Ante los significativos avances recientes de China en el desarrollo de su capacidad nuclear (¡construyen 10 reactores por año!), parece que Estados Unidos se duerme en sus laureles.
- Sin embargo, el gobierno de Donald Trump asegura estar moviendo sus piezas para no ceder tan rápido el liderazgo del país en energía nuclear, tanto por capacidad instalada como por generación total de electricidad nuclear.
- Para demostrar que Estados Unidos sigue fortaleciendo su seguridad energética, han aumentado las inversiones, sí, en reactores avanzados, pero también en micro reactores, como es el caso del proyecto DOME (Demonstration of Microreactor Experiments).
- A través de un comunicado de prensa, el Departamento de Energía de Estados Unidos reveló que las empresas Westinghouse y Radiant fueron las seleccionadas para probar sus diseños de micro reactores en DOME, el primer banco de pruebas de micro reactores del mundo, que se encuentra en el Laboratorio Nacional de Idaho.
Estos primeros ensayos están previstos para el segundo trimestre de 2026. “Los micro reactores desempeñarán un papel fundamental en la expansión del uso de la energía nuclear en Estados Unidos”, declaró Mike Goff, subsecretario interino de Energía Nuclear.
“Gracias al liderazgo del presidente Trump, estos experimentos DOME pondrán a prueba nuevos diseños de reactores que serán esenciales en el futuro para abastecer de energía de forma fiable nuestros hogares, bases militares e infraestructuras críticas”.
DOME reutiliza la antigua estructura del reactor EBR‑II en Idaho (un reactor refrigerado por sodio que quedó fuera de servicio en 1994), adaptándola para albergar experimentos con micro reactores de hasta 20 megavatios (MW) térmicos. DOME ahora ofrece al sector privado una plataforma para probar micro reactores con combustible nuclear en condiciones controladas y representativas del mundo real.
Los diseños que serán puestos a prueba son los siguientes:
- Westinghouse probará el eVinci Nuclear Test Reactor, micro reactor compacto de 5 MW diseñado para operar de forma segura y autónoma mediante refrigeración pasiva con tubos de calor. Su operación no requiere de agua. Su portabilidad lo hace adecuado para aplicaciones en zonas remotas, minería o infraestructura crítica como centros de datos.
- Radiant probará el Kaleidos Development Unit, un micro reactor de gas de alta temperatura con una capacidad de 1.2 MW, diseñado para reemplazar generadores diésel en hospitales o instalaciones militares, con un ciclo operativo de hasta cinco años sin necesidad de recarga de combustible.
- Para poner estas cifras en contexto, un reactor nuclear tradicional es capaz de generar hasta 800 veces más de energía de lo que genera un micro reactor como Kaleidos. Sin embargo, estos diseños, que apenas caben en un tráiler, no están pensados para abastecer de energía eléctrica a grandes ciudades.
Un microrreactor vendría a la mano en situaciones de emergencia, por ejemplo, para proveer de energía en zonas remotas o de difícil acceso por algún desastre natural.
También cabe mencionar que un micro reactor no es lo mismo que un reactor modular pequeño (SMR por sus siglas en inglés).
- Aunque ambos pertenecen a la nueva generación de tecnologías nucleares avanzadas, difieren en tamaño, potencia y aplicación. Por ejemplo, la potencia eléctrica de un micro reactor es de menos de 10 MW, mientras que un SMR puede generar de 10 a 300 MW.
- Los proyectos eVinci y Kaleidos son financiados por las propias empresas, y el orden de pruebas se define según criterios técnicos, disponibilidad de combustible y aprobación regulatoria, por una duración de no más de seis meses.
En suma, la instalación DOME ofrece un entorno seguro para que el sector privado pruebe estas tecnologías, acelerando el paso para llegar a la comercialización de micro reactores nucleares. Se espera una nueva convocatoria para otras empresas en la segunda mitad de 2026 .
China ya ha ganado la carrera de la energía nuclear a EEUU y Rusia
El programa nuclear de China nació en la década de los años 50 del siglo pasado. La Guerra Fría que sostenían EEUU y la Unión Soviética había incitado a estos dos países a desarrollar su arsenal nuclear con una velocidad estremecedora, y Mao Zedong, el cofundador y líder del Partido Comunista de China, decidió pedir ayuda a la Unión Soviética para poner en marcha su propio plan nuclear.
- En 1955 esta cooperación permitió a China construir su primera planta de producción de uranio-235 y plutonio, y también respaldó la fundación de la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC).
Tan solo cuatro años más tarde, en 1959, la Unión Soviética puso fin a la colaboración con China en materia de tecnología nuclear. Esta decisión fue un revés muy duro para el país liderado por Mao Zedong, que se embarcó en una carrera hacia la autosuficiencia en el desarrollo de la energía nuclear.
- Sin embargo, el plan de China prosperó con mucha lentitud durante las siguientes tres décadas. La primera central nuclear diseñada y construida íntegramente por China, la planta de Qinshan, se conectó con éxito a la red eléctrica el 15 de diciembre de 1991.
En aquel momento China no podía rivalizar en absoluto con el desarrollo de la tecnología nuclear que habían alcanzado EEUU y la ya casi extinta Unión Soviética. En 2002 China solo tenía dos centrales nucleares en operación. Hoy tiene nada menos que 58 reactores nucleares en actividad.
Solo EEUU tiene más (94). Durante las últimas dos décadas el programa nuclear civil y militar de China ha avanzado con una velocidad vertiginosa, pero lo más importante no es el número de reactores que tiene actualmente en operación: lo realmente diferencial es que se ha colocado a la vanguardia en tecnología nuclear.
China lidera gracias a su reactor nuclear de sales fundidas y torio
El reactor TMSR-LF1 entró en operación oficialmente el 11 de octubre de 2023. Unos meses más tarde, el 17 de junio de 2024, empezó a trabajar a plena potencia. Y el 8 de octubre del año pasado los técnicos que lo operan detectaron protactinio-233 (Pa-233), un isótopo radiactivo intermedio derivado de la transformación del torio en uranio-233 como parte del ciclo de combustible del torio. Este reactor nuclear se encuentra en el complejo industrial Minqin de la provincia de Gansu, en el norte de China.
- Tiene una potencia de 2 megavatios térmicos (MWt), y, aunque no será el primer reactor nuclear de cuarta generación en actividad, y tampoco el primero que utilizará torio como combustible, sí será el primero de sales fundidas que empleará este elemento químico.
- No obstante, la ambición de este país asiático no termina aquí; ya planea construir un reactor de sales fundidas y torio de más capacidad para 2030, aunque China no es el único país que apuesta por esta tecnología.
- EEUU, Francia o India son algunos de los que también han invertido en programas de investigación que persiguen llevar a buen puerto el desarrollo de reactores nucleares capaces de generar electricidad a partir del torio.
El de India en particular es interesante porque pretende demostrar la viabilidad de los ciclos de combustible basados en torio en el contexto del proyecto de su reactor avanzado de agua pesada. Esta tecnología aún está lejos de ser adoptada de una forma generalizada, pero sus ventajas la vinculan estrechamente al futuro de la energía nuclear.
- Nuestro planeta aglutina aproximadamente 12 millones de toneladas de torio, por lo que este elemento químico es tres veces más abundante en la corteza terrestre que el uranio utilizado como combustible en las actuales centrales nucleares.
- Los mayores depósitos residen en China, Brasil, Canadá, Australia, EEUU, Groenlandia, Rusia, Noruega, Sudáfrica y Venezuela, aunque las prospecciones reflejan que el país que más torio tiene es, precisamente, uno de los que más está invirtiendo en el desarrollo de reactores capaces de utilizarlo: India.
- Otro punto a su favor consiste en que resulta tan fácil de extraer como el uranio, pero tiene el inconveniente de que no es directamente fisible. Es necesario introducirlo en un reactor que fabrique uranio a partir de torio, y lo que produce no es uranio-235, es uranio-233, pero lo importante es que es fisible.
Una vez que se ha producido este uranio se puede introducir en un reactor convencional como los que tenemos en España, que no podría funcionar con torio, pero sí con un derivado de ese elemento. Además, los expertos aseguran que los reactores nucleares de sales fundidas son más seguros que los reactores instalados en las centrales nucleares que se encuentran actualmente en operación.
Dos de las razones son que utilizan como refrigerante sales de fluoruro de litio y berilio a muy baja presión, y el combustible permanece disuelto bajo la forma de sal, por lo que es muy improbable que un accidente pudiese desencadenar la fusión del núcleo del reactor.
Otra cualidad de estos reactores que merece la pena que no pasemos por alto consiste en que su arquitectura permite instalarlos bajo tierra, lo que, de nuevo, incrementa su seguridad. Pero esto no es todo. Otra característica peculiar y positiva de estos reactores consiste en que permiten recargar el combustible mientras se mantienen en funcionamiento.
- Y, además, el hecho de que no necesiten agua para mantener el núcleo refrigerado posibilita que sean instalados en regiones en las que el agua escasea, o, sencillamente, en zonas en las que no hay un río y tampoco están próximas al mar.
- Esta es una de las razones por las que, precisamente, China está invirtiendo en el desarrollo de esta tecnología como un medio para construir centrales nucleares de cuarta generación en las regiones más remotas y áridas del país.
También merece la pena que no pasemos por alto que los residuos radiactivos que generan tienen un periodo de semidesintegración mucho más corto que el de los residuos de los reactores que emplean uranio, lo que facilita, lógicamente, su gestión.
Y, además, los reactores de sales fundidas utilizan menos combustible debido a que la eficiencia del torio es mucho más alta que la del uranio. Prácticamente todo el combustible se ve involucrado en la fisión nuclear, por lo que su aprovechamiento, en teoría, es máximo.
China, a pasos acelerados en la carrera por alcanzar la independencia energética
El Gobierno de China aprobó la construcción de 10 reactores nucleares, manteniendo el ritmo de desarrollo que estableció en 2022, dando luz verde a la construcción de 10 a 11 reactores nucleares por año.
Según el medio paraestatal The Paper, la aprobación fue otorgada en una reunión a finales de abril del Consejo de Estado de la República Popular China, con un gasto total estimado de 200,000 millones de yuanes (27,500 millones de dólares, aproximadamente), un aumento considerable en contraste a los 146,900 millones de yuanes invertidos el año pasado en proyectos de ingeniería nuclear.
- Los diez proyectos aprobados este año expandirán las capacidades de generación de cinco plantas de energía nuclear actualmente en operación: Fangchenggang en Guangxi, Sanmen en Fujian, Haiyang en Shandong, Xiapu en Chongqing y Taishan en Guangdong.
- Las nuevas unidades de generación nuclear serán desarrolladas exclusivamente con tecnologías domésticas, demostrando la disposición de China de alcanzar la autosuficiencia energética frente a las intenciones de Estados Unidos de querer aislar a su principal adversario comercial (intenciones reflejadas en la actualidad por sus agresivas medidas arancelarias).
- Con esta ambiciosa apuesta a favor de la energía nuclear, China prevé alcanzar en 2030 el primer lugar a nivel mundial en materia de capacidad nuclear en funcionamiento, según proyecciones de la Asociación de Energía Nuclear de China.
En la actualidad, solo es superada por Estados Unidos y Francia
China conectó su primer reactor civil a la red hasta 1991, tres décadas después que los estadounidenses. Sin embargo, la superpotencia oriental ahora está entre 10 y 15 años por delante de EE. UU. en el desarrollo de tecnología nuclear de cuarta generación, según reportes del think tank Information Technology & Innovation Foundation.
- Al cierre del año pasado, China contaba con 57 reactores en operación, con una capacidad instalada de hasta 60 gigavatios.
Esta fuente representa el 5% de la energía generada por China en 2024, pero busca que llegue al 10% para 2040 en su progresiva transición a la energía nuclear y renovable. El presidente Xi Jinping espera reducir cualquier dependencia a las importaciones de petróleo y gas, recurriendo a la energía nuclear, que es más limpia que los combustibles fósiles.
Trump reimpulsa la energía nuclear civil en Estados Unidos
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó en mayo pasado una serie de decretos para impulsar la producción de energía nuclear civil en Estados Unidos, que incluyen además una reducción de los procesos regulatorios sobre una tecnología que aún genera controversia. Trump, que declaró en enero una crisis energética, había impulsado hasta ahora los combustibles fósiles frente a las renovables.
- La medida coincide con el creciente interés en la energía nuclear en Estados Unidos, a pesar de que su construcción es costosa y aún es un tema políticamente delicado a raíz del desastre de Fukushima de 2011.
- «Firmamos importantes órdenes ejecutivas que realmente nos convertirán en la verdadera fuerza de esta industria», declaró Trump a periodistas al sellar los cuatro decretos en el Despacho Oval.
- Trump pretende acelerar la construcción de nuevos reactores e impulsar la minería y el enriquecimiento de uranio en todo el país, dado que Estados Unidos depende de las importaciones para la mayor parte de ese combustible crucial.
Según un asesor, se busca un «renacimiento» de la energía nuclear civil en Estados Unidos, con la ambición de cuadruplicar la producción de energía nuclear en los próximos 25 años.
- El mandatario estadounidense, que prometió procedimientos «muy rápidos y muy seguros», quiere que el examen de una solicitud de construcción de un nuevo reactor nuclear no exceda los 18 meses, y se propone reformar la Comisión de Regulación Nuclear, al tiempo que impulsa la extracción y el enriquecimiento de uranio.
- La concesión de licencias puede tardar en ocasiones más de una década, un proceso diseñado para priorizar la seguridad nuclear, pero que ha desincentivado nuevos proyectos.
- El secretario de Interior, Doug Burgum, dijo que el desafío es «dar marcha atrás a más de cincuenta años de sobrerregulación en la industria» para «producir suficiente electricidad para ganar el duelo de inteligencia artificial con China».
«Queremos estar en posición de probar y desplegar reactores nucleares durante el mandato en curso», es decir, antes de enero de 2029, indicó un alto responsable de la Casa Blanca, que pidió no ser identificado, durante un intercambio con periodistas.
Una carrera con muchos competidores
Estados Unidos sigue siendo la primera potencia nuclear civil del mundo, con 94 reactores operativos en sus plantas nucleares, pero su edad media está aumentando (42 años). Francia, que con 57 reactores sigue siendo el país más nuclearizado por habitante, anunció en 2022 un nuevo programa de seis o hasta 14 reactores, el primero esperado en 2038.
China iguala actualmente a Francia con 57 reactores en su territorio y tiene otros 27 en construcción. Rusia, en tanto, sigue siendo el primer país exportador de plantas nucleares, con 26 reactores en construcción, de los cuales seis están en su propio territorio.
- Los 94 reactores nucleares del país suministran alrededor del 19% de la electricidad de Estados Unidos, frente al 60% de los combustibles fósiles y el 21% de las energías renovables, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos. Trump aprobó decretos para impulsar al decadente sector del carbón, mientras que ha retirado incentivos a las energías verdes.
- En su primer día de su segundo mandato, Estados Unidos declaró por primera vez en su historia una emergencia energética pese a que su producción de petróleo está en niveles récord y el precio de la gasolina en términos reales es uno de los más bajos de las últimas décadas. La idea era agilizar permisos y suprimir protecciones medioambientales.
El presidente declara ahora como política de Estados Unidos acelerar y promover en la mayor medida posible la producción y el funcionamiento de la energía nuclear “para proporcionar energía asequible, fiable, segura y protegida al pueblo estadounidense”, impulsar tecnologías avanzadas de reactores nucleares y construir cadenas de suministro asociadas que garanticen su “dominio industrial y digital a nivel mundial”, logren la independencia energética, protejan la seguridad nacional y maximicen la eficiencia y la eficacia del combustible nuclear mediante el reciclaje y el reprocesamiento, según los textos adoptados.
- Para acelerar el desarrollo de la energía nuclear, las órdenes otorgan al secretario de Energía la autoridad para aprobar algunos diseños y proyectos de reactores avanzados, quitándole ese poder a la agencia de seguridad independiente que ha regulado la industria nuclear estadounidense durante cinco décadas.
- “Tenemos suficiente electricidad para ganar la carrera de la IA con China”, afirmó el secretario del Interior, Doug Burgum, en el acto de firma de decretos por parte de Trump en el Despacho Oval. “Lo que hagamos en los próximos cinco años en materia de electricidad determinará los próximos 50 años del sector”.
“Marquen este día en sus calendarios. Esto va a suponer recuperarse de más de 50 años de regulación excesiva de un sector”, afirmó Burgum, que preside el recién creado Consejo para el Dominio Energético.
Uno de los decretos firmados este viernes por el presidente insta a la Comisión Reguladora Nuclear, el organismo regulador independiente de la seguridad nuclear del país, a simplificar sus normas y a no tardar más de 18 meses en aprobar las solicitudes para nuevos reactores.
La orden también pide a la agencia considerar la reducción de los límites de seguridad para la exposición a la radiación, alegando que las normas actuales son excesivas.
“La NRC utiliza modelos de seguridad que postulan que no existe un umbral seguro de exposición a la radiación y que el daño es directamente proporcional a la cantidad de exposición. Esos modelos carecen de una base científica sólida y producen resultados irracionales, como exigir que las centrales nucleares protejan contra la radiación por debajo de los niveles naturales.
- Una política miope que minimiza incluso los riesgos insignificantes ignora la realidad de que las formas alternativas de producción de energía también conllevan riesgos, como la contaminación con efectos potencialmente nocivos para la salud”, dice uno de los decretos.
- Las medidas también crean un programa piloto destinado a poner en funcionamiento tres nuevos reactores experimentales antes del 4 de julio de 2026.
- Otro de los decretos pretende desplegar rápidamente tecnologías nucleares avanzadas con el fin de respaldar lo que denomina “objetivos de seguridad nacional”, entre los que se incluyen la alimentación de la infraestructura informática de inteligencia artificial (IA) y las instalaciones de seguridad nacional.
La orden insta al secretario de Defensa a establecer un programa oficial para construir un reactor nuclear en una instalación militar nacional que comience a funcionar en los próximos tres años.
También ordena al secretario de Energía que designe los centros de datos de IA, ubicados en instalaciones del Departamento de Energía (DOE) o gestionados en coordinación con este, como instalaciones críticas para la defensa, y los reactores nucleares que los alimentan como infraestructura eléctrica crítica para la defensa.
- El secretario de Energía designará los emplazamientos y colaborará con el sector privado para desplegar tecnología nuclear avanzada con el fin de alimentar la infraestructura de IA y cumplir otros objetivos de seguridad nacional en un plazo de 30 meses.
Gregory Jaczko, que dirigió la NRC bajo la presidencia de Barack Obama, afirmó en declaraciones a Associated Press que las órdenes ejecutivas de Trump parecen como si alguien le hubiera preguntado a un chatbot con IA:
- “¿Cómo podemos empeorar la industria nuclear en este país?“. Jaczko calificó las órdenes como ”una guillotina para el sistema de seguridad nuclear de la nación» que hará que el país sea menos seguro, la industria menos fiable y la crisis climática más grave. /Agencias-PUNTOporPUNTO