SUR de EUROPA ARDE: CAMBIO CLIMÁTICO prolonga los MEGAINCENDIOS de este VERANO

Los incendios de este año en España han quemado 158.000 hectáreas de terreno, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales de la Unión Europea. Se trata de una superficie similar a la del área metropolitana de Londres.

Los incendios forestales asedian a España. En julio, un fuego de sexta generación -un pirocúmulo de 14 kilómetros de altura- arrasó con todo a su paso en Lleida. Dos trabajadores rurales fallecieron al quedar atrapados. En estos días, las llamas se expandieron por Zamora, León, Cádiz y la Comunidad de Madrid -entre otros territorios-, dejando otro saldo trágico -un muerto en la localidad madrileña de Tres Cantos-, escenas de pánico y cientos de evacuados.

  • Los 19 focos activos en la Península no son la excepción. Francia sufre la peor temporada de incendios forestales en 75 años. Portugal ha declarado el estado de alerta por la magnitud de las llamas. Las mismas postales se repiten en Grecia, Turquía y Albania. También en Estados Unidos y Canadá, que padece una nueva ola de fuego extremo, con más de 5,5 millones de hectáreas este año, un área del tamaño de Croacia.

El factor humano, en la ignición

En todos estos casos, los incendios se originaron por distintas fuentes de ignición. El factor humano suele provocar, de manera intencionada o accidental, la mayoría de estos episodios. En Lleida fue una chispa de una máquina recolectora. En Cádiz, se sospecha de un cortocircuito en una caravana.

Además de una fuente de ignición, los incendios forestales, como explica Amy Duchelle, científica del equipo de Cambio Climático, Energía y Desarrollo con Bajas Emisiones de Carbono del Centro para la Investigación Forestal Internacional (Cifor), requieren otros dos ingredientes: una fuente de combustible (la vegetación) y un clima cálido y seco, que favorece la propagación del fuego. El calor intenso y la baja humedad hacen que la vegetación se seque, volviéndose más inflamable y fácil de quemar.

Es en este punto, coinciden expertos y científicos, donde el cambio climático está jugando su papel y generando una “nueva era” de incendios forestales. “Desempeña un rol indirecto pero clave al incrementar la frecuencia e intensidad de las olas de calor y prolongar las sequías. Esas condiciones aumentan el riesgo y la probabilidad de propagación”, explica Lorenzo Labrador, científico de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que forma parte de la red de la Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG).

  • Julio de 2025 fue el tercero más cálido jamás registrado en el mundo, según el último boletín climático del Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S). “Seguimos presenciando los efectos de un mundo que se calienta, con episodios de calor extremo en muchas partes del planeta”, se advierte en el informe. Turquía, por ejemplo, registró un nuevo máximo nacional extremo de 50,5 °C. En el suroeste francés, en Burdeos, el termómetro alcanzó 41,6 °C, superando el récord previo de 41,2 °C del 2019.
  • En paralelo, las regiones mediterráneas de Francia están sufriendo una importante sequía. En Aude, uno de estos departamentos, junto a la frontera con Catalunya, los bomberos todavía tratan de extinguir un voraz incendio que se ha extendido por 17.000 hectáreas, una superficie récord.

“Una catástrofe sin precedentes”, lo definió el primer ministro francés, François Bayrou. Aude se enfrenta desde el 1 de agosto a restricciones en el uso del agua debido a una “crisis de sequía”. “La falta de precipitaciones en los últimos meses ha desempeñado un papel fundamental en la propagación del fuego”, ha concluido el Ministerio de Medio Ambiente de Francia.

Un comportamiento diferente: los megaincendios

Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, desde principios del 2025 se han quemado 353.862 hectáreas, más del doble que en el mismo periodo del 2024. El cambio climático tiene muchas manifestaciones: una de ellas es precisamente ese comportamiento extremo de las situaciones meteorológicas. Es el principal vector que está influyendo, no determinando, sino condicionando el comportamiento diferente de estos megaincendios”, coincide Cristina Montiel Molina, catedrática de Análisis Geográfico Regional y directora del grupo de investigación Geografía, Política y Socioeconomía Forestal en la Universidad Complutense de Madrid.

“Estamos ante paisajes más inflamables, paisajes donde cada vez hay más combustible, más vegetación, y estamos ante fenómenos climáticos más severos”, agrega Andrea Duane, ambientóloga y doctora en Ecología Terrestre, experta en incendios forestales, radicada en California, región asediada por el fuego. Un reciente estudio científico confirma que el cambio climático está adelantando un mes su temporada de incendios.

  • “El calentamiento antropogénico ya ha promovido condiciones más propicias para los incendios en muchas áreas forestales del oeste de los Estados Unidos al aumentar la temperatura de la superficie y la demanda de evaporación y es probable que estas tendencias continúen”, sentencia la investigación.
  • El devastador incendio de enero de este año en Los Ángeles ocurrió “tras del invierno más seco desde que hay registros con nueve meses de sequía extrema”, explica Cristina Santín, investigadora Ramón y Cajal en el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (CSIC-Universidad de Oviedo-Principado de Asturias). “Por muy bien que hagamos los deberes, los incendios van a ser cada vez más frecuentes, intensos y severos. Se están extendiendo geográficamente y se están desestacionalizando. Gran parte de la población está expuesta a esta nueva realidad”, explica.

La cifra de fuegos se ha duplicado en los últimos 20 años

Un estudio publicado el año pasado en la revista Nature Ecology & Evolution muestra que, a nivel global, el número y la intensidad de los incendios más extremos se han duplicado durante las dos últimas décadas. No solo eso: en los últimos años el mundo ha sufrido seis de los siete años con mayor número de incendios extremos (todos los años desde el 2017 menos el 2022).

  • Los investigadores, de la Universidad de Tasmania (Australia), midieron la energía liberada por los incendios durante los últimos 21 años. El hallazgo: “El comportamiento del fuego está empeorando en varias regiones del planeta”, con importantes implicaciones para las emisiones de carbono y “la exposición humana a los desastres por incendios forestales”.

“El humo procedente de los incendios forestales contiene una mezcla nociva de sustancias químicas que no solo afecta a la calidad del aire y la salud, sino que también perjudica a las plantas, los ecosistemas y los cultivos, a la vez que genera más emisiones de carbono y, por ende, favorece el incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera”, resume Lorenzo Labrador (OMM) sobre el “círculo vicioso” de los incendios.

  • El cambio climático es el factor determinante -los cambios en el paisaje y las políticas de gestión del monte hacen el resto- de que cada vez haya más megaincendios. Triplica la posibilidad, según otra investigación científica, en este caso codirigida por la Universidad de East Anglia, el Centro de Ecología e Hidrología, la Oficina Meteorológica del Reino Unido y el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo.

Los autores han realizado un un balance a escala global de los incendios forestales extremos desde marzo del 2023 hasta febrero del 2024. Pusieron la lupa en las causas del fuego en tres regiones: Canadá, Amazonia occidental y Grecia. En los tres casos, se constató que el clima propenso a los incendios (caracterizado por condiciones cálidas y secas que hacen más probable la ignición de las llamas) ha cambiado significativamente debido al cambio climático.

“Los incendios forestales se están volviendo más frecuentes e intensos a medida que el clima se calienta, y tanto la sociedad como el medio ambiente están sufriendo las consecuencias”, resume Matthew Jones, investigador en el Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático en la UEA y uno de los autores principales del trabajo.

Aumenta el número de muertos por los incendios forestales en el sur de Europa

Los incendios forestales siguen arrasando el sur de Europa en medio de una ola de calor que ha dificultado la contención de las llamas, mientras se prevé que las temperaturas suban durante el fin de semana.

España lucha actualmente contra 14 grandes incendios, según Virginia Barcones, directora general de Servicios de Emergencia. «Hoy volverá a ser un día muy duro, con riesgo extremo de nuevos incendios», escribió en X el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

  • Tres personas han muerto en España como consecuencia de los incendios, entre ellas dos bomberos voluntarios. Sánchez expresó su apoyo a la familia del segundo voluntario, que falleció el jueves en un hospital de León tras sufrir graves quemaduras.
  • La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advirtió del riesgo extremo de incendios en la mayor parte del país, incluidas las zonas del norte y el oeste, donde se registran los mayores focos. Se espera que la ola de calor, que ha provocado temperaturas superiores a los 40ºC durante varios días de este mes, se prolongue hasta el lunes.

Los incendios en la región de Galicia obligaron a cerrar varias autopistas. La línea ferroviaria de alta velocidad que la conecta con Madrid, la capital de España, permanece suspendida.

Los incendios de este año en España han quemado 158.000 hectáreas de terreno, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales de la Unión Europea. Se trata de una superficie similar a la del área metropolitana de Londres.

Primera muerte por incendio en Portugal

En Portugal, casi 4.000 bomberos luchaban el viernes contra los incendios. Siete grandes incendios estaban activos. Las autoridades prorrogaron el estado de alerta hasta el domingo, ya que se espera que las altas temperaturas se prolonguen durante todo el fin de semana.

En el distrito de Guarda, la falta de recursos está dificultando los esfuerzos por dominar las llamas. El fuego se ha extendido a los municipios vecinos de Pinhel y Trancoso.

  • En la aldea de Alverca da Beira, las llamas alcanzaron una casa abandonada. La preocupación por otras casas vecinas llevó a decenas de personas a intentar extinguir el fuego con sus propios medios.
  • El sábado se encontró el cuerpo calcinado del exalcalde de Vila Franca do Deão, lo que le convierte en la primera víctima mortal de los incendios forestales que asolan el país este verano.
  • El Gobierno portugués había solicitado el viernes ayuda al mecanismo de protección civil de la UE, una fuerza de extinción de incendios a la que pueden recurrir los países europeos que lo necesiten. Un día antes, España recibió dos aviones bombarderos de agua Canadair tras solicitar por primera vez la ayuda de la UE para hacer frente a las llamas.

En la última semana, Grecia, Bulgaria, Montenegro y Albania también han solicitado ayuda a la fuerza de lucha contra incendios de la UE para hacer frente a los incendios forestales. En lo que va de año ya se ha activado la fuerza tantas veces como en toda la temporada de incendios del año pasado.

Nuevas órdenes de evacuación en Grecia

El viernes, un incendio forestal en Grecia ardió fuera de control por cuarto día consecutivo en la isla de Quíos, provocando varias evacuaciones nocturnas más. Dos aviones lanzadores de agua y dos helicópteros operaban en el norte de la isla, en el este del mar Egeo, donde las autoridades locales dijeron que una pausa en los fuertes vientos estaba ayudando a los bomberos a primera hora del viernes.

  • Tras una serie de grandes incendios en el oeste de Grecia a principios de esta semana, el servicio de bomberos estaba en alerta en las afueras de Atenas y las zonas cercanas en el sur del país, donde las condiciones meteorológicas adversas elevaron el riesgo de incendio.
  • En Turquía, los bomberos también siguieron luchando contra los incendios en varias provincias, muchos de los cuales parecían estar prácticamente controlados el sábado. Los científicos afirman que el cambio climático está exacerbando la frecuencia e intensidad del calor y la sequedad en algunas partes de Europa, lo que hace que la región sea más vulnerable a los incendios forestales.

La quema de combustibles fósiles como el carbón y el gas libera gases que atrapan el calor, que son el principal motor del cambio climático. Según el Servicio de Cambio Climático Copérnico de la UE, Europa se calienta el doble que la media mundial desde los años ochenta.

La agencia de control de la UE afirma que 2024 fue el año más caluroso registrado tanto a nivel mundial como en Europa, que experimentó su segundo mayor número de días de «estrés térmico».

Asturias mantiene un riesgo muy alto de incendios forestales 

El índice de riesgo de incendios forestales en Asturias se mantiene este sábado en un nivel muy alto en todo el territorio, según los datos actualizados facilitados por el Ejecutivo autonómico.

  • Aunque se registra una muy ligera disminución respecto a días anteriores, la situación sigue siendo preocupante y exige extremar las precauciones, especialmente en zonas de monte y espacios naturales. Las autoridades recomiendan evitar la quema de restos vegetales, fuegos al aire libre y cualquier actividad que pueda generar chispas o llamas.

El Gobierno autonómico distribuye diariamente este índice, según las previsiones del Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot), que trabaja con una escala de cinco niveles constituida, de menor a mayor, por las categorías ‘bajo’, ‘moderado’, ‘alto’, ‘muy alto’ y ‘extremo’.

Estos son los 4 niveles de incendios forestales en España

El protocolo español clasifica los incendios forestales en cuatro niveles operativos numerados del 0 al 3, cada uno correspondiente a diferentes grados de gravedad y amenaza. Esta clasificación se establece en función de varios factores: la severidad del incendio, la amenaza que representa para la población civil o las infraestructuras, y la capacidad de control disponible para combatir el siniestro.

  • La escala progresiva indica estados de precaución, prealerta, alerta y emergencia nacional, proporcionando un marco claro para la toma de decisiones y la movilización de recursos.

Nivel 0: Gestión autonómica – Precaución

El nivel 0 corresponde al estado de menor riesgo dentro del sistema de clasificación. En esta categoría se encuentran los incendios que no suponen peligro alguno para personas ni para bienes no forestales. Estos siniestros pueden controlarse eficazmente utilizando únicamente los medios disponibles en el plan autonómico correspondiente, sin requerir refuerzos extraordinarios de otras administraciones.

  • Las características principales de este nivel incluyen que los incendios afectan exclusivamente a terreno forestal y no presentan riesgo para viviendas, infraestructuras críticas o áreas urbanas. La gestión completa recae en las autoridades autonómicas competentes.

Nivel 1: Gestión autonómica – Prealerta

El nivel 1 funciona como una fase de prealerta que indica un riesgo moderado. Durante esta fase, las autoridades incrementan las medidas preventivas y comienzan la movilización de recursos adicionales. Se intensifica la vigilancia en las zonas afectadas y se advierte a la población sobre el peligro potencial que representa el incendio.

  • En este nivel puede existir riesgo para zonas habitadas, bienes o infraestructuras no forestales. Las medidas pueden incluir la evacuación preventiva de personas de las áreas amenazadas. A pesar del mayor despliegue de medios y la adopción de medidas especiales, estos incendios continúan siendo gestionados por los recursos del plan regional, sin requerir ayuda estatal ni coordinación a nivel nacional.

Nivel 2: Cooperación Estado y autonomías – Alerta

El nivel 2 representa un estado de alerta que refleja un riesgo alto, caracterizado por la posibilidad de daños significativos o riesgo para la vida humana, propiedades e incluso entornos naturales de gran valor ecológico. La declaración de este nivel activa una respuesta intensiva que incluye el despliegue de personal adicional y equipos especializados de extinción.

  • Una característica fundamental de este nivel es el establecimiento de canales de coordinación con otros organismos de emergencia y la preparación para posibles evacuaciones masivas de áreas amenazadas. En esta fase, el incendio supera la capacidad de respuesta de los medios locales y autonómicos, lo que hace necesario el refuerzo con medios estatales, incluyendo la Unidad Militar de Emergencias (UME) y las brigadas BRIF del Ministerio para la Transición Ecológica.

Nivel 3: Mando central – Emergencia nacional

El nivel 3 constituye el grado máximo de emergencia dentro del sistema español. Se trata de una emergencia nacional que debe ser declarada directamente por el Gobierno debido al riesgo extremo que representa. En esta fase, el incendio supone una grave amenaza para vidas humanas y bienes a gran escala.

  • La gestión pasa al mando directo del Gobierno central, específicamente a través del Ministerio del Interior y mediante la aplicación del Plan Estatal de Protección Civil. Los organismos competentes movilizan todos los recursos disponibles para combatir el fuego y, si resulta necesario, se implementan medidas extraordinarias para proteger tanto a la población como a los recursos naturales.

El cambio climático aumenta en 2 °C la ola de calor en el norte de Europa

El cambio climático elevó en unos 2 °C la reciente ola de calor que afecta el norte de Europa, desafiando así los ecosistemas y a los criadores de renos en una región poco equipada para enfrentar estos fenómenos, declaró la red científica World Weather Attribution (WWA).

  • Finlandia, Noruega y Suecia experimentaron un clima excepcionalmente cálido durante dos semanas en julio, con temperaturas que superaron los 30 °C, y Finlandia registró 22 días consecutivos de temperaturas superiores a los 30 °C.
  • El calor persistente provocó desmayos durante eventos al aire libre, saturó y sobrecalentó los hospitales, causó incendios forestales, incrementó los ahogamientos e incluso llevó a los renos a buscar sombra en las ciudades, según el informe de una veintena de investigadores europeos.

El cambio climático hizo que la ola de calor fuera aproximadamente 2 °C más cálida y al menos 10 veces más probable», afirmaron.

La ola de calor fue amplificada por la quema de combustibles fósiles, que libera carbono contribuyendo al calentamiento del planeta.

  • El cambio climático está transformando fundamentalmente el mundo en el que vivimos,»
  • Declaró Clair Barnes, investigadora del Centro de Política Ambiental en el Imperial College de Londres, en un comunicado.
  • Los países con climas fríos como Noruega, Suecia y Finlandia ahora experimentan niveles de calor desconocidos», agregó.
  • Las conclusiones del informe llegan en un momento en el que se espera que las temperaturas vuelvan a rondar los 30 °C en algunas partes de la región el jueves.

La región nórdica es conocida por su clima más fresco y, normalmente, se expone poco o nada a las temperaturas elevadas.

Nuestra infraestructura no está diseñada para resistir estas temperaturas extremas, y nuestra población envejecida es cada vez más vulnerable frente al calor peligroso», alertó Maja Vahlberg, consultora climática de la Cruz Roja Sueca, citada en el informe.

Los edificios de la región suelen estar bien aislados pero mal ventilados, explicó en una rueda de prensa.

  • Los investigadores también señalaron que estas temperaturas más cálidas amenazan los medios de subsistencia de los renos sami.
  • Los renos normalmente migran hacia altitudes más altas en verano, pero estas áreas ya no son refugios realmente frescos, lo que expone a los animales al calor y dificulta la búsqueda de alimento y agua.

Los inviernos más cálidos también generan más precipitaciones en lugar de nevadas, y los ciclos sucesivos de congelación y descongelación forman capas de hielo que impiden a los renos acceder al liquen para alimentarse.

La región ártica se calienta de dos a cuatro veces más rápido que otras regiones del planeta, según varios estudios./Agencias-PUNTOporPUNTO

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