AMLO opta por implementar un Proceso de Justicia Transicional

“¿Hacia la paz?”

Aquí y allá, en todos los estados del país, el clamor entre las víctimas de la violencia es sólo uno: primero justicia; después perdón.

El nuevo gobierno que entrará en funciones a partir del 1 de diciembre ha acuñado un concepto que encierra toda una estrategia para la pacificación del país: México requiere de una “justicia transicional”.

¿De qué se trata la justicia transicional de la que tanto se ha hablado en las semanas recientes?

 De medidas políticas y judiciales especiales que se aplican en sociedades rotas por conflictos que han quebrado a las comunidades; la intención es alcanzar la paz mediante estos procesos no convencionales que tienen una cierta duración de tiempo

  • Además, son mecanismos que apuntan a la rendición de cuentas, pero también a la reparación de los daños para las víctimas.
  • “La justicia transicional es un conjunto de herramientas y de acciones que los estados pueden tomar para transitar de un conflicto o de una situación de precariedad del estado de Derecho hacia la paz”

No hay recetas para este proceso de justicia transicional; aunque se ha aplicado en varios países, cada uno de ellos ha tenido que crear un modelo acorde al fin que persiguen y a los acontecimientos que estas sociedades han vivido.

  • La justicia transicional permite, por ejemplo, establecer comisiones de la verdad para conocer qué pasó en ciertos casos emblemáticos o cómo se dieron violaciones graves de derechos humanos o crímenes de lesa humanidad.
  • Permite también crear órganos especiales, como un Gran Tribunal o un Gran Jurado, que realice juicios y establezca castigos para los responsables de estas violaciones o crímenes; y al mismo tiempo, puede instaurar mecanismos para otorgar amnistía a determinadas personas
  • Para tener éxito, estas estrategias y herramientas deben ser plenamente apoyadas tanto por el gobierno como por la sociedad civil y, sobre todo, por las víctimas, pues se trata de ponerlas a ellas en el centro para avanzar hacia una reconciliación nacional.

Receta mexicana

Aunque han sido aplicados en varios países del mundo, los modelos de justicia transicional no son mecanismos estándar; cada una de estas naciones ha creado sus estrategias conforme a su realidad nacional.

  • Para México se busca crear una “receta mexicana” que pueda dar solución a la crisis de violencia e impunidad que vive el país y que ha llevado a que estos índices vayan en aumento.
  • El esfuerzo de comenzar con un periodo de justicia transicional está en manos de Olga Sánchez Cordero, futura Secretaria de Gobernación, quien junto con Alejandro Encinas, próximo subsecretario de Derechos Humanos, ya trabajan en esa receta mexicana en pos de la pacificación
  • Ayer, durante un encuentro con empresarios y sociedad civil en el Foro Forbes, Sánchez Cordero explicó que el centro de la justicia transicional en México deben ser las víctimas.
  • “Pretendemos tener un programa y una política integral de reparación del daño, darles respuesta a todas estas víctimas y a sus familias que han sido no solamente los jóvenes asesinados y las madres que los buscan, sino un programa que atienda a todo un sistema de víctimas”, expuso Sánchez Cordero.

Los cuatro ejes de esta justicia transicional mexicana estarán basados en derechos de las víctimas de la violencia.

  • Primero, el derecho a la verdad. “Muchísimas familias no conocen cuál es el paradero de sus seres queridos; o qué pasó; o por qué los mataron; por qué los desaparecieron; en dónde están. Ese es uno de los derechos fundamentales de las víctimas, el derecho a la verdad”
  • Segundo, el derecho a la justicia. “Es otro de los derechos importantísimos de las víctimas. Es decir, que los responsables sean procesados y que los procesados sean condenados y paguen por los crímenes que cometieron”.
  • Tercero, el derecho a la reparación. “Es un tema vital, pero no podemos ser selectivos en las reparaciones; tenemos que tener un programa y un proyecto integral de reparaciones para las víctimas en estos 10 o 12 años”.
  • Cuarto, el derecho a tener mecanismos de no repetición. Entre estos mecanismos están programas (como el de Jóvenes Construyendo el Futuro, con becas para estudiantes o salarios para aprendices); o la aplicación de una Ley de Amnistía.

Esta Ley de Amnistía, explicó, no será uno de los puntos de arranque; se dará después del proceso de justicia y cuando se llegue al momento de la reconciliación.

“¿Es un proceso largo? Es un proceso largo”, reconoce Sánchez Cordero

El proceso de justicia transicional para México estará conformado en dos grandes vertientes.

  • Primero, en la vertiente de la Verdad, se conformarán comisiones de la verdad para averiguar qué pasó en grandes casos de violaciones graves de derechos humanos o crímenes que se consideran de lesa humanidad que se hayan cometido en el país.

Organizaciones de derechos humanos han advertido que en México se han cometido crímenes de lesa humanidad como asesinatos, esclavitud, tortura, desapariciones forzadas, violación sexual o desplazamiento forzado; para que sean considerados como tales, deben haber sido perpetrados como un ataque generalizado o sistemático contra la población civil. Esos crímenes no prescriben a nivel internacional.

  • En la vertiente de Justicia trabajarán la Fiscalía General de la República, entidad a cargo de la persecución judicial, así como los Mecanismos Internacionales contra la Impunidad —pues ya se ha dicho que se pedirá ayuda a instancias internacionales—. Junto a ellos, trabajará también el Sistema Nacional Anticorrupción.
  • Además de estos elementos, se conformará un Sistema Nacional de Búsqueda, que coordinará la labor de los tres niveles de gobierno y los colectivos de víctimas para localizar a las personas desaparecidas.
  • También trabajará simultáneamente un esquema integral de reparación a las víctimas, en donde el Estado tomará como suya la responsabilidad y se creará un mecanismo de protección para víctimas y testigos, que incluirá a defensores de derechos humanos.

Cada país que busca aplicar un modelo de justicia transicional debe crear sus propias estrategias basadas en sus necesidades y experiencias, ya que no existe una fórmula general que sirva para revertir la violencia y la impunidad

Todas estas estrategias se encaminarán para que las víctimas y sus familias encuentren la paz y pueda lograrse la reconciliación y la pacificación del país.

Resultados en otros países

En múltiples países se ha aplicado la justicia transicional; la iniciativa Transitional Justice Database Project (Proyecto de Base de Datos de Justicia Transicional), creada por tres investigadores de la Universidad de Wisconsin, en el 2005, habla de más de 900 mecanismos que se han aplicado entre 1970 y 2007, periodo que estudiaron.

  • En Colombia, por ejemplo, la justicia transicional comenzó en el año 2005 con la Ley de Justicia y Paz. Con ésta se estableció un proceso penal especial con énfasis en las víctimas, para que excombatientes de las FARC pudieran tener penas más bajas a cambio de dar información, contribuir a la reparación del daño a las víctimas y a la reconciliación nacional.
  • “De acuerdo con las cifras del Sistema Interinstitucional de Información en Justicia Transicional (SIIJT), a lo largo de los procesos penales especiales de Justicia y Paz, los postulados han confesado más de 40,000 crímenes que afectaron a 51,000 personas.
  • “Con base en información resultante de dichos procesos, las autoridades han entregado mil 318 cuerpos a los familiares”, expone el Ministerio de Justicia de Colombia.
  • Sin embargo, el propio Ministerio reconoce que en más de una década, la reparación a las víctimas ha fluido lentamente, así como en cuanto a la persecución penal.
  • Otro caso de justicia transicional se aplicó en Argentina después de la dictadura de las Juntas Militares que gobernaron el país entre 1976 y 1983, y en la que se calcula desaparecieron más de 30 mil personas—aunque las cifras oficiales hablan de 80 mil 961—, se secuestró a cientos de niños y se encarceló a miles de opositores.
  • En 1983, el mismo año en que la dictadura fue vencida, fue creada la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas. Dos años después fueron condenados los miembros de las Juntas Militares que ejercieron el gobierno.
  • Hasta el 2010, según el Centro Internacional de Justicia Transicional, 800 personas habían enfrentado causas penales y 200 de ellas ya habían sido condenadas en Argentina
  • “Los procesos actuales afectan a importantes dirigentes, autores directos de crímenes y cómplices civiles de los mismos, entre ellos sacerdotes, jueces y exministros”, indica el Centro.
  • Otros países que han aplicado procesos de justicia transicional son Chile, después de la dictadura de Pinochet; Sudáfrica, después del Apartheid; o en la ex Yugoslavia, luego de la Guerra de los Balcanes./REPORTE INDIGO -PUNTOporPUNTO

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