Mitómano, enfermedad de la mentira

 

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Mitómano o mitómana deriva de mitomanía, la cual tiene su origen del griego mitos= mentira, y manía= modismo. Mitomanía se define como el trastorno psicológico consistente en mentir de forma patológica (enfermamente) y de forma continua, falseando la realidad y haciéndola cada vez más creíble a todos; el mitómano sublima su impulso y lo transforma en arte a sus propios ojos.

El mitómano desfigura mentirosamente la propia idea que tiene de sí mismo, magnificándola (delirio de grandeza) o simplemente disfrazando sus humildes orígenes con mentiras de todo tipo, de forma que llega realmente a creerse su propia historia y se establece una gran distancia entre la imagen que tiene la persona de sí mismo y la imagen verdadera.

Si bien la mentira como recurso mundial puede ser útil y es un comportamiento social frecuente, el mitómano se caracteriza por recurrir a esta conducta continuamente sin medir las consecuencias, con tal de maquillar una realidad que considera inaceptable, haciendo uso de todo tipo de sistemas delirantes.

Esta característica está asociada a trastornos de personalidad graves y se puede relacionar con diferentes tipos de caracteres:

• Personas necesitados de estimación.
• Los que sufren un trastorno de personalidad hipertímica, es decir, las personas que tienen un ánimo muy elevado y que generalmente son superficiales, frívolos e impacientes.
• Personas autodevaluadas con muy bajo nivel de estima.
• Personas muy pretenciosas, es decir las que para hacerse más atractivas ante los demás tienen necesidad de desfigurar la realidad y la visión de sí mismas.

Algunos adolescentes padecen de este trastorno debido a su personalidad inestable, situación que se presenta mayormente en aquellos cuyos padres son excesivamente rígidos o exigentes con ellos.

La mitomanía es una tendencia “morbosa” para desfigurar la realidad de lo que se sabe o de lo que se dice, ya sea cambiándola a lo opuesto, engrandeciéndola, incluso añadiendo elementos que no existen en la realidad

La mitomanía puede ser la expresión de varios padecimientos vinculados con la alteración en la construcción de la personalidad. Con frecuencia el paciente con tendencia paranoide, quien tiene un elevado grado de desconfianza y sospecha sobre los demás, desfigura la propia idea que tiene de sí mismo, magnificándola o simplemente, disfrazando su verdadera raíz cultural, de raza o económica, con falsedades de todo tipo pero son mentiras bastante elaboradas, lo que finalmente las hace creíbles.

De igual forma la mitomanía se asocia con el trastorno narcisista, que se distingue por la percepción de que todo lo bueno está adentro y lo malo está afuera: hay dificultad para vincularse con otros de una forma integral y madura; el mitómano y la mitómana piensa que las personas están a su servicio.

Por otro lado la mitomanía puede presentarse como parte de la esquizofrenia, aunque no es considerado uno de sus principales síntomas, sino como algo accesorio. Hay otra patología muy característica en psiquiatría que se llama trastorno ficticio en donde las personas inventan enfermedades, que si se hace a nivel consiente, se podría considerar como una característica mitómana.

Dentro de sus causas probables se encuentran las siguientes:

• Insatisfacción. Adultos que arrastran una necesidad muy grande de recibir afecto y admiración.
• Conductas ambivalentes. Familias que simulan una posición social que no tienen, matrimonios que fingen un vínculo inexistente o padres que sostienen en secreto una doble familia pueden estimular la mitomanía en sus hijos.
• Baja autoestima. Personas que no se aceptan como son pueden y llegan a crear una realidad paralela más satisfactoria para ellos.
• Personalidad débil o inexistente. Se relaciona mucho con la falta de autoestima y son aquellos que carecen de originalidad en sus ideas y pensamientos, por lo que terminan imitando o copiando lo ajeno.

Ahora te mencionamos algunas de las características del hombre mitómano o la mujer mitómana:

• Son personas que tienen personalidad de ser convincentes, manipuladores y su discurso suele ser muy creíble.
• No acepta fácilmente su problema. Mantienen su falsedad hasta que es descubierto y la debe reconocer; siendo esto lo que hace la diferencia de los casos de delirio, en los que las personas creen sus fantasías, sin pretender engañar a alguien.
• Puede tener un gran talento histriónico. El trastorno histriónico de la personalidad se caracteriza por una emotividad generalizada y excesiva y un comportamiento exagerado con tal de llamar la atención de los que están a su alrededor.

Finalmente te mencionaremos que el manejo para este trastorno psicológico es la asistencia de ayuda profesional: psiquiatras y psicólogos los cuales llegarán al origen de su padecimiento para atacarlo desde su origen mediante terapias, mismas que se ofrecen también a los familiares del paciente.

Las terapias ayudan a los familiares a volver a creer en la persona y a entender su problema, de manera que puedan convertirse en apoyo durante el proceso de recuperación.

Por eso, a quienes viven con un mentiroso compulsivo, algunos expertos les recomiendan confrontarlo y cerrarle el paso para evitar que esa mitomanía crezca y afecte en cascada a todos los grupos vinculados al enfermo, ya sea familia, escuela y trabajo.

De esta manera concluimos le tema “mitómano, enfermedad de la mentira”, esperando sea de utilidad la información vertida, en la práctica diaria. Recuerda el correo electrónico en espera de tus comentarios, dudas y sugerencias: jdcmpuntoporpunto.com/[email protected] así como la dirección de twitter del autor: @jd_contreras y hasta la próxima edición de la sección “sexo y salud” en el diario digital www.puntoporpunto.com/web