REPRESENTANTES de la IZQUIERDA van CAYENDO en AMÉRICA LATINA

La izquierda que en algún momento representó a casi toda América Latina está siendo golpeada a través de acusaciones, detenciones y represalias hacia algunas de sus figuras políticas.

En Bolivia, si bien el actual presidente, Luis Arce, llegó al poder en 2020 de la mano del izquierdismo y de su antecesor Evo Morales, hoy en día ambos se mantienen distantes.

  • Según palabras del propio Morales, expresadas para Reporte Indigo, desde que Arce ganó las elecciones vio en él intenciones de inclinarse a la derecha, lo cual confirmó tiempo después.
  • En opinión de Morales para la reportera de este medio Georgina Monroy, es Estados Unidos el que ha buscado intervenir en la política interna de su país y, a la par, intentar acabarlo para evitar su regreso al Ejecutivo.

Las declaraciones del boliviano dejan eco en las intenciones del gobierno estadounidense para manejar a América Latina bajo sus propios intereses, y han sido los políticos de izquierda quienes se han caracterizado por denunciar estos casos.

  • Uno de los izquierdistas denunciantes del intervencionismo extranjero ha sido Morales, quien pese al poder político, social y regional que alcanzó durante su gobierno de 2006 a 2019, actualmente no tiene oportunidades de contender por la presidencia en las próximas elecciones.
  • Sobre la intromisión estadounidense también se habla en Brasil, donde el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva afronta actualmente amenazas directas con Donald Trump con la aplicación dearanceles del 50 por ciento a las importaciones brasileñas.
  • La amenaza de Washington radica en la presunta persecución política contra el derechista Jair Bolsonaro, lo que la administración brasileña pidió verificar y, en caso de ser oficial, responder con las mismas sanciones.
  • En Brasil, cuando Bolsonaro estaba al frente del país, una de sus relaciones más estrechas fue con su homólogo Trump, con quien se reunió más veces que con los mandatarios de su propia región.

En el segundo cuatrienio de Trump, la relación que en su momento el magnate tuvo con Bolsonaro ahora se da con homólogos con los que comparte ideales migratorios y de seguridad, como Nayib Bukele, de El Salvador; Daniel Noboa, de Ecuador, y Javier Milei, de Argentina, lo que refuerza el interés estadounidense por impulsar y aprobar los mandatos latinoamericanos similares al suyo.

Al respecto, el doctor Fernando Neira Orjuela, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, asegura que el golpe a la izquierda latinoamericana, si bien tiene diversas razones, una de ellas es el papel que juega Estados Unidos.

Desde su perspectiva, en vista al fortalecimiento de Trumpa seis meses de su regreso al poder, al mismo tiempo impulsa a aquellos gobiernos que se alinean a los intereses de su país.

  • Nayar López Castellanos, latinoamericanista y académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, remarca que aunque el debilitamiento de la izquierda en América Latina es parte del vaivén político o del ciclo progresista, también tiene que ver con el nivel de la ofensiva estadounidense al desplegar campañas contra los movimientos izquierdistas, sean moderados o radicales.
  • El nulo progreso de la izquierda, ¿a qué se debe?

En la región latinoamericana, son contados los gobiernos de izquierda que han progresado, lo cual se basa en diferentes razones.

En opinión del doctor Neira Orjuela, cuando en un continente como Europa los gobiernos giran a la derecha, como ocurre actualmente en Italia, Alemania y Polonia, por mencionar algunos, en el corto, mediano o largo plazo se espera haya una incidencia similar en América Latina.

Por otro lado, la razón para que un gobierno latinoamericano de izquierda deje de ser respaldado y haya un cambio, el académico explica que puede ser por falta de voluntad política, no siempre por parte del jefe de Estado, sino por quienes integran el Legislativo. Ejemplo de esto es Colombia, que por su historia de derecha, la oposición no le permite al presidente avanzar, “haciéndole la vida imposible”.

Así también, el especialista López Castellanos enfatiza la importancia de considerar los alcances que tienen los mandatarios de izquierda, pues generalmente son limitados y, por lo tanto, les es difícil emitir programas.

Argentina, el diferenciador en el movimiento de izquierda 

A diferencia de gobiernos izquierdistas como el de México, Chile, Guatemala, Honduras y Uruguay, que han podido avanzar, el de Argentina es hoy un ejemplo de la caída del movimiento.

  • Mientras que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchnerenfrenta detención domiciliaria ante un caso de corrupción, su compañero de fórmula, Alberto Fernández, fue procesado por el mismo señalamiento en diferentes contextos.
  • Sobre el caso argentino, el doctor Neira Orjuela enfatiza que se trata de una situación “muy delicada” por tratarse de los implicados y de sus partidos, pues por un largo tiempo representaron la lucha social y el cambio.

“No se esperaría que dentro de un gobierno con estas características que tuvieron ambos se haya dado esa situación que uno generalmente asocia con gobiernos de derecha o de ultraderecha”, dice.

Fueron los resultados que obtuvo el último gobierno de izquierda en Argentina lo que le dio la batuta a Javier Mileipara tomar el poder. Además, agrega el doctor Neira Orjuela, se suman las exigencias sociales al esperar que los cambios que prometen los políticos en campaña sean una realidad en el corto plazo.

El peso estadounidense en la izquierda de América Latina 

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca implicó un cambio en la relación de Estados Unidos con América Latina. Si bien la prioridad del presidente republicano es la guerra comercial con China, los intereses de seguridad, los flujos migratorios, la extracción de recursos y la balanza comercial no le permiten dejar de lado a la región como una zona de importancia estratégica.

  • A pesar de la importancia de la región, el doctor José Antonio Hernández Macías, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, asegura que el acercamiento de Estados Unidos deja de lado el multilateralismo y la cooperación para intentar imponerse por la fuerza.
  • “En la última presidencia de Donald Trump vimos una mayor agresión para tratar de modificar la política interna de América Latina. Anteriormente se hablaba de intervenciones militares y encubiertas, pero ahora hay una presión económica y financiera que se suma al injerencismo, como es el Lawfare o la guerra judicial, donde se persiguen a líderes progresistas de América Latina con la colaboración de jueces o fiscales vinculados con Estados Unidos; y hemos tenido muchos ejemplos de esto en la región”, señala el académico.

Pese al cambio de los métodos, la influencia estadounidense aún se percibe ante los líderes o gobiernos que no se alinean con Washington. En cambio, con los gobiernos más reaccionarios, como el de Javier Milei en Argentina; Daniel Noboa en Ecuador, o Nayib Bukele en El Salvador, el tono es diferente, aún cuando las políticas económicas no distingan entre aliados y adversarios.

“A pesar de que hay diferenciación con sus aliados, es interesante ver que en algunos rubros tienen una posición homogénea; por ejemplo, con los aranceles, donde a países como Argentina o El Salvador se les ha impuesto una tasa alta; sin embargo, hay otras maneras de apoyar. Con Milei, por ejemplo, hace poco se le aprobó un nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional y mucho de esa decisión está respaldada por Estados Unidos al ser el país que más colabora con esa institución”, dice.

  • Si bien el dedo de Trump inclina la balanza a favor de sus coincidencias ideológicas, la intervención estadounidense no es exclusiva del republicano. Para Estados Unidos es política de Estado intervenir cuando sus intereses se ven comprometidos; no obstante, las maneras cambian de acuerdo con el partido en el poder.
  • “Hay ciertos matices en la forma en la que actúan; aunque los objetivos son los mismos, las estrategias cambian. Normalmente el Partido Demócrata tiende más a la negociación y la diplomacia para ejercer la hegemonía estadounidense por medio del soft power, comparado con los gobernantes republicanos que suelen ser más directos y utilizan la coerción para conseguir sus objetivos”.

Finalmente, si Estados Unidos pasó de la injerencia militar y el apoyo a dictaduras a una serie de presiones económicas y legales, también se debe a que las guerras en Medio Oriente y el ascenso de China como potencia global han distraído a Washington de lo que por años consideró su patio trasero.

Mercosur, oportunidad de crecimiento para América Latina

Con la influencia estadounidense disminuyendo en el subcontinente, los vacíos en Latinoamérica han sido ocupados por potencias regionales que ven en las alianzas entre vecinos una manera de crecer y proyectar fuerza gracias a la colectividad.

  • Ejemplo de ello es el Mercado Común del Sur (Mercosur), integrado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, que ha funcionado como una plataforma para el intercambio libre entre sus miembros y como una alianza en la que las economías más grandes de la región sirven tanto de protección como de atractivo para el establecimiento de una política comercial común hacia Estados no miembros.
  • Con el crecimiento entre vecinos, la región no ha demostrado quedarse atrás respecto a la importancia de las exportaciones hacia otros países. De acuerdo con el Observatorio de Complejidad Económica, en 2023, último año del que se tienen estadísticas, los países miembros del Mercosur comerciaron entre ellos el 10.9 por ciento del total de exportaciones que generaron.

Dada la importancia que tienen los mercados exteriores, el Mercosur enfoca sus esfuerzos en facilitar las exportaciones a sus principales socios comerciales. De acuerdo con datos internos, la Unión Europea representa el 14.4 por ciento de las exportaciones y 19. 3 por ciento de las importaciones de Mercosur, por lo que se ha intentado formalizar un acuerdo comercial con el bloque de 27 países; sin embargo, el proteccionismo de la industria agropecuaria de naciones como Francia ha impedido que se finalice el acuerdo.

  • Mientras los cuatro países del Mercosur voltean al viejo continente, no pierden de vista que al otro lado del Pacífico se encuentra un mercado en crecimiento. Al comienzo del siglo, China representaba el dos por ciento del mercado sudamericano; actualmente, Pekín es el principal socio comercial del cono sur con un comercio estimado en 518 mil millones de dólares, que se estima crecerá a más de 700 mil millones en la próxima década.
  • Si bien las exportaciones hacia el gigante asiático han aumentado, las importaciones desde China también han debilitado la industria local; sin embargo, la inversión directa de firmas estatales chinas y los préstamos efectuados a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta son también brazos importantes de la estrategia de Pekín en el Cono Sur.

Tan solo en 2024, China invirtió ocho mil 500 millones de dólares de forma directa en América Latina y el Caribe y desde 2005, las instituciones crediticias del Estado chino han prestado 120 mil millones de dólares a gobiernos de la región, lo que coloca a Pekín como una de las principales líneas de crédito sudamericano.

Las intenciones chinas no son, por supuesto, filantrópicas. Si bien las inversiones de Pekín en el cono sur llegan con menos restricciones que las estadounidenses, estas no solo buscan reemplazar a otras potencias globales como su principal socio comercial y aliado político; también son una forma de expandir su influencia en organismos internacionales en un momento de cambio en la balanza hegemónica./Agencias-PUNTOporPUNTO

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