En una tarde abrasadora, las ciudades y campos del trópico parecen fundirse bajo el peso de un calor implacable, mientras los científicos advierten que estos episodios extremos no solo son cada vez más frecuentes, sino también cada vez más largos.
- Un estudio internacional liderado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) de Chile revela que los eventos de ola de calor más extremos —los que se extienden durante semanas— son los que experimentan el mayor incremento en frecuencia y duración.
El trabajo, publicado en la revista Nature Geoscience, evidencia que el fenómeno afecta especialmente a las regiones tropicales, donde cada fracción de grado adicional de calentamiento global provoca un impacto desproporcionadamente severo.
Cuando el termómetro no baja y las noches se hacen eternas
Según la información difundida en el estudio, el equipo de investigadores desarrolló una ecuación capaz de analizar tanto regiones individuales como patrones globales, permitiendo identificar una aceleración en la prolongación de las olas de calor a escala mundial.
“Cada fracción de grado de calentamiento tendrá más impacto que la anterior”, señaló David Neelin, profesor de ciencias atmosféricas y oceánicas en UCLA y autor principal del estudio.
- “La aceleración significa que, si el ritmo de calentamiento se mantiene, nuestra capacidad de adaptación debe avanzar cada vez más rápido, en especial ante las olas de calor más extremas, que son las que están cambiando con mayor rapidez”, agregó en el comunicado de prensa emitido por la casa de altos estudios.
- El estudio, realizado por un equipo internacional de la UCLA y la UAI, demuestra que el alargamiento de las olas de calor responde a un proceso no lineal: cada incremento adicional en la temperatura media regional provoca un aumento desproporcionado en la duración de estos eventos extremos.
- Los modelos climáticos utilizados incorporan la influencia de la temperatura de cada día sobre la siguiente jornada, lo que permitió revelar esta aceleración. Cristian Martinez-Villalobos, profesor asistente de ingeniería y ciencias en la Universidad Adolfo Ibáñez y autor principal del artículo, detalló que “las olas de calor más largas y raras en cada región son las que muestran los mayores aumentos en frecuencia”.
Los datos de las últimas décadas ya reflejan un patrón acelerado, anticipando tendencias futuras. La prolongación de las olas de calor agrava los riesgos sobre la salud humana, la agricultura, los ecosistemas y las infraestructuras, y los efectos de estos fenómenos aumentan con cada décima de grado adicional de calentamiento, lo que según el estudio exige adaptar estrategias de mitigación y reacción con rapidez creciente.
- El impacto del fenómeno no es homogéneo: las regiones tropicales, como el sudeste asiático, Sudamérica ecuatorial y África ecuatorial, encaran los mayores retos. Allí, la menor variabilidad climática hace que incluso pequeños aumentos de la temperatura tengan consecuencias mucho más pronunciadas.
- Neelin explicó que “si el clima actual tiene grandes variaciones, una fracción de grado de cambio tendrá menos impacto que en un clima más estable”. Por eso, los efectos en los trópicos tienden a ser más intensos que en las zonas templadas, y los episodios de calor extremo se prolongarán especialmente durante el verano.
Las proyecciones indican que en África ecuatorial, las olas de calor que superan los 35 días serán 60 veces más frecuentes entre 2020 y 2044 con respecto al periodo 1990-2014, un dato que refleja la magnitud del desafío.
Récords rotos y ciudades que no encuentran tregua
El fenómeno de la prolongación de las olas de calor ya se ha dejado sentir en muchas partes del mundo. Según Nature Geoscience, en las últimas décadas las personas han sufrido olas de calor más largas, como la cúpula de calor que a fines de junio cubrió gran parte de Estados Unidos, batió récords, dañó infraestructuras como un puente en Virginia y causó problemas de salud en asistentes a una graduación.
- En Europa, la primera semana de julio tuvo temperaturas extremas que forzaron el cierre de la Torre Eiffel y llevaron a los organizadores de Wimbledon a implementar la “Operación Toalla de Hielo” en el día más caluroso en la historia del torneo.
- La investigación presenta un avance clave al desarrollar una ecuación capaz de analizar el comportamiento de las olas de calor tanto a escala regional como global.
- El grupo utilizó datos históricos y proyecciones de temperatura del reanálisis ERA5 del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF) y las simulaciones del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados Fase 6 (CMIP6).
Su herramienta normaliza los resultados según la variabilidad local, permitiendo comparar diferentes regiones y detectar patrones globales y particularidades locales, aspectos fundamentales para diseñar estrategias de adaptación eficientes.
El estudio destaca que la probabilidad de que ocurran olas de calor largas y poco comunes aumenta de manera mucho más pronunciada que la de eventos frecuentes y menos extremos, generando un efecto acumulativo de impactos no lineales.
Un mundo obligado a reinventarse bajo un sol más rígido
- El estudio enfatiza la importancia de disponer de modelos climáticos y meteorológicos de precisión para anticipar y afrontar riesgos asociados a la extensión de las olas de calor.
- Según Neelin, “abordar estos desafíos dependerá de disponer de modelos climáticos y meteorológicos de alta precisión, pero el presupuesto federal actual está poniendo en pausa las capacidades de Estados Unidos y eliminando a excelentes jóvenes científicos del campo”.
- Además, advirtió que la falta de prioridad y financiación en la investigación climática limitará la capacidad de adaptación social e institucional.
El fortalecimiento de la investigación científica, la disponibilidad de proyecciones regionales rigurosas y el desarrollo de estrategias de gestión de riesgos son indispensables para enfrentar el futuro de un planeta cada vez más expuesto a olas de calor prolongadas y crisis hídricas recurrentes.
- Martinez-Villalobos subrayó que “teniendo en cuenta la variación natural de las temperaturas en cada lugar, encontramos que las tendencias recientes observadas ya siguen un patrón de aceleración como el previsto por los modelos”.
La continuidad y el avance de estas líneas de estudio serán esenciales para proteger la salud humana y ambiental, la seguridad alimentaria y la infraestructura en un escenario global donde el calor extremo y la sequía amenazan con instalarse por períodos cada vez más largos.
Calor impulsada por el cambio climático causó más de 2.000 muertes en Europa
La quema de combustibles fósiles por parte de la humanidad provocó directamente la muerte de más de 2.000 personas en la ola de calor que afectó a Europa la semana pasada. Así lo determinó un nuevo estudio realizado por investigadores del Reino Unido.
- Mientras las temperaturas se disparaban en los Estados Unidos, Europa también sufrió su propio fenómeno extremo a finales de junio y principios de julio.
- Inglaterra y España registraron el mes de junio más caluroso de su historia. Los colegios cerraron en Francia y los incendios forestales impactaron en Cerdeña, Italia.
Alrededor de 2.300 personas murieron en 12 ciudades europeas, entre ellas Londres, París, Barcelona y Roma, según el primer estudio rápido que calcula el número de muertes relacionadas con el cambio climático en una ola de calor.
- Fue dirigido por científicos del Imperial College de Londres y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical, señalan que dos tercios de las muertes del evento extremo se vinculan directamente al calentamiento global provocado por la acción humana.
- Las cifras muestran que el calor extremo representa un riesgo real y silencioso para toda la población.
- El calor subió tan rápido que muchas personas no tuvieron tiempo de prepararse. Los expertos alertan que el cambio climático produce olas de calor más frecuentes y mortales cada año.
“Las olas de calor no dejan un rastro de destrucción como los incendios forestales o las tormentas”, afirmó Gary Konstantinoudis, bioestadístico y coautor del estudio, en un mensaje de video que acompaña a la investigación.
“Por eso las olas de calor se conocen como asesinos silenciosos: La mayoría de las muertes por olas de calor ocurren en hogares y hospitales, fuera de la vista del público, y rara vez se informa de ellas.”
Impacto del cambio climático en la salud
El cambio climático aumenta el calor en todas partes. Cuando suben las temperaturas de forma inesperada, los cuerpos no pueden adaptarse bien. Los hospitales ven más pacientes con síntomas de agotamiento y golpes de calor.
- Milán fue la ciudad más afectada. Se reportaron allí 317 muertes ligadas al calor intenso y a la crisis climática. Otras ciudades grandes como París y Barcelona sufrieron también pérdidas importantes.
- En Londres, 273 personas murieron por causas relacionadas con el calor. Los investigadores atribuyen 171 de esas muertes al cambio climático provocado por la acción humana.
- La mayoría de las personas afectadas tiene más de 65 años. El estudio dice que el 88% de los fallecimientos ligados al clima ocurrieron en adultos mayores. El calor extremo afecta sobre todo a los más frágiles.
Muchos mueren en sus casas o en hospitales sin que la noticia aparezca en televisión. Son casos que no quedan registrados como emergencias visibles, aunque su impacto sea muy grave.
Olas de calor que pasan desapercibidas
La ola de calor no solo dejó termómetros al límite. Transformó las ciudades, cambió la rutina de millones y saturó hospitales. En la superficie, parece un verano cálido, pero debajo hay una crisis de salud pública.
Los científicos explican que una diferencia de solo dos o tres grados puede ser letal. Un leve aumento de la temperatura basta para causar miles de muertes.
- Los datos muestran que estas olas de calor matan a más personas en poco tiempo que otros desastres naturales recientes. Por ejemplo, superan el número de víctimas de las graves inundaciones en Europa en los últimos años.
- A diferencia de los incendios o tormentas, el calor no destruye casas ni deja huellas visibles. Por eso, muchos no toman dimensión del peligro, pero los números confirman que el calor mata silenciosamente.
Las ciudades estudiadas incluyen diferentes ambientes y formas de vida. El “efecto isla de calor” hace que muchas personas no puedan escapar de las altas temperaturas, sobre todo en zonas urbanas densas.
Temperaturas récord y futuro incierto
El servicio Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea que monitorea el clima, la atmósfera y el ambiente, informó que el pasado mes de junio se ubicó entre los tres más calurosos desde que existen registros.
En el mar Mediterráneo las temperaturas de la superficie del agua superaron los 27 grados, un récord histórico.
- El calor extremo modifica rutinas, afecta la agricultura y la pesca, y pone en riesgo las fuentes de agua. Las olas de calor más largas afectan la salud física y mental de muchas personas.
- Los investigadores afirman que unas 44.000 personas mueren por causas relacionadas con el calor en Europa cada año. Sin embargo, la ola de calor de este año causó más de 2.000 muertes en pocos días y en solo 12 ciudades.
- El cambio climático modifica el clima en todos los países, no solo en el sur. Las olas de calor ahora afectan también a ciudades del norte y del centro de Europa, donde no siempre las casas están preparadas para temperaturas tan altas.
La mayoría de las víctimas permanecen fuera del ojo público porque mueren en soledad, sin grandes catástrofes visibles. Esto hace que el problema se subestime y que las soluciones no lleguen a tiempo.
El calor extremo en Europa ya no es un asunto raro ni esporádico. Es una señal clara de cómo las acciones humanas crean riesgos serios para la salud y la vida en todo el continente.
Europa sufrirá los «graves efectos» del cambio climático
El año pasado fue el más caluroso jamás registrado en Europa, con temperaturas anuales récord en casi la mitad del continente.
- El último informe sobre el estado del clima en Europa, elaborado por el servicio Copérnico de la UE (C3S), muestra que el 45% de los días fueron mucho más calurosos que la media, y el 12% fueron los más calurosos jamás registrados.
- Más de 100 expertos científicos se reunieron para demostrar que los efectos del cambio climático en Europa, que se está calentando dos veces más rápido que la media mundial, eran muy evidentes en 2024.
Las tormentas fueron a menudo graves, las inundaciones generalizadas y algunas partes del continente sufrieron olas de calor sin precedentes.
- Los expertos del C3S y de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierten de que «una fracción de grado adicional de aumento de la temperatura importa», ya que acentúa el riesgo para la vida de las personas, para las economías y para el planeta.
¿Cómo está experimentando Europa los «graves impactos» del cambio climático?
Según Celeste Saulo, secretaria General de la OMM, el informe 2024 «pone de relieve que Europa es el continente que más rápido se está calentando y que está experimentando graves impactos de los fenómenos meteorológicos extremos y del cambio climático».
- Todas las regiones europeas sufrieron una pérdida de hielo el año pasado, ya que losglaciares de Escandinavia y Svalbard experimentaron los mayores índices de pérdida de masa jamás registrados.
- Los incendios forestales en Portugal en septiembre quemaron 110.000 hectáreas de tierra en una semana, una cuarta parte de la superficie total anual quemada en Europa para 2024. En total, las llamas en todo el continente afectaron a 42.000 personas.
Las inundaciones también tuvieron un impacto dramático y a menudo mortal en comunidades de toda Europa. En septiembre, la tormenta Boris afectó a cientos de miles de personas con inundaciones, víctimas mortales y daños en partes de Alemania, Polonia, Austria, Hungría, Chequia, Eslovaquia, Rumanía e Italia.
- En España, a finales de octubre, las precipitaciones extremas provocaron inundaciones con efectos devastadores y víctimas mortales en Valencia y regiones vecinas. La DANA fue el peor desastre natural del año pasado.
- Al menos 232 personas perdieron la vida en Valencia, y hubo más víctimas mortales en las provincias de Albacete, Cuenca y Málaga. Los daños en infraestructuras y las pérdidas económicas fueron graves, con un total de unos 16.500 millones de euros.
- Las tormentas e inundaciones que asolaron Europa el año pasado afectaron a un total de 413.000 personas, provocaron la pérdida de al menos 335 vidas y se calcula que costaron al menos 18.000 millones de euros en daños.
El calor extremo también fue un problema para muchos en 2024. En julio, el sudeste de Europa sufrió la ola de calor más larga registrada, que duró 13 días consecutivos y afectó al 55% de la región.
En total, se batió el récord de días con fuerte estrés térmico (66) y noches tropicales (23) en el sureste de Europa durante el verano. «¿Cree que 1,3°C de calentamiento es seguro?
- Este informe pone al desnudo el dolor que ya está sufriendo la población europea a causa de las condiciones meteorológicas extremas», afirma Friederike Otto, profesora titular del Centro de Política Medioambiental y codirectora de Atribución de las Condiciones Meteorológicas Mundiales en el Imperial College de Londres.
- Europa es una de las regiones con mayor aumento previsto del riesgo de inundaciones, y 1,5ºC de calentamiento podría provocar 30.000 muertes anuales en Europa por calor extremo, según datos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
«Pero vamos camino de los 3ºC en 2100», añade Otto, que no participó en el informe. «Basta recordar las inundaciones en España, los incendios en Portugal o las olas de calor del verano pasado para saber lo devastador que sería este nivel de calentamiento».
¿Puede Europa adaptarse a los riesgos de fenómenos meteorológicos extremos?
Florence Rabier, Directora General del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo, afirma que estos impactos climáticos generalizados ponen de relieve la «importancia de aumentar la resiliencia».
Se prevé que los daños causados al entorno construido por fenómenos meteorológicos extremos se multipliquen por diez de aquí a finales de siglo debido únicamente al cambio climático. Las inundaciones son el riesgo climático que requiere medidas más urgentes.
- Ya se han hecho algunos progresos. El informe destaca ejemplos de iniciativas de adaptación en ciudades de toda Europa. Rabier añade que el 51% de las ciudades cuentan ahora con un plan específico de adaptación al clima, frente a solo el 26% en 2018, lo que subraya el valor de la información que proporciona el informe.
- Saulo también dice que la OMM está «intensificando los esfuerzos» para fortalecer los sistemas de alerta temprana de fenómenos meteorológicos extremos y los servicios climáticos para ayudar a los responsables de la toma de decisiones y a la sociedad en general a ser más resilientes.
- Sin embargo, todavía se necesitan esfuerzos continuos para abordar tanto los retos climáticos actuales a los que se enfrenta Europa como para prepararse para los riesgos futuros. «Estamos avanzando, pero tenemos que ir más lejos y tenemos que ir más rápido, y tenemos que ir juntos», según Saulo.
¿Ha llegado el momento de dejar atrás los combustibles fósiles?
Sin embargo, la adaptación es sólo una cara de la moneda, y los expertos en clima afirman que el creciente riesgo de fenómenos meteorológicos extremos pone de relieve la necesidad de abordar una causa importante de este calentamiento.
- Según Stefan Rahmstorf, del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam (Alemania), que no ha participado en el informe, «los grandes sufrimientos y pérdidas» registrados en Europa el año pasado hacen «aún más urgente dejar atrás los combustibles fósiles lo antes posible».
- «La creciente cuota de renovables, que ahora alcanza el 45% de nuestra electricidad, es alentadora, y es fundamental para nuestro futuro resistir a los miopes intereses de los lobbies fósiles y aplicar sin demora los objetivos climáticos europeos».
- El número de países de Europa en los que las renovables generan ahora más electricidad que los combustibles fósiles casi se ha duplicado desde 2019, pasando de 12 a 20. Pero, como señala el informe, la generación de energía renovable y la demanda de electricidad también son muy sensibles a las condiciones climáticas.
El uso continuado de combustibles fósiles en una economía global tan volátil es «francamente una locura», añade el Dr. Otto. «La UE no puede permitirse dejar de lado sus compromisos climáticos. Tiene que liderar el cambio y acelerar el paso a una política basada en pruebas, que ayude realmente a las personas con bajos ingresos y no a los oligarcas.»
¿Cómo el cambio climático hizo más violentas las inundaciones de Texas?
Las catastróficas inundaciones ocurridas este fin de semana en el centro de Texas han dejado al menos 80 muertos y decenas de desaparecidos. Una tormenta de desplazamiento lento provocó lluvias torrenciales en una región de colinas rocosas, llanuras y valles situada entre las metrópolis de San Antonio y Austin, desbordando las riberas de los ríos e inundando pequeñas localidades rápidamente.
En un campamento infantil a orillas del río Guadalupe, el agua creció rápidamente antes del amanecer sin previo aviso. Al menos 10 niños y un monitor siguen desaparecidos. Las autoridades se han referido repetidamente al suceso como una inundación única «en 100 años», tal y como ocurrió con la catástrofe climática de la DANA de la Comunidad Valenciana y Castilla la Mancha en España, cuya periodicidad se estimó en 500 años.
- El centro de Texas es conocido desde hace tiempo como el «corredor de las inundaciones repentinas» por su combinación de terreno escarpado, humedad tropical y tormentas de movimiento lento, especialmente en julio. Pero los meteorólogos afirman que las precipitaciones de esta semana han sido del todo menos típicas.
- En Kerrville cayeron más de 25 cm de lluvia en solo tres horas el viernes, según la empresa de predicción meteorológica AccuWeather.
- El sábado, otra tormenta al oeste de Austin dejó caer casi 35 cm de lluvia en solo cinco horas. Y en la localidad de Hunt, el río Guadalupe creció de unos dos metros a casi nueve, su segunda mayor crecida registrada según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
Los científicos llevan años alertando de que el cambio climático está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos -incluidas las inundaciones repentinas- en todo el mundo.
- Los estudios siguen demostrando que una temperatura oceánica más cálida y una atmósfera más húmeda están alimentando tormentas más fuertes y frecuentes en todas partes, desde Europa hasta Estados Unidos.
- El año pasado, los investigadores advirtieron de que el cambio climático duplicó la probabilidad de las inundaciones que asolaron Europa Central.
- Después de que las tormentas inundasen Grecia con lluvias récord a finales de marzo de este año, los científicos de ClimaMeter revelaron que estas tormentas son ahora entre un 10% y un 15% más húmedas de lo que habrían sido en el pasado.
La combinación de temperaturas casi sin precedentes en el Golfo de México, los restos de la tormenta tropical Barry y la ausencia de una corriente en chorro que la arrastrara provocaron una humedad extrema en Texas. En retrospectiva, una señal de advertencia de las históricas inundaciones.
«Con el cambio climático, la atmósfera se calienta. Una atmósfera más cálida retiene mucha más humedad y, obviamente, en los últimos años estamos viendo mucha más humedad atmosférica total en todo el planeta de lo que es habitual», declara a AP Brett Anderson, meteorólogo jefe de AccuWeather.
Tormentas complejas con recursos estatales limitados
Las oficinas del NWS en Texas emitieron una serie de advertencias en los días previos a las inundaciones, incluida una rara emergencia de inundación repentina que activó las alertas de los teléfonos móviles.
- Pero el reto de pronosticar dónde, cuándo y cuánta lluvia caerá sigue siendo enorme, especialmente cuando las tormentas se mueven lentamente y los totales de lluvia varían drásticamente en distancias cortas.
- Los funcionarios locales y federales de Texas se enfrentan ahora al escrutinio de la opinión pública, que se pregunta si unas advertencias más rápidas o claras podrían haber salvado vidas. Los recortes de personal de hasta el 40% han afectado a las oficinas del NWS en todo el país desde que Donald Trump asumió el cargo en enero.
- El servicio ha eliminado o reducido el lanzamiento de globos meteorológicos vitales en ocho lugares de Estados Unidos, una medida denunciada por meteorólogos antes del inicio de la temporada de clima severo.
No está claro en qué medida afectaron los recortes a la sucursal de New Braunfels del NWS que cubre Austin, San Antonio y zonas cercanas, pero al parecer contaba con personal adicional de guardia durante las tormentas del fin de semana.
¿Se enfrentará Texas a tormentas peores en el futuro?
- Este estado no es ajeno a las inundaciones, pero los expertos dicen que los acontecimientos de esta semana son un recordatorio urgente de que el futuro es muy probable que sea más húmedo, menos predecible y más peligroso.
«Nadie vio venir esto», dijo el juez del condado de Kerr, Rob Kelly, a los periodistas en una rueda de prensa el sábado.
- A medida que el cambio climático siga modificando los patrones meteorológicos, es probable que el mundo necesite importantes mejoras para hacer frente a un mundo en el que las tormentas «de una vez por siglo» pueden llegar cada década.
«En un clima que se calienta, sabemos que la atmósfera tiene más humedad que dar, que retener y que liberar. Pero lo que también sabemos que las lluvias no son tan uniformes como antes», explica Shel Winkley, meteorólogo de Climate Central. /Agencias-PUNTOporPUNTO