Existe 50% de probabilidad que la TEMPERATURA GLOBAL promedio se incremente de 2 a 3 °C hacia 2040

Los signos inequívocos del cambio climático antropógeno batieron todos los récords en 2024, y algunas de sus consecuencias serán irreversibles durante siglos o incluso milenios, advirtió un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM)

El debate sobre el futuro climático del planeta ha cobrado mayor urgencia ante las recientes proyecciones que indican un calentamiento global en 2040 cercano a los 2,3 °C por encima de los niveles preindustriales.

  • Este escenario no es solo una alerta académica: sus efectos podrían transformar de manera drástica la habitabilidad de zonas del planeta y alterar la economía global.
  • Organismos como la ONU y firmas de análisis como S&P han advertido que el aumento de temperatura traerá consigo costos económicos y sociales sin precedentes.
  • Si no se aceleran las inversiones en mitigación y adaptación, el impacto podría afectar la productividad, la salud pública y la estabilidad de los sistemas financieros.

Escenario climático: calentamiento global en 2040

La investigación de S&P revela que la probabilidad de alcanzar 1,5 °C de aumento para 2040 es del 90 %, y que existe un 50 % de probabilidad de que el calentamiento global en 2040 alcance los 2,3 °C. Esto supone un riesgo directo para un tercio de la población que vive en zonas vulnerables a olas de calor, sequías y otros fenómenos extremos.

  • En un escenario que supere ese umbral, los costos económicos acumulativos podrían ascender hasta el 33 % del PIB global, una cifra que no solo ilustra la gravedad del problema, sino que también resalta la necesidad de actuar con urgencia.
  • Los expertos insisten en que las medidas de mitigación actuales, aunque importantes, no reducen los riesgos climáticos físicos en el corto plazo. Por ello, invertir en adaptación se presenta como la estrategia más inmediata y con retornos más predecibles.
  • Este análisis convierte al calentamiento global en 2040 en un llamado a replantear políticas y modelos de negocio, incorporando resiliencia climática en la planeación de infraestructura y cadenas de suministro.

Brecha de financiación para la adaptación

La ONU estima que en 2022 se destinaron 28.000 millones de dólares a la adaptación climática, una cifra que sigue siendo insuficiente. Para enfrentar de manera efectiva los riesgos que traerá el calentamiento global en 2040, será necesario invertir al menos 187.000 millones de dólares adicionales por año hasta 2030.

  • Sin embargo, la subinversión sigue siendo un problema. La incertidumbre sobre el alcance y los costos del cambio climático dificulta que los gobiernos y empresas justifiquen grandes inversiones en infraestructura de adaptación.
  • Los expertos proponen innovar en el financiamiento, atraer capital privado y crear marcos regulatorios que faciliten la inversión a gran escala. La colaboración público-privada será esencial para transformar el panorama.

Además, los proyectos deben ser transformadores y no solo paliativos. Invertir en soluciones basadas en la naturaleza, sistemas de alerta temprana y redes de salud resilientes puede generar beneficios duraderos y mejorar la calidad de vida de millones de personas.

Impacto en la productividad y la salud

Uno de los efectos más alarmantes del calentamiento global en 2040 será la pérdida de productividad laboral, especialmente en sectores como la agricultura, la construcción y los seguros. Las olas de calor y las enfermedades relacionadas con el clima podrían generar pérdidas por más de 1,5 billones de dólares en producción económica para 2025.

  • El Foro Económico Mundial advierte que retrasar la integración de la resiliencia en las decisiones empresariales solo aumentará los costos de adaptación. Proteger la salud de los trabajadores será un elemento clave para garantizar la continuidad de las operaciones.
  • Las empresas que actúen temprano podrán convertir la crisis en oportunidad, innovando en servicios de salud climática y abriendo nuevos mercados. Esta perspectiva ofrece un argumento de negocio sólido para acelerar la inversión en resiliencia.
  • En este contexto, la adaptación no solo es una estrategia de gestión de riesgos, sino una ventaja competitiva para las organizaciones que busquen liderar en un futuro más inestable.

¿Cuál es el papel del sector privado ante este panorama?

El sector privado tiene un papel crucial para cerrar la brecha de financiamiento y promover soluciones innovadoras. Fondos filantrópicos, inversionistas de impacto y empresas con estrategias ESG robustas pueden movilizar recursos a gran escala.

  • Adoptar métricas claras para medir los beneficios de las inversiones en adaptación ayudará a justificar el gasto y atraer más capital. Esto incluye el uso de modelos de análisis probabilístico más precisos que reduzcan la incertidumbre.
  • Además, las empresas deben colaborar con gobiernos y organismos multilaterales para desarrollar marcos regulatorios que faciliten la canalización de recursos hacia proyectos transformadores.

Con la Semana de Acción Climática de Nueva York como telón de fondo, este es un momento crítico para que las empresas den un paso al frente y se comprometan con la resiliencia a largo plazo.

El momento de actuar es ahora

El panorama que dibuja el posible calentamiento global en 2040 es preocupante, pero no definitivo. Aún existe margen para reducir el impacto y construir un futuro más seguro si se actúa con decisión en la inversión en adaptación y resiliencia.

Ignorar estas señales no solo incrementará los costos económicos, sino que pondrá en riesgo la vida y el bienestar de millones de personas. Cada año de inacción multiplica las pérdidas futuras, por lo que la colaboración entre gobiernos, empresas y sociedad civil es urgente e inaplazable.

El calentamiento global acelerará las emisiones de CO2 de los suelos tropicales

En el próximo siglo se prevé que la temperatura del aire aumente entre 1 y 6º C en las regiones tropicales y que los suelos de esas zonas se calienten a un ritmo similar, lo que puede tener efectos dramáticos en el sistema terrestre de carbono y en el clima.

  • Según un nuevo estudio, este calentamiento podría alterar las tasas de respiración del suelo -el proceso por el cual el dióxido de carbono se libera del suelo a la atmósfera- y acelerar la pérdida de CO2 almacenado en los suelos de los bosques tropicales a unos niveles «considerablemente mayores» de lo previsto u observado hasta ahora.

Los detalles del estudio, liderado por el US Forest Service, un organismo del International Institute of Tropical Forestry, en Río Piedras (Puerto Rico), se han publicado este martes en la revista Nature Communications.

Un experimento in situ

La respiración del suelo juega un papel esencial en el ciclo global del carbono, y cualquier cambio por pequeño que sea puede afectar al clima de todo el planeta.

A su vez, los bosques tropicales desempeñan un papel importante, ya que intercambian más CO2 con la atmósfera que cualquier otra región terrestre.

  • Sin embargo, a medida que se espera que las temperaturas aumenten en los próximos años, aún no se comprende bien cómo afectará la respiración del suelo, especialmente en las regiones tropicales.
  • Para tratar de cuantificarlo, un equipo de científicos de Estados Unidos liderados por Tana Wood, del US Forest Service, un organismo del International Institute of Tropical Forestry, en Río Piedras (Puerto Rico), llevaron a cabo un experimento in situ para rastrear cómo se mueve el carbono a través de los suelos de los bosques tropicales en Puerto Rico.
  • Los autores calentaron artificialmente tres parcelas de 12 metros cuadrados de plantas de sotobosque y suelo de distintas alturas (ladera inferior, media y superior) a 4 °C por encima de las temperaturas ambientales.

Después, rastrearon las tasas de respiración del suelo en estas parcelas frente a muestras de control en posiciones similares a intervalos de media hora durante el transcurso de un año. En total, recopilaron 57.450 mediciones.

  • Las tasas de respiración del suelo se encontraron entre 42 y 204% más altas en parcelas calentadas en comparación con parcelas de control, algunas de las tasas de respiración del suelo más altas reportadas para cualquier ecosistema terrestre.
  • El carbono adicional liberado por las parcelas calentadas por año osciló entre 6,5 y 81,7 mg por hectárea, variando según la posición de la pendiente, con la parcela de la pendiente superior liberando la mayor cantidad de carbono.

El equipo cree que esta situación podría deberse a cambios en la función de las comunidades microbianas en el suelo calentado, como cambios en su capacidad para metabolizar el carbono o cambios en la composición de la comunidad microbiana, si bien creen que es necesario hacer más estudios para comprender los mecanismos que impulsan estos procesos que afectarán al clima a largo plazo.

Conclusiones del estudio

Las altas tasas de respiración del suelo reportadas en este estudio demuestran el potencial de grandes pérdidas de carbono de los ecosistemas de bosques tropicales en un mundo más cálido.

  • Los resultados del experimento demuestran que el calentamiento climático podría aumentar las tasas de respiración del suelo en los bosques tropicales y provocar mayores pérdidas de carbono en los suelos tropicales de lo que se anticipaba anteriormente, con consecuencias para las proyecciones climáticas globales.

Una mejor comprensión de los mecanismos que impulsan estos procesos es crucial para evaluar el impacto del cambio climático a largo plazo, concluyen los autores.

El calentamiento global batió todos los récords en 2024

Los signos inequívocos del cambio climático antropógeno batieron todos los récords en 2024, y algunas de sus consecuencias serán irreversibles durante siglos o incluso milenios, advirtió un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En la publicación también se ponen de relieve las desmedidas perturbaciones económicas y sociales fruto de las condiciones meteorológicas extremas.

  • El documento confirma que 2024 fue, probablemente, el primer año natural en superar en más de 1,5 °C el valor de referencia de la era preindustrial, dado que la temperatura media mundial cerca la superficie estuvo 1,55 ± 0,13 °C por encima de la media del período 1850-1900. Se trata del año más cálido desde que empezaron a registrarse los valores de temperatura hace 175 años.
  • La temperatura media mundial en 2024 estuvo 1,55 °C por encima del promedio de 1850-1900. «Las señales de socorro de nuestro planeta se multiplican, pero en este informe se demuestra que aún es posible limitar el aumento de la temperatura mundial a largo plazo a 1,5 grados Celsius», advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres.
  • El informe señala que la concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2) ha alcanzado los niveles más altos en 800.000 años y que los últimos diez años han sido los más cálidos registrados. Además, la pérdida de masa glaciar de los últimos tres años es la mayor desde que existen mediciones.

«Sobrepasar en un año concreto el umbral de calentamiento de 1,5 °C no supone que sea imposible alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, pero es una llamada de atención sobre los crecientes riesgos para nuestras vidas, economías y el planeta», indicó la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.

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El 90 % del exceso de calor del planeta se acumula en los océanos, y 2024 marcó el nivel más alto de contenido calorífico oceánico en 65 años de mediciones. En los últimos ocho años, este indicador ha batido récords consecutivos. A su vez, la velocidad de aumento del nivel del mar se ha duplicado desde que se iniciaron las mediciones por satélite.

Fenómenos extremos y sus efectos

Los fenómenos meteorológicos extremos registrados en 2024 provocaron el mayor número anual de desplazados desde 2008. Además de la destrucción de viviendas e infraestructuras, estos eventos agravaron crisis alimentarias en 18 países, debido a la combinación de sequías, conflictos y el alza de los precios de los alimentos.

  • Entre los desastres más graves del año se encuentran el tifón Yagi en el sudeste asiático, los huracanes Helene y Milton en EE UU, y el ciclón Chido en el océano Índico, que causaron cientos de víctimas y pérdidas económicas millonarias.

El informe de la OMM subraya la necesidad de inversiones en sistemas de alerta temprana y energías renovables para mitigar el impacto del cambio climático. /PUNTOporPUNTO

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