TEXTO ÍNTEGRO: 4 de cada 10 MEXICANOS DESCONOCE que se efectuará “ELECCIÓN” JUDICIAL

Una semana antes de que los mexicanos acudan a las urnas para elegir jueces y magistrados, la participación prevista es del 22,9%

A cinco días de que los mexicanos acudan por primera vez a las urnas para elegir jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, información en referencia con el proceso judicial revela un preocupante desconocimiento de la población sobre el tema.

  • Apenas la mitad (50%) sabe que la elección judicial será el próximo domingo 1 de junio, y cuatro de cada 10 la desconocen. En cuanto al interés, el país se parte en dos mitades casi exactas: 50% declara estar “muy” o “algo” interesado, mientras 48% reconoce poco o ningún interés.
  • Ante dichos comentarios se adelanta una participación baja y, por ende, mayor incertidumbre sobre el resultado. La Encuesta Nacional en Vivienda de Buendía & Márquez revela un panorama de bajo conocimiento, interés moderado y nivel de participación incierto.

El contraste con la elección presidencial de 2024 es claro, ocho de cada 10 entrevistados (78%) conocían la fecha de los comicios; hoy apenas la mitad (50%) sabe que la elección judicial será el próximo domingo 1 de junio, y cuatro de cada 10 la desconocen.

En cuanto al interés, el país se parte en dos mitades casi exactas: 50% declara estar “muy” o “algo” interesado, mientras 48% reconoce poco o ningún interés.

  • Ese desinterés se refleja en la disposición a votar: 37% afirma que “seguramente votará”, muy lejos de 71% que decía lo mismo en mayo de 2024, a un mes de la contienda presidencial.
  • La diferencia anticipa una participación baja y, por ende, mayor incertidumbre sobre el resultado. Vale subrayar que los entrevistados suelen sobrestimar su asistencia a las urnas, en 2024 la participación real fue de 61%.

Queda por ver si en esta elección inédita calibran con mayor o menor precisión su propensión a votar. La brecha partidista completa el cuadro: entre quienes se identifican con Morena, 47% aseguran que acudirán a votar, mientras que en el blode PAN y PRI la proporción baja a 31%.

Los independientes muestran un entusiasmo similar al opositor (28%). En el plano sociodemográfico reaparece el patrón habitual:

  • La propensión a votar crece con la edad y describe la curva en “U” con respecto a la escolaridad, con mayor disposición en los niveles más bajos y más altos.
  • El debate en torno a la elección judicial cobró fuerza tras las críticas del expresidente Ernesto Zedillo, quien advirtió que la reforma podría comprometer la democracia. Un 29% de los encuestados recuerda esas declaraciones.
  • Al preguntar si con la reforma “México podría dejar de ser una democracia y convertirse en una tiranía”, 27% está de acuerdo y 60% se muestra en desacuerdo con esa opinión.

Las palabras de Zedillo dividen a los opositores: la mitad coincide con él y 50% no, aunque el tamaño del grupo es reducido para extraer conclusiones firmes. Entre los independientes ocurre algo parecido:

  • La mitad discrepa, y el resto se dispersa en otras opciones. Entre los morenistas, en cambio, existe consenso (71%) en rechazar que la reforma judicial ponga en riesgo la democracia.
  • En síntesis, la primera elección popular del Poder Judicial enfrenta un déficit de conocimiento y un caudal participativo todavía incierto. El reto de convertir esta novedad institucional en una cita cívica atractiva sigue presente.

Los mexicanos desconocen a los candidatos

Una semana antes de que los mexicanos acudan a las urnas para elegir jueces y magistrados, la participación prevista es del 22,9%, según la encuesta encargada por EL PAÍS y W Radio a la casa Enkoll. No es poca cifra de participación, teniendo en cuenta que las expectativas que se han venido barajando eran muy inferiores.

  • En sondeos similares efectuados a principios de abril, los resultados estaban alrededor del 11%. Esta encuesta, levantada entre el 18 y 20 de este mes, revela el desconocimiento ciudadano que aún persiste sobre la convocatoria:
  • Un 86% sabe del llamado a votar, pero apenas la mitad (48%) puede citar la fecha exacta de los comicios, el 1 de junio. Con todo, un 38% asegura que irá a las urnas. De estos dos últimos datos se extrae ese 22,9% de participación probable.

“La gente muestra esperanza y confianza en la reforma judicial, acuden a votar por responsabilidad”, dice la directora de Enkoll, Heidi Osuna.

Como en cualquier elección, la participación del electorado es clave para legitimar unos resultados, pero ese dato se está mirando con lupa especialmente en esta, debido a que es la primera vez que México afronta un proceso así, que además es farragoso, con seis boletas distintas y 881 cargos judiciales en los Estados y 1.800 federales en juego.

  • Sin embargo, parece que la insistencia por parte del partido gobernante en que la ciudadanía acuda a votar está teniendo sus resultados, a pesar de que el 77% no ha oído mencionar siquiera los candidatos que se presentan.

Solo un 18% considera que está muy informado sobre este asunto. Un 43% responde un tímido “algo informado”.

  • De que los grandes altavoces del oficialismo se han hecho notar, con la presidenta a la cabeza en sus conferencias matutinas, da cuenta también el hecho de que un 72% de los consultados vea “necesaria” una elección cuyos candidatos ignoran.

Y no es de extrañar, son personajes prácticamente anónimos para el gran público, salvo algunos muy relevantes, como quienes aspiran a la Suprema Corte.

“La publicidad sobre estas elecciones no está siendo atosigante y eso tiene un reflejo en que solo el 48% conoce con exactitud la fecha en que se celebrarán. En las pasadas presidenciales [del 2 de junio de 2024] a una semana de la votación ya sabía la fecha el 74%”, recuerda la directora de Enkoll, Heidi Osuna.

  • Y sobre el desconocimiento de los candidatos, que ve lógico por ser tan alto el número de ellos y por lo inédito de la convocatoria, Osuna cree que posiblemente el apellido, es decir, el lugar que ocupen en la papeleta por el orden alfabético, defina muchos de los votos emitidos.
  • El pueblo mexicano manifiesta una desconfianza en su sistema judicial que podría denominarse endémica y así lo declaran de forma tenaz en cuantos sondeos se publican. Las altas tasas de impunidad, rayanas en el 90%, han sido las culpables de ello durante lustros.

Desean que eso cambie, como es lógico, pero no saben si este nuevo sistema será el adecuado.

  • Fue López Obrador quien precipitó estas elecciones antes de abandonar su mandato y el altísimo poder que la ciudadanía concedió a su sucesora, quien secundaba la propuesta, legitimó el cambio.
  • Pero el día 1 de junio será la prueba definitiva, la que avalará o no unas elecciones de tamaña dificultad movilizadora. La capacidad del partido gobernante, Morena, y de su presidenta, para llevar a sus seguidores a las urnas se medirá entonces.

Lo que evidencia esta encuesta es el anhelo de cambio en el sistema judicial de los ciudadanos, incluso los que son afines a partidos de la oposición. Los aliados del conservador PAN consideran necesaria esta elección en un nada desdeñable 58% y los de Movimiento Ciudadano los superan, con un 66%.

En el PRI la apoya un 59%. Y ello a pesar de que ha sido ampliamente criticada la reforma y la elección por parte de estos partidos. “Hay una desconexión entre los liderazgos y sus electores”, señala Osuna.

  • El 65% opina que unos comicios así aumentarán la confianza de la ciudadanía en el poder judicial y su legitimidad; un 60% también los considera eficaces para reducir la corrupción y la impunidad.
  • De lo que ya no están tan seguros es de que unos jueces elegidos por voto popular sean menos vulnerables a la influencia del crimen organizado. Solo el 52% confía en eso, pero un 37% afirma que la voz del crimen será más amplia con este sistema.

También son muy exigentes los ciudadanos a la hora de legitimar el proceso en función de la gente que acuda a votar:

  • Cerca de dos tercios (62%) no da por representativos los resultados si no se alcanza un 60% de participación, o sea, tanta como en las presidenciales. Será difícil, naturalmente que pueda manejar la justicia.

Esta encuesta ha preguntado también por la popularidad de Claudia Sheinbaum, tras completar casi ocho meses en el poder, y los datos son inequívocos:

  • La presidenta obtiene altas tasas de confianza social por su trabajo, incluso un punto más desde marzo, alcanzando un 83%. López Obrador llegó al 86% de nota máxima, pero no fue sostenida en el tiempo, después bajó y se mantuvo alrededor del 70%.
  • “La estabilidad de Sheinbaum se la da la oposición, que también aprueba su gestión”, dice Osuna. De nuevo una desconexión entre los líderes y sus bases, las críticas políticas no parecen calar en la gente.

Un 72% de los panistas y un 76% de los emecistas está conforme con el desempeño de la presidenta.

  • Solo en un capítulo se siente una caída en esa confianza, cuando se pregunta por la forma en que se está llevando a cabo la negociación con Estados Unidos, es decir, con Donald Trump: lo que marcaba un 75% en enero ha bajado a un 62%.

“Pero esto no cabe atribuirlo en exclusiva al trabajo de la presidenta, sino también a la percepción ciudadana sobre las decisiones que pueda tomar Trump”, interpreta Osuna.

  • Persiste, en todo caso, el desacuerdo (57%) con que el presidente estadounidense declare terroristas a los carteles del narcotráfico, aunque ha bajado dos puntos en dos meses. Sin embargo, el rechazo a permitir que agentes de aquel país entren en México para combatir al crimen organizado se mantiene inamovible en un 61%.
  • Los numerosos conflictos que tienen abiertos la Presidenta y su partido, y también los de orden internacional, no consiguen acabar por ahora con los días de vino y rosas que el electorado mantiene con sus gobernantes, al revés, la preferencia por Morena como partido político ha subido un punto desde marzo, hasta situarse en el 51%.

Nada, ni la reforma judicial, parece hacer mella en este idilio.

Prevén que la participación ciudadana puede ser baja

  • De inicio, miles de candidatos que compiten por una plaza en el Poder Judicial de la Federación (PJF) y en los institutos locales han enfrentado todo tipo de adversidades, como la escasa promoción, recursos limitados y un sesgo institucional que les cerró el camino para darse a conocer.
  • A ello se suma el descontento que existe contra la reforma judicial por parte de varios sectores de la población, así como hacia esta contienda electoral, la cual ha sido señalada en diversas ocasiones de estar amañada, debido a la aprobación de varios perfiles vinculados al poder o incluso por su cercanía con grupos delictivos.

Además, el clima de violencia en varios estados del país considerados focos rojos ha mermado las campañas electorales de aspirantes que han tratado de darse a conocer por sus propios medios y a contracorriente ante las diversas reglas que se establecieron.

  • Pese a esto y con el tiempo encima, aspirantes a jueces, magistrados y ministros han tratado de sacar adelante una campaña electoral considerada histórica, la cual podría convertirse también en una elección con poca participación ciudadana.

REPORTE ÍNDIGO entrevistó a candidatos a jueces, magistrados y ministros de la SCJN, quienes confirmaron un escenario difícil, no solo este casi mes y medio de proselitismo, si no también por su temor a que la gente no salga a emitir su voto en las urnas el primero de junio.

  • Todos coinciden en que el rival a vencer es la apatía y desinterés ciudadano en todo el país sobre estos comicios, cuya difusión ha sido limitada tanto por autoridades electorales como por instancias de gobierno.

De acuerdo con estimaciones preliminares que dio a conocer el Instituto Nacional Electoral (INE) al inicio de este 2025, entre ocho y 15 millones de personas podrían acudir a las urnas el primero de junio, votos que servirán para reestructurar la primera parte del PJF que prometió la administración federal desde el sexenio anterior.

Esta proyección de las autoridades electorales, en caso de confirmarse en las urnas, representaría una participación de entre el 8 y hasta el 15 por ciento del Padrón Electoral únicamente, en el mejor de los casos, el cual se encuentra conformado por poco más de 100 millones de ciudadanos.

El proceso electoral, además, ha estado plagado de señalamientos por la rapidez con la que se asignaron las candidaturas en apenas unos meses, así como por la falta de planeación para una elección de esta naturaleza, en la que los competidores, en su mayoría, eran ajenos a una dinámica política de este tipo.

Sin reglas claras y campañas de desprestigio

Para Guillermo Pablo López Andrade, candidato a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el escenario que enfrenta es por demás complicado por varias razones, entre ellas la falta de prerrogativas, los topes presupuestales y otras reglas que han debido acatar.

  • El candidato no renunció a su trabajo en la SCJN, ya que aseguró que ha tenido que financiar con recursos propios las actividades proselitistas que ha realizado durante estas semanas de promoción
  • Sobre el abstencionismo que se ha advertido en fechas recientes, López Andrade reconoció que la escasa o nula promoción de esta contienda ha afectado a todos, además de la campaña de desprestigio impulsada desde la administración anterior.

“Ha sido muy difícil levantar el interés de la ciudadanía y mucho más difícil convencer a las personas de las propuestas que hemos presentado. Me han externado muchas personas que no van a votar, incluso una jueza me comentó que no aboga por el voto en la próxima elección”, alertó Guillermo López.

  • Alfredo Narváez Medécigo, candidato a magistrado en materia administrativa por el Distrito 1 en la alcaldía de Iztapalapa, dijo a este diario que aún existe desconocimiento por parte de la población sobre los cargos que están en juego, lo cual podría resultar peligroso, especialmente a unas semanas de que se lleve a cabo la jornada electoral.
  • «Falta que se entienda que los juzgados en materia administrativa supervisan que la administración cumpla con sus obligaciones. Lo que ofrezco es aplicar la ley con total imparcialidad y sin preferencias de ningún tipo”, sostuvo el candidato capitalino.
  • El aspirante coincidió que enfrentan un reto enorme debido a lo complejo que resultó ser la contienda electoral, por lo que ha tratado de ser creativo con su campaña con propuestas muy enfocadas en mitigar la corrupción, además de ofrecer una ruta de trabajo viable y sin problemas que sean “irreales”.

En las últimas semanas, principalmente en redes sociales se ha llamado a boicotear la jornada electoral que se llevará a cabo el primer día de junio bajo el argumento de que todo el proceso ha sido desaseado y lleno de irregularidades.

Será la elección ‘más lenta’

Para este proceso, el INE anticipó ya un proceso de votación más lento y complejo, a causa de diversos factores que no se presentaron en contiendas anteriores.

  • De acuerdo con cálculos presentados, cada ciudadano podría tardar en promedio nueve minutos con 17 segundos en emitir su voto, casi tres minutos más que en elecciones anteriores.
  • Sin embargo, hay proyecciones más pesimistas que apuntan a que el tiempo podría superar los 20 minutos por persona debido al elevado número de boletas que deberán revisarse.

Y es que el 1 de junio, las personas que asistan a las casillas recibirán seis boletas para elegir a los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistrados electorales y jueces de distrito. /PUNTOporPUNTO

Encuestas Íntegras a Continuación:

https://buendiaymarquez.org/wp-content/uploads/2025/05/2505_ELECCION_JUDICIAL.pdf

https://www.enkoll.com/wp-content/uploads/2025/05/APROBACION-PRESIDENCIAL-PREVIO-A-LA-ELECCION-DEL-PODER-JUDICIAL-260525.pdf

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