AUMENTÓ el SALARIO en MÉXICO… ¿puede reducirse de forma sostenible la POBREZA MULTIDIMENSIONAL?

El incremento de 13 por ciento al salario mínimo que se aplicará en 2026, para ubicarse en 315 pesos diarios, tendrá efectos marginales en la recuperación del poder adquisitivo de los mexicanos.

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El anuncio de que el salario mínimo general en México subirá 13 % a partir de enero de 2026, pasando de 278.80 a 315.04 pesos diarios (y 5 % en la Zona Libre de la Frontera Norte), reabre un viejo debate nacional:

  • ¿Estas alzas reducen de forma sostenible la pobreza o terminan reavivando las presiones inflacionarias justo cuando el país parecía domarlas?

En un entorno donde empresas, inversionistas y hogares miran de cerca el calendario económico, la respuesta no es obvia y depende de cómo interactúan salarios, productividad, política monetaria y estructura del mercado laboral.

  • Desde 2018, México ha vivido una política de recuperación acelerada del salario mínimo, con incrementos acumulados que superan el 150 %.

El resultado más visible es una caída importante de la pobreza: la proporción de personas en situación de pobreza pasó de alrededor de 41.9 % en 2018 a 29.6 % en 2024, lo que implica unos 13 millones de personas menos viviendo en pobreza.

La pobreza extrema también disminuyó hasta 5.3 % de la población

  • Estos avances no se explican solo por los aumentos salariales, pero las alzas reales del salario mínimo han tenido un efecto claro en la mejora de los ingresos laborales de los trabajadores con menores recursos.

Si observamos la pobreza laboral —personas cuyo ingreso no alcanza para comprar la canasta alimentaria— la tendencia también es positiva. En el segundo trimestre de 2024, este indicador se ubicó cerca del 35 %, tras una reducción sostenida impulsada por un mercado laboral más dinámico, más empleo formal y mejores remuneraciones.

  • La evidencia apunta a que las alzas recientes del salario mínimo han ayudado a que más trabajadores puedan cubrir necesidades básicas, aunque aún existen rezagos en materia de vivienda, salud y seguridad social.

En paralelo, el riesgo inflacionario sigue presente. Tras el máximo inflacionario de los años 2022 y 2023, cuando el país alcanzó niveles cercanos al 8 %, la inflación general se ha moderado hasta rondar el 3.6 % anual a finales de 2025, acercándose nuevamente al objetivo del Banco de México.

Aun así, la inflación subyacente —que excluye precios volátiles de energía y alimentos frescos— continúa por encima del objetivo, lo que sugiere que el proceso de desinflación es todavía frágil. Esto significa que cualquier choque de costos, como un aumento salarial significativo, podría alterar las expectativas de precios si no se maneja correctamente.

  • El punto central del debate es si un aumento de 13 % al salario mínimo funcionará como un choque inflacionario. La teoría económica establece que cuando los salarios crecen más rápido que la productividad, las empresas podrían responder elevando precios o reduciendo su plantilla laboral.
  • En sectores con márgenes muy estrechos como el comercio minorista, servicios personales y talleres pequeños, este incremento podría traducirse en ajustes de precios, particularmente en regiones donde una proporción considerable de trabajadores gana cerca del salario mínimo.

Sin embargo, si la política monetaria mantiene credibilidad y el mercado laboral presenta suficiente margen, el traslado a precios puede ser limitado y temporal.

  • El caso México tiene elementos únicos. Aunque la proporción de personas que gana exactamente el salario mínimo es relativamente baja, este sirve como referencia para muchos tabuladores, contratos y prestaciones.
  • Además, la alta informalidad laboral significa que parte del ajuste se negocia directamente entre empleadores y trabajadores sin una regulación clara, lo que puede suavizar o distorsionar el impacto real del aumento.

A su vez, el gobierno subraya que los incrementos recientes al salario mínimo no generaron espirales inflacionarias, incluso cuando los aumentos fueron significativamente más altos que la inflación.

  • Otra diferencia clave es la estructura regional del ajuste. Mientras el aumento nacional es de 13 %, en la Zona Libre de la Frontera Norte el incremento será solo del 5 %, una medida que busca adecuar el costo laboral al nivel de productividad y precios de una región más integrada a la economía estadounidense.

Esto significa que el impacto será más fuerte en micro y pequeñas empresas del interior del país, donde los márgenes son menores y la dependencia de mano de obra de baja calificación es más alta.

  • Las grandes empresas y los sectores exportadores, por el contrario, suelen tener más espacio para absorber aumentos sin trasladarlos directamente al consumidor. Desde la perspectiva de la pobreza, el beneficio inmediato es evidente.

Un trabajador que pasa de 278.80 a 315.04 pesos diarios gana aproximadamente 36 pesos adicionales al día, lo que representa más de mil pesos extra al mes para un trabajador con una jornada de seis días por semana.

  • Para familias que dedican la mayor parte de su ingreso a alimentos, transporte y energía, esa diferencia puede significar una mejora real en su bienestar. Esto es particularmente relevante porque el costo de la canasta alimentaria ha aumentado más rápido que la inflación general en años recientes, especialmente en zonas urbanas.

El riesgo, sin embargo, es que esa ganancia nominal pierda fuerza si el aumento salarial genera ajustes secundarios en los precios, especialmente en bienes esenciales como tortillas, alimentos preparados, transporte público o gas doméstico.

  • En ese caso, los hogares podrían ver diluido el beneficio y enfrentar dificultades para cubrir sus gastos. Además, un incremento excesivo de costos laborales podría llevar a algunas empresas, sobre todo pequeñas, a reducir contrataciones formales y aumentar esquemas informales, debilitando aún más la seguridad social de los trabajadores.
  • En conjunto, la evidencia reciente sugiere que las alzas al salario mínimo en México han contribuido de manera importante a reducir la pobreza sin desencadenar grandes episodios inflacionarios, principalmente porque se han dado en un entorno de disciplina monetaria y crecimiento moderado del empleo.
  • El nuevo incremento de 13 % tiene potencial para seguir mejorando el bienestar de los hogares de menores ingresos, siempre que vaya acompañado de políticas que impulsen la productividad, fortalezcan la competencia en sectores clave y apoyen a las microempresas más vulnerables.

Si estas condiciones se cumplen, el impacto inflacionario puede ser limitado y el efecto neto positivo. Si no, el riesgo es que la medida se quede en un alivio inmediato que pronto sea absorbido por nuevos aumentos de precios y tensiones en el mercado laboral.

Aumento Salarial y Poder Adquisitivo

  • La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha prometido aumentar el salario mínimo a un nivel que podría alcanzar el poder adquisitivo de 2.5 canastas básicas por persona.

Actualmente, con el incremento programado para enero, el salario mínimo se estima en alrededor de 9,600 pesos mensuales. «Necesitamos asegurar que las familias puedan cubrir al menos dos canastas básicas alimentarias con el salario mínimo», aseguró el analista.

  • A pesar de los esfuerzos, algunos expertos advierten que la inflación puede afectar la efectividad de este aumento.
  • «Es fundamental que el costo de la canasta básica se mantenga a raya para que el incremento salarial tenga un impacto real en el bolsillo de las familias», enfatizó.
  • Esto pone de relieve la necesidad de mantener una estrategia económica apalancada no solo en aumentos salariales, sino también en la regulación del mercado.

Impacto del PACIC

La creación del Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC) ha sido otro frente de batalla para mejorar las condiciones económicas. “Aunque no todos los productos de la canasta básica son cubiertos por el PACIC, ha logrado aliviar el consumo de las familias de bajos ingresos”, destacó el analista.

  • De hecho, el PACIC ofrece una canasta básica simplificada con 24 productos que sí incluye la mayoría de los alimentos esenciales para una dieta balanceada. Un dato optimista es que el 10% de la población con menores recursos destina casi la mitad de sus ingresos en alimentos, mientras que el siguiente grupo gasta alrededor del 40%.

«El incremento salarial y el PACIC podrían ser claves para mejorar la capacidad de consumo de estos hogares», concluyó Ramírez.

  • Es evidente que el camino hacia la erradicación de la pobreza alimentaria es complejo y multifacético. Mientras se producen avances en el aumento salarial, es esencial seguir de cerca el impacto de estas políticas para asegurar que todos los mexicanos tengan acceso a una vida digna.

Aumento del salario mínimo: ¿beneficiará a todos?

El incremento de 13 por ciento al salario mínimo que se aplicará en 2026, para ubicarse en 315 pesos diarios, tendrá efectos marginales en la recuperación del poder adquisitivo de los mexicanos.

De acuerdo con información del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM, el aumento sólo favorecerá a 8.5 millones de trabajadores de un universo de 23 millones 122 mil en situación de pobreza laboral, mismos que representan el 38.9 por ciento de la población ocupada nacional, anticipó el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM.

  • David Lozano, coordinador del centro, señaló que aunque desde 2018 el gobierno mantiene un esfuerzo constante por resarcir la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, los avances no son suficientes por el elevado número que aún laboran por salario convenido inferior al mínimo, que son más de 14.6 millones.
  • Además, de los 8.5 millones de personas que recibirán la nueva compensación no tendrán garantizado superar el nivel de pobreza porque hay mucho incumplimiento de las empresas, lo que se suma a la alta inflación y magro crecimiento económico que podría trastocar las fuentes de empleo.

“Además, en teoría el aumento de 13 por ciento al salario mínimo permitirá superar la línea de pobreza al poder adquirir el equivalente a dos canastas básicas (9 mil 582 pesos mensuales), pero solo se está tomando en cuenta la situación alimenticia sin considerar pago de servicios, educación, vivienda, vestido, calzado y transporte para lo cual se requiere de un ingreso de por lo menos 13 mil 420 pesos mensuales que es lo que se conoce como la Canasta Básica Recomendable (CAR)».

Empezar a resarcir realmente la pobreza laboral demanda de un ingreso mínimo diario de 447 pesos y control absoluto de la inflación que nulifica todo aumento salarial; de lo contrario no habrá ninguna variable positiva”, dijo.

  • David Lozano destacó que otro de los factores que limitan el esfuerzo para resarcir la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores es el elevado incumplimiento de las empresas por acatar la determinación de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), en el incremento salarial anual.
  • De acuerdo al estudio técnico del Sistema de Administración Tributaria (SAT), de un universo de 5 millones 695 mil microempresas entre uno y diez trabajadores, 74 por ciento no aplican totalmente la retabulación por problemas económicos, mientras que la misma situación se presenta en 68 por ciento de las pequeñas empresas.

Aumento de 13% al salario mínimo para 2026.

En las empresas medianas es 41 por ciento, y 18 por ciento en las grandes que desde 2024 cuidan escrupulosamente sus esquemas operativos ante una baja en el consumo y la incertidumbre económica.

  • “Las empresas están siendo cautelosas en controlar sus gastos operativos y de personal y es muy posible que en 2026 se recrudezca esa situación ante la aplicación de aranceles que impondrá México a países sin acuerdo comercial lo que encarecerá muchos insumos, detonará la inflación y reducirá el consumo, lo que a su vez podría repercutir en la generación de empleos suficientes”, comentó.
  • Axel Eduardo González, coordinador de datos de México Cómo Vamos, expresó que el gran reto para el próximo año es impulsar el crecimiento económico y la generación de empleos formales a fin de avanzar en el combate a la informalidad o pago por salario convenido que deja fuera de la regulación salarial básica a millones de personas que hoy se encuentran en pobreza laboral o multidimensional.

“Aun con los avances en las retabulaciones extraordinarias anuales al salario mínimo, es justo decir que ese beneficio sólo recae en el 14.3 por ciento del total de la población de menores ingresos por lo que es necesario impulsar la contratación formal que significa beneficios en prestaciones económicas, salud, vivienda y salario digno”.

  • Enfatizó que aunque el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó recientemente que hasta noviembre pasado se habían generado 600 mil plazas de empleo alcanzado incluso una cifra histórica de afiliación de 22 millones 837 mil 768, lo cierto es que alrededor de 300 mil serán canceladas este mes en que muchas empresas hacen recorte de personal.

“Es una situación es cíclica que se presenta en el último mes de cada año, pero en este diciembre es de mayor magnitud debido a la incertidumbre por factores internos y externos como es la revisión del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) que desde este año han pausado inversiones en espera de señales claras para ser concretadas y de cuya resolución dependerá en mucho impulsar el crecimiento económico y generación de empleos”.
A partir del primero de enero de 2026 el salario mínimo en México aumentará 13 por ciento

Retabulación

A partir del primero de enero de 2026 el salario mínimo en México aumentará 13 por ciento al pasar de 278.80 pesos fijados en 2025 a 315.04 pesos por día para alcanzar una retribución mínima mensual de 9 mil 852 pesos, equivalente a la compra de dos canastas básicas.

  • En la Zona Libre de la Frontera Norte, una franja con incentivos fiscales que incluye 43 municipios de Baja California, Sonora, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, el salario mínimo aumentará de 419.88 pesos a 440.87 pesos por día para un total de 13 mil 409 pesos mensuales.

El acuerdo alcanzado a través de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), mantiene la política de incrementos extraordinarios que inició en enero de 2019 con 16.2 por ciento; 20 por ciento en 2020; 15 por ciento en 2021; 20 por ciento en 2022; 20 por ciento en 2023; 20 por ciento en 2024 y 12 por ciento en 2025 que junto con el 13 por ciento a aplicar en 2026 sumará un 154 por ciento de aumento.

  • La Asociación Acción Ciudadana Frente a la Pobreza destacó que con la retabulación prevista se alcanza por primera vez el ingreso suficiente para adquirir el equivalente a dos canastas básicas y se avanza en la meta trazada para que en el 2030 el ingreso mínimo cubra 2.5 canastas básicas.

En un comunicado señala que esta nueva retabulación extraordinaria permitirá incluso detonar las alzas salariales en las empresas donde el 29 por ciento de los puestos de trabajo registrados ante el IMSS tienen un salario base de cotización inferior al costo de dos canastas básicas. Prevé que en lo general las revisiones contractuales del próximo año se establezcan en un rango de incremento de entre 5 y hasta 12 por ciento según la rama productiva y tamaño de la empresa.

El salario mínimo presiona los sueldos base en México

El vertiginoso incremento al salario mínimo en México, que ha mantenido tasas de crecimiento de entre el 12% y el 20% en los últimos años, está por alcanzar las estructuras salariales básicas de las empresas privadas.

  • De mantenerse la tendencia, para el año 2028 los tabuladores básicos y los salarios mínimos legales podrían empatarse, lo que obligará a las organizaciones a rediseñar sus estrategias de compensación para no perder competitividad ni equidad interna.
  • Rocío Hernández, directora de Consultoría en Talento y Compensación para México en Aon, advierte que mientras el salario mínimo crece a doble dígito, los presupuestos de las empresas para personal sindicalizado proyectan incrementos de 6.4% para 2026, 6.0% para 2027 y 5.8% para 2028.
  • “Si ellos mantuvieran estos pronósticos, en el 2028 nos alcanzará el destino, si el salario mínimo sigue creciendo a velocidad de 12 o 13%, habrá un momento en que se van a empatar y, si nos apuramos tantito, hasta traslapar”, señaló.

Prestaciones, el nuevo campo de batalla

Ante la dificultad de competir únicamente por sueldo base, las empresas, principalmente medianas, grandes y transnacionales, han blindado sus paquetes de prestaciones superiores a la ley.

  • A pesar de las reformas fiscales de años anteriores, la prevalencia de beneficios como vales de despensa y fondos de ahorro se mantiene en niveles cercanos al 100% en el sector privado formal, de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Compensación para Personal No Sindicalizado y Sindicalizado (TCM–LCM) 2026.
  • La diferenciación ahora se centra en la naturaleza del puesto. Mientras que para el personal sindicalizado son clave el transporte, comedor y uniformes, para el personal no sindicalizado el foco está en seguros de gastos médicos mayores (ofrecidos por el 99% de las empresas encuestadas por Aon), bonos por resultados y planes de retiro.

“Hoy las nuevas generaciones sí llegan a las entrevistas preguntando por los planes de pensiones. En nuestra encuesta, 65% de la muestra ya asigna un plan privado de pensiones para el personal no sindicalizado”.

  • Hernández destacó que el seguro de gastos médicos mayores se ha vuelto indispensable, especialmente tras la pandemia y ante la alta inflación médica en el país.

“México es de los países donde tenemos una inflación médica muy alta; al no tener acceso a una salud pública de buen nivel, las empresas que ofrecen estos gastos se convierten en sumamente atractivas”.

Personalización de beneficios

El reporte de Aon subraya que la “regla del juego” para este año es la personalización o beneficios flexibles.

  • Dado que las plantillas laborales conviven con distintas realidades, solteros, casados, con o sin hijos, las empresas están permitiendo que el colaborador elija los beneficios que más se adapten a su estilo de vida.
  • “Los colaboradores se quieren sentir tratados de manera independiente. Aunque las empresas no podemos ofrecer un plan diferente para cada persona, sí lo hacemos por cortes demográficos.

El 16% de la muestra ya ofrece beneficios flexibles y es un porcentaje que año con año se hace más agresivo”, concluyó Rocío Hernández. /PUNTOporPUNTO

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