Imagen: Twitter

El segundo debate a la jefatura de Gobierno de la capital del país no pintaba para ser muy memorable, tras lo acontecido el pasado 18 de abril, un ejercicio en el que los tres principales candidatos privilegiaron las acusaciones sobre las propuestas. Pero el miércoles 16 de mayo el segundo #DebateChilango fluyó de mejor manera, salvo en lo referente a las familiares de las víctimas del sismo del 19 de septiembre.

La llegada

La primera en llegar y desfilar frente a las decenas de periodistas que aguardaban con cámara en mano dentro de las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional fue Alejandra Barrales, la candidata de Por la Ciudad de México al Frente.

  • Vistiendo una camisa blanca, una mascada larga del mismo color y un pantalón oscuro, la candidata de PRD, PAN y Movimiento Ciudadano sonreía, mientras los periodistas le gritaban «Foto», «Ale», queriendo acaparar su mirada. Ella, sin reparo alguno, lanzó el primer anzuelo: «¿Quién me garantiza portada?».

Sheinbaum llegó unos minutos después que Barrales. Parecían haber acudido con el mismo asesor de imagen, salvo porque la mascada de la candidata de Juntos Haremos Historia contrastaba con su camisa blanca. Muy sonriente, levantaba las manos haciendo la «V» de la victoria, la seña de amor y paz. «¿Quién va a ganar candidata?», preguntó una mujer periodista.

  • «Vamos a ganar la elección», dijo Sheinbaum. Solo que fue más ambiciosa, al menos en su discurso, y aseguró que ganarían «el carro completo», en referencia a la elección presidencial y las estatales. La candidata puntera en las encuestas de Ciudad de México quiere que Andrés Manuel López Obrador, su antiguo jefe, la acompañe con la V de la victoria el primero de julio.

La tercera en llegar fue Lorena Osornio, la única candidata independiente de esta elección local. Con ella no había la misma expectativa que con Barrales o Sheinbaum, pero logró capturar la atención de los periodistas a fuerza de jitomates, cebollas y chiles.

  • Osornio llegó luciendo un traje sastre blanco y una bolsa de mandado morada con un letrero pegado que decía Salario Mínimo 88.36. «Jitomates, cebollas, chiles y un poco de huevo, que es para lo único que alcanza», dijo a su llegada una de las candidatas favoritas de las redes sociales.
  • La siguiente en llegar fue aún menos formal que quienes le precedieron y sin guardarse nada, dijo que llegó afilando cuchillos. «Voy a cortar oreja y rabo», dijo la candidata de Nueva Alianza, Purificación Carpinteyro, mientras el público respondía al grito de «to-re-ra», to-re-ra». La matadora tenía al público en la mano, al menos previo a la corrida en la plaza.
  • El candidato del PRI, Mikel Arriola, llegó saludando y diciendo «muchas gracias». No sabía que le esperaba una rechifla de decenas de periodistas cuando intentó acercarse a las cámaras de televisión. Lucía consternado, aunque pronto se le quitó. Caminó unos pasos y de nuevo se detuvo frente a otras cámaras de televisión para dar algunas palabras.
  • Los chiflidos pasaron a ser gritos de «culero» y, por si el insulto no era suficiente, un pronóstico electoral que a cualquiera que compite en una elección ofendería: «Va a ganar Claudia».

Antes de que empezara el debate, con solo dar unos pasos, Mariana Boy anticipó que ella iba a dar propuestas en el segundo debate. Le preguntaron si habría algunos ataques y Boy respondió que ella iba a dar «propuestas muy fuertes, sólidas, para los ciudadanos, no para los partidos políticos», dijo la candidata del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

El candidato del Partido Humanista, Marco Rascón, fue el último. Llegó sonriente (todos llegan sonrientes), sin prisa, pese a que los periodistas aguardaban impacientes. «¿Traes algo preparado para Mikel?», le preguntaron. Muy seguro, Rascón respondió «traigo para todos».

Propuestas, propuestas…

El Instituto Electoral de Ciudad de México dispuso de un formato más entretenido, con algunas preguntas que podían hacerse vía redes sociales. Desde un principio los moderadores Ricardo Raphael e Irma Pérez Lince recordaron a los candidatos que habría que privilegiar propuestas, no ataques en este segundo debate, que abordó los temas de economía y desarrollo social.

  • Mikel Arriola fue el primero en desobedecer y en su primera intervención comenzó diciendo que era de un «cinismo atroz» que Sheinbaum y Barrales ofrecieran empleos 20 años después de que el PRD ha gobernado la capital del país. Antes de empezar a enlistar sus propuestas, Mikel sacó una fotografía sobre el puente de Avenida de los Poetas que se construyó en la administración de López Obrador, cuando Sheinbaum era la secretaria del Medio Ambiente. «Entregaron un bosque de la ciudad y se lo entregaron a dos empresas desarrolladoras», dijo Arriola.

«Mientes, Mikel. No creo que tenga sentido contestar detalladamente», le respondió la morenista y pasó a otro tema.

  • El candidato del PRI, tercer lugar en la última encuesta de El Financiero, no paró ahí y acusó a Barrales de poseer propiedades de lujo en Miami, Las Lomas, y una que no había salido a la luz, supuestamente en Rubén Darío, en Polanco. La frentista le contestó cuando tuvo su turno: «si me compruebas Mikel que tengo una propiedad en Polanco, yo renuncio a mi candidatura, pero sino, tú renuncias a la tuya». Cuando los moderadores le preguntaron a Arriola si deseaba contestar, prefirió guardar silencio.
  • Con todo y las acusaciones, los candidatos a la jefatura de Gobierno pudieron esbozar algunas de sus propuestas. Desde crear 599 mil empleos formales y estables, potenciando el turismo, la innovación y el medio ambiente, de Claudia Sheinbaum, hasta la inversión para recuperar el campo y generar 190 mil empleos, de Purificación Carpinteyro.
  • Barrales habló del «renacimiento económico» de la capital, detonando la zona oriente con una «nueva Ciudad Universitaria, el nuevo Chapultepec». Mikel Arriola dejó los ataques y propuso: «fuera grúas, arañas, fuentes de fondeo, 35 mil millones de pesos se pueden redirigir en compras consolidadas de todo el gobierno, es más o menos el 10% del presupuesto para darte a ti, ama de casa, 3 mil pesos mensuales de pensión».
  • Mientras que Marco Rascón propuso construir «el Banco Central de la Ciudad de México», la candidata independiente Lorena Osornio habló de incentivar a las empresas públicas para crear empleos. Mariana Boy, por su parte, planteó estímulos fiscales a las empresas que contraten a jóvenes.

Conforme transcurría el debate, el moderador Ricardo Raphael insistía en que respondieran sobre los segmentos que se habían preparado: crecimiento y desarrollo; empleo y falta de oportunidades; fomento empresarial y vocación productiva; combate a la pobreza y marginación.

«Sí o no al impuesto a la tenencia y los parquímetros», demandaba Raphael, para evitar indefiniciones de los candidatos que pretenden gobernar la capital. Los candidatos fueron obligados a dar respuesta. «Etiquetar la tenencia», dijo Marco Rascón; «fuera fotomultas», respondió Mikel; Claudia Sheinbaum le agradeció a Mikel por copiarle y además dijo que no aumentarían impuestos; y Osornio dijo fuera a las fotomultas y parquímetros.

El olvido de la reconstrucción

Si los candidatos habían privilegiado en varios momentos las propuestas sobre los ataques, todo cambió cuando se trató la reconstrucción tras el sismo del 19 de septiembre de 2017. Todos echaron su mira sobre Claudia Sheinbaum, exdelegada de Tlalpan.

  • Boy dijo que era inaceptable que ocho meses después del sismo, los damnificados seguían sin ayuda. Barrales no dudó en sacar una grabadora con la voz de Alejandro Jurado, papá de Paola, una de las niñas que perdieron la vida en el derrumbe de la escuela Rébsamen. «Yo tuve que venir y reconocer a mi hija», decía la voz en la grabación.
  • Mikel culpó a Sheinbaum de ineptitud y le dijo: «Claudia mírame a los ojos, tú tuviste la culpa del Rébsamen, si hubiera justicia en esta ciudad estarías en la cárcel». Por su parte, la independiente Osornio también reclamó a Sheinbaum. «¿Por qué no saliste a las calles el día del sismo?», le preguntó.
  • Sheinbaum respondió a Alejandra Barrales y le dijo que era la «mayor vileza» usar a las víctimas. La candidata de Juntos Haremos Historia criticó el Fondo para la Reconstrucción que, debido a malos manejos, provocó la renuncia de tres de sus integrantes y acusó el desvío de 3 mil millones de pesos del fondo.
  • «La corrupción mata, 26 personas murieron bajo una edificación ilegal que fue terminada durante la administración de Claudia. No se está haciendo uso político de algo que se pudo evitar. En la Asamblea debiste de haber comparecido y ese día decidiste postularte a la jefatura de gobierno»: dijo Purificación Carpinteyro.
  • Pese a las acusaciones durante el debate, Sheinbaum y Mikel coincidieron en no convertir en deudores a los familiares. La propuesta de Claudia Sheinbaum, quien ha negado la responsabilidad en el derrumbe de la escuela, plantea un fondo de al menos 120 millones de pesos para continuar pagando la renta de 235 familias, así como la reestructuración y construcción de edificios, lo mismo que viviendas unifamiliares.

Aunque todos prometieron justicia y apoyar a los damnificados, pocos delimitaron un plan de acción para los familiares de las víctimas del sismo, que ocho meses después, siguen esperando respuesta.

Lo chusco

Los candidatos pasaron la segunda prueba. Después del intenso debate de dos horas y las preguntas a medios en el famoso «chacaleo», pudieron abordar sus autos para salir del lugar.

  • A Lorena Osornio la esperaba un contingente de personas con playeras blancas que decían «Lore». La candidata caminó cargando la bolsa de mandado con jitomates, cebollas y chiles y se acercó a estos fanáticos que comenzaron a gritarle «Lorena», «Lorena»; parecía la ganadora del debate, la única que tenía seguidores a la salida del lugar. Después de fotos y porras con la estrella, abordó su camioneta Voyager, mientras los fanáticos que portaban playeras con su nombre se subieron con ella y se fueron.

Unos minutos después, a las 22:15 horas, salió un automóvil blanco al que se acercaron algunas personas. No era una porra como la que antes había recibido a Lorena Osornio. Mikel Arriola iba en el asiento del copiloto. Un joven se acercó a la ventana en donde iba e intercambió algunas palabras con uno de sus acompañantes para invitar al candidato priista a un foro.

Todo transcurría normalmente para el candidato, hasta que una joven con cartulina en mano le pidió una foto. Mikel, sonriente, aceptó tomarse la foto desde su automóvil. No sabía lo que le esperaba. La mujer cargaba un letrero en donde calificaba de vergonzoso el paso de Arriola por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Mientras él sonreía, un fotógrafo del diario Reforma logró capturar uno de los momentos más chuscos del segundo #DebateChilango/ CON INFORMACIÓN DE THE HUFFINGTON POST

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