Narco y gobiernito Vs. Michoacán

Por Francisco Rodriguez

La riqueza de Michoacán producto del esfuerzo de sus esforzados y heroicos habitantes se convirtió en imán para la delincuencia organizada… y para funcionarios gubernamentales –incluidos los del Ejército– que le han dado enormes tarascadas a esa bonanza.

Exportadores limoneros y aguacateros, entre otros, sufren a las organizaciones delictivas más antiguas y consolidadas del Continente americano. Las cantidades que ellos también remiten al extranjero de marihuana, metanfetaminas, cocaína y heroína son para el anecdotario de Ripley.

Se trata de un negocio que cuenta con expertos operadores, laboratorios, barcos, submarinos, aviones y helicópteros, además de armas para uso exclusivo del Ejército, sistemas de lavado de dinero, tráfico y conspiración con alianzas gubernamentales que rebasan cualquier concepto de previsión o de éxito siquiera parcial.

La batalla de quien siquiera lo mencione está condenada al fracaso de antemano, pues las bandas y los capos del trasiego de enervantes han sido consentidas desde que el gobierno del gabacho se interesó en el Triángulo Dorado de Chihuahua, Durango y Sinaloa para producir los opiáceos que funcionaran como analgésicos de sus muchos heridos de guerra.

Sin tomar en cuenta lo anterior y sin siquiera pedir la opinión de los principales afectados, algunos de los cuales han perdido la vida en semanas recientes (Bernardo Bravo y Carlos Manzo, por ejemplo), el gobiernito del “segundo piso” del régimen de Cuarta… Transformación encabezado por la señora Claudia Sheinbaum ha lanzado un nuevo “Plan Michoacán” –que no es tan nuevo– y que, como los de sexenios anteriores, lamentablemente está destinado al fracaso.

Porque gobiernos van y vienen desde hace cien años que se han repartido las prebendas del narcotráfico, unos en mayor medida que otros, y el actual no es la excepción.

FCH, EPN y AMLO, deslumbrados por el narco

Fue a partir del infame Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, paniaguado de los golpistas gringos, que todo se hace para servirle al patrón, hasta provocar una guerra civil donde los muertos los ponemos nosotros y los beneficios les tocan a los valedores gabachos y sus capataces ternuritas de aquí del rancho grande.

A pesar de que se les ha advirtió en todos los tonos que la guerra contra el narcotráfico solo produciría cientos de miles de víctimas y desolación, los gobiernitos de Calderón y de Enrique Peña Nieto se deslumbraron ante la puerta falsa de los beneficios inmediatos y cómodos del trasiego.

Lo mismo sucedió en el sexenio anterior cuando inició la más evidente “intolerable alianza” con la delincuencia organizada expresada en “abrazos y no balazos”, luego de que El Innombrable 2.0 no sólo fuera financiado con dinero negro que el Cartel de Sinaloa en sus campañas electorales, sino que además colaboraran con él para ganar elecciones.

Todo es una farsa. Las oficinas que supuestamente combaten al narcotráfico en el país no son sino simples sucursales de cuarto talón de los capos yanquis que operan y deciden desde Washington, Nueva York, Chicago y Los Ángeles la suerte de los mexicanos y los niveles de inseguridad a los que nos exponen. Sus caporales en este territorio obedecen sin chistar, sabiendo que son removibles e inmunes.

Y todo porque las actividades ilegales de la delincuencia organizada producen corrupción en gran escala, muerte y salvajismo, de las cuales voluntaria e involuntariamente son beneficiarios los encargados de supuestamente combatirlos o de neutralizarlos, cuando menos.

Ante el abandono surgieron las autodefensas

Hoy padecemos el rompimiento del acuerdo universal básico para confiarle al Estado la seguridad de los ciudadanos: el que cada uno ceda parte de su libertad y se someta al arbitrio de la autoridad.

Todo, para vivir en libertad. Así se reivindicaron las potestades del Estado moderno como articulador de las necesidades de los hombres. El gran preso político del fascismo, Antonio Gramsci, añadió: “lo que legítima al poder es el Estado de Derecho, que limita los actos imperativos, que protege a la sociedad de los abusos”.

Pero el Estado mexicano cedió esa potestad. La abandonó. Y fue la motivación del médico cirujano José Manuel Mireles, quien primero se dio a la tarea de encabezar la participación civil en la lucha contra el crimen organizado en Michoacán. Se enfrentó a Zetas, Familia Michoacana, Caballeros Templarios, una sucesión de membretes que, en el fondo, gozaban del aval del gobiernito.

Decía Mireles que, en principio, todos los grupos de narcos llegaban a informar a la población que su objetivo era hacer negocios con los otros narcotraficantes. Más tarde, los mismos se cambiaban de bando y empezaban a cobrar cuotas, derechos de piso, “derechos por vivir” a la gente del pueblo.

El problema grave inició con el rapto de mujeres y niñas, lo cual fue el detonante para la organización comunitaria en la formación del Consejo de Autodefensas. Vigilar “que no vuelvan a invadir nuestra tierra, nuestra propiedad y nuestra familia”, dijo.

Pero eso molestó a los gobiernitos de Calderón, primero, y de Peña, después.

El 27 de junio de 2014, Mireles fue detenido con otras 185 personas en Lázaro Cárdenas, Michoacán por el gobierno peñista por violar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. Esta acción ocurrió una semana después de una entrevista de televisión en Canal 13, que se vio interrumpida como consecuencia de una llamada telefónica que ordenaba la terminación de la entrevista, en la que Mireles estaba denunciando la participación del presidente de México, en las irregularidades de Michoacán.

Alfredo Castillo no resolvió, complicó más

‎En principio, la Secretaría de Gobernación y la Sedena lo cobijaron como avanzada para combatir a Templarios y a Familia Michoacana, objetivo que en buena parte fue desahogado. El colmo de la historia fue cuando a Peñita se le ocurrió concederle plenos poderes a un mentecato, habilitándolo como Virrey de Michoacán.

Alfredo Castillo Cervantes, primo hermano de Humberto Castillejos Cervantes, sedicente abogado diagonal traficante de influencias de la Presidencia, recomendó a su pariente para ir a tranquilizar la Tierra Caliente de los purépechas. Uno de los errores más graves fue este aciago episodio de la pesadilla mexicana.

Precedido por los pobres resultados de los Juegos Olímpicos de Río 2016 los fracasos de Alfredo Castillo como funcionario público, junto con su súbito enriquecimiento muy explicable fueron constante en el peñato.

Desde su nombramiento en abril de 2015 como director de la Conade, tras manejar conflictos en Michoacán, enfrentó varias controversias. Castillo también estuvo en la Procuraduría General de la República, involucrándose en la amañada investigación que llevó a prisión a Elba Esther Gordillo, y luego fue titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México. Durante su gestión, se investigó la desaparición de la niña Paulette Gebara Farah, cuyos restos mortales fueron hallados en su habitación después de una “intensa búsqueda determinando que su muerte fue accidental.

Tras ello, fue nombrado en 2014 para mejorar la seguridad en Michoacán, donde formó dos corporaciones policiales. A pesar de algunos logros, los homicidios no disminuyeron y se acusó a la Policía Federal de violaciones a derechos humanos. Al final, Castillo reflexionó: “la historia nos juzgará a su debido tiempo”.

El juicio histórico falló en su contra en 2021, por la omisión en su declaración patrimonial de seis cuentas bancarias a su nombre y de su cónyuge con más de 18.3 millones de pesos. La Secretaría de la Función Pública lo inhabilitó por 10 años.

Fue lo peor que le pudo haber sucedido a Michoacán, donde Castillo también se enriqueció con la explotación de minerales que se contrabandeaban a China.

El voto de castigo, predecible e inevitable

Ahora sin comisionado especial, pero sí con “oficinas de la Presidencia de la República” en los municipios, lo que en los hechos significa una gran cantidad de enviados desde Palacio Nacional.

Lo mismo, pero ¿más barato?

El voto de castigo es predecible e inevitable.

Porque en política hay dos reglas infalibles: lo que se siembra se cosecha, y los acompañantes baratos, acaban costando demasiado caros.

Por eso, entre los cuadros ayer fanáticos de Morena, campea la derrota y la rebelión contra el manejo político imprudente. Se viene la debacle. Está ya tocando a las puertas del famoso castillo de la pureza. Son millones contra un grupito perdido en la bruma de la demagogia y el populismo trasnochado.

Indicios

¿Imagina usted a una verdadera estadista como Margaret Thatcher saliendo de la residencia oficial en Downing Street caminando por Parliament Street dos calles para llegar a sesionar a Westminster? Su equipo de seguridad jamás lo hubiera permitido ni ella lo habría siquiera sugerido. Aquí, en contra de todo el sentido común, luego del asesinato de Carlos Manzo se montó una escena que presentó a la señora Sheinbaum como una mujer débil, indefensa, sólo para darle un twist al relato de la inacción del gobiernito ante los reclamos nunca escuchados ni atendidos del alcalde de Uruapan ejecutado. Débil e indefensa no es la persona que se requiere en tan alta responsabilidad. * * * Por hoy es todo. Reciba mi reconocimiento por la lectura de estas líneas sobre las que espero sus comentarios. También, como siempre, mis sinceros deseos de que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

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