CIENTÍFICOS ALERTA por nueva CEPA de COVID-19 MÁS CONTAGIOSA

Según los especialistas, esta cepa es la predominante a nivel mundial y, de acuerdo con Los Angeles Times, es la única activa en varias regiones.

Un grupo de científicos del Laboratorio Nacional de Los Alamos Scientists logró identificar una cepa del coronavirus que mutó en febrero pasado y parece ser más contagiosa que la que originalmente se propagó desde China en los primeros días de la pandemia.

  • Esta nueva cepa se originó en Europa y se propagó rápidamente a Estados Unidos y el resto del mundo. Según el estudio es actualmente la cepa predominante desde mediados de marzo.
  • El análisis de los expertos se concentró en la proteína Spike, que interviene en el proceso de infección de las células humanas y que es el foco de la mayoría de los tratamientos de vacuna y anticuerpos.

“A la fecha hemos identificado 14 mutaciones de (la proteína) Spike, que se están acumulando”, dice el estudio. “La mutación Spike D614G es de preocupación urgente; comenzó propagándose en Europa a comienzos de febrero y cuando fue introducida a nuevas regiones se convirtió en la forma dominante rápidamente”, agregan los expertos.

  • Los científicos advirtieron además que la nueva cepa hace a las personas más vulnerables a contraer la enfermedad, incluso aquellos que ya se habían contagiado con la primera cepa.

Los resultados son preliminares y fueron publicados en el sitio web BioRxiv, donde la comunidad científica comparte los resultados de sus estudios en un esfuerzo conjunto parar acelerar el desarrollo de una cura o tratamientos para contener el COVID-19.

10 DÍAS DESDE LA PRIMERA TOS HASTA LA MUERTE

Caso 1. A las 22:46 horas del 18 de marzo de 2020, la Secretaría de Salud daba la noticia de la primera víctima mortal del COVID-19 en México. En su cuenta de Twitter, la dependencia que encabeza Jorge Alcocer Varela indicó que el paciente, que padecía diabetes, había iniciado con síntomas nueve días antes de su muerte.

Caso 2. El neurocirujano Francisco Brito Barrera atendía a enfermos de coronavirus en el Hospital General Regional número 17 del IMSS, en Cancún. El médico de 58 años comenzó a presentar malestar y fue internado el miércoles 22 de abril. Con el paso de los días su estado de salud se deterioró y finalmente falleció cinco días después, el 27 de abril.

Caso 3. María Martha, de 61 años, comenzó a tener fiebre y tos el 17 de marzo, luego de aterrizar en la Ciudad de México procedente de Europa. La enfermedad empeoró rápidamente y murió seis días más tarde.

Las tres historias tienen algo en común: el lapso que transcurrió entre los primeros síntomas y la muerte de los pacientes fue menor a 10 días.

LOS SÍNTOMAS ACELERADOS

Un análisis de la base de datos sobre los casos de COVID-19 en México, actualizada al 27 de abril, revela que los pacientes graves que mueren de esta enfermedad lo hacen aproximadamente 10 días después de presentar los primeros síntomas. Pero esto es un promedio: hay quien fallece mucho antes y quien lo hace después.

  • En la base existen nueve casos de pacientes graves que murieron el mismo día que iniciaron las molestias, a la par que registra a una persona que logró sobrevivir 46 días.
  • Los primeros casos corresponden a una mujer y ocho hombres con edades que van de los 46 a los 71 años. Los tres más jóvenes —de 46, 49 y 55 años respectivamente— eran hipertensos y además padecían obesidad o diabetes. Cuatro vivían en Ciudad de México, dos en el Estado de México, uno en Baja California, otro en Puebla y uno más en Nuevo León.

RESISTIMOS MÁS QUE LOS ITALIANOS, PERO MENOS QUE LOS CHINOS

El promedio de 10 días que tarda un enfermo grave de COVID-19 en morir en México, contrasta con lo que pasa en otras latitudes del planeta donde se ha registrado este indicador.

En China, por ejemplo, los pacientes más graves tardaron en fallecer 18.5 días en promedio desde los primeros síntomas, mientras que los que se recuperaron esperaron 22 días para recibir su alta, revela un estudio publicado en la revista médica británica The Lancet.

  • La investigación fue realizada por un equipo de científicos chinos con base en el análisis de 191 pacientes ingresados en dos hospitales de la ciudad de Wuhan, lugar donde comenzó la pandemia.
  • En Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), señalan que los pacientes con COVID grave son ingresados a unidades de cuidados intensivos entre 10 y 12 días después de los primeros síntomas. Una vez en esta área, entre 39% y 72% de los pacientes muere, dependiendo del estudio.
  • La velocidad con la que el virus mata al mexicano, en los casos graves, es menos vertiginosa a lo que sucede en Italia, uno de los países más golpeados por el coronavirus. En esta parte del mundo, el tiempo promedio desde que aparecen los síntomas hasta la muerte del paciente es de apenas ocho días, según un estudio hecho por el Instituto Superior de Salud Italiano.

El análisis de la base de datos de la Secretaría de Salud revela que el tiempo en que el COVID-19 mata a una persona también varía entre estados.

En Nayarit, por ejemplo, los pacientes graves tardan en morir un promedio de 4.7 días desde que manifiestan los primeros síntomas. Le siguen Colima, con seis días; Durango, con 7.5; y Guerrero y Tamaulipas, con ocho.

En el otro extremo, un paciente grave en Zacatecas tarda en morir 15.3 días, diez más que en Nayarit. La siguiente entidad donde el enfermo demora más en fallecer es Querétaro, con una resistencia de 13.4 días. En tercer lugar sigue Ciudad de México, con 11.4 días; luego Coahuila, con 11.1 y después Sinaloa, con exactamente 11.

En el promedio nacional de diez días se encuentran Baja California, Hidalgo, Michoacán, Puebla y Tabasco.

Hasta el 27 de abril, los decesos de infantes se seguían contando con los dedos de una mano: dos niños de un año, una niña de dos y otra de cuatro. En todos los casos sus cuerpos no resistieron la enfermedad arriba de una semana.

  • El país también registra pocas muertes de jóvenes por coronavirus: 20 casos hasta la fecha del corte. De estas víctimas de entre 18 y 29 años, 15 cargaban a cuestas al menos una comorbilidad, principalmente obesidad y diabetes, tres sufrían hipertensión, otras tres padecían inmunosupresión y dos tenían falla renal crónica. Como resultado perdieron la batalla contra el COVID-19 en un promedio de 8.5 días.

La población de 60 años y más, que conforma la mayoría de las víctimas mortales, resistió la enfermedad poco más de diez días.

Y en cuando a sexo, los hombres con COVID grave han durado en promedio medio día más que las mujeres (10.3 días ellos y 9.7 ellas)./AGENCIAS-PUNTOporPUNTO

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