La clave para entender los sitios y las razones por las cuales golpea un huracán reside en las condiciones del océano y la atmósfera.
El análisis de meteorólogos, aportado a Infobae, revela que el escenario global y la creciente temperatura de los mares presentan dudas sobre eventuales cambios en la frecuencia, ubicación e intensidad de estos sistemas tormentosos en el futuro.
¿Cómo y por qué se forman los huracanes?
Los huracanes, también denominados ciclones tropicales, son sistemas de baja presión que se desarrollan sobre océanos cálidos en las regiones de los trópicos, como indica su nombre, principalmente al final del verano.
- El meteorólogo Gerardo Barrera explicó que su formación requiere una combinación de distintos factores: “Los ciclones tropicales son fenómenos estacionales que se forman en los océanos dentro de las regiones tropicales a finales de la temporada de verano (cerca de agosto para el hemisferio norte y alrededor del mes de febrero para el hemisferio sur)”.
- Por su parte, Marcelo Madelón, licenciado en Medio Ambiente y meteorólogo, detalló: “Hay una condición fundamental que hace que el huracán se forme: el mar tiene que estar a más de 26 °C para que dé la suficiente energía como para seguir retroalimentando esas tormentas. A medida que se van haciendo más severas, los vientos soplan cada vez más intensos».
“Se comienza a generar ese pequeño centro de baja presión porque el mar caliente le da energía a través del vapor de agua. A medida que esas tormentas se hacen más importantes, baja más la presión y comienzan a girar los vientos en forma horaria en el hemisferio sur y en forma antihoraria en el hemisferio norte”.
- “Como en las zonas ecuatoriales no hay forma de que se roten vientos, el sistema se tiene que alejar un poquito del ecuador, donde comienza el efecto Coriolis, que es una fuerza de inercia que causa la rotación de la Tierra y provoca el movimiento de los vientos. Se da a unos cinco o seis grados de latitud norte o de latitud sur”, agregó el experto.
Cuando los vientos sostenidos alcanzan los 119 kilómetros por hora, el fenómeno se clasifica como huracán. En otras regiones del mundo, estos sistemas reciben diferentes nombres: en el Pacífico occidental se les denomina tifones, mientras que en el sudeste asiático se conocen como baguios.
Latinoamérica: ¿en qué zonas son más propensos los huracanes?
- Las zonas de mayor riesgo en América Latina se concentran en “el Caribe, Centroamérica y la costa este de Estados Unidos”, según Barrera, ya que las condiciones de temperatura del agua en el hemisferio sur rara vez son propicias para su desarrollo.
- Madelón aclara que en México los huracanes pueden formarse tanto en el Atlántico como en el Pacífico, debido a que en ambas costas las temperaturas del mar superan los 26 °C al final del verano y comienzo del otoño “porque el mar tarda tiempo en calentarse, entonces ese es el momento oportuno en el cual es temporada de huracanes”.
- En el caso de Brasil, aunque ocasionalmente se registraron sistemas similares cerca de la costa, las condiciones mar adentro no alcanzan la temperatura mínima necesaria, lo que impide la formación de estos sistemas en esa región.
Por su parte, la costa oeste de Sudamérica, influida por la corriente fría de Humboldt, presenta condiciones aún menos favorables, según detalló Barrera.
- Luego, en Norteamérica, las zonas que corren más riesgo se centran en la costa este de Estados Unidos, como es el actual caso con el huracán Erin en los estados de Carolina del Norte, Virginia y Nueva York.
El cambio climático en el ojo de la tormenta: los efectos del calentamiento global en el desarrollo de huracanes
El cambio climático introduce nuevas incertidumbres sobre la frecuencia e intensidad de los huracanes. Según estudios del Geophysical Fluid Dynamics Laboratory (GFDL) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), existe alta confianza en que el calentamiento global, impulsado por la actividad humana, halla elevado la temperatura media del planeta entre 0,8 y 1,3 °C desde finales del siglo XIX.
- Informes de la Organización Meteorológica Mundial posicionan al aumento de la temperatura media global de 2024 en 1,55 °C por encima de los niveles preindustriales.
- Sin embargo, la relación directa entre el aumento de gases de efecto invernadero y la frecuencia de huracanes en el Atlántico no se estableció con certeza.
Los modelos climáticos citados por el GFDL proyectan que, en un escenario de calentamiento de 2 °C, las tasas de precipitación asociadas a ciclones tropicales podrían incrementarse en torno a un 14%, y la intensidad media de los huracanes aumentaría entre un 1% y un 10%.
- Se prevé que la proporción de tormentas que alcanzan categorías muy intensas (4 y 5) crecerá, aunque la frecuencia total de ciclones podría disminuir o mantenerse estable.
Desde la NOAA advierten que, aunque se observaron tendencias recientes hacia una intensificación más rápida y lluvias extremas en algunos eventos, la variabilidad natural y las limitaciones de los registros históricos dificultan la detección de cambios atribuibles exclusivamente al calentamiento global.
- “El cambio climático es un calentamiento global. Por consiguiente, mientras suban las temperaturas, los huracanes van a ser cada vez más seguidos y más intensos.
- Y puede ocurrir en el futuro que en lugares donde no se producen huracanes, se comiencen a producir.
Todo depende si la temperatura del mar sube, cosa que ya está ocurriendo en varios sectores del mundo. Y en los lugares donde ya existen los huracanes, puede ser que sean más potentes”, finalizó Madelón.
El cambio climático dispara riesgo de sistemas que se intensifican rápido
El comportamiento del huracán en los últimos días lo convierte en uno de los huracanes del Atlántico de mayor fortalecimiento registrados y en una nueva indicación de que el cambio climático está aumentando el riesgo de tormentas de rápida intensificación.
- Erin se convirtió el viernes 15 de agosto en el primer huracán de la temporada atlántica de este año y aumentó su fuerza de categoría 1 a categoría 5 en poco más de 24 horas.
Incluso después de debilitarse y recuperar fuerza a categoría 4 el lunes, su impresionante transformación lo sitúa entre las cinco tormentas de mayor crecimiento de categoría 1 a categoría 5.
La “rápida intensificación” de la tormenta lo que ha llamado la atención de los expertos.
Por qué el cambio climático incrementa riesgo de tormentas rápidas
El cambio climático está incrementando el riesgo de tormentas que se intensifican rápidamente, principalmente debido a temperaturas superficiales del mar más cálidas de lo habitual y a los altos niveles de humedad en la atmósfera, factores clave para que las tormentas adquieran fuerza.
- En un análisis preliminar, la organización de investigación sin fines de lucro Climate Central indicó que la «intensificación extremadamente rápida» de Erin el sábado ocurrió cuando la tormenta se movió sobre «aguas oceánicas inusualmente cálidas, cuya probabilidad de ocurrencia fue hasta 100 veces mayor debido al cambio climático antropogénico».
Una atmósfera más cálida como resultado del calentamiento global también retiene más humedad, lo que permite que las tormentas ganen fuerza y descarguen más lluvia sobre la tierra.
- Un estudio de 2023 publicado en la revista Scientific Reports reveló que los ciclones tropicales en el océano Atlántico tuvieron aproximadamente un 29% más de probabilidad de experimentar una intensificación rápida entre 2001 y 2020, en comparación con el período comprendido entre 1971 y 1990.
- De hecho, la intensificación rápida ha sido bien documentada en los últimos años. En 2019, los vientos máximos del huracán Dorian aumentaron en nueve horas. En 2022, el huracán Ian experimentó dos rondas de intensificación rápida antes de tocar tierra en Florida.
- El año pasado, la velocidad máxima sostenida del viento del huracán Milton aumentó en la asombrosa cifra de 145 km/h en aproximadamente 25 horas. Otros ejemplos recientes de intensificación rápida incluyen los huracanes Harvey en 2017, Laura en 2020, Ida en 2021 e Idalia en 2023.
Aun así, el proceso de intensificación rápida sigue siendo difícil de pronosticar.
Los científicos saben que las temperaturas cálidas de la superficie del mar, el aire húmedo y las condiciones atmosféricas favorables son piezas esenciales del rompecabezas, pero comprender cómo y cuándo ocurrirá esto en tormentas específicas requerirá más investigación.
Aunque no se espera que Erin toque tierra directamente, el huracán generará marejadas, olas potencialmente mortales y corrientes de resaca en Bahamas, Bermudas, la costa este de Estados Unidos y la costa atlántica de Canadá.
¿Cuántos ciclones tropicales faltan para que se termine la temporada 2025?
La temporada de ciclones tropicales de 2025 está por terminar, pero sus efectos aún seguirán ocasionando intensas lluvias en algunas partes del país, sobre todo ahora con la reciente presencia de Juliette en el Pacífico Mexicano. ¿Cuándo terminará exactamente?
- Desde mayo las autoridades dieron a conocer el pronóstico de la esta temporada tan característica en México por los huracanes que dura meses, y ahora, el pronóstico indica que aún se esperan unos cuántos fenómenos meteorológicos que podrían impactar el territorio nacional.
- Esta temporada, que se esperaba comenzará el 15 de mayo en el Océano Pacífico y el 1 de junio en el Océano Atlántico, ha mantenido en alerta a México durante todo este tiempo.
- De acuerdo con el pronóstico de la Secretaría de Marina (Semar), se espera un total de 36 eventos ciclónicos para toda la temporada. Hasta el momento, el recuento oficial indica que se han formado 16 de estos fenómenos, lo que significa que faltan 20 ciclones tropicales para que la temporada finalice el próximo 30 de noviembre.
Según los datos de la Dirección General de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Semar, la temporada de 2025 se presenta como más activa de lo habitual, en gran parte debido a la condición de «La Niña a Neutro».
Este fenómeno climatológico favorece una mayor frecuencia y acercamiento de ciclones tropicales a las costas mexicanas.
¿Cuántos ciclones y huracanes ha habido en el Pacifico?
El pronóstico de la Semar para el Océano Pacífico anticipó la formación de 19 ciclones tropicales; hasta la fecha, se han registrado 10 fenómenos:
- Alvin
- Barbará: llego a huracán categoría 1
- Cosme
- Dalila
- Erick: llegó a huracán categoría 4
- Flossie: llegó a huracán categoría 3
- Gil: llegó a huracán categoría 1
- Henriette: fue huracán categoría 1
- Ivo
- Juliette
Esto significa que aún restan 9 ciclones en esta cuenca para alcanzar el total esperado.
¿Cuántos ciclones y huracane van en el Atlántico?
Por su parte, en el Océano Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe, el pronóstico inicial preveía 17 fenómenos. A la fecha, se han formado 6 ciclones:
- Andrea
- Fernand
- Barry
- Chantal
- Dexter
- Erin: llegó a ser huracán categoría 5
Con esto, el Atlántico se prepara para el desarrollo de los 11 ciclones restantes.
¿Qué huracanes han tocado tierra en México?
La temporada de huracanes de 2025 ha mostrado su fuerza con huracanes de gran intensidad como Erick en el Pacífico y Erin en el Atlántico, lo que subraya la importancia de mantenerse informados y seguir las recomendaciones de las autoridades de Protección Civil.
Siendo Erick el único fenómeno meteorológico como huracán que han tocado tierra en México, afectando principalmente a los estados de Oaxaca y Guerrero.
Cuál es la diferencia entre un huracán, un ciclón y un tifón, ¿son lo mismo?
Cada año, cuando inicia la temporada de lluvias, comienzan a escucharse términos como huracán, ciclón y tifón, pero, ¿realmente sabemos qué significan? ¿Cuál es más destructivo? Y lo más importante: ¿cómo podemos prepararnos?
- La respuesta rápida es: todos son formas del mismo fenómeno meteorológico, pero con diferencias según la región del mundo y su intensidad. Vamos por partes.
- Aunque a primera vista los términos huracán y tifón pueden parecer diferentes, en realidad se refieren al mismo tipo de fenómeno meteorológico, ciclones tropicales.
- La diferencia está en el nombre que reciben según la región del mundo donde se forman, según explica la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En este artículo explicaremos qué es un tifón, cómo se diferencia de un huracán en términos de nomenclatura, y porque ambos fenómenos surgen de un ciclón tropical, al tiempo que echaremos abajo algunos mitos comunes sobre su intensidad.
Entonces, ¿no existe diferencia entre ciclón y huracán?
Aquí es donde se presta a confusión. Aunque todos los huracanes son ciclones tropicales, no todos los ciclones alcanzan la fuerza de huracán.
Los ciclones tropicales evolucionan en etapas:
- Depresión tropical: vientos menores a 63 km/h. (la más débil)
- Tormenta tropical: vientos entre 63 y 118 km/h
- Huracán: vientos superiores a 118 km/h
Cuando alcanzan esta última categoría, también se clasifican del 1 al 5 según la Escala Saffir-Simpson, que mide la velocidad de los vientos. Un huracán categoría 5 puede superar los 250 km/h, como lo hizo el Huracán Patricia en 2015 o el Tifón Nancy en 1961, con ráfagas históricas de hasta 345 km/h.
- Por eso, cuando alguien dice “ciclón” en un contexto informal, podría estar hablando de una tormenta tropical o de un huracán en formación, pero técnicamente, “ciclón tropical” es el nombre general, y “huracán” es su forma más poderosa en nuestra región.
Entender qué es un ciclón nos permite desmitificar estos términos y enfocarnos en lo verdaderamente importante: estar preparados y tomar precauciones ante estos fenómenos naturales destructivos. Recuerda siempre: ciclón y huracán es lo mismo en su estructura, pero no en su fuerza y la información es la mejor herramienta para enfrentar estas amenazas.
¿Por qué están aumentando la frecuencia e intensidad de los huracanes?
Cada vez enfrentamos ciclones y huracanes más potentes. ¿Por qué? La respuesta está en la crisis climática. El calentamiento global está elevando la temperatura de los océanos, lo que alimenta estos sistemas tropicales y los vuelve más destructivos.
A esto se suma la deforestación, la erosión costera, el daño a manglares y arrecifes de coral que son barreras naturales contra los huracanes, la quema de combustibles fósiles y las emisiones masivas de gases de efecto invernadero que alteran el equilibrio de nuestros ecosistemas. /PUNTOporPUNTO