de Sembrando Vida en Nueva Palestina, Chiapas, critica que los fondos ahorrados no han sido transparentados ni se sabe su destino. Beneficiarios de otras comunidades del programa, como Nueva Canán, en la zona Lacandona, mencionan que tampoco saben de la situación actual del fondo que les pertenece.

“Deben ser casi 200 millones de pesos, porque Ocosingo es de los municipios con la mayor cantidad de beneficiarios y hemos estado guardando 500 pesos desde hace casi tres años. Ese dinero debe generar un interés, aunque no sabemos dónde está guardado, pero estamos seguros de que nos devolverán nuestro dinero”, asegura Sebastián, uno de los beneficiarios de Nueva Palestina.

Falsean los datos de Sembrando Vida

Hay diseños de cultivo que yo no agregué al sistema -se escucha el reclamo de una técnica social de Sembrando Vida en Tlaxcala.

-Ya están capturando otros muchachos -responde quien, se sabrá después, es Mario Hernández Gutiérrez, con cargo de facilitador en la entidad.

-¿Qué están capturando, si nosotros tenemos la información? -le recrimina ella.

-Es orden desde México -ataja él.

-Me podría decir, ¿quién dio la orden de alterar la información?…

El audio se grabó el pasado 17 de mayo. Fue compartido a Crónica y se convirtió en hebra para conocer una nueva irregularidad en el programa: la falsificación de datos.

“En esos días se había dado la orden a nivel central de hacer un corte de caja, para conocer a detalle los avances de Sembrando Vida a nivel nacional, como el número de beneficiarios y árboles plantados. Parece que se los iban a presentar al presidente López Obrador. Por eso los coordinadores tenían prisa”, describe a este diario Isaías, quien trabajó como técnico.

-¿Y qué pasó entonces?

-Supimos que en varias regiones estaban reportando datos que no correspondían a la realidad. Los jefes indicaban qué poner, y era lo que se vaciaba en el sistema.

  • Sembrando Vida, uno de los proyectos emblemáticos de la 4T, tiene el objetivo de recuperar el campo mediante agricultura orgánica y reforestación. Con un presupuesto anual de casi 29 mil millones de pesos, otorga un jornal de 5 mil pesos mensuales a más de 420 mil campesinos dedicados a plantar árboles frutales y maderables en sus tierras o parcelas.

Aunque comenzó a operarse en regiones costeras, paulatinamente se extendió a otros territorios: en Tlaxcala arrancó a mediados de 2020, con un presupuesto mayor a 25 millones de pesos. Conforme a las hoy discutidas cifras oficiales, en el estado se beneficia a 5 mil sembradores, quienes han reforestado hasta ahora 1 millón 500 mil plantas en 12 mil 500 hectáreas de siembra.

Sin embargo, los logros gubernamentales se han ensombrecido por denuncias sobre el maquillaje de estadísticas.

  • Los encargados de registrar la información son los llamados técnicos sociales y productivos, quienes brindan asesoría a sembradores durante todo el proceso. Al inicio de los trabajos usaban un sistema tecnológico denominado “Núcleo Pro”, el cual presentó problemas técnicos y con el tiempo fue sustituido por la plataforma CAD, vigente desde el 19 de abril.

En ésta se asientan datos como el nombre del beneficiario, CURP y otros sobre su identidad, además de los relacionados con el número y tipo de plantas.

  • Cada técnico se encarga de dar seguimiento a 8 Centros de Aprendizaje Campesino (CAC´s) conformados -cada uno- por 25 personas, y es el único facultado para anotar los pormenores de esos grupos. Para ello, utiliza su correo electrónico personal como nombre de usuario y, desde la sede central en la Ciudad de México, se le proporciona una contraseña, la cual sólo conoce él o ella, así como facilitadores y coordinadores.

Para seguir el rastro del mal uso de contraseñas e insumos adulterados, Crónica buscó a la protagonista del audio referido aquí de manera previa. La encontró con ayuda de un facilitador del programa y de un auxiliar incorporado a Jóvenes Construyendo el Futuro.

Su testimonio, corroboró este reportero, se ha traducido en quejas o denuncias formales ante la Secretaría de la Función Pública y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

  • El 17 de mayo de 2021 el Ingeniero José de Jesús Rafael de la Peña Bernal (Coordinador Estatal de Sembrando Vida), según sus propias palabras, autorizó se hiciera uso de mi cuenta y contraseña personal para acceder a la plataforma, en donde recabó los datos de los sujetos de derecho de los que estoy asignada, para alterarlos e ingresar información no fidedigna. No sé exactamente desde cuándo están ingresando a mi plataforma personal para hacer modificaciones”, se lee en la queja presentada en la CNDH, con folio 2021/40140.

En tanto, apenas el pasado 29 de junio, la SFP informó a la quejosa de la radicación de un expediente (2021/Bienestar/DE443) por “hechos presuntamente constitutivos de irregularidades administrativas, por lo cual se realizan ya las acciones de investigación pertinentes”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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