La Unión Europea (UE) cerró este jueves el acuerdo formal con Estados Unidos (EU) para un arancel general del 15 por ciento a sus exportaciones que se aplicaría también a sectores como el farmacéutico y los semiconductores, aunque en el caso de los recargos a vehículos quedó condicionado a un mejor acceso a productos agrícolas y alimentos estadounidenses.
- De esta forma, ambos bloques dejaron por escrito el acuerdo político alcanzado en Escocia entre la presidenta comunitaria, Ursula von der Leyen, y el Presidente estadounidense, Donald Trump, en un comunicado conjunto que, aunque no era legalmente vinculante, se percibió como una hoja de ruta para la política comercial entre Washington y Bruselas.
- «Se trató de un acuerdo estratégico muy importante. Lo respaldamos plenamente y nos comprometimos a cumplirlo. Permítanme decirlo claramente: la alternativa, una guerra comercial con aranceles altísimos y una escalada política, no benefició a nadie», afirmó el Comisario de Comercio, Maros Sefcovic, en rueda de prensa desde la capital comunitaria, recalcando que el 15 por ciento era un techo que incluía todas las tasas y recargos comerciales.
En el caso del sector de la automoción, coches y piezas, y recambios europeos se vieron beneficiados de una rebaja de los recargos que hasta entonces se situaban en el 27.5 por ciento, para quedar bajo el paraguas del 15 por ciento. Esta medida estuvo condicionada por parte de Washington a que la UE concediera acceso preferencial al mercado para productos pesqueros y agrícolas estadounidenses, incluidos frutos secos, productos lácteos, frutas y verduras frescas y procesadas, alimentos procesados, semillas para siembra, aceite de soya, y carne de cerdo y bisonte.
- Según explicó Sefcovic, los servicios comunitarios trabajaban para presentar esas propuestas legislativas ese mismo mes, por lo que el Ejecutivo europeo dijo tener garantías de Washington de que los aranceles del 15 por ciento se aplicarían con carácter retroactivo sobre los coches desde el 1 de agosto.
- «Fue una buena noticia para nuestra industria automovilística, que había sufrido grandes pérdidas económicas en los últimos meses», afirmó el Comisario que lideró las negociaciones con Estados Unidos los últimos meses.
Igualmente, Bruselas sacó el compromiso de Estados Unidos de que los productos farmacéuticos, semiconductores y madera no recibieran tarifas superiores al 15 por ciento. De esta forma, se aseguró que la cifra máxima se aplicaría también a estos sectores, actualmente bajo investigaciones del Departamento de Comercio estadounidense.
Vinos y bebidas destiladas, fuera de la lista
Aranceles reducidos, del 2.5 por ciento correspondiente a nación más favorecida, se aplicarían desde septiembre a recursos naturales no disponibles como el corcho, todas las aeronaves y piezas de aeronaves, medicamentos genéricos y sus ingredientes, y precursores químicos.
El vino y las bebidas destiladas europeas quedaron de momento fuera de la lista de productos en el comunicado conjunto, pese a que Europa aspiraba a conseguir un buen trato. De todos modos, la UE y Estados Unidos seguirían negociando más sectores y productos sensibles para sus economías, a fin de engrosar esta lista de aranceles mínimos.
Respecto al acero, el aluminio y sus productos derivados, el comunicado conjunto consolidó la intención de europeos y estadounidenses de cooperar para poner en marcha un sistema de cuotas para que una cantidad determinada pudiera comerciarse con un trato preferencial, aunque no ofreció más detalles sobre el mecanismo.
Compromiso no vinculante sobre inversiones en EU
- Otro de los elementos del acuerdo que generaron más polémica fueron los compromisos de compras europeas de energía estadounidense por valor de 750 mil millones de dólares, en concreto de crudo, gas licuado y energía nuclear, e inversiones de 600 mil millones de dólares en lo que restaba del mandato del Presidente estadounidense.
- El acuerdo formal incluyó estos puntos, pero en todo caso tomó el lenguaje europeo, y se refirió a «intenciones» y «expectativas» sobre las adquisiciones e inversiones, después de que Bruselas reiterara en múltiples ocasiones que las cifras no eran de ninguna manera vinculantes.
Trump amenazó tan sólo una semana después del acuerdo político con elevar los aranceles a los productos al 35 por ciento si el bloque no cumplía con las inversiones acordadas.
Respecto a la compra de material militar a Estados Unidos, el comunicado se refirió sólo a la intención de la UE de aumentar sustancialmente la adquisición de equipos militares de fabricación estadounidense «con el apoyo y la colaboración del Gobierno estadounidense», siguiendo la prioridad de profundizar la cooperación industrial transatlántica en materia de defensa.
El acuerdo alcanzado con Washington llegó antes de que expirara el plazo del 1 de agosto que marcó Trump para aplicar aranceles generalizados del 30 por ciento sobre las producciones europeas. En términos generales, la UE aceptó una «tarifa plana» del 15 por ciento a todas las importaciones, incluyendo áreas que hasta entonces se beneficiaban de cero aranceles, como el sector farmacéutico, semiconductores o productos agrícolas, mientras que no anunció por el momento ninguna medida de respuesta que hiciera estos aranceles recíprocos./Agencias-PUNTOporPUNTO