FALTA de CERTIDUMBRE JURÍDICA y CONFLICTOS INTERNACIONALES FRENAN el NEARSHORING en MÉXICO

Hasta hace unos años, México se perfilaba como la joya del nearshoring, gracias a su ubicación estratégica junto a Estados Unidos, el respaldo del T-MEC y un sólido sector manufacturero.

Aunque los pronósticos están lejos de cumplirse y la gran promesa comienza a desdibujarse frente a una realidad marcada por la incertidumbre jurídica, un complejo entorno político y una guerra arancelaria que inició hace unos meses.

Y es que lejos de atraer capital y relocalizar industrias, el país enfrenta una caída histórica en la confianza empresarial en los últimos meses, lo que ha frenado así una oportunidad económica que otros países sí han sabido aprovechar.

Actualmente, ante la amenaza arancelaria y la guerra comercial emprendida desde la Casa Blanca en Estados Unidos, la situación se ha vuelto incluso más compleja para todos los mercados que han comenzado a desacelerarse.

Hace dos años, tras la reactivación de todos los segmentos por la pandemia del Covid, México vivió un fenómeno nunca antes visto: la relocalización de las industrias asiáticas en el territorio nacional, lo que generó una alta expectativa de crecimiento a corto y mediano plazo.

Los datos oficiales confirmaron el boom que esto significó en las principales urbes del país que dieron la bienvenida a nuevas empresas de todo el mundo. Solo en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) la demanda de corredores industriales significó la renta y compra de miles de metros cuadrados.

De hecho para 2025, la tendencias indicaron que hasta nuevas 400 empresas extranjeras buscarían establecer sus operaciones en el país, aunque las variaciones en casi todos los indicadores económicos han generado temor entre las empresas y, en el peor de los casos, que varias dedican por no invertir en suelo mexicano.

A ello se suma que la reestructuración de las cadenas de suministro globales se paralizó debido a factores como la guerra arancelaria que inició Estados Unidos en contra de varios países del mundo y la tensión que existe con China, además de la reciente guerra entre Israel e Irán.

Perciben falta de certidumbre

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) las principales empresas que podrían llegar a México en los siguientes años corresponden a sectores como la manufactura, transporte y logística.

  • Y si bien los primeros datos generaron optimismo entre las autoridades mexicanas, quienes anunciaron desde la administración anterior que facilitarían las condiciones para la instalación de nuevos corporativos, la realidad comienza a ser otra.
  • Esto debido a que el gobierno de México ha batallado en dar certidumbre a las empresas que han apostado por relocalizarse en esta región del mundo por factores como la inseguridad y otros factores externos.

De entrada se han reportado diversos problemas para garantizar el suministro de energía eléctrica, principalmente en el norte de la República mexicana donde se han instalado grandes industrias, además de la escasez de agua que padece históricamente esta zona del país.

La administración federal reportó que entre 2021 y 2023, el número total de empresas en el país ascendió un 14%, aunque en los últimos meses la tendencia parece desacelerarse debido a los síntomas que presenta en materia económica el país.

  • Por ejemplo, la Inversión Fija Bruta, uno de los motores más relevantes del crecimiento de largo plazo, acumula siete meses consecutivos de contracción. En marzo de 2025 cayó 4.7 por ciento en comparación anual, a pesar de que justo un año antes, en marzo de 2024, había crecido 9 por ciento. Es decir: el país perdió en un año todo el impulso que tenía y más.
  • Una de las decisiones que más generó desconfianza entre los inversionistas fue el anuncio de la reforma judicial el año pasado por el todavía presidente Andrés Manuel López Obrador, pues de acuerdo con especialistas esto ocasionó dudas sobre los contrapesos institucionales.
  • El escenario se cumplió, a pesar de los esfuerzos del gobierno federal para dar certidumbre a la iniciativa privada, se generó un clima de desconfianza empresarial y que detonó un efecto dominó.

Irrumpe el pesimismo

La más reciente lectura del Indicador de Confianza Empresarial pinta un panorama desolador para la economía mexicana: los niveles de percepción de los empresarios sobre el futuro inmediato no solo están en terreno negativo, sino que se ubican en mínimos históricos en todos los sectores clave.

Con cifras que no alcanzan ni remotamente el umbral de los 50 puntos —referencia que marca la frontera entre el optimismo y el pesimismo—, el sector privado envía una señal clara de alarma para los próximos meses.

En la manufactura, un sector tradicionalmente más estable, la confianza se desplomó a 37.1 puntos. En servicios, la medición alcanzó apenas 31.7; el comercio, que suele mostrar resiliencia incluso en momentos adversos, se ubicó en 26.9, y la construcción, directamente relacionada con la inversión, cayó a un preocupante 23.4.

  • Todos muy por debajo del punto de equilibrio. El promedio nacional para 2025 se situó en apenas 29.78 puntos, casi 10 unidades por debajo del registrado en 2024 (39.95), lo que representa una caída alarmante en apenas un año.
  • Lo más grave no es solo la magnitud de los números, sino su tendencia persistente a la baja. Nunca antes se había registrado un pesimismo tan generalizado y sostenido entre los empresarios mexicanos.
  • Por si fuera poco, el Producto Interno Bruto (PIB) muestra apenas un crecimiento por debajo de lo esperado del 0.2% en el primer trimestre de este año, por lo que en términos técnicos la economía mexicana no está en recesión, aunque sí en una fase de estancamiento y desaceleración económica.

Un impuesto único para evitar crisis

En este escenario de incertidumbre y caída de los indicadores en prácticamente todos los sectores, el economista Arturo Damm plantea una reforma tributaria que elimine la discrecionalidad fiscal del gobierno y enfoque todas sus pilas en recaudación y otros sectores.

De acuerdo con datos expuestos por el especialista, la carga fiscal y la inflación han minado el poder adquisitivo de los mexicanos, por lo que es necesario una profunda reestructuración del sistema tributario mexicano.

  • Su propuesta gira en torno a un nuevo modelo fiscal: “el Impuesto Único, Universal, Homogéneo y No Expoliatorio a la Compra de Bienes y Servicios, orientado a simplificar la recaudación y limitar el gasto público a funciones estrictamente esenciales”.
  • Este impuesto, detalla Damm, cumpliría con cinco características fundamentales. En primer lugar sería único, es decir, solo se cobraría un tipo de impuesto en todo el país y se eliminaría la multiplicidad actual de gravámenes.

También propone que sea universal, el cual no tenga excepciones ni de personas ni de productos, así como homogéneo, “aplicaría una misma tasa para todos, sin tratamientos preferenciales”, detalla el economista.

  • Entre los detalles más importantes de esta propuesta es que este impuesto único sea no expoliatorio, es decir, que solo financie las tareas legítimas del gobierno y replantear el rol del Estado.
  • Un impuesto que, según sus directrices, se aplicaría únicamente a la compra de bienes y servicios para consumo final y quedarían exentos de gravar el ingreso, el patrimonio y el consumo intermedio de las empresas.

De acuerdo con sus cálculos, si el Gobierno federal se hubiera limitado en 2024 a financiar únicamente la impartición de justicia —la que considera la función esencial del Estado— una tasa impositiva de tan solo 1.67 por ciento habría sido suficiente para cubrir el gasto.

El planteamiento de Damm también incluye la necesidad de una reforma monetaria, que elimine la meta de inflación del Banco de México. Actualmente, la política monetaria permite que el banco central mantenga una inflación de alrededor del 3 por ciento.

Sin embargo, para el economista, este objetivo institucionalizado erosiona el poder adquisitivo del dinero de manera sistemática y deliberada. Sostiene que gobernar se ha convertido en sinónimo de redistribuir el ingreso.

  • Los datos oficiales refieren que el 65% del gasto público se destina a programas sociales, una cifra que para Damm representa una desviación del verdadero propósito del Estado y una forma de quitarle a unos para darle a otros.

Aranceles empeoran situación

La ofensiva que inició Estados Unidos en contra de varios países luego de imponer diversos aranceles empeoró el escenario para el territorio nacional en cuestiones macroeconómicas.

Además, el endurecimiento de las relaciones comerciales desplomó la confianza de los inversionistas y retrasó decisiones clave en materia de inversión extranjera directa, lo que podría traducirse en menores tasas de crecimiento económico para el país.

Aunque México y Canadá se rigen bajo las reglas del T-MEC, los indicadores reflejan una caída en materia de inversión extranjera en la República mexicana en fechas recientes. La tendencia indica que la situación será cada vez más crítica.

Situación que incluso ha comenzado a generar todo tipo de reacciones como la del Banco de México que a finales de junio mantuvo una postura menos restrictiva al dar a conocer que rebajará en 50 puntos base los tipos de interés y colocar la tasa de referencia en 8%.

Mientras tanto, el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques dio a conocer el 27 de junio pasado que la política arancelaria y las medidas económicas impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ocasionaron tensión e incertidumbre para ambos países.

“Las empresas ya han replanteado sus estrategias para enfrentar los impactos de los gravámenes y, por ende, están buscando mejores oportunidades para las cadenas de suministro en el marco del nearshoring, un fenómeno cuya continuidad, expertos aseguran, está condicionada a las decisiones arancelarias presentes y futuras del mandatario estadounidense”, precisa el informe.

  • Entre los datos más importantes de este informe se encuentra que entre febrero de 2023 y julio de 2024, México atrajo anuncios de inversión por más de 61 mil 387 millones de dólares relacionados con el fenómeno del nearshoring.
  • De esta inversión 231 empresas con operaciones globales —dedicadas a sectores como la manufactura, tecnología, automotriz y dispositivos médicos— anunciaron su decisión de invertir en territorio mexicano.
  • Un flujo de capital liderado por gigantes tecnológicos como Nvidia, Foxconn, Amazon, Microsoft, Google, Samsung y Oracle, así como por otras 77 compañías del sector tecnológico.

Y, gracias a este dinamismo, México logró posicionarse en menos de un año entre los 10 países más atractivos para invertir a nivel mundial, aunque la sintomatología del país en términos de indicadores económicos ha comenzado a ahuyentar a empresarios y grandes corporativos que buscan reducir costos a nivel global./Agencias-PUNTOporPUNTO

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