La demanda global de gas, que experimentó un significativo repunte del 2.8 por ciento el pasado año, por encima del ritmo medio de crecimiento entre 2010 y 2020, seguirá subiendo este 2025, pero a una cadencia netamente menor, del 1.9 por ciento, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
- En su informe trimestral del gas, la AIE advierte de que la situación en este mercado continuará tensa, aunque no a los niveles de la crisis de 2022-2023, porque la demanda continúa aumentando, sobre todo por el apetito de Asia.
También pesará en esa tensión el cierre a comienzos de enero del gasoducto que pasaba por Ucrania y que alimentaba Europa con gas ruso.
El parón de ese gasoducto supondrá una pérdida de unos 15 mil millones de metros cúbicos en 2025, lo que sumado a que las reservas europeas estaban a comienzos de mes más bajas que un año antes (otros 15 mil millones de metros cúbicos), hará que las necesidades de importación al Viejo Continente este próximo verano serán notablemente más importantes.
- Es decir, habrá que traer a Europa más gas natural licuado (GNL) en barco y eso pesará en el mercado global y podría presionar al alza los precios, que el pasado año bajaron pero siguen por encima de los que había hasta la crisis de 2022.
- En resumen, el fin de la entrada de gas ruso por Ucrania «no plantea un riesgo de seguridad de aprovisionamiento inminente para la Unión Europea» pero sí puede afectar a su bolsillo, indican los autores del informe.
La situación es mucho más delicada para Moldavia, que tenía una muy gran dependencia de ese gasoducto, y por eso consideran que hace falta una mayor coordinación de ese país con sus socios internacionales para que no le falte aprovisionamiento durante el invierno.
- El incremento global del 2.8 por ciento del consumo en 2024, que corresponde a unos 115 mil millones de metros cúbicos, se explica en primer lugar porque el gas representó alrededor del 40 por ciento de la subida de la demanda de energía.
- Casi el 45 por ciento del aumento procedía de la región Asia-Pacífico, la más dinámica del mundo, por las necesidades de la industria y para el sector de la energía.
- El gas está desplazando en muchos usos al petróleo y a sus derivados no solo para la generación de electricidad, sino también como combustible de barcos y, en particular en China. La AIE considera que esa es una tendencia que va a continuar a medio plazo.
Al margen del tirón de la región Asia-Pacífico, la expansión de la demanda fue también importante en los mercados de Eurasia y de Oriente Medio, con un ascenso que se ha calculado en 3 por ciento. En el continente americano, el aumento fue algo más limitado, del 1.7 por ciento, mientras en Europa el ascenso fue marginal.
- La AIE, que reúne a los principales países consumidores de energía del mundo, señala que la oferta de GNL en 2024 creció únicamente 2.5 por ciento, un ritmo muy inferior a la media anual del 8 por ciento que experimentó entre 2016 y 2020.
La razón es que varios proyectos de explotación sufrieron retrasos, como en Angola, Egipto o Trinidad y Tobago.
- Esa situación debería corregirse en 2025, cuando se espera que la subida se acelere al 5 por ciento, unos 25 mil millones de barriles diarios adicionales gracias a la entrada en servicio de nuevos proyectos, sobre todo en Norteamérica, en África y en Asia.
Asia y América del Norte a la cabeza
En un contexto marcado por la incertidumbre energética, el gas natural se posiciona como la solución más escalable y con mayor capacidad de respuesta para satisfacer las crecientes necesidades energéticas y estabilizar las redes. Así lo pone de manifiesto el informe ‘Global Gas Report 2025’, publicado por la Unión Internacional del Gas (IGU) y Snam.
- El documento señala que la demanda mundial de gas natural aumentó en 78 bcm en 2024 (+1,9%), alcanzando los 4.122 bcm, impulsada principalmente por Asia y América del Norte.
- La generación eléctrica es el principal sector de uso final del gas, representando un tercio de la demanda con un incremento de 39 bcm (+2,8%), impulsado por intensas olas de calor veraniegas, junto a una mayor demanda en el transporte y la industria.
En el primer semestre de 2025, el crecimiento de la demanda se concentró en Europa (+6,1%) y Norteamérica (+1,5%), debido a un clima más frío que impulsó la demanda residencial y comercial, y a una menor generación renovable que favoreció el uso del gas para generación eléctrica en el Continente. Se espera que la demanda continúe creciendo en 2025, con un aumento previsto de 71 bcm (+1,7%).
Por su parte, la oferta mundial de gas natural también creció en 2024, aumentando en 65 bcm (+ 1,6%) hasta alcanzar los 4.090 bcm, impulsada por el crecimiento en Oriente Medio y la recuperación en Rusia, mientras que la producción en EEUU se mantuvo estable debido a los bajos precios derivados de altos niveles de almacenamiento e inviernos suaves que provocaron cierres y retrasos en la perforación.
- La capacidad de licuefacción también creció -aunque modestamente- en torno a 9 bcm en 2024. Aunque algunos proyectos sufrieron retrasos, la aparición de nuevos exportadores, como México y Congo, refleja la importancia del GNL en el panorama energético mundial, según refleja el informe.
- En el primer semestre de 2025, se produjeron nuevas incorporaciones procedentes de los proyectos de GNL Greater Tortue Ahmeyim (GTA) y LNG Canada. A este respecto, se prevé una mayor expansión a medida que los también proyectos de gas licuado Plaquemines LNG y Corpus Christi en EEUU continúan su puesta en marcha.
Apoyando este impulso en el desarrollo de infraestructura de GNL, se entregaron 64 nuevos buques metaneros en 2024 y otros 337 estaban en construcción a finales del año pasado.
Asimismo, el comercio de gas licuado también se expandió en 2024, por undécimo año consecutivo, aumentando hasta los 555 bcm con Europa y Asia representando más de la mitad de las importaciones.
- En el primer semestre de 2025 siguió creciendo, liderado por una recuperación en Europa donde las importaciones aumentaron en 16 bcm (+23,6%) respecto al primer semestre del año anterior, para satisfacer la demanda regional y las necesidades de inyección de almacenamiento.
- Dicho crecimiento compensó la caída de las importaciones de compradores asiáticos más sensibles al precio, particularmente China, donde las importaciones de GNL disminuyeron un 19,4% en comparación con el primer semestre de 2024, mientras que el suministro interno y las importaciones por gasoducto se mantuvieron sólidas.
Necesidad de más inversiones
- Las tendencias recientes indican que la demanda energética a nivel mundial seguirá aumentando en la próxima década, especialmente hasta 2030. Concretamente, se prevé un fuerte incremento del consumo eléctrico en China e India, posicionando a Asia como el principal motor de la demanda energética, con el apoyo de América del Norte.
Sin embargo, las incertidumbres derivadas de cambios tecnológicos -crecimiento de los centros de datos en EEUU que podría representar el 1,7% del consumo eléctrico global en 2025-, climáticos -aumento de la demanda de refrigeración fruto de las olas de calor especialmente en los países de Asia-Pacífico- y geopolíticos -aranceles a la importación impuestos por Trump-, exigirán una planificación energética más realista y flexible, con el foco puesto en un aumento de las inversiones en suministro de gas, infraestructuras y almacenamiento para mitigar el riesgo de escasez energética, señala el informe.
- Sin embargo, a pesar de los 270 bcm de capacidad de licuefacción prevista para entrar en operación antes de 2030, los riesgos de retrasos en la próxima ola de proyectos de gas licuado, agravan el riesgo de escasez de suministro.
El papel equilibrador del gas
El informe de la IGU afirma que el gas natural desempeña un papel cada vez más crítico en la estabilización de los sistemas eléctricos futuros ante la creciente penetración de energías renovables variables, caracterizadas por su intermitencia temporal y estacional, interrupciones por eventos climáticos extremos y problemas de congestión en la red.
- De hecho, se prevé que la demanda eléctrica se duplique para 2050, alcanzando aproximadamente los 56.000 TWh, con las renovables representando la mayor parte de la capacidad instalada.
Además, episodios recientes de «dunkelflaute» -fenómeno meteorológico caracterizado por periodos prolongados de poco viento y escasa o nula luz solar que provoca un descenso significativo de la generación de energía eólica y solar- en todo el mundo, han obligado a recurrir al gas natural y al carbón para compensar la baja generación en mercados con alta penetración de renovables.
- Estas condiciones han provocado, históricamente, picos de precios como el ocurrido en Australia el 30 de julio de 2024, cuando una producción eólica muy baja durante una alta demanda llevó a que los precios mayoristas de electricidad en intervalos de 30 minutos superaran los 5.000 dólares/MWh en nueve ocasiones en todas las zonas del Mercado Nacional de Energía.
- A este respecto, el informe señala que, para integrar el gas natural en los sistemas eléctricos, son necesarias inversiones estratégicas en toda la cadena de valor: desde nuevos suministros upstream hasta infraestructura midstream y capacidad de generación.
A medida que el gas natural pasa de ser una fuente de carga base a respaldo flexible -añade el documento-, se requieren reformas de mercado que respalden la viabilidad de los proyectos de generación flexible con gas.
Biometano, hidrógeno verde y CCUS
La industria global del gas se está implicando cada vez más en el desafío de la descarbonización, apostando por tecnologías bajas en carbono.
Es el caso del biometano, cuya producción global ha aumentado siete veces en la última década, alcanzando los 9,6 bcm en 2024, impulsada por incentivos del lado de la oferta como primas y tarifas de inyección a red que han reducido los riesgos de inversión para operadores e inversores. De cara al futuro, se proyecta que la producción global de biometano crezca un 14% anual hasta 2040.
- También se está impulsando la Captura, Uso y Almacenamiento de Carbono (CCUS), con grandes proyectos que han alcanzado la Decisión Final de Inversión (FID) y han comenzado operaciones en 2025, a pesar de los retrasos derivados de la complejidad de los proyectos y los desafíos regulatorios.
- Se espera que la capacidad global de captura de CO2 sin riesgo aumente hasta 79 Mtpa en 2025 y podría multiplicarse por más de siete hasta alcanzar los 577 Mtpa en 2030.
- El desarrollo del hidrógeno limpio también ha progresado en el último año, pero las reducciones de costes en producción han sido menores de lo esperado, principalmente debido a presiones inflacionarias.
Paralelamente, la baja disposición a pagar por parte de los compradores ha desincentivado a desarrolladores e inversores a anunciar nuevos proyectos, lo que refleja un giro hacia una mayor cautela en el desarrollo del hidrógeno limpio. Esto pone de relieve la necesidad de un apoyo político más sólido para reforzar la confianza del mercado y acelerar las inversiones.
La nueva oferta reduce los precios
La demanda mundial de gas natural licuado (GNL) está llamada a repuntar, ya que se espera que la entrada de nueva oferta en el mercado presione a la baja los precios y estimule el interés de los compradores sensibles a los precios, dijeron el martes ejecutivos comerciales en la Conferencia de Mercados de Gas de Asia.
- La demanda se desarrollará gradualmente y se necesitarán precios inferiores a 7-8 dólares por millón de unidades térmicas británicas (mmBtu) para estimularla, según Mohammad Arif, responsable de GNL para Asia-Pacífico de Uniper. Los precios al contado del GNL en Asia se sitúan actualmente en 11,20 $/mmBtu..
- Mercados como China, India y el sudeste asiático tienen potencial para experimentar una recuperación de la demanda, según Benjamin Comninos, director de optimización de la cartera comercial de Cheniere, ya que China e India podrían duplicar sus importaciones en la próxima década.
Europa, que perdió alrededor de 80.000 millones de metros cúbicos de demanda de gas desde la guerra de Rusia en Ucrania, también podría ver cómo se recupera parte del uso industrial del gas a medida que bajan los precios, ya que no toda la destrucción de la demanda es estructural, añadió.
- Los ejecutivos también destacaron el aumento de la liquidez, la flexibilidad y la actividad de optimización en el mercado del GNL. Sid Bambawale, responsable de comercio mundial de GNL en ExxonMobil Asia-Pacífico, afirmó que el aumento de la liquidez es un movimiento permanente, con actividad de compradores y vendedores independientemente de los niveles de precios.
- «En los próximos años, más que comercio, se hablará de optimización», afirmó, aludiendo al creciente uso de swaps de carga FOB-DES y de estrategias de gestión de índices de precios. Las condiciones FOB (free-on-board) permiten a los compradores revender los cargamentos, mientras que las condiciones DES (delivered ex-ship) suelen tener un punto de entrega fijo.
«Es posible que se haya comprado en TTF, Henry Hub o Brent, pero al llegar el periodo de entrega, puede que no se desee ese índice», explica. «Estas soluciones de optimización y gestión del riesgo serán la nueva ola de colaboración».
La demanda global crecerá 20% hacia 2050
- El gas natural mantendrá un papel central en la matriz energética mundial durante las próximas décadas. Según un informe de Exxon Mobil citado por Michael Kern en Oilprice.com (28 de agosto de 2025), la demanda global de este combustible aumentará más de un 20 % para el año 2050 en comparación con los niveles de 2024.
El análisis, basado en el Global Outlook de la compañía, sostiene que este incremento estará impulsado principalmente por la necesidad de desplazar al carbón en procesos industriales y en la generación de electricidad, así como por el crecimiento económico en mercados emergentes.
- Kern agrega que Estados Unidos, el mayor productor de gas natural del mundo, está a punto de alcanzar niveles récord de consumo en 2025, apoyado en la expansión de su capacidad de exportación de gas natural licuado (LNG) y en el aumento de la demanda eléctrica durante los meses de verano.
Crecimiento sostenido de la demanda
El informe proyecta que, en los próximos 25 años, el gas natural se consolidará como una de las principales fuentes de energía. Exxon prevé que el consumo global crecerá más de un 20 % hacia mediados de siglo, consolidando al gas como el combustible fósil con mayor dinamismo en este periodo.
El director de economía, energía y planificación estratégica de Exxon, Chris Birdsall, señaló que este crecimiento responde a la necesidad de alimentar la potencia industrial necesaria y, al mismo tiempo, reducir algunos de los impactos ambientales asociados al carbón.
Estados Unidos: al borde de un récord en 2025
Michael Kern subraya que Estados Unidos está cerca de alcanzar un consumo récord de gas natural en 2025. La tendencia obedece a dos factores principales:
- Mayor capacidad de exportación de LNG. Nuevas terminales de licuefacción han incrementado la capacidad estadounidense para enviar gas a Europa y Asia, regiones donde la demanda se mantiene elevada.
- Crecimiento de la demanda eléctrica interna. Los veranos más calurosos elevan el uso de sistemas de aire acondicionado y refrigeración, lo que incrementa de forma significativa el consumo de gas para generación de electricidad.
Este comportamiento refuerza la posición de Estados Unidos como un actor clave en el mercado energético global y como proveedor estratégico de gas natural licuado.
Producción mundial y participación en la matriz energética
Exxon estima que la producción global de gas natural aumentará en un 18 % en los próximos cinco años. De cumplirse esta proyección, el gas junto con el petróleo representarán cerca del 55 % de la matriz energética mundial hacia 2050.
Mientras que el gas mantendrá un crecimiento sostenido, la demanda de petróleo se estabilizará en torno a los 100 millones de barriles diarios en el mismo periodo.
Impacto en el petróleo y en sus derivados
Según el informe citado, la demanda de gasolina podría caer hasta un 25 % hacia 2050, principalmente debido a la mayor penetración de los vehículos eléctricos. Sin embargo, el consumo de destilados como el diésel y el combustible de aviación seguirá siendo robusto, sosteniendo una parte importante del mercado de hidrocarburos líquidos.
Emisiones de dióxido de carbono
- En cuanto a emisiones, Exxon proyecta que las emisiones globales de dióxido de carbono caerán un 25 % hacia 2050, hasta alcanzar unas 27 mil millones de toneladas métricas anuales.
Si bien representa una reducción significativa respecto a los niveles actuales, esta cifra todavía se encuentra por encima de los objetivos marcados por las Naciones Unidas para cumplir con los compromisos climáticos internacionales.
- La compañía sostiene que será necesario continuar desarrollando tecnologías más asequibles para reducir las emisiones y aplicar políticas públicas que aseguren tanto la estabilidad de los mercados energéticos como la seguridad del suministro.
Comparación con otros escenarios internacionales
El informe también contrasta las proyecciones de Exxon con las de otras instituciones y compañías del sector energético:
- BP anticipa que la demanda mundial de petróleo podría caer a 75 millones de barriles diarios en 2050 bajo un escenario de políticas actuales, y a 25–30 millones de barriles en un escenario de neutralidad climática.
- La Agencia Internacional de Energía (AIE) señala que la demanda de gas natural podría disminuir en escenarios de bajas emisiones, aunque reconoce que bajo las políticas actuales el consumo continuará creciendo.
La Administración de Información Energética (EIA) de Estados Unidos estima que la producción y el consumo de gas natural alcanzarán su punto máximo en 2032. Posteriormente habría un descenso moderado, aunque las exportaciones de LNG seguirán aumentando hasta 2040 antes de estabilizarse.
Perspectiva de largo plazo
Con base en estas proyecciones, Exxon concluye que tanto el gas natural como el petróleo seguirán siendo predominantes en la matriz energética global durante las próximas décadas.
- En conjunto, ambos combustibles representarían alrededor del 55 % del suministro mundial de energía en 2050.
El informe también destaca que el crecimiento de las energías renovables será significativo, pero no lo suficiente como para reemplazar en el corto plazo el rol que cumplen los combustibles fósiles en la economía global.
Un recurso clave más allá de la transición
El análisis de Michael Kern en Oilprice.com presenta un panorama en el que el gas natural no solo mantiene su relevancia, sino que aumenta su importancia en el horizonte de 2050. Con un crecimiento proyectado de más del 20 %, una reducción parcial de las emisiones de CO₂ y un papel central en el reemplazo del carbón, este combustible seguirá siendo un pilar del sistema energético mundial.
- En Estados Unidos, la cercanía de un récord de consumo en 2025 confirma la fortaleza del gas en el mercado interno y su consolidación como recurso estratégico de exportación.
Las cifras muestran que, pese al avance de las renovables y los compromisos climáticos, el gas continuará siendo un componente clave en el suministro de energía global durante las próximas décadas. /PUNTOporPUNTO
Documento Íntegro a Continuación:
https://corporate.exxonmobil.com/-/media/global/files/global-outlook/2025-executive-summary.pdf
 
                























