El 80% de la GN carece de Exámenes de Control de Confianza

De los 96,358 agentes de la Guardia Nacional que ingresaron a la corporación en 2020, solo 8% (7,787) logró obtener el Certificado Único Policial, el cual acredita su idoneidad para pertenecer a las instituciones de seguridad pública del país.

Conforme avanza el sexenio los pendientes se acumulan. Y uno de los más importantes es terminar la certificación y capacitar tanto a los integrantes de la Guardia Nacional (GN) como a los de las policías de los tres niveles de gobierno.

  • Sin embargo, a casi tres años de la conformación del cuerpo armado propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con el cual prometió resolver los problemas de inseguridad en el país, así como de corrupción y de falta de coordinación entre las fuerzas encargadas de velar por el bien de los mexicanos, los resultados dejan mucho que desear.

Cifras oficiales del Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, revelan que a noviembre del año pasado, 80 por ciento de los elementos que conforman la Guardia Nacional carecen de certificación y no han aprobado los exámenes de control de confianza, es decir, de los 100 mil 480 miembros desplegados en el país, 79 mil 485 elementos no cumplían con los requisitos mínimos.

  • La fecha que originalmente establecía la Ley de la Guardia Nacional (LGN) para que el cien por ciento de sus integrantes cuenten con el Certificado Único Policial (CUP), el cual en teoría debería ser obligatorio para todo aquel que forme parte de la institución, caducó el 28 de mayo pasado.
  • Por este motivo, el 23 de julio de 2021, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo 1/v-se/2021 de la Comisión Permanente de Certificación y Acreditación del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), mediante el cual se acordó ampliar el plazo establecido —únicamente para este cuerpo armado— para que la Guardia Nacional tenga para cumplir con los requisitos hasta el 31 de mayo de 2024.

“Tercero. Las instituciones de seguridad pública con excepción de la Guardia Nacional deberán cumplir los requisitos para que, al 31 de marzo de 2022, sus integrantes obtengan el Certificado Único Policial por parte de los CECC’s. El plazo para que los elementos de la Guardia Nacional obtengan el CUP será al 31 de mayo de 2024” se lee en el DOF.

Entre los argumentos que las autoridades esgrimieron para justificar la falta de avances en esta materia, la cual es fundamental para revertir la crisis de inseguridad por la que atraviesa México, está la pandemia provocada por el COVID-19, sin embargo, a la fecha no se ha dado a conocer una nueva estrategia o un plan de trabajo que les permita ponerse al corriente; tampoco se informó a detalle cuáles fueron las fallas que les han impedido cumplir con esta tarea más allá de la crisis sanitaria.

Cambiar el chip para la certificación

Respecto a la complicada situación por la que atraviesan los cuerpos de seguridad en el país, Reporte Índigo conversó con Erubiel Tirado, coordinador del diplomado de Seguridad, Democracia y Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, quien opina que una de las causas por las cuales no se han realizado las certificaciones es porque a los militares no les gusta realizarla.

“Buena parte de los integrantes de la Guardia Nacional son militares, y a los militares no les gusta tener que cumplir con estas medidas, pues son procesos enfocados para la policía, una institución que muchos de ellos la consideran por debajo de su categoría. Un efecto que a su vez se ha visto replicado con las policías del país, cuyos mandos se han ido militarizando”, dice el experto en la materia.

Tirado advierte que no llevar a cabo lo que establece la ley trae consigo serias repercusiones, pues deja en evidencia que no contamos con un sistema de seguridad pública profesional con integrantes debidamente preparados.

“El problema de los militares es que no fueron diseñados para atender temas de seguridad pública, no está en su ADN, entonces se debe capacitarlos para que puedan hacerlo, es decir, cambiarles el chip a uno de policía.

“La certificación tiene justamente el objetivo de validar las capacidades de este personal para a su vez poder también mantener un estándar a la hora de que lleven a cabo sus labores”.- Erubiel Tirado, Coordinador del diplomado de Seguridad, Democracia y Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana

“No importa si eras marino, militar o policía municipal, si entraste a la GN y pasaste las certificaciones significa que ya tienes los conocimientos y habilidades convalidadas para desempeñarte”, algo con lo que hoy en día no tenemos certeza cuenten los cuerpos de seguridad del país.

Solo 7,787 elementos logró obtener el certificado en 2020

De los 96,358 agentes de la Guardia Nacional que ingresaron a la corporación en 2020, solo 8% (7,787) logró obtener el Certificado Único Policial, el cual acredita su idoneidad para pertenecer a las instituciones de seguridad pública del país.

De acuerdo con el Censo Nacional de Seguridad Pública Federal del Inegi, el 84% de los agentes con certificado, es decir, alrededor de 6,543, previamente lo habían obtenido de la extinta Policía Federal.

  • De los 59,790 elementos de la Defensa Nacional que engrosaron las filas de la nueva corporación, solo 26 lograron obtener su certificado; mientras que los 13,598 agentes de la Secretaría de Marina, solo 1,218 obtuvieron el documento previamente.
  • En 2017, el Centro Nacional de Certificación y Acreditación delimitó que los aspirantes a pertenecer a un puesto de seguridad pública debía acreditar plenamente cuatro evaluaciones: control de confianza, formación inicial, evaluación de competencias y una evaluación de desempeño.
  • De acuerdo con la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, es una falta inscribir o registrar en la base de datos del personal de instituciones de seguridad a aquellos integrantes que no cuenten con certificación.

El censo arrojó que durante el año pasado, la Unidad de Asuntos Internos recibió 108 quejas y 320 denuncias, de estas 600 servidores públicos resultaron sancionados.

De igual forma, de 56 enfrentamientos en los que participó la Guardia Nacional 30 personas murieron, siendo Guanajuato, la entidad donde más choques ocurrieron.

  • En un análisis previo realizado por Forbes México este año, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) registró 350 quejas contra la Guardia Nacional, y 359 para la Sedena por diversas acciones contra las garantías individuales, las cuales van desde las detenciones arbitrarias, hasta la tortura y desaparición forzada.

En el conteo sobre denuncias relacionadas a la tortura, la Guardia Nacional fue señalada en cinco casos en San Luis Potosí, Estado de México, Morelos y Oaxaca.

La Sedena fue acusada por este mismo delito en seis ocasiones en: San Luis Potosí, Puebla y Sinaloa.

Sin capacitación previa, GN manda a exfederales de caminos a combatir secuestros

Sin analizar previamente si sus perfiles eran los adecuados y sin haberles impartido una capacitación especializada, el comisario en jefe de la Guardia Nacional (GN), el general Luis Rodríguez Bucio, ordenó que 101 expolicías federales de caminos – relevados de sus puestos por militares – sea comisionados, ahora, a tareas de investigación y combate al secuestro.

  • En un oficio fechado el pasado 31 de enero y del que Animal Político tiene copia, Rodríguez Bucio instruyó al titular de la Dirección General de Seguridad en Carreteras, Jorge Alberto Trejo Terrazas, para que informara a sus elementos que, a partir del 1 de febrero, quedaban adscritos a la Dirección General de Investigación y comisionados a la Coordinación Nacional Antisecuestros (CONASE).

Dos de estos elementos, que pidieron reserva con su identidad, confirmaron que les avisaron del cambio de un día para otro, y que no han recibido preparación o curso especial alguno para indagar secuestros. Animal Político solicitó a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Federal (a la que pertenece tanto la GN como la CONASE) información sobre las razones de estos cambios y la capacitación que se ha impartido a los elementos, pero hasta ahora no ha habido respuesta.

La lista de cambios incluye 101 nombres de inspectores, oficiales, agentes y subagentes que estaban desplegados en estaciones de vigilancia carretera en 17 estados: Durango, Aguascalientes, estado de México, Yucatán, Puebla, Ciudad de México, Veracruz, Baja California, Nayarit, Sonora, Hidalgo, Michoacán, Campeche, Coahuila, Morelos, Sinaloa y San Luis Potosí.

  • Son exagentes federales que hasta antes de la desaparición de la Policía Federal estaban adscritos a la División de Seguridad Regional, responsable de la seguridad en carreteras y vías federales (antes Policía Federa de Caminos). Con la extinción de la Policía Federal y el surgimiento de la Guardia Nacional, estos elementos civiles pasaron a la nueva corporación y fueron agrupados en los llamados Batallones de Seguridad en Carreteras e Instalaciones; esencialmente se mantuvieron realizando las mismas funciones.

Sin embargo, desde el año pasado y por instrucciones de su alto mando, la Guardia Nacional comenzó un proceso escalonado de relevos de todos los policías civiles que estaban en las funciones de vigilancia carretera para reemplazarlos con elementos provenientes exclusivamente de la policía militar. Este medio informó que, al cierre de enero pasado, dichos relevos ya se habían completado en 12 estados y, para el cierre del primer semestre de 2022, se esperaba completar el proceso al cien por ciento.

  • Los agentes civiles relevados han sido progresivamente desplazados hacia entidades donde aun no se han dado los cambios, pero una vez que se concluya con dicha estrategia, todos serán asignados a otras direcciones. Varios de ellos han comentado que no saben que ocurrirá y que las nuevas asignaciones, como la que ahora se documenta al área de secuestros, se dan de último minuto y sin aviso una planificación previa.
  • Para los exagentes federales de caminos que no alcancen a ser reubicados en otras direcciones, la Guardia Nacional ya alista un programa de retiro voluntario que se estará poniendo en marcha en los próximos meses.

En su momento este medio ha intentado obtener de parte de la Guardia Nacional alguna respuesta en torno a las razones por las cuales se decidió reemplazar a todos los agentes civiles de las tareas de seguridad en vías federales e instalaciones como aeropuertos, pero hasta ahora no se ha recibido alguna respuesta. Públicamente tampoco se ha anunciado los objetivos de este plan.

Puede ser ineficaz y hasta riesgoso, advierte experto

La investigación de un secuestro requiere de policías de altísima especialización, advierte el excomisionado general de la Policía Federal y maestro en Ciencias Penales Manelich Castilla Craviotto. Requiere, primero, de dominar las técnicas de investigación policial y, a partir de ahí profundizar en la adquisición de habilidades y conocimientos enfocados a la atención de secuestros.

“Los agentes de secuestro no pueden ser improvisados, necesitan una capacitación en temas como manejo de crisis, negociación. Deben tener perfiles empáticos, saber de atención a víctimas. El secuestro es el delito más grave de todos, que destruye no solo a la víctima directa sino a muchas indirectas. Un policía que investiga secuestros debe tener empatía, conocimiento de manejo de crisis y muy importante: análisis e investigación”, indica el experto en entrevista.

  • No obstante, uno de los agentes que se encuentra en la lista de los que fueron reasignados dijo que ni él ni sus compañeros han recibido ninguna preparación especial para atender delitos de secuestro. Los conocimientos que tiene son en materia de investigación policial pero enfocado a temas de tránsito, transportes de mercancías, y similares.

“Es algo para lo que no estamos capacitados. Se requiere tener preparación en materia de

análisis táctico, operaciones encubiertas, técnicas de sonsacamiento, fotografía y video encubierto. Se debe tener un perfil y capacitación para ser negociador o perfilador criminal. Labores totalmente distintas a las que desempeña un oficial de la dirección de seguridad en carreteras de la Guardia Nacional”, dijo el policía que pidió no publicar su nombre por temor a represalias.

  • Castilla Craviotto, quien en su momento también estuvo a cargo de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal, dijo que hay policías de caminos que sí tienen las capacidades para desempeñar funciones de investigación policial. No obstante, el experto sostuvo que no se trata de una realidad general, y que cada designación debe ser analizada para ver si la persona en cuestión cuenta con un perfil.

Ese sería el primer paso, porque luego vendría la capacitación enfocada en la atención, investigación y manejo de secuestros. Es una tarea que no es ajena a la extinta policía Federal – que en el pasado ha comisionado a agentes a las unidades especializadas en combate a secuestros con buenos resultados – pero que sí requiere de una preparación de cada agente.

“Es un área de altísima especialización. El trabajo no termina con la liberación de la víctima si no con el seguimiento de los grupos que se dedican a esto. Por eso se necesita que las asignaciones sean las correctas. Si esto solo se está decidiendo porque tienen a un grupo de policías que ya no saben donde colocarlos y los están asignando a la fuerza a este tipo de tareas, el asunto no va a funcionar”, dijo el experto.

Castilla advirtió que una investigación de secuestro que no esté bien trabajada desde la investigación de gabinete hasta la de campo puede resultar peligrosa tanto para los propios agentes, así como para las personas privadas de su libertad. En 2009, por ejemplo, un operativo de rescate mal diseñado, ejecutado e implementado dejó un saldo de cuatro personas muertas en una casa de seguridad en Xochimilco, Ciudad de México. Entre las personas fallecidas estaba la víctima del plagio, la empresaria Yolanda Cevallos Coppel./Agencias-PUNTOporPUNTO

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