TEXTO ÍNTEGRO: CRIMINALES sacan provecho de la ESCASEZ del AGUA en MÉXICO; disputan el CONTROL HÍDRICO en 17 ESTADOS

Dicha actividad ilícita ha sido vinculada de manera directa con el huachicoleo de agua, toda vez que se requieren aproximadamente mil litros de agua para producir un solo kilogramo de aguacate.

Al igual que otros recursos vitales −como el petróleo y la madera− el agua está siendo explotada por grupos criminales en distintas zonas de México. La limitada capacidad del gobierno para vigilar las fuentes y redes de distribución, sumada a la probabilidad de futuras sequías, hace prever que el robo de agua continuará e incluso podría aumentar.

  • Un informe de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) citado por El Sol de México identificó 5.000 tomas ilegales en tuberías de agua del norte del país, casi el triple de las detectadas hace cinco años. En marzo de 2024, autoridades de la Ciudad de México propusieron una reforma legal para aumentar las sanciones por estas tomas ilegales, en medio de un período de escasez hídrica.
  • Además del robo de agua, los grupos del crimen organizado también controlan su distribución. Durante un trabajo de campo de Insight Crime, llevado a cabo en Culiacán, Sinaloa, en abril de este año, diversas fuentes señalaron que grupos criminales −en particular la facción de Los Chapitos del Cartel de Sinaloa− estaban imponiendo un sistema ilegal de cobros a los distribuidores comerciales de agua y forzando la redistribución bajo sus propios términos, lo que afecta tanto a los precios como a la seguridad.

El control criminal de la distribución de agua también permite que los grupos extorsionen a los agricultores. Según un informe reciente de El Imparcial, el Cartel de Sinaloa y los Mazatlecos utilizan amenazas para tomar el control de sistemas de riego que gestionan la distribución de agua en los campos agrícolas y que almacenan información sobre la cantidad de cultivos sembrados y el volumen de agua que requiere cada productor. Luego, usan estos datos para exigir pagos a cambio de mantener el suministro de agua.

  • La sequía que afecta a México podría hacer que el robo de agua aumente en paralelo al precio del recurso. El huachicoleo −robo de combustibles− se intensificó cuando los precios de gasolina eran altos, lo que sugiere que mayores márgenes de ganancia impulsaron los robos. Solo en Sinaloa, el precio del agua aumentó casi un 5% el año pasado.

Cárteles y grupos criminales locales disputan el control hídrico en 17 estados

  • Ubicar tuberías que conducen millones de litros de agua a zonas agrícolas y urbanas, perforar los ductos y adaptar conexiones para extraer el vital líquido, a lo que se suma el robo de agua con pipas o enormes contenedores en vehículos camuflados, son algunos de los métodos que en los últimos años han sumado a su cartera de ilícitos los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), de Sinaloa, la Nueva Familia Michoacana que se disputan este negocio que afecta de manera directa a 17 estados del centro y norte del país donde se ha agudizado la crisis por la sequía ante la falta de lluvias.

Desde 2016 hasta marzo del 2025 se han detectado al menos 218,103 tomas clandestinas de agua, según denuncias documentadas por organismos de agua de los estados, sin que este delito sea sancionado hasta ahora.

Reportes presentados por dependencias del Gobierno Federal como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la organización agua.org, ANEAS AC, las organizaciones Connectas, Insight Crime, Sacmex y Vice News, destacan que la falta de atención por parte de las autoridades federales ha permitido el crecimiento de este delito, del que hasta la fecha no existe un registro por parte de las dependencias encargadas de vigilar el uso y distribución del vital líquido.

Las denuncias que predominan por el robo del hídrico en el que se señala a grupos del crimen organizado se registran en Nuevo León, Coahuila, Sonora, Tamaulipas, Sinaloa, Jalisco, Estado de México, Querétaro, Michoacán, San Luis Potosí, Guerrero, Hidalgo, Guanajuato, CDMX, Puebla, Tlaxcala y Morelos.

Querellas presentadas por vecinos de zonas urbanas, de zonas recreativas y de zonas agrícolas hacen alusión a grupos del crimen organizado que han recurrido al hurto del vital líquido al picar tuberías en ciudades, desvían el agua de ríos y extraen con pipas el líquido de lagos para mediante extorsiones manejar, distribuir y vender el vital líquido a empresas, ciudadanos y agricultores.

  • La organización agua.org, que ha documentado denuncias ante las fiscalías de los estados por el robo del agua, subraya que grupos criminales como el CJNG y el Cártel de Sinaloa extraen grandes cantidades del líquido de pozos y tuberías públicas ante la falta de vigilancia de las autoridades.
  • Esta organización denuncia que se han detectado células criminales que ofrecen en el mercado negro el envío de agua en varias regiones del norte del país a través de pipas y camionetas que son custodiadas por hombres armados que también se encargan de vigilar las tuberías desde donde se extraen el preciado líquido.

Uno de los casos que detonó este ilícito negocio de los cárteles salió a la luz en el 2024, luego de que por más de un año y ante la indiferencia de las autoridades michoacanes se evidenció que el Lago de Pátzcuaro se estaba secando debido a que grupos criminales, uno de ellos La Nueva Familia Michoacana y el CJNG, con pipas, extrajeron casi el 42 por ciento del agua de este importante lago, lo que obligó a vigilar con fuerzas de seguridad estatal y federal para frenar este ilícito.

Modus operandi

Sobre este punto, la Conagua reveló que las técnicas utilizadas por grupos criminales para extraer el agua de tuberías es igual al sistema que usan para robar combustible, es decir, perforan las tuberías utilizando herramientas rudimentarias, calientan piezas de metal y abren boquetes a los ductos por donde corre el agua para conectar mangueras y grifos para extraerla.

  • También han creado herramientas especiales para controlar la presión del líquido al momento de perforar los ductos de mayor tamaño.
  • En tanto, para trasladar el agua robada utilizan camionetas y vagonetas con contenedores de plástico y bombas hidráulicas adaptadas o pipas de agua que roban con todo y sus choferes, a los que obligan, bajo amenazas, a trasladar el cargamento a donde ya tienen marcado el encargo.

SE han detectado construcciones en obra negra que disfrazan una construcción en proceso, pero donde se oculta la toma clandestina cubierta con tierra de donde salen mangueras o tubos desde donde se extrae el agua que se envía a contenedores de los que se envía a camionetas o pipas para su traslado.

Denuncias de agricultores, empresarios de embotelladoras de agua, de hoteles e incluso de concesionarias de agua reportan que mediante amenazas hombres armados del CJNG, con mayor presencia en estados del norte y centro del país, han extendido ahora este nuevo negocio al que buscan sacar provecho debido a la grave sequía que se vive por la falta de lluvia en varias regiones del país.

Aunque han aumentado las denuncias contra el CJNG por el robo de agua, autoridades tienen también reportes de que los cárteles de Sinaloa, la Nueva Familia Michoacana y grupos criminales en algunos estados se disputan el control del robo del vital líquido.

Cisternas

  • Reportes de la agencia Vice News refieren que en 2024 en Chihuahua, el Cártel de Sinaloa, en particular de “La Mayiza” instaló una red de cisternas, bombas y tuberías para desviar el agua de ríos y arroyos para redirigir el líquido hacia sus cultivos de mariguana y amapola en la Sierra Tarahumara.
  • Asimismo, agricultores de la región acusaron que para acceder al agua deben comprarla al grupo criminal al precio que se las marcan. Esta situación también afecta a hoteleros, restaurantes y encargados de supermercados que para no sufrir el cierre de la entrega de agua por tubería, deben pagar por esta nueva forma de extorsión, en una zona que disputan células del “Mayo” Zambada y el Cártel del Golfo.

A pesar de que este delito va en aumento, no existe un mapa que indique la ubicación de los puntos más críticos donde se han encontrado tomas clandestinas de agua.

Un Informe de la organización Civil ANEAS, revela que hasta el 15% del agua en México se pierde por robo del vital líquido y son los estados del norte y centro del país donde más se ha detectado este delito.

Tomas clandestinas

De acuerdo con el Sistema de Aguas de la CDMX (Sacmex), del 2018 al cierre del 2024, se reportaron mil 348 denuncias por tomas clandestinas, donde las alcaldías Tlalpan, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero tienen los mayores reportes por robo de agua.

  • En Chihuahua, en abril del 2025 se tiene un registro de más de 2 mil 200 tomas irregulares que afectan a sectores de riego, pero la cifra sería mayor, ya que por amenazas de grupos criminales la mayoría de tomas clandestinas no se denuncian.
  • En Nuevo León se han detectado desde el 2000 hasta julio de 2022 tomas clandestinas de agua, incluyendo una red de 158,664 tomas ilegales en la Zona Metropolitana de Monterrey. Hasta el 2025 la cifra de tuberías pinchadas para el robo del líquido podría duplicar la cifra, algo que las autoridades no han revelado.

En Mazatlán, Sinaloa, en el primer semestre del 2024 la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado detectó y clausuró de 2 mil 203 tomas clandestinas sólo en la zona urbana de este municipio.

Autoridades de Tamaulipas y de la Conagua reportaron el año pasado sólo en la parte alta de la cuenca Guayalejo-Tamesí y en el sistema lagunario del sur del estado, 40 tomas clandestinas de agua que clausuraron.

En San Luis Potosí, el organismo operador de agua y alcantarillado Interapas, descubrió más de 2 mil tomas de agua irregulares en el fraccionamiento Villa Magna, en el poniente de la zona metropolitana del estado, delito que achacó a vecinos morosos, aunque no se descarta que grupos criminales estén detrás de estas acciones.

Satélite

La organización Insight Crime resalta en un reporte que en Michoacán, las autoridades han recurrido a la tecnología satelital para monitorear la extracción ilegal de agua en 35,000 reservorios de riego. Más al norte, algunos grupos criminales, entre ellos Los Chapitos, están imponiendo cobros ilegales a los distribuidores de agua y extorsionando a agricultores.

Puebla no ha sido la excepción en el robo de agua, y es que en los últimos años y de acuerdo con la dirección de Agua del estado, han descubierto en la zona metropolitana y en juntas auxiliares más de 100,000 tomas clandestinas del vital líquido.

  • En Morelos, uno de los casos detectados se localizó en el fraccionamiento Villa Magna de Cuernavaca, donde autoridades detectaron más de 2,306 tomas clandestinas del líquido, delito que achacan a vecinos que se han resistido a regularizar su situación y al pago del impuesto respectivo, pero también se menciona a grupos delictivos locales que incitan a lugareños a no pagar el agua a las autoridades y entregarles una cuota simbólica a cambio de mantener la distribución del agua, algo que las autoridades no han confirmado.
  • En Hidalgo, autoridades reportaron en marzo pasado que en los últimos tres meses la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim) clausuró mil 182 tomas clandestinas de agua potable en los 14 municipios donde tiene competencia, aunque no reveló si estas tomas clandestinas fueron hechas por grupos criminales, pero ubicó que los municipios donde más se encontraron perforaciones en las tuberías fueron en Mineral de la Reforma, Pachuca y Zapotlán.

Casos similares se han descubierto en Tlaxcala, en un caso particular las autoridades citan el municipio de Chiautempan, donde este año fueron detectadas 2 mil 600 tomas clandestinas.

En Guerrero, por citar sólo el caso de Chilpancingo, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado descubrió en el último año 30,000 tomas clandestinas, en su mayoría hechas por grupos criminales.

En Sonora las autoridades del Oomapas en Navojoa reportaron que por semana han detectado de entre cinco a 10 conexiones clandestinas de agua, la mayoría creadas por grupos criminales, aunque otras han sido realizadas por vecinos.

En Coahuila, según un reporte de abril pasado, solo en el municipio de Sabinas fueron localizadas más de 5 mil tomas clandestinas de agua en áreas bajo control de grupos delictivos.

Así es cómo los grupos criminales han agravado la crisis hídrica

El acceso a agua potable es profundamente desigual a lo largo y ancho de México. Mientras en algunas zonas las y los habitantes mantienen un suministro constante —incluso para uso comercial e industrial—, en otros lados del país cientos de comunidades deben racionar cada gota, depender de pipas o recorrer kilómetros para llenar cubetas.

Esta brecha se ha agravado en los últimos años con la sobreexplotación de acuíferos, el crecimiento descontrolado de la agroindustria y el desvío ilegal del recurso vital. En este contexto, el robo de agua ha encontrado terreno fértil para crecer.

  • Los cárteles de drogas han incursionado en actividades delictivas que afectan directamente al medio ambiente.
  • Aunque hay pocos datos sobre el huachicoleo hídrico, en los últimos años se ha documentado como el agua se ha convertido en uno de los nuevos botines del crimen organizado. Aquí te explicamos lo que ocurre.

Del petróleo al agua: el crimen organizado cambia de objetivo

Como en un inicio ocurrió con el petróleo, ahora el huachicoleo ha migrado al recurso más valioso del siglo XXI: el agua.

Aunque distintas organizaciones criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) e incluso el Cártel de Sinaloa —acorde con la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés)— continúan al frente del robo de hidrocarburos, el agua se ha convertido en un nuevo recurso estratégico que grupos criminales buscan controlar.

Pero la incursión del crimen organizado a esta actividad ilícita no es casual.

En entidades clave como Michoacán, Estado de México y Jalisco, el agua se ha convertido en poder territorial: permite mantener cultivos ilegales, abastecer agroindustrias protegidas por los propios cárteles y, en muchos casos, extorsionar a comunidades o gobiernos locales mediante el control del suministro.

A diferencia del robo de combustible, el huachicoleo de agua suele pasar desapercibido.

Las tomas clandestinas en pozos, el desvío de ríos o la explotación ilegal de concesiones se camuflan o se protegen con documentos falsificados. En algunos casos, incluso operan bajo la cobertura de empresas aparentemente legales con nexos en gobiernos municipales o estatales.

Tomas clandestinas, pozos ilegales y redes de corrupción

El Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental (FCEA) define el huachicoleo de agua como la explotación, el uso y aprovechamiento de aguas nacionales, sin el título de concesión o asignación correspondiente.

El robo de agua puede tomar distintas formas: desde pozos perforados sin autorización en zonas sobreexplotadas, hasta tomas clandestinas instaladas en sistemas municipales o estatales de distribución.

  • En otras regiones, especialmente del norte y occidente del país, se ha detectado la apropiación y desviación de ríos completos hacia predios privados, mediante obras hidráulicas ilegales o el uso de maquinaria pesada que opera sin supervisión ambiental.
  • Derivado de estas acciones, la Comisión Nacional de Agua (Conagua) continuamente lleva a cabo acciones para combatir la explotación ilegal del recurso hídrico.
  • No obstante, al igual que ocurre en otros sectores, en casos relacionados a la extracción ilegal del agua se han reportado casos de corrupción.

Agua para sembrar: el saqueo que no cesa

Reportes periodísticos refieren que el robo de agua suele estar usualmente vinculado con actividades agrícolas o ganaderas a gran escala, mientras que otros han sido tomados por grupos criminales para sostener cultivos ilícitos o abastecer territorios bajo su control.

Grupos criminales como Los Zetas, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, Cárteles Unidos y el CJNG incursionaron en el negocio del aguacate en Michoacán.

Además de la extorsión, los grupos criminales también son responsables del despojo de tierras fértiles e incluso zonas protegidas, que más tarde convierten en áreas ideales para el cultivo del llamado ‘oro verde’.

Dicha actividad ilícita ha sido vinculada de manera directa con el huachicoleo de agua, toda vez que se requieren aproximadamente mil litros de agua para producir un solo kilogramo de aguacate.

  • Estudios de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California (UCANR, por sus siglas en inglés) refieren que el árbol de aguacate posee un sistema de raíces poca profundas, pero requiere del liquido vital constantemente.
  • «En los días más cálidos del verano, se debe regar cada siete o 10 días con un sistema de goteo. El árbol puede necesitar de 45 a 60 galones de agua por día, dependiendo de la zona climática y de las características del suelo», destacaron en un artículo.

Impacto ambiental del huachicoleo de agua

El robo de agua no solo genera ganancias para el crimen organizado: también profundiza la crisis hídrica nacional, desplaza a comunidades, contamina fuentes naturales y deteriora ecosistemas que ya enfrentaban estrés hídrico por el cambio climático y la expansión agrícola desmedida.

  • Otra cara del fenómeno está directamente relacionada con las comunidades indígenas, quienes históricamente han sido guardianas de los territorios y de los recursos naturales, incluidos los sistemas tradicionales de agua.
  • Sin embargo, en los últimos años, también se han convertido en víctimas directas del huachicoleo hídrico, tanto por el despojo del recurso como por la violencia asociada a su defensa.

Así es como el crimen organizado controla agua y alimentos

En el horizonte global del crimen organizado, el futuro ya tiene nombre: la quinta ola. Así lo describe el informe The Fifth Wave: Organized Crime in 2040 (La quinta ola: el crimen organizado en 2040), publicado por la Global Initiative Against Transnational Organized Crime (GI-TOC) en noviembre de 2024 y firmado por el académico Phil Williams. El documento advierte que las organizaciones criminales dejarán de centrarse exclusivamente en las drogas y migrarán hacia el control de recursos estratégicos como el agua, los alimentos y los minerales, aprovechando la crisis climática, la tecnología emergente y las fallas en la gobernanza estatal.

  • Pero en México, esa predicción ya no es futuro: es presente. Desde hace un par de años, diversos casos documentados por medios nacionales e internacionales muestran cómo el crimen organizado ha comenzado a capturar los mercados de agua, granos, energía y alimentos básicos, extendiendo su poder más allá del narcotráfico, diversificando sus fuentes de ingresos y sometiendo a comunidades enteras a través de la sed y el hambre.
  • El informe de Williams plantea que el agua podría convertirse en “el nuevo fentanilo”, mientras que los alimentos básicos, como granos y tubérculos, serían los próximos objetivos de los grupos criminales. Aunque el análisis proyecta estas dinámicas hacia 2040, en México estas formas de captura ya fueron denunciadas en múltiples regiones.

En septiembre de 2022, la Confederación de Cámaras Industriales advirtió que el crimen organizado controlaba en ese entonces los precios y el abasto de alimentos en al menos siete estados: Guerrero, México, Michoacán, Puebla, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

Según el comunicado de la organización, los grupos criminales no solo imponen condiciones a los proveedores, sino que también bloquean las rutas de distribución, amenazan a los transportistas, destruyen camiones y deciden quién puede vender o comprar productos como el aguacate, el limón y el pollo.

La industria del aguacate, con un valor estimado de 3 mil millones de dólares anuales según la Global Initiative Against Transnational Organized Crime, es uno de los casos más emblemáticos.

Como documentó el periodista Peter Appleby en marzo de 2024, los grupos delictivos no solo extorsionan a los productores, sino que también promueven la expansión de la frontera agrícola mediante la deforestación ilegal, desplazando a pobladores y facilitando el cambio de uso de suelo a través de la corrupción de autoridades locales.

  • El negocio del maíz y las tortillerías atraviesa una situación similar. Un reportaje de The Washington Post, publicado en mayo de 2024, reveló que alrededor del 15% de las tortillerías en México (unas 20 mil) son víctimas de extorsión por parte de grupos criminales, quienes controlan desde el suministro de gas hasta el transporte del grano.
  • En estados como Sinaloa, estos grupos también manejan la distribución de agua para los cultivos de maíz, condicionando el acceso al recurso natural y obligando a los productores a pagar cuotas para evitar ataques o saqueos.

El agua, mercancía del crimen

La captura de los recursos hídricos, anticipada como una tendencia futura en el informe de Williams, ya es una realidad en estados como Chihuahua y Chiapas.

En Chihuahua, una investigación publicada en 2024 por Vice News, firmada por el periodista Luis Chaparro, reveló que una célula del Cártel de Sinaloa montó una red de cisternas, bombas y kilómetros de tuberías para desviar el agua de ríos y arroyos hacia sus cultivos de marihuana y amapola en la Sierra Tarahumara, en plena sequía.

Agricultores de la región denunciaron que necesitan “permiso” del cártel para acceder al agua y que incluso hoteles y restaurantes pagan por el suministro controlado por la organización criminal.

  • En la frontera de Chiapas con Guatemala, pobladores de los municipios de Bella Vista y La Grandeza denunciaron en diciembre de 2023 que presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa cortaron los servicios de agua, luz e internet como represalia por no colaborar en los bloqueos carreteros organizados por el narco.
  • Esta forma de coerción incluye la elaboración de censos familiares para identificar quiénes pueden ser reclutados y quiénes serán castigados, como reportó también la periodista Ángeles Mariscal para Aristegui Noticias.

El avance del crimen sobre el agua y los alimentos en México no se da en soledad. Como expuso el periodista J. Jesús Lemus en una columna publicada en diciembre de 2020 en Los Angeles Times en Español, la corrupción estatal y la participación de grandes corporativos —especialmente del sector minero y agroindustrial— han facilitado el despojo del agua a las comunidades.

Empresas como Grupo México, Goldcorp Inc., Cemex y Frisco, según los datos citados en ese artículo, concentran la mayor cantidad de concesiones de agua en el país, mientras millones de personas carecen de acceso diario al recurso.

Lemus también advirtió sobre la presencia de células criminales que ofrecían servicios de intimidación y disuasión a favor de las empresas que buscaban mantener el control de los recursos hídricos frente a los movimientos sociales./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro a continuación:

https://globalinitiative.net/wp-content/uploads/2024/11/Phil-Williams-The-fifth-wave-Organized-crime-in-2040-GI-TOC-November-2024.pdf

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