Actualmente, el 55 % de las personas en el mundo vive en ciudades. Según un nuevo informe de la Organización, se estima que esta proporción aumentará hasta un 13 % de cara a 2050, por lo que el desarrollo sostenible dependerá cada vez más de que se gestione de forma apropiada el crecimiento urbano, especialmente en los países de ingresos medios y bajos que son los que liderarán el proceso.
- El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas ha lanzado un documento que prevé que el 68 % de la población vivirá en zonas urbanas de cara a 2050.
- La causa reside en que parte de la población mundial desplazará su lugar de residencia de las áreas rurales a las urbanas y, a esta predicción, se unen las perspectivas de crecimiento demográfico, según las que cerca de 2500 millones de personas adicionales vivirán en las ciudades para esa fecha.
- Se prevé que este aumento se producirá de forma desigual en términos geográficos y que, además, algunas de las urbes que actualmente presentan un mayor tamaño podría ver reducido su número de habitantes.
“La urbanización va a continuar y lo va a hacer más rápido en los países de ingresos bajos y medios”, señala Lina Bassarsky, oficial de asuntos de población.
Distribución del proceso
La población urbana ha aumentado de manera exponencial –desde 751 millones en 1950 a 4200 millones en 2018– y continuará con esta tendencia. Según el informe, el crecimiento previsto estará altamente concentrado: el 90 % tendrá lugar en los países de África y Asia, y tan solo India, China y Nigeria representarán el 35 % con 416 millones, 255 millones y 189 millones de habitantes respectivamente.
Actualmente, las áreas más urbanizadas son:
- América del Norte: 82 % de población urbana
- América Latina y el Caribe: 81 %
- Europa: 74 %
- Oceanía: 68 %
Pero Asia, a pesar de su bajo nivel de urbanización (cerca del 50 %), acoge al 54 % de la población urbana mundial, seguida de Europa y África con un 13 % cada una.
África, en contraste, predomina la población rural, con un 43 % de sus habitantes viviendo en las ciudades.
Descenso de población en zonas urbanas y rurales
Algunas urbes han experimentado una disminución en el número de habitantes en los últimos años. La mayoría de ellas se encuentran en países con bajas tasas de fertilidad en Asia y Europa, pero la contracción económica, la inmigración y los desastres naturales también han provocado pérdidas de población.
- Esto ha ocurrido en las últimas dos décadas, por ejemplo, en ciudades del este de Europa, en países como Rumanía, Ucrania o la Federación Rusa. Sin embargo, se prevé que la tendencia se revierta de cara a 2030.
En cuanto a la población rural, se prevé que el crecimiento lento que se observa desde 1950 alcance su máximo en unos años: actualmente, este segmento alcanza los 3400 millones y se espera que, tras una leve subida, se reduzca a 3100 millones en 2050. África y Asia acogen a cerca del 90 % de la población rural a nivel mundial, con los 893 millones de India a la cabeza, seguidos de los 578 millones de China.
Las “mega ciudades”
Estas ciudades presentan núcleos de población de más de 10 millones de habitantes y actualmente hay 43 en el mundo. A la cabeza de ellas, se encuentra Tokio, la urbe más poblada con 37 millones de personas, y, detrás de ella, Nueva Delhi con 29 millones.
- En este sentido, se observan distintas dinámicas. En el caso de Tokio, se espera que la población empiece a disminuir a partir de 2020, mientras que Delhi continuará creciendo hasta convertirse en la ciudad más poblada en 2028.
- No obstante, las mega ciudades no dirigirán el crecimiento demográfico urbano, sino que serán las urbes con menos de un millón de habitantes, especialmente en Asia y África, las que liderarán la tendencia.
Mientras que en las primeras reside una de cada ocho personas, las últimas acogen a cerca de la mitad de la población urbana mundial.
Una urbanización sostenible
El informe pone de relieve que comprender cómo se desarrollará el proceso de urbanización en los años venideros resulta fundamental para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“La urbanización es un proceso que tiene que ver con los tres pilares del desarrollo sostenible: el económico, el social y el ambiental. Entonces, nuestro informe es una herramienta muy útil para los planificadores de políticas urbanas o de desarrollo en general”, señala la experta.
El aumento de la población urbana –sobre todo en los países de ingresos medios y bajos, que son los que lideran la tendencia– implica prestar atención a aspectos como el alojamiento, el transporte, la energía, los servicios educativos y sanitarios o el empleo para poder satisfacer las necesidades de los ciudadanos. “No se puede generalizar en cuanto a los efectos de la urbanización”, advierte Lina.
- Por ello, los gobiernos deben emprender políticas que mejoren la calidad de vida tanto de los habitantes de las zonas urbanas como de las rurales, al mismo tiempo que fortalecen los vínculos entre ellas.
- Se trata de que los beneficios de la urbanización sean inclusivos, garantizando que todo el mundo, independientemente de su lugar de residencia, tenga acceso a trabajo decente, cuidados de salud, formación y un medio ambiente seguro.
“Un evento al cual este informe puede ser útil es la implementación de la nueva Agenda Urbana, que es justamente sobre los desafíos y las oportunidades que ofrece el crecimiento urbano en el contexto del desarrollo sostenible”, destaca la oficial.
El agua, un recurso que se agota por el crecimiento de la población
Los recursos de agua dulce disponibles por persona han disminuido en más de un 20% en las últimas dos décadas debido al crecimiento de la población y el desarrollo económico, exacerbados por el cambio climático, y de no tomar medidas la tendencia continuará, advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
- Según la agencia, en su informe titulado ‘El estado de la alimentación y la agricultura’ en el mundo más de tres mil millones de personas viven actualmente en áreas agrícolas con una gran escasez de agua y casi la mitad de ellos, 1200 millones, se enfrentan a graves limitaciones al respecto.
- En América Latina, el agua por persona ha disminuido un 22%, en el sur de Asia un 27% y en África Subsahariana hasta un 41%. En esta última región alrededor de 50 millones de personas viven en áreas donde la sequía severa tiene impactos catastróficos en las tierras de cultivo y pastizales una vez cada tres años.
- Aproximadamente el 11% de las tierras de cultivo de secano del mundo (aquellas que dependen exclusivamente del agua de la lluvia y no tienen sistemas de riego), o 128 millones de hectáreas, enfrentan sequías frecuentes, al igual que alrededor del 14% de las tierras de pastoreo, o 656 millones de hectáreas.
Mientras tanto, más del 60 %, o 171 millones de hectáreas, de las tierras de cultivo de regadío sufren una gran escasez de agua.
- Once países, todos en el norte de África y Asia, enfrentan ambos desafíos, por lo que es urgente y necesario adoptar una contabilidad de agua sólida, una asignación clara, tecnologías modernas y cambiar a cultivos que necesiten menos agua, asegura el informe.
En total, el 20% de los terrenos agrícolas, unos 300 millones de hectáreas sufren de falta de agua suficiente.
- Además, cabe destacar que el acceso al agua por persona a nivel mundial es desigual, por ejemplo, la cantidad media de agua dulce por persona en 2017 fue de unos 43.000 metros cúbicos en Oceanía, mientras que apenas alcanzó los 1000 metros cúbicos en el norte de África y Asia occidental.
El informe expresa que las características inherentes al agua dificultan su gestión, pero que esta debe ser reconocida como un bien económico que tiene un valor y un precio.
- Según la FAO, las prácticas tradicionales que la llevan a ser tratada como un bien gratuito a menudo crean fallas en el mercado. Un precio que refleja el verdadero valor del agua, por el contrario, envía una señal clara a los usuarios para que la utilicen de manera inteligente.
«Los planes de gestión deben centrarse en los problemas y ser dinámicos», recomienda el documento.
En 2050, se prevé que las áreas de regadío cosechadas crezcan en la mayoría de las regiones del mundo y se dupliquen en África subsahariana, lo que podría beneficiar a cientos de millones de personas de las zonas rurales. El informe señala que, en algunos casos, los sistemas de riego a pequeña escala y dirigidos por los agricultores pueden ser más eficientes que los proyectos a gran escala.
Este puede ser es un camino prometedor para el África subsahariana, donde los recursos hídricos superficiales y subterráneos están comparativamente subdesarrollados y solo el 3% de las tierras de cultivo están equipadas para riego, y donde la expansión del riego a pequeña escala puede ser rentable y beneficiar a millones de personas rurales. Sin embargo, muchos factores impiden que esto ocurra, como el acceso a financiamiento y crédito.
Asimismo, en Asia, la disminución del riego de superficie financiado por el estado a gran escala ha llevado a los agricultores a aprovechar directamente las aguas subterráneas, ejerciendo una presión excesiva sobre el recurso. Para abordar estos problemas, será necesario invertir en la modernización de los antiguos sistemas de riego, así como en políticas eficaces, explican los expertos.
Datos claves
- Las extracciones totales de agua per cápita (que se realizan para el riego) son más altas en Asia central, alcanzando casi 2000 metros cúbicos por persona, en comparación con menos de 130 en África subsahariana
- En los países menos adelantados, el 74% de la población rural no tiene acceso a agua potable.
- 91 países tienen planes nacionales para el agua potable rural, pero solo nueve han asignado fondos suficientes para implementarlos.
- Alrededor del 41% del riego mundial actual se produce a expensas de los requisitos de flujo ambiental, que son esenciales para mantener los ecosistemas que brindan funciones de soporte vital.
- Los biocombustibles requieren de 70 a 400 veces más agua que los combustibles fósiles que reemplazan.
- Los bosques importantes en áreas como las cuencas de los ríos Amazonas, Congo y Yangtze son fuentes importantes de vapor de agua para las áreas a favor del viento y, por lo tanto, son cruciales para la agricultura de secano.
Nuestros recursos se están agotando
De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), se prevé que el consumo mundial de recursos naturales aumente un 60% de aquí a 2060, en comparación con los niveles de 2020, según el informe Perspectivas de Recursos Globales 2024 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Y ello después de que el uso de materiales se haya multiplicado por más de tres en los últimos 50 años, según el informe.
- Los recursos incluyen cultivos para alimentos, madera para energía, combustibles fósiles, metales como hierro, aluminio y cobre, minerales no metálicos, así como tierra y agua.
«Ya no se trata de si es necesaria una transformación hacia un consumo y una producción sostenibles de recursos a escala mundial, sino de cómo hacerla realidad urgentemente», afirmaron Janez Potočnik e Izabella Teixeira, copresidentes del International Resource Panel (IRP).
El ritmo al que estamos utilizando los recursos de nuestro planeta está relacionado con casi todos los aspectos de nuestras vidas. Esta explotación es el principal motor de la triple crisis planetaria, definida por las Naciones Unidas como la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la crisis de la contaminación, según el IRP.
- La disrupción de las cadenas de suministro de bienes y recursos críticos fue uno de los principales riesgos identificados en el Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial.
- Los riesgos ambientales fueron otra de las principales preocupaciones identificadas en ese informe, siendo que las condiciones meteorológicas extremas se clasificaron como el principal riesgo susceptible de causar una crisis mundial en 2024.
Los países de renta alta utilizan seis veces más materiales per cápita y son responsables de 10 veces más impactos climáticos per cápita que los países de renta baja. Las desigualdades materiales deben abordarse como elemento central de cualquier planteamiento, advierte el informe.
- En las zonas donde los niveles de consumo son altos, hay que centrarse en reducir los niveles de consumo de recursos y materiales y en la eficiencia. Esto podría ayudar a reducir alrededor del 30% del uso de recursos en todo el mundo en comparación con las tendencias históricas, afirma.
- En los países donde el uso de recursos debe aumentar, es posible utilizar estrategias que maximicen el valor que obtenemos de los recursos.
- Dirigir la financiación hacia el uso sostenible de los recursos es una posible solución, sugiere el informe, garantizando que los verdaderos costes de los recursos se reflejen en la estructura de la economía. También es crucial proporcionar a los consumidores información y acceso a bienes y servicios sostenibles.
Según el informe, la regulación tiene un papel importante a la hora de desincentivar o prohibir las opciones que consumen muchos recursos, como los productos de plástico de un solo uso no esenciales. También son necesarios modelos empresariales que incorporen iniciativas de residuos, reducción, ecodiseño, reutilización, reparación y reciclaje.
La sobrepoblación mundial: un desafío urgente
- La sobrepoblación mundial es un tema de creciente preocupación. Con una estimación de 8 mil millones de personas en 2025 y un pronóstico de 9.7 mil millones para 2050, el crecimiento poblacional representa un reto significativo.
Si bien algunos sostienen que los avances tecnológicos han permitido manejar este aumento, las consecuencias de este ya son evidentes.
- La sobrepoblación afecta directamente a los recursos naturales, la infraestructura y los ecosistemas, lo que plantea serias interrogantes sobre la capacidad del planeta para sostenernos a largo plazo.
Consecuencias de la sobrepoblación
- Degradación ambiental: uno de los efectos más inmediatos es el agotamiento de los recursos naturales. La creciente demanda de alimentos, agua y energía genera una presión constante sobre los ecosistemas.
La deforestación para ampliar la urbanización y la agricultura, junto con la contaminación de los océanos, deterioran el medio ambiente, afectando la biodiversidad y acelerando el cambio climático.
- Escasez de recursos básicos: a medida que la población aumenta, la demanda de agua potable, alimentos y viviendas también crece, lo que genera escasez en muchas regiones.
En áreas ya afectadas por la pobreza, esto agrava las crisis humanitarias. La falta de recursos básicos puede generar tensiones sociales y conflictos, especialmente en países donde el acceso a estos servicios es limitado.
- Desempleo y pobreza: el crecimiento poblacional también impacta la economía, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas. La competencia por empleos aumenta, lo que genera altas tasas de desempleo.
Esto, a su vez, incrementa la pobreza y las desigualdades sociales. La falta de oportunidades laborales contribuye a la migración masiva, que puede generar tensiones políticas y sociales tanto dentro como entre países.
En el 2050 solo habrá comida para alimentar a la mitad de la población mundial
Casi la mitad de la producción actual de alimentos es perjudicial para nuestro planeta, causando pérdida de biodiversidad, degradación del ecosistema y estrés hídrico.
- La agricultura se encuentra entre los mayores contribuyentes al calentamiento global, ya que emite más gases de efecto invernadero que todos nuestros automóviles, camiones, trenes y aviones combinados, en gran parte del metano liberado por las granjas, óxido nitroso de los campos fertilizados y dióxido de carbono por la tala de bosques para cultivar o criar ganado (que implica también pérdida de la biodiversidad), esta práctica es un importante impulsor de la extinción de la vida silvestre.
También, la agricultura es el usuario más sediento de nuestros preciosos suministros de agua y uno de los principales contaminadores, ya que la escorrentía de fertilizantes y estiércol altera los frágiles lagos, ríos y ecosistemas costeros de todo el mundo.
- «Al observar el estado del planeta Tierra y la influencia de las prácticas agrícolas mundiales actuales sobre él, hay muchas razones para preocuparse, pero también motivos de esperanza, si tomamos acciones decisivas muy pronto», dice Dieter Gerten, autor principal del estudio y profesor en la Universidad Humboldt de Berlín. «Actualmente, casi la mitad de la producción de alimentos mundial está rebasando los límites ambientales de la Tierra».
A lo largo de nuestra historia, hemos sido cegados por el imperativo excesivo de más, más, más en la agricultura: limpiar más tierra, cultivar más y utilizar más recursos.
La población sigue en crecimiento
Si en 1800 la población rondaba los mil millones de personas, en la actualidad la cifra está en los 7.7 mil millones, de los cuales el 60% se encuentra en Asia. Hoy en día la población sigue creciendo (linealmente, no exponencialmente, como se suele decir) pero lo hace más despacio.
- La tasa de crecimiento llegó al 2.1% en 1962 y desde entonces ha caído hasta un 1.05%. A pesar de todo, este crecimiento bastará para que la población mundial alcance un tamaño de 9.7 mil millones de personas en 2050 y de 10.9 mil millones para el 2100.
Si estas tendencias continúan, el crecimiento de la población y la búsqueda de dietas más ricas, habrán de requerir que dupliquemos la cantidad de cultivos que tenemos para el 2050. /PUNTOporPUNTO