Discursos ANTIINMIGRACIÓN ganan espacio en EUROPA y EU; ¿los MIGRANTES son necesarios para las ECONOMÍAS?

Según el mismo informe del FMI, entre 2019 y 2023, dos tercios de los nuevos empleos fueron ocupados por migrantes no comunitarios.

A medida que los discursos antiinmigración ganan espacio en Europa y Estados Unidos, es urgente mirar más allá del miedo y analizar lo que realmente está en juego. La movilidad humana no es una carga: es un motor esencial de crecimiento económico, resiliencia demográfica y cohesión cultural. Ignorar su impacto no solo es un error de cálculo estratégico: es un gesto que traiciona la evidencia empírica y los principios democráticos que las sociedades modernas afirman defender.

El aporte real de los migrantes al PIB y la productividad

Un análisis del McKinsey Global Institute reveló un dato contundente: en 2015, aunque los migrantes representaban solo el 3,3 % de la población global, generaban el 9,4 % del PIB mundial (unos 6,7 billones de dólares). En Estados Unidos, su aporte ascendía a unos 2 billones de dólares.

Estudios más recientes lo confirman. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó en 2024 que los flujos migratorios netos hacia la eurozona entre 2020 y 2023 –incluyendo a millones de refugiados ucranianos– podrían elevar el PIB potencial de la región en un 0,5 % adicional hacia 2030. Este crecimiento no es marginal: representa aproximadamente la mitad de todo el crecimiento potencial esperado. Es decir, sin la migración, el horizonte económico de Europa sería considerablemente más limitado.

Estados Unidos: fuerza laboral, innovación y expansión

En EE. UU., más de 31 millones de inmigrantes formaban parte del mercado laboral en 2023 –un 19 % del total, según el Council on Foreign Relations–, y su tasa de participación (esto es, el porcentaje de la población en edad de trabajar que está activa en el mercado laboral) era del 67 %, frente al 62 % de los nacidos en el país. Esta diferencia no es trivial. Implica una contribución desproporcionada a la recaudación fiscal, al consumo interno y al dinamismo económico en general.

Los datos también muestran que los inmigrantes no compiten en condiciones idénticas: suelen ocupar empleos físicamente exigentes o poco cubiertos por locales, lo que refuerza la idea de que su rol es complementario, no sustitutivo. Y ese rol se vuelve aún más estratégico en contextos de pleno empleo o envejecimiento poblacional.

Migración e innovación: una relación subestimada

A menudo se olvida que las migraciones no solo traen trabajo, sino también ideas. Según el World Economic Forum, los inmigrantes tienen un 80 % más de probabilidad de crear nuevas empresas que los nacidos en EE. UU., y más del 40 % de las empresas de la lista Fortune 500 fueron fundadas por personas migrantes o sus descendientes.

Este patrón se repite en el ecosistema académico y tecnológico: una proporción significativa de patentes registradas en Estados Unidos tiene al menos un inventor extranjero. Las universidades líderes del país dependen de estudiantes internacionales para sostener sus programas en las áreas de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas. En otras palabras, cerrar fronteras es también cerrar la puerta a la innovación.

Redadas de inmigración impactan en la caída del empleo

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, afirmó que el mercado laboral estadounidense ha alcanzado un «equilibrio peculiar». La demanda de trabajadores se ha enfriado, pero la tasa de desempleo se ha mantenido estable debido a la abrupta desaceleración de la oferta laboral.

Esta desaceleración de la oferta laboral se debe a un drástico cambio en la inmigración, que ha pasado de ser una de las mayores oleadas en la historia de Estados Unidos a prácticamente ninguna. Los economistas afirman que esto podría tener consecuencias sutiles, pero perdurables.

Algunos expertos predicen que la virtual suspensión de los cruces fronterizos no autorizados, el aumento en las deportaciones y un clima de descontento con los extranjeros significan que la inmigración neta este año podría ser negativa por primera vez en décadas.

  • Esto tiene un beneficio a corto plazo, como aludió Powell. Significa que la caída en la demanda laboral no necesariamente elevará la tasa de desempleo, que está a un nivel históricamente bajo del 4.2%. Pero a largo plazo podría limitar el crecimiento potencial de la economía y generar mayores déficits presupuestarios.
  • Entre el 2010 y el 2019, un promedio neto de 917 mil personas ingresaron al país anualmente, reporta la Oficina de Presupuesto del Congreso. Esta cifra aumentó a 3.3 millones en el 2023 y a un estimado de 2.7 millones en el 2024, uno de los mayores aumentos de este tipo en la historia de Estados Unidos.

En un artículo reciente para el conservador American Enterprise Institute, los economistas Wendy Edelberg, Stan Veuger y Tara Watson estimaron que la migración neta disminuirá a -205 mil este año. Lo atribuyen a una combinación de inmigración ilegal mínima y un aumento en la emigración de entre 675 mil y 1.02 millones por encima de las tasas habituales, suponiendo un aumento en las deportaciones y las salidas voluntarias en respuesta a las políticas de la Administración Trump.

La última vez que la inmigración neta anual fue tan baja de forma constante fue en la década de 1960. Pero en aquel entonces, los baby boomers se incorporaban a la fuerza laboral e impulsaban la economía. Ahora se están jubilando, lo que hace que la oferta laboral dependa más de los inmigrantes.

  • Economistas y demógrafos afirman que los inmigrantes ya representan la gran mayoría del crecimiento tanto de la población como de la oferta laboral. Con una inmigración neta cero, Torsten Slok, economista titular en Apollo, estima que la economía estadounidense sólo podría añadir de forma sostenible unos 24 mil empleos no agrícolas al mes, contra un promedio de 155 mil entre el 2015 y 2024.

No todos prevén una salida neta de inmigrantes. Goldman Sachs prevé que la inmigración neta se estabilizará en torno a los 500 mil al año, en parte debido a la dificultad de seguir aumentando las deportaciones.

Es imposible medir con precisión en tiempo real el flujo real de inmigrantes y emigrantes. Estados Unidos no mantiene registros exhaustivos de las personas que salen del país, y la Administración Trump ha dejado de publicar datos regulares sobre deportaciones.

  • Se ha afirmado, como en un informe del Pew Research Center la semana pasada, que la inmigración neta ya se ha vuelto negativa. En un comunicado de prensa el 14 de agosto, Kristi Noem, la Secretaria de Seguridad Nacional, afirmó que 1.6 millones de inmigrantes no autorizados habían salido de EU en sus primeros 200 días en el cargo.
  • El comunicado de Noem incluía una gráfica copiada y pegada del Centro de Estudios de Inmigración, un grupo que aboga por una menor inmigración, que recientemente estimó que 1.6 millones de migrantes no autorizados se han ido desde enero.

Tanto esa cifra como la de Pew se basan en gran medida en una sola fuente: la Encuesta de Población Actual (CPS) mensual de la Oficina del Censo. Esta encuesta se usa para calcular la tasa de desempleo mensual y otros indicadores del mercado laboral. Sin embargo, la agencia advierte contra el uso de la CPS para estimar la población inmigrante a lo largo del tiempo.

Desde noviembre, el número de no ciudadanos que respondieron a la CPS se desplomó 18%, posiblemente por temor a que su información se comparta con las autoridades migratorias.

«Índices de respuesta más bajas darían lugar a estimaciones erróneamente bajas de la población inmigrante en las encuestas», dijo Michelle Mittelstadt, vocera del Instituto de Política Migratoria. «Es increíblemente improbable que 1.6 millones de inmigrantes no autorizados hayan abandonado EU a la fecha durante la Administración Trump».

  • Aunque no puede medirse con precisión la disminución en la inmigración neta, se siente. Entre mayo y julio, la economía añadió sólo 106 mil empleos no agrícolas, o 35 mil al mes, el trimestre más bajo desde la pandemia de Covid-19. El hecho de que la tasa de desempleo no aumentara simultáneamente sugiere que menos personas se incorporaban a la fuerza laboral en busca de empleo, evidencia de la represión migratoria.

Ya que la producción económica depende del número de trabajadores y su productividad, una menor inmigración reduce mecánicamente la tasa de crecimiento. Economistas encuestados por The Wall Street Journal en julio prevén que las políticas migratorias de Trump restarán alrededor de 0.2 puntos porcentuales al crecimiento en el 2025 y 0.3 puntos en el 2026.

  • La caída podría ser más severa en algunos sectores. En el 2023, los no ciudadanos representaban el 33% del personal doméstico, el 30% de los trabajadores de la construcción y el 24% de los trabajadores de jardinería, arrojan datos del censo anual recopilados por el Centro de Integración de Datos de IPUMS. El Departamento de Agricultura estimó recientemente que el 42% de los trabajadores agrícolas era inmigrante sin permiso de trabajo.

Una pregunta es cuánto durará esta economía de baja inmigración. La represión de la Administración Trump dejó a millones de migrantes varados en Latinoamérica, y en grupos de chat algunos afirman que planean reanudar sus viajes una vez que deje el cargo.

  • Una caída prolongada no sería algo sin precedentes. La población inmigrante se redujo entre 1930 y 1970 al disminuir la oleada de europeos del sur y del este que inundaron EU a fines del siglo 19 y principios del 20.
  • La diferencia hoy es que las tasas de fertilidad en EU se ubican cerca de mínimos históricos. La Oficina de Presupuesto del Congreso ha pronosticado que las muertes superarán a los nacimientos para el 2033, siete años antes de lo previsto.

Sin una inmigración neta positiva, la población comenzará a contraerse. Esto presionaría las finanzas públicas y frenaría la demanda en algunos sectores, como la vivienda.

«Las economías sí pueden funcionar con un crecimiento poblacional muy bajo», afirmó Watson. «Sólo que a largo plazo suele haber menos dinamismo y menos ingresos per cápita».

Europa Occidental: dependencia silenciosa

En la Unión Europea el impacto no es menor. Según el mismo informe del FMI, entre 2019 y 2023, dos tercios de los nuevos empleos fueron ocupados por migrantes no comunitarios. Estos datos desmienten la idea de que los migrantes “quitan empleo”: al contrario, cubren vacantes estructurales que ni la automatización ni el mercado interno han logrado suplir.

  • Además, la OCDE advirtió en 2025 que si no se incorporan más mujeres, mayores e inmigrantes al mercado laboral, el crecimiento del PIB per cápita de los países miembros podría reducirse de un 1 % anual (2000–2020) a un exiguo 0,6 % hacia 2060. A la inversa, una política migratoria más inclusiva podría añadir al menos 0,1 puntos porcentuales al crecimiento anual.

Remesas: impacto económico transnacional

El World Migration Report 2024 confirma que las remesas globales alcanzaron los 831 000 millones de dólares estadounidenses en 2022, un crecimiento de más del 650 % desde el año 2000.

Este volumen supera con creces la ayuda oficial al desarrollo e incluso, en muchos casos, la inversión extranjera directa. Las remesas se invierten mayoritariamente en salud, educación y vivienda.

Son, en efecto, una redistribución global de riqueza que no pasa por el sistema multilateral, pero que produce un efecto estabilizador y profundamente humano.

¿Y si miramos hacia adelante?

El problema no es solo económico. Cuando las sociedades adoptan discursos excluyentes están renunciando a su capacidad de adaptación y cambio. Ignorar esta evidencia implica asumir tres costes claros:

  • Económico, al renunciar a una fuente estructural de crecimiento, innovación y sostenibilidad fiscal.
  • Social, pues se alimentan estigmas que fracturan la convivencia y debilitan la cohesión ciudadana.
  • Geopolítico, al perderse influencia en un mundo donde la competencia por talento y capital humano se está intensificando.

La buena noticia es que existen soluciones probadas. Desde la agilización de procesos de homologación profesional hasta sistemas regionales de coordinación migratoria, las herramientas están al alcance de los gobiernos. El reto es político y, sobre todo, narrativo: se necesita un relato público que reconozca el valor de la movilidad humana como parte del contrato social contemporáneo.

Inmigrantes impulsaron economía de Europa tras pandemia: BCE

Un aumento en la proporción de trabajadores nacidos en el extranjero después de la pandemia ayudó a Europa a reducir la inflación sin un crecimiento significativamente más lento, indicó el sábado la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

  • Un factor clave «ha sido el aumento tanto en el número como en la tasa de participación de los trabajadores extranjeros», afirmó Lagarde en un discurso en Jackson Hole, Wyoming, en un simposio económico de la Reserva Federal de Estados Unidos. «En Alemania, por ejemplo, el PIB sería alrededor de un 6% más bajo que en 2019 sin la contribución de los trabajadores extranjeros».

El fuerte crecimiento económico de España después de la pandemia «también se debe en gran medida a la contribución de la mano de obra extranjera», expresó.

  • Los comentarios de Lagarde reflejaron una opinión común entre los economistas de que una afluencia de trabajadores extranjeros ayudó a las empresas a expandir su producción y satisfacer un aumento en la demanda tras la pandemia y posterior a las compensaciones. El aumento de la oferta ayudó a reducir la inflación en Europa y en Estados Unidos. Sin embargo, el incremento de la inmigración también provocó una reacción política en ambas economías.
  • «La migración podría, en principio, desempeñar un papel crucial en aliviar» la escasez de mano de obra a medida que las poblaciones nativas envejecen, dijo Lagarde. Pero «las presiones de la economía política pueden limitar cada vez más las entradas», indicó.
  • Lagarde también señaló que una caída en los salarios ajustados por inflación, una mayor retención de trabajadores por parte de las empresas y una afluencia de lo adultos mayores en la fuerza laboral también contribuyeron a un crecimiento económico constante incluso cuando el BCE elevó las tasas de interés.

Históricamente, enfatizó Lagarde, los costos de endeudamiento más altos han frenado el crecimiento económico, a menudo causando recesiones y llevando a un mayor desempleo. Sin embargo, eso no ocurrió cuando el BCE elevó su tasa clave en 2022 y 2023.

  • Aunque los trabajadores nacidos en el extranjero representaron sólo el 9% de la fuerza laboral de la UE en 2022, han constituido la mitad del crecimiento de la fuerza laboral del bloque en los últimos tres años, dijo Lagarde.
  • Más adultos mayores también se unieron a la fuerza laboral, señaló Lagarde. Sin ese aumento, la tasa de desempleo en los 20 países que utilizan la moneda euro sería más alta: 6.6%, en lugar de la tasa actual de 6.3%, afirmó.

Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón, habló en el mismo panel en Jackson Hole y señaló una tendencia similar en Japón desde la pandemia. Aunque los nacidos en el extranjero constituyen apenas el 3% de la fuerza laboral, han representado la mitad del crecimiento reciente de la fuerza laboral.

¿La inmigración puede frenar el declive demográfico en la próxima década en Europa?

La población de la UE disminuirá un 6,6% de aquí a 2100, pasando de 449 millones en 2024 a 419 millones. Sin embargo, si la migración se congelara hoy, la población disminuiría en más de un tercio, según las últimas proyecciones de Eurostat.

El envejecimiento de la población, el aumento de la longevidad y los bajos niveles de fertilidad son algunas de las razones que explican estas cifras. Con la actual tendencia migratoria, la población de Letonia y Lituania experimentará un descenso récord del 38%.

  • Francia y Alemania registrarán los menores descensos de su población total, con un 0,62% y un 1%, respectivamente. Sólo Luxemburgo, Malta y Suecia experimentarán un crecimiento demográfico. Pero si no se tiene en cuenta la inmigración, la población de la UE podría disminuir un 34%, lo que supondría pasar de 449 millones en 2024 a 295 millones a finales de siglo.

Italia registraría el mayor descenso de población sin inmigrantes, con un 52%, mientras que España y Malta le seguirían con descensos del 49% y el 48%, respectivamente. Mientras tanto, la población de Alemania experimentaría un descenso del 37% de aquí a 2100, en lugar del 1% previsto si se tiene en cuenta la inmigración. Por último, el descenso de población en Francia llegaría al 13%, en lugar del 0,62% previsto.

  • La inmigración es un tema candente en la Unión Europea, donde los líderes de los 27 países discuten a menudo sobre la creación de una política común de migración y asilo. La inmigración y el control de fronteras han sido palabras clave repetidas en las pasadas elecciones en toda la UE.
  • En las elecciones federales celebradas recientemente en Alemania, el partido de extrema derecha AfD ha abogado por deportaciones masivas de inmigrantes y ciudadanos nacionalizados. Mientras tanto, en Italia, Giorgia Meloni ha dado prioridad a la reducción de la inmigración durante su primer mandato. El país firmó el año pasado un acuerdo para expulsar hasta 3.000 inmigrantes al mes fuera de las fronteras de la UE.

Sin embargo, cerrar la puerta a los inmigrantes sometería a la mayoría de los países de la UE a una mayor presión económica. A medida que envejezca la población de la UE, disminuirá su mano de obra y se dispararán los costes de las pensiones y la atención a los ancianos. En España, las políticas efectuadas se realizan en dirección contraria, dando la bienvenida a un mayor flujo migratorio.

La mayoría de los países necesitan decenas de miles de médicos, enfermeras y otro personal sanitario a medida que su población envejece y desarrolla más problemas de salud, al tiempo que los trabajadores sanitarios renuncian o se jubilan. Muchos sistemas sanitarios de la UE dependen ya de médicos o enfermeras inmigrantes.

En Alemania, por ejemplo, más de cuatro millones de personas trabajan en el sector sanitario y social. En 2019, casi una cuarta parte de ellas, incluidos médicos y personal asistencial, eran de origen migrante, según el Consejo de Expertos sobre Integración y Migración.

Las políticas antiinmigrante de EU afecta a México

La economía de la frontera sur de México resiente las políticas antiinmigrantes de Donald Trump en Estados Unidos, pues debido al menor flujo de trabajadores en movilidad, en esta ciudad chiapaneca hay menos ingresos por remesas, coincidieron empresarios y prestadores de servicios.

  • De acuerdo con datos del Banco de México, en el tercer trimestre de 2018, cuando comenzó el ingreso a México de las primeras caravanas procedentes de Centro y Sudamérica, Tapachula –la principal ciudad en la región– recibió remesas por 19.7 millones de dólares.

Para el tercer trimestre de 2023 los envíos ascendieron a 96.5 millones de dólares, es decir, crecieron 500 por ciento en cinco años.

  • Sin embargo, con el cierre de la frontera norte y las deportaciones masivas, en el primer trimestre de 2025 –cuando Trump asumió el poder– la ciudad sufrió un desplome a 54.3 millones de dólares en remesas.
  • Actualmente los hoteles están vacíos, a los restaurantes van pocos comensales, los centros comerciales tienen menos afluencia y, en general, se observa menor población flotante en esta ciudad fronteriza con Guatemala.

Además, propietarios de inmuebles construyeron departamentos que alquilaban a migrantes a precios elevados –entre mil y mil 500 pesos por persona– en los que en ocasiones había 10 huéspedes hacinados en un espacio pequeño. Hoy, esos sitios están sin inquilinos.

La economía de los flujos humanos en movilidad alimentó los servicios de transporte, hospedaje y alimentación; incluso la crisis de la pandemia no se resintió tanto por la oleada de extranjeros.

La flotilla de taxis en la ciudad creció casi 60 por ciento, pues pasó de mil 400 unidades a casi 2 mil 200.

En la actualidad, decenas de unidades circulan sin pasajeros, incluso en horas pico.

Cuando había migrantes ganábamos hasta mil pesos en un día, ahora apenas sacamos para la cuenta y nos quedan 200 pesos de ganancia, narró Enrique López, taxista desde hace casi una década.

El presidente de la Cámara de Comercio Servicios y Turismos de la Frontera Sur, Jorge Zúñiga, admitió que la iniciativa privada hizo importantes inversiones para atender la alta demanda de productos y servicios orginada por la migración; ahora, frente la reducción de estos grupos buscan la manera de compensar la caída.

Inseguridad, otro golpe

El líder empresarial estimó que los ingresos extraordinarios de prestadores de servicios, como hoteles, restaurantes, transportes y comercios ha experimentado una disminución cercana a 20 por ciento.

  • El alza que tuvimos en la movilidad humana, con las remesas y los extranjeros que estaban viviendo en Tapachula se notó. Lo mas difícil es que el empresario se acostumbra a generar este dinero excedente.
  • Añadió que la única manera de compensarla es plantear que se abra de manera natural y orgánica nuestra frontera para que regrese la gente de Guatemala que venía a hacer comercio, que venía a consumirnos y a hacer turismo, porque hubo un momento en que también dejaron de venir por la inseguridad que teníamos en el estado.

Confió en que la estrategia de seguridad impulsada en la entidad consiga nuevamente la confianza del turismo nacional y extranjero para revertir el impacto económico que ha ocasionado la ausencia de migrantes.

Retorno de migrantes a México fortalecería economía

No todo es negativo, pues con la repatriación de mexicanos, la economía puede resultar beneficiada ya que esto representaría la integración de dicha mano de obra al país, afirmó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a inicios de año.

  • Los migrantes podrían retornar a México y acceder a un empleo digno y mejores oportunidades de desarrollo, aseveró el organismo privado.
  • “El Consejo Coordinador Empresarial reafirma su compromiso de contribuir con el gobierno de México en torno a los desafíos migratorios.

Si bien este fenómeno plantea importantes retos, también brinda oportunidades para fortalecer la economía nacional al reintegrar a los mexicanos retornados con empleos dignos y oportunidades de desarrollo”, dijo el CCE en un comunicado.

A decir de expertos, esta situación también provocaría que haya un mayor poder adquisitivo y por ende más consumo, que beneficiaría a México.

El líder empresarial anunció que trabajará para fortalecer el comercio bilateral entre México y Estados Unidos.

“Reconocemos este momento como una oportunidad para fortalecer los lazos que unen a nuestras naciones, especialmente en el ámbito comercial, donde la relación trilateral, en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ha demostrado ser un motor de desarrollo y crecimiento económico para América del Norte”, dijo./Agencias-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario