Alarmante DESPLAZAMIENTO en ASIA por la GUERRA; se trata de MILLONES de PERSONAS: ACNUR

Sudán, con 14,3 millones de personas refugiadas y desplazadas internas, se ha convertido en el país con el mayor número de personas desplazadas por la fuerza en el mundo

El número de personas desplazadas por la guerra, la violencia y la persecución en todo el mundo es insosteniblemente alto, particularmente ahora que la financiación humanitaria se está agotando, y el único aspecto positivo es el aumento de los retornos, en particular a Siria, de acuerdo con la ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

  • Según el Informe anual de ACNUR sobre Tendencias Globales, publicado en junio pasado, a finales de abril de 2025 había 122,1 millones de personas desplazadas por la fuerza, frente a los 120 millones registrados en el mismo periodo del año anterior, lo que supone alrededor de diez años seguidos de aumentos anuales en el número de refugiados y otras personas forzadas a huir de sus hogares.
  • Los principales factores que provocan el desplazamiento siguen siendo los grandes conflictos, como los de Sudán, Myanmar y Ucrania, y la constante incapacidad de detener los combates.
  • Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, declaró: “Vivimos en una época de intensa volatilidad en las relaciones internacionales, en la que las guerras modernas crean un panorama frágil y desgarrador, marcado por un agudo sufrimiento humano. Debemos redoblar nuestros esfuerzos para buscar la paz y encontrar soluciones duraderas para los refugiados y otras personas forzadas a huir de sus hogares”.

Entre las personas desplazadas por la fuerza se incluyen a las personas desplazadas dentro de su propio país debido a conflictos – cuyo número, a finales de 2024, había alcanzado los 73,5 millones de personas, tras registrar un fuerte aumento (de 6,3 millones de personas) – y las personas refugiadas que se vieron forzadas a huir de sus países (42,7 millones de personas).

  • Sudán, con 14,3 millones de personas refugiadas y desplazadas internas, se ha convertido en el país con el mayor número de personas desplazadas por la fuerza en el mundo, superando en esta triste marca a Siria (con 13,5 millones de personas). Siguen Afganistán (con 10,3 millones) y Ucrania (con 8,8 millones).
  • El informe revela que, contrariamente a la percepción generalizada en las regiones más ricas, el 67 por ciento de las personas refugiadas se queda en los países vecinos, y que los países de renta baja y media acogen al 73 por ciento de los refugiados del mundo. De hecho, el 60 por ciento de las personas forzadas a huir nunca cruzan las fronteras.

Si bien el número de personas desplazadas por la fuerza casi se ha duplicado en la última década, la financiación de ACNUR se encuentra ahora aproximadamente al mismo nivel que en 2015, ante los brutales recortes que están afectando la ayuda humanitaria. Esta situación es insostenible y expone a las personas refugiadas y a otras personas que huyen del peligro a una mayor vulnerabilidad.

  • “Incluso en medio de devastadores recortes, hemos visto algunos rayos de esperanza en los últimos seis meses”, añadió Grandi. “Casi dos millones de sirios han podido regresar a sus hogares después de más de una década de desarraigo. El país sigue siendo frágil y las personas necesitan nuestra ayuda para reconstruir sus vidas”.
  • En total, 9,8 millones de personas desplazadas por la fuerza regresaron a sus hogares en 2024, incluidos 1,6 millones de refugiados (el número más alto en más de dos décadas) y 8,2 millones de personas desplazadas internas (el segundo número más alto jamás registrado).

Sin embargo, muchos de estos retornos se produjeron en un clima político o de seguridad adverso. Por ejemplo, un gran número de afganos se vieron forzados a regresar a Afganistán en 2024 y llegaron al país en condiciones desesperadas.

  • En países como la República Democrática del Congo, Myanmar y Sudán del Sur, se produjeron nuevos desplazamientos forzados significativos, a pesar de que también hubo retornos de personas refugiadas y desplazadas internas.

El informe insta a continuar financiando los programas de ACNUR, ya que salvan vidas, asisten a las personas refugiadas y desplazadas internas a retornar a sus hogares, y refuerzan las infraestructuras básicas y los servicios sociales en las comunidades de acogida, traduciéndose en una inversión esencial para la seguridad regional y mundial.

Más de 200 mil personas desplazadas en Camboya y Tailandia

Camboya y Tailandia han acordado un «alto el fuego inmediato e incondicional» a partir de la medianoche hora local del lunes, según declaró el lunes el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, tras días de enfrentamientos en la disputada frontera de los dos países.

  • Ambos países convocarán una reunión de comandantes regionales de Camboya y Tailandia el martes 29 de julio, según Malasia, país que mediaba en las conversaciones de paz.
  • El primer ministro en funciones de Tailandia, Phumtham Wechayachai, y el primer ministro de Camboya, Hun Manet, se reunieron el lunes en Malasia al cumplirse el quinto día de enfrentamientos fronterizos entre ambos países.

Camboya y Tailandia se culpaban mutuamente desde el inicio de los combates, que comenzaron el jueves después de que cinco soldados tailandeses resultaran heridos tras la explosión de una mina terrestre.

El conflicto deja 35 muertos y más de 260.000 desplazados

El conflicto ha causado al menos 35 muertos y más de 260.000 desplazados en ambos bandos. Los dos países también degradaron sus relaciones diplomáticas y retiraron a sus embajadores.

  • Las conversaciones se producen en medio de crecientes llamamientos internacionales a la paz, incluido el del presidente estadounidense, Donald Trump, quien advirtió de que Washington detendría los acuerdos comerciales con ambos países si continuaban las hostilidades.
  • Los ministros de Asuntos Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) instaron tanto a Tailandia como a Camboya a encontrar un término medio, en medio de la creciente preocupación por el creciente número de muertos, los desplazamientos masivos y la destrucción de propiedades públicas.

Los Estados miembros de la ASEAN se enorgullecen de la no agresión, el diálogo pacífico y la cooperación económica. Los enfrentamientos representan un raro caso de confrontación militar abierta dentro del bloque regional de 10 naciones.

Mientras tanto, muchos tailandeses y camboyanos están desesperados por regresar a sus hogares, ya que más de 139.000 personas en Tailandia y 79.000 en Camboya han sido desplazadas.

La tregua entre Camboya y Tailandia se sostiene

Tailandia acusó este martes 29 de julio a Camboya de violar el acuerdo de cese al fuego alcanzado un día antes en Malasia, tras cinco días de ataques y combates en la frontera. La escalada del conflicto —la más grave entre los países vecinos en más de una década— causó 43 muertos y el desplazamiento de al menos 300.000 civiles.

  • El Gobierno de Camboya negó que sus tropas efectuaran disparos durante la madrugada, apenas horas después de la entrada en vigor de la tregua.

Las primeras horas de la tregua entre Camboya y Tailandia transcurrieron en medio del desconcierto y dudas después de que el Ejército tailandés acusara este martes 29 de julio a las tropas camboyanas de violar el acuerdo “incondicional” de cese al fuego que había entrado en vigor a la medianoche.

  • Ambos países firmaron la tregua el domingo en Malasia tras cinco días de ataques, en un proceso relámpago lanzado bajo la presión de Estados Unidos.

En un comunicado, el alto mando militar tailandés denunció que tras la medianoche y hasta la madrugada el Ejército de Camboya había lanzado «ataques armados» contra territorio tailandés que constituían “una violación deliberada del acuerdo.

Por tanto, «Tailandia se ve obligada a tomar las contramedidas apropiadas en virtud de su legítimo derecho a la legítima defensa», expresaba el documento enviado a los medios.

El monarca de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, celebró el lunes su cumpleaños número 73, pero un aviso en la Gaceta Real del país informaba que las celebraciones públicas programadas en el Gran Palacio de Bangkok habían sido canceladas por causa del conflicto.

  • En la ciudad camboyana de Samraong, a 20 kilómetros de la frontera, un periodista de la agencia de noticias AFP escuchó durante todo el lunes detonaciones constantes atribuidas a disparos de artillería, pero las explosiones cesaron durante los 30 minutos previos a la medianoche, que marcaba el inicio de la tregua, y la calma se instaló por los siguientes 30 minutos.

El primer ministro en funciones de Tailandia, Phumtham Wechayachai, afirmó luego que había comunicado de manera oficial las quejas a Malasia —país que hizo de mediador en las negociaciones y que preside la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN)— así como a Estados Unidos y China, que tuvo «participación activa» en las conversaciones. La respuesta del Gobierno de Camboya llegó al poco tiempo después, a través de la portavoz del Ministerio de Defensa.

  • En una conferencia ante medios, la funcionaria negó las acusaciones e insistió en que no se habían producido enfrentamientos armados en ninguna región: «Como portavoz del Ministerio de Defensa, rechazo la declaración del portavoz del Ejército tailandés sobre el estallido de enfrentamientos y la violación del alto el fuego (..) las fuerzas armadas camboyanas han aplicado estrictamente el acuerdo de alto el fuego», afirmó Maly Socheata, portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya.

El breve conflicto entre los países vecinos, que mantienen una disputa territorial heredada de la época colonial y de una vaga demarcación, estalló el lunes 21 de julio sobre una zona que alberga un complejo de templos antiguos a lo largo de la frontera de 800 kilómetros. Los ataques y combates incluyeron el uso de artillería pesada, cohetes, aviones caza F-16 y el movimiento de tanques y soldados hacia la zona, rodeada de una densa selva tropical.

  • Al menos 43 personas, la mayoría civiles, fueron asesinadas durante 5 días de enfrentamientos, en lo que ya es considerado el conflicto más grave entre ambos países en más de una década, que también provocó la evacuación y el desplazamiento de cerca de 300.000 residentes a campamentos temporales situados a ambos lados de la frontera. Líderes militares se reúnen como parte del pacto y los desplazados inician el retorno a sus hogares
  • Pese a las acusaciones y desmentidos, los líderes militares de Camboya y Tailandia sostuvieron este martes 29 de julio la primera reunión en el marco del acuerdo, que establece que los funcionarios de las partes mantendrán contactos periodicos para colaborar y compartir información que contribuya a aliviar las tensiones fronterizas. Además, los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de Malasia, Camboya y Tailandia se les entregó el mandato de diseñar y “desarrollar un mecanismo detallado” para la implementación y supervisión del alto el fuego.

Durante la mañana y a través de los poblados rurales en toda la zona fronteriza, aún no estaba claro si continuaban los combates, aunque en algunos lugares comenzaron a aparecer signos de calma. Entre los pobladores, la mayoría ahora desplazados, la tregua les permite respirar con algo alivio y —también— cierto optimismo sobre el compromiso de sus líderes para cumplir lo pactado.

  • «Vi fotos de los dos líderes dándose la mano», relató Kittisak Sukwilai, un farmacéutico de 32 años, en la ciudad tailandesa de Surin, a 50 kilómetros de la frontera. «Solo espero que no sea solo una sesión de fotos con sonrisas falsas, y que esas manos no estén preparándose para apuñalarse por la espalda».
  • «Cuando escuché la noticia, me alegré muchísimo porque extraño mi hogar y las pertenencias que dejé atrás», declaró Phean Neth a la agencia AFP desde un extenso campamento levantado para albergar a evacuados camboyanos. «Estoy tan feliz que no puedo describirlo», expresó el hombre de 45 años.

«Vivimos en la frontera y nos consideramos vecinos. Nunca pensé que habría enfrentamientos hasta el punto de tener que evacuar», declaró mujer tailandesa de 46 años, obligada por el conflicto a refugiarse temporalmente en casa de un familiar. «Ni siquiera sé cuándo me dejarán volver. Me siento muy deprimida», agregó.

  • Algunas familias desplazadas por los combates iniciaron lentamente el retorno a sus hogares, pese a una notificación del Ministerio del Interior de Tailandia, que aconsejaba a los evacuados retrasar la vuelta a la zona hasta tanto las autoridades puedan certificar que es seguro hacerlo, pese al pacto para poner un punto final al enfrentamiento.

Guerra en Sudán: Las cifras de desplazados descienden

Por primera vez en casi dos años de brutal conflicto ha descendido el número de sudaneses desplazados internamente durante casi dos años de brutal conflicto entre ejércitos rivales, informó el jueves la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU.

Sin embargo, el país sigue sumido en una de las peores crisis humanitarias del mundo, con millones de personas enfrentadas al hambre, las enfermedades y la inseguridad.

  • Los datos de la OIM muestran que entre diciembre del año pasado y marzo, los desplazamientos disminuyeron un 2,4%, con casi 400.000 personas que regresaron a sus lugares de origen en los estados de Aj Jazirah, Sennar y Jartum.
  • Aunque el descenso supone un cambio esperanzador, no indica necesariamente una mejora de las condiciones, según la OIM.
  • Muchos regresan a pueblos y aldeas devastados por meses de guerra, donde los alimentos, el alojamiento y los servicios básicos son prácticamente inexistentes.

Mohamed Refaat, que dirige el equipo de la OIM en Sudán, advirtió que aunque muchas personas están ansiosas por volver a casa, «todavía no se dan las condiciones para un retorno y una integración seguros y sostenibles».

«Los servicios básicos, como la atención sanitaria, la protección, la educación y la alimentación, son escasos, y la falta de infraestructuras funcionales y de capacidad financiera dificultará que las familias reconstruyan sus vidas».

  • Menos de una cuarta parte de las instalaciones sanitarias de las zonas más afectadas siguen funcionando: el resto han quedado destruidas, gravemente dañadas o abandonadas en medio de los combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR) y sus milicias afiliadas.
  • Más de 30,4 millones de personas -más de la mitad de la población de Sudán- necesitan ayuda urgente, según la oficina de coordinación de ayuda de la ONU (OCHA).
  • La inseguridad alimentaria alcanza niveles catastróficos, con 24,6 millones de personas que padecen hambre aguda. Ya se ha confirmado la hambruna en partes del norte de Darfur y las montañas Nuba, y se espera que en los próximos meses se extiendan condiciones similares.

Se calcula que en todo Sudán hay 11,3 millones de desplazados internos, una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo, mientras que casi cuatro millones han huido a países vecinos, principalmente Egipto, Sudán del Sur y Chad.

Familias en Gaza huyen de la guerra y el hambre

  • En cada rincón improvisado de Ciudad de Gaza, entre carpas y escombros convertidos en refugio, familias como la de Nizar Bakron pelean a diario una batalla silenciosa contra la muerte y el olvido. Nizar, de treinta y ocho años, no ha dejado de moverse desde el siete de octubre de 2023.

Ese día, tras el ataque que desató la venganza y la guerra, huyó del vecindario de Shejaia. Su itinerario ha sido un recorrido doloroso por nombres convertidos ahora en sinónimos de huida: Al-Zahra, Nuseirat, Rafah, Khan Younis. En ese mapa de desarraigo, cada parada ha significado un intento desesperado por sobrevivir, como si la distancia pudiera conjurar el peligro.

  • A veces, la vida se reduce a la logística de la supervivencia: “Salimos de Shejaia, nos fuimos a Al-Zahra, luego a Nuseirat, después a Rafah, a la escuela Al-Aqqad, hasta que nos ordenaron evacuar Rafah. Volvimos a Nuseirat, después huimos a Khan Younis y, otra vez, a Nuseirat.
  • Quisimos quedarnos cerca, por si se abría el camino a casa”, recuerda Nizar, sentado junto al fuego, mientras su hijo le alcanza un balde de agua. “Regresamos a Gaza con la esperanza de que la tregua trajera calma, pero las cosas solo empeoraron. Mi hermana, su esposo y sus hijos murieron. Mis hijos murieron y mi padre también. Mi esposa, mi madre y yo estamos heridos. Volvió la hambruna”.

Las pérdidas no solo se miden en cuerpos sepultados 

Es la rutina destrozada, la casa convertida en memoria y la infancia evaporada bajo el llanto de los sobrevivientes. Antes de la guerra, los Bakron vivían en Shejaia, una zona llena de vida y bullicio. Ahora su mundo cabe en una tienda y en los pocos utensilios que lograron rescatar, bajo la amenaza constante del bombardeo y el hambre.

  • El mismo drama, con otros nombres, se repite cientos de kilómetros al sur. Majed al-Bareem, profesor antes del conflicto, se abre paso entre tiendas de campaña en Khan Younis empujando una silla de ruedas donde va su sobrino Joud, de nueve años. Lo acompañan su esposa Samia, su pequeño hijo Samir, su madre Alyah y sus tres hermanas, incluida Rafah, la menor, que tiene síndrome de Down.
  • La tragedia de los Bakron y los Bareem es la crónica de Gaza, un territorio donde casi no queda centímetro sin huella de desplazados, según las cifras de la Organización de las Naciones Unidas: noventa por ciento de la población ha sido forzada a moverse entre zonas de evacuación y campos de refugiados. Las cifras del Ministerio de Salud de Gaza hablan de decenas de miles de muertos y una crisis humanitaria inédita en la historia reciente.

La guerra nació del ataque del siete de octubre de 2023, con el asalto del grupo terrorista Hamas a comunidades de Israel que dejó 1200 civiles masacrados y más de 250 secuestrados, dando inicio a una respuesta militar.

La escasez de alimentos es tan grave que la Organización Mundial de la Salud la llama “hambruna provocada por el hombre”. Las respuestas son balbuceos policiales: Israel defiende las restricciones al ingreso de ayuda, y acusa a los miembros de los grupos violentos financiados por el régimen de Irán de esconderse entre los civiles.

Entre tendederos improvisados y estufas de lata, las vidas siguen porque no hay otra opción. La épica cotidiana es buscar un poco de agua, un trozo de pan, una buena noticia. El drama de quienes cruzaron los escombros de Gaza no tiene héroes, solo resistencia:

  • Padres huérfanos de sus propios hijos, madres que apagan el hambre de los nietos con palabras dulces, docentes que sostienen a la familia empujando una silla de ruedas. Las calles bombardeadas son, al final, un paisaje de pérdida y de esperanza rota.
  • Los días en Gaza tienen un aire de espera infinita. Sonidos de ciudad perdida: pasos sobre piedra, niños que apenas hablan, ollas que hierven con lo que consiguen sobre fuegos improvisados, son el retrato cruel de quienes más sufren la crisis sanitaria.
  • No queda resguardo contra la intemperie, ni refugio seguro para la memoria. Los caminos de los desplazados se cruzan entre ruinas, bajo un sol inclemente, mientras cada familia arrastra a cuestas la memoria de lo perdido: hogar, infancia y la esperanza.

Más de 10 millones de desplazados en Ucrania

Han pasado tres años desde que Rusia invadió Ucrania. Ahora, el presidente Donald Trump está poniendo en duda el respaldo futuro de Estados Unidos a Kiev, manteniendo conversaciones directas con Rusia, atacando al presidente Volodímir Zelensky y quejándose del costo de la ayuda estadounidense al país de Europa del Este.

  • La guerra de Rusia en Ucrania ha causado decenas de miles de muertes, ha desplazado a millones de personas y ha alterado de manera dramática el panorama de seguridad en Europa.
  • A medida que la guerra entra en su cuarto año, aquí hay un panorama de los costos humanos, territoriales y financieros, en cifras.
  • Ese es el número de ucranianos que han sido desplazados, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Incluye 3,7 millones que se han trasladado dentro del país y 6,9 millones en el extranjero, la mayoría de ellos en Rusia, Alemania y Polonia. Más de 2 millones de hogares, o aproximadamente el 10 % del parque habitacional de Ucrania, han sido destruidos, indicó el organismo.

1,5 millones el número de niños ucranianos en riesgo de sufrir consecuencias a largo plazo para su salud mental debido a la guerra, según el ACNUR. /PUNTOporPUNTO

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