La pérdida de especies provocada por la contaminación del aire y el agua, dañará aún más los ecosistemas, lo que causará un desequilibrio ambiental que se reflejará en las temporadas durante el año, tanto de lluvia como de sequía, sin embargo, no existe un plan o estrategia para contrarrestar estás graves afectaciones
- El investigador y coordinador académico de sistemas costeros, Pedro Negrete Moreno, indicó que hay dos cosas que el ser humano no quiere entender, de que se necesita del agua y del aire para vivir, pero precisamente son los dos elementos que se descuidan más.
- Agregó que el agua cada vez está más contaminada, se vierte el drenaje en los ríos, se quema basura, se usan aerosoles y eso ha coincidido con la pérdida de especies, por ello, urgen políticas públicas que garanticen el cuidado de los ecosistemas antes de que sea demasiado tarde.
Dijo que no se necesita ser especialista para saber que el entorno natural que tiene la región Soconusco no es el mismo de hace 30 años, ya que los tiempos de lluvia, los cambios bruscos de temperatura y las condiciones de los ríos ponen en evidencia el daño que le ha hecho el ser humano al medioambiente.
Asimismo, según el portal del gobierno federal, las últimas estimaciones señalan que en México se han perdido alrededor del 50 por ciento de los ecosistemas naturales. Las principales transformaciones se han llevado a cabo en las selvas húmedas y secas, los pastizales, los bosques nublados y los manglares y en menor grado en matorrales y bosques templados.
Finalmente, Pedro Negrete aclaró que, no se trata de ser alarmantes sino ver la realidad, donde lo que se tiene ahora son ríos secos, la mayoría contaminados por el drenaje de las zonas urbanas, por lo que queda de cada individuo hacer un cambio sustancial en sus hábitos para generar un mejor entorno para las especies que conviven con nosotros.
Pierde México 4.9 millones de hectáreas de ecosistemas
- México perdió en 22 años 4.9 millones de hectáreas de ecosistemas naturales, una superficie equivalente al territorio de Costa Rica, advirtió María José Villanueva, directora de conservación del Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en el país.
- En tanto, advirtió Villanueva, hay mil 573 especies en riesgo, conforme a la norma oficial mexicana NOM-059; la agricultura y ganadería no sostenibles se han convertido en la principal causa de deforestación y el 42 por ciento de los acuíferos no cuenta ya con disponibilidad de agua.
Al presentar la iniciativa «Naturaleza de vuelta», la especialista remarcó que la pérdida de ecosistemas reduce la capacidad de capturar gases de efecto invernadero y de enfrentar eventos climáticos.
- Además, el agotamiento y degradación ambiental representan un costo equivalente al 4.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con estimaciones del Inegi, advirtió.
- «La naturaleza está emitiendo una señal de alerta. Las crisis interconectadas de la pérdida de naturaleza y el cambio climático están llevando a la fauna y los ecosistemas más allá de sus límites», alertó la directora.
- La iniciativa de WWF México, explicó la coordinadora, incluye una propuesta para conservar lo que nos queda, restaurar lo que hemos perdido, reducir nuestra huella, financiar las medidas necesarias, incidir en políticas e inspirar la acción colectiva.
El objetivo, detalló, es apoyar al país para lograr la conservación de 30 por ciento de las zonas terrestres, de aguas continentales, costeras y marinas para el 2030, conforme a las metas fijadas a nivel internacional, e impulsar la restauración de 500 mil hectáreas, así como mantener o mejorar el estatus de especies clave como el jaguar, la mariposa monarca o las ballenas.
- «WWF México suma su visión de promover una conservación inclusiva sobre la base de la ciencia y buscando reducir nuestra huella colaborando con las ciudades, industrias y productores.
- Nuestro plan busca equilibrar la protección del medio ambiente con el bienestar social y económico, alineando a México con las metas globales para proteger su vasta biodiversidad y combatir el cambio climático», sostuvo.
Los problemas ambientales en México
La crisis ambiental en México ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años, afectando tanto a la biodiversidad como a la calidad de vida de sus habitantes. México es uno de los países más megadiversos del mundo, pero también es uno de los que más sufre las consecuencias del cambio climático y la degradación ambiental.
- Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), el 70% de los ecosistemas del país están alterados, y la pérdida de biodiversidad avanza a un ritmo preocupante.
- Además, más del 45% del territorio nacional enfrenta algún grado de desertificación, y el 40% de las áreas naturales protegidas presentan conflictos relacionados con el uso del suelo.
El impacto de estos problemas ambientales en México no se limita al medio ambiente. La salud pública también se ha visto afectada por la contaminación del aire, la escasez de agua y el uso de agroquímicos, lo que ha incrementado la incidencia de enfermedades respiratorias y gastrointestinales en la población.
Abordar estos problemas es una tarea urgente que requiere la colaboración de gobiernos, empresas y ciudadanos para implementar soluciones inmediatas que reduzcan la degradación ambiental y garanticen un futuro más sostenible para las generaciones futuras.
- Si los principales problemas ambientales en México no se abordan con la seriedad que requieren, el país podría enfrentar un futuro marcado por la desigualdad y el deterioro irreversible de sus recursos naturales.
El cambio climático ha exacerbado las brechas sociales, y ya se observan disparidades significativas entre las comunidades más ricas y las más pobres.
- De acuerdo con el Banco Mundial, los efectos del cambio climático podrían aumentar la pobreza extrema en México, especialmente en las zonas rurales, donde el acceso a recursos como el agua y la tierra cultivable se vuelve cada vez más limitado.
- Además, las sequías prolongadas, las olas de calor y los desastres naturales, como huracanes y tormentas, se harán más frecuentes e intensos, lo que agravará la migración interna y la pérdida de cultivos.
Sin acciones concretas, se estima que la producción agrícola podría disminuir hasta un 40% para el año 2050, lo que pondría en riesgo la seguridad alimentaria de millones de mexicanos. Combatir la crisis ambiental no es solo una cuestión de justicia social, sino también de supervivencia económica para el país.
Recortan presupuesto de Áreas Naturales Protegidas
Los recortes que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 arrojó en dependencias como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y órganos desconcentrados como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), impactaron directamente en los recursos naturales que México necesita preservar ante la crisis climática global.
- Según el Artículo 44 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son consideradas “zonas del territorio nacional y aquellas sobre las que la nación ejerce soberanía y jurisdicción, en las que los ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano, o que sus ecosistemas y funciones integrales requieren ser preservadas y restauradas”.
- De las 232 ANP que abarcan 98 millones 719 hectáreas del territorio mexicano, 79 corresponden a Parques Nacionales; 57 a Áreas de Protección de Flora y Fauna; 48 a Reservas de la Biósfera; 28 Santuarios; 15 Áreas de Protección de Recursos Naturales; y cinco Monumento Naturales.
- Sin embargo, estas casi 100 millones de hectáreas corren peligro, pues especialistas coinciden en que la actual la falta de recursos puede agravar actividades como la agricultura, la urbanización, la tala ilegal, la caza furtiva, la pesca ilícita y el turismo masivo en las Áreas Naturales Protegidas de nuestro país.
“Uno de los impactos que vemos aquí, es que delitos que están relacionados con la extracción de recursos naturales o de vida silvestre, pueden ir a la alza, al no tener recursos suficientes para realizar acciones de monitoreo y vigilancia, ni tener guardaparques suficientes que estén contratados por la Conanp”, explicó el investigador Daniel Martin.
Martin también es coautor de la investigación “Cuidar lo que importa”, de la coalición Noroeste Sociedad Civil para la Sustentabilidad Ambiental (NOSSA), misma que señala que el presupuesto para la Semarnat en 2025 fue 39.4 por ciento menor a lo que recibió en 2024, lo que representa una pérdida de 28 mil 884 millones de pesos; mientras que el recorte presupuestal en la Conanp alcanza el 42 por ciento (733 millones de pesos), que no serán invertidos en la gestión y protección de las ANP.
Lo anterior también representa el presupuesto más bajo desde 2006 para este rubro; sin embargo, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), se decretaron 50 ANP, pasando de 182, en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), a 232 en 2024.
- La investigación también refiere que en el sexenio 2018-2024, las tareas de inspección y vigilancia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), cayeron la mitad con respecto de las realizadas entre 2012-2018, cuando se llevaron a cabo 13 mil 915 acciones de vigilancia y 7 mil 403 de inspección, y en el sexenio que acaba de concluir solamente fueron 4 mil 860 acciones de vigilancia y 3 mil 897 de inspección.
“Si consideramos que todavía hay un recorte en el sector mayor al 39 por ciento para este año que inicia, pues tenemos un panorama bastante preocupante, lo que nosotros estamos viendo es que justo estas acciones, estas amenazas a las Áreas Naturales Protegidas, se pueden concretar de forma más fácil, y eso es alarmante”, agregó Martin.
Como documenta la publicación de la NOSSA, los guardaparques y voluntarios contratados por la Conanp, realizan actividades permanentes en las ANP y participan en tareas de difusión, educación ambiental y gestión administrativa. No obstante, en nuestro país los guardaparques tienen asignado, en promedio, mil kilómetros cuadrados de territorio cada uno.
- Hasta julio de 2024 la Conanp reportó solo 677 personas contratadas como guardaparques para cubrir las más de 98 millones de hectáreas de las ANP, es decir, mil 385 kilómetros cuadrados por cada guardaparques, lo que supera por mucho la cifra de 26 kilómetros cuadrados propuesta por la Federación Internacional de Guardaparques.
- Sin embargo, la realidad rebasa el promedio, pues en la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, en Baja California Sur, que tiene más de dos millones de hectáreas de superficie, solo hay trece guardaparques contratados por la Conanp, y cada uno tiene a su cargo la protección de mil 960 kilómetros cuadrados.
“El Vizcaíno es un Área Natural Protegida enorme, es un santuario de ballenas, y eso hace que también la población local trabaje en el turismo en tours de avistamiento, pero en 2024 recibió 11 centavos por hectárea, esto la hace un área que no es adecuadamente manejada, y que tampoco puede ser adecuadamente explotada por la población, a la que le afecta el tener un área protegida en mal estado”, explicó el también coordinador de la NOSSA.
Recorte presupuestal viola derechos humanos
Daniel Martin, quien también facilita las actividades conjuntas de las siete organizaciones ambientalistas mexicanas que integran la coalición NOSSA, cuyo objetivo es fortalecer la protección de Áreas Naturales Protegidas (ANP) en México, indicó a este diario que los recortes presupuestales también violan varios derechos humanos.
- El investigador recordó que desde 2016 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) calificó como una omisión no publicar o actualizar los programas de manejo de las ANP, hecho que también fue considerado como una violación a los derechos como a la seguridad jurídica, al medio ambiente sano y a la participación efectiva de pueblos y comunidades que habitan dentro de las Áreas Naturales Protegidas o alrededor de ellas.
“Esto es justamente porque en los programas de manejo específica el cómo se puede dar el uso y disfrute de los recursos dentro de las áreas, pero tenemos entonces un problema, porque de todas las áreas que se decretaron el año pasado, el gobierno de Claudia Sheinbaum arranca con un déficit de 105 programas de manejo”, puntualizó Martin.
En este sentido, el investigador refirió que se están violando los derechos de los pueblos y comunidades que habitan dentro o alrededor de las Áreas Naturales Protegidas, conforme a lo señalado por la CNDH en 2016.
Hay 203 áreas naturales protegidas en México
México cuenta con 203 áreas naturales, las que son fundamentales para la conservación de su capital natural. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reveló que en el país se dividen en seis categorías, santuarios, monumentos naturales, áreas de protección de recursos naturales, parques nacionales, reservas de la biosfera y áreas de protección de flora y fauna.
- El país cuenta con una superficie de un millón 960 mil 189 kilómetros cuadrados y una superficie marítima de 3 millones 149 mil 920 kilómetros cuadrados.
- A nivel mundial, México destaca por estar entre los 17 países con mayor diversidad, a nivel global; se resalta como la cuarta nación de riquezas de especies.
- Se encuentra entre los cinco países con mayor diversidad en cuatro grupos de vertebrados (mamíferos, aves, reptiles y anfibios).
- Aparte, México se encuentra entre los ocho principales países en diversidad genética con las de 130 especies de plantas.
El objetivo de este día es que toda la población y no solo los ecologistas de México se involucren en generar conciencia de la conservación de la extraordinaria riqueza biológica de México, y para que las generaciones futuras se sorprendan al contemplar y disfrutar de la diversidad de flora y fauna que atesoran los ecosistemas terrestres y marinos del país.
- Para 2020, al menos 17 por ciento de las zonas terrestres y de las aguas interiores y 10 por ciento de las zonas marinas y costeras, especialmente las que revisten particular importancia para la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas, se habrán conservado por medio de sistemas de áreas protegidas administrados de manera eficaz y equitativa, ecológicamente representativos y bien conectados, y de otras medidas de conservación eficaces basadas en áreas, y éstas estarán integradas a los paisajes terrestres y marinos más amplios.
Las maneras en que se puede aportar a este día son gestionar los residuos de manera adecuada, regar las plantas del hogar por las noches, tratar de no utilizar plásticos de un solo uso, reciclar materiales, consumir la menor cantidad posible de alimentos procesados, realizar una composta, etcétera.
Pemex, responsable de 1 de cada 3 sitios contaminados en Áreas Protegidas
Pemex es responsable por los derrames que corresponden a una tercera parte de los sitios contaminados que invaden 18 Áreas Naturales Protegidas (ANP) en México, un total de casi 65 mil metros cuadrados de hidrocarburos que infectan los suelos de zonas destinadas a preservar la biodiversidad del país.
- En México, existen 232 ANP federales, de las cuales 18 tienen al menos un sitio contaminado en su interior. Dentro de ellos hay 46 sitios que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha identificado como espacios contaminados, y 16 de ellos fueron a causa de derrames de Pemex Exploración y Producción o Pemex Refinación.
Cada uno de los puntos de contaminación a manos de la paraestatal mexicana tuvieron afectaciones desde los 24 metros cuadrados y hasta de casi 38 mil metros cuadrados, pero en conjunto suman casi 65 mil metros cuadrados de suelos infectados de hidrocarburos.
Los sitios se encuentran en la Cuenca del Río Necaxa, Cañón del Río Blanco, el Corredor Biológico Chichinautzin, la Cuenca Don Martín y los Pantanos de Centla.
- Pemex ha presentado ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), autoridad competente en manejo de hidrocarburos, los planes de remediación para 15 de los 16 puntos, pero todos menos uno de estos sitios fueron identificados como contaminados desde hace al menos 10 años y no han sido descontaminados a la fecha de hoy.
- ASEA, la institución señaló que ha aprobado 14 planes de remediación por contaminación de hidrocarburos en estas 5 Áreas Nacionales Protegidas. En el caso particular de los Pantanos de Centla, agregó, se encuentra en la etapa del Muestreo Final Comprobatorio, por lo que se espera pronto realice el trámite de Conclusión del Programa de Remediación.
“La ASEA se mantiene pendiente de los sitios por remediar, registrados en el Inventario Nacional de Sitios Contaminados de la SEMARNAT y en el ámbito de sus atribuciones aprobará o no la Conclusión del Programa reportado por el Regulado, de aquellos sitios pendientes de remediación”, resaltó.
Zonas de protección de biodiversidad, contaminadas y sin remediación
- En el país, hay 232 Áreas Naturales Protegidas (ANP), las cuales representan 98 millones de hectáreas de suelo nacional.
Son espacios marítimos o de suelo bajo protección especial del Gobierno federal para conservar a la fauna y flora nativa de esos sitios, incluyendo especies en peligro de extinción o que estén bajo algún riesgo.
Mediante una revisión del inventario de sitios contaminados de la Semarnat, este medio pudo constatar que 18 de estas áreas tienen al menos un sitio contaminado dentro de ellas.
Este conteo propio no contempla los sitios contaminados que se encuentran cerca de las Áreas Naturales Protegidas, pero ya fuera del polígono delimitado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
- En conjunto, el área afectada de estos 46 puntos es de 80 mil 463 metros cuadrados, mientras que en volumen corresponde a 101 mil 742 metros cúbicos de suelo infectado.
Hidrocarburos y químicos manchan 18 zonas protegidas
- En el sureste de México, la Laguna de Términos, Pantanos de Centla y la Reserva de la Biosfera de La Sepultura son los sitios afectados.
- En la zona centro y oriente del país, se trata de la Reserva de la Biósfera Zicuirán-Infiernillo, el Cañón del Río Blanco, el Corredor Biológico Chichinautzin, la Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa, la Sierra Gorda y la Sierra Gorda de Guanajuato, la Peña Colorada, la Sierra de San Miguelito, el Parque Nacional Gogorrón y la Sierra de Álvarez.
- En el norte del país, las ANP afectadas son el Parque Nacional Cumbres de Monterrey, la Cuenca Don Martín, Tutuaca, el Papigochic y la Reserva de la Biosfera Janos.
Los contaminantes son, en su mayoría, hidrocarburos; aunque también se registraron casos de afectación por sustancias químicas, y metales y metaloides.
Contaminación data desde hace 17 años
Algunos de los sitios contaminados dentro de las Áreas Naturales Protegidas fueron detectados desde el 2008, pero a la fecha siguen registrados como un espacio que no ha sido remediado.
- Los dos primeros derrames fueron de hidrocarburos y se produjeron en dos zonas distintas: uno en la Cuenca del Río Necaxa y otro en el Puerto Industrial Pesquero Isla del Carmen, dentro de la Laguna de Términos.
Aunque tienen programas de remediación aprobados, no se ha erradicado la contaminación.
- De los 46 sitios contaminados identificados, nueve de ellos no tienen un programa de remediación aprobado, el cual es un requisito para emprender acciones para eliminar el contaminante del suelo.
Devora mancha urbana suelos de conservación en CDMX
En la Ciudad de México no se detiene el avance de la marcha urbana y el crecimiento desordenado con sus asentamientos irregulares, en áreas del suelo de conservación y en zonas de alto riesgo, en las alcaldías Xochimilco, Tláhuac, Cuajimalpa, Milpa Alta, Tlalpan y Magdalena Contreras, regiones que albergan bosques, barrancas, cuencas, ríos y zonas de cultivos.
- Estiman que diariamente se pierde una hectárea de suelo de conservación por deforestación, asentamientos irregulares y tala ilegal, de acuerdo con datos relevantes de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
- El 59% del territorio capitalino es suelo de conservación, distribuido en 9 delegaciones políticas, principalmente al sur, con más 900 asentamientos irregulares y más de 200 mil pobladores.
Elizabeth Caracheo, académica de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, aseguró que el boom de la expansión urbana se registró en 1990.
- Con los cambios en la Ley Agraria del 1992, los ejidos se incorporan a los mercados inmobiliarios y aumentó la oferta de suelo más barato, en zonas de conservación y áreas de alto riesgo.
Recordó que la mayoría de las colonias populares en la Ciudad de México iniciaron como asentamientos irregulares.
Otro fenómeno que abonó al crecimiento desordenado fue que partidos políticos y organizaciones populares se aprovecharon de la necesidad de vivienda; “llevaban a la gente a mítines y protestas con la promesa de vivienda y se fueron invadiendo zonas ecológicas, minadas, cerros, bosques o áreas de cultivo”.
Los tomaron como botín político de compra de votos, con promesas de regularización; ante autoridades muy permisivas”, refirió la especialista.
Crecen viviendas precarias en zonas altas
En zonas de reserva se pueden apreciar casas precarias que invaden las faldas del cerro, las orillas de ríos y de acuerdo con vecinos entrevistados en el pueblo de San Luis Tlaxialtemalco, en Xochimilco, en los últimos 30 años se empezó a poblar de manera irregular las partes altas, como La Guadalupita, San Miguel, Las Torres, entre otras, donde no debería haber casas.
A la fecha, es un reto para las autoridades rescatar las zonas que de la noche a la mañana se invaden con viviendas, con basura o cascajo; en esa misma zona, la autoridad capitalina recuperó la Brecha.
- Asimismo, productores de Milpa Alta destacan que luchan a diario para evitar que el suelo rural, se urbanice y no se permitan los asentamientos irregulares. Lo mismo sucede en San Juan Ixtayopan, en Tláhuac, con los campesinos que siembran diversos cultivos. Ellos platican que ha sido muy complicado detener la expansión y crecimiento desordenado en las áreas de cultivos.
“Aquí como es ejido no se puede construir, aunque sí ha habido varios intentos con casas de cartón y lámina, las autoridades correspondientes han tirado algunas viviendas”, comentó un productor de maíz.
En pandemia aumentó la invasión
- En 2021, durante la pandemia por Covid-19, la invasión de zonas naturales protegidas, como San Salvador Cuauhtenco y San Francisco Tlalnepantla, en Milpa Alta; la zona del Ajusco, en Tlalpan, y en Magdalena Atlitic, en Magdalena Contreras.
En la carretera Picacho-Ajusco, en Tlalpan, se evidenció la invasión de casitas de lámina en el paraje Resumideros, de acuerdo con denuncias de vecinos.
- Ante el crecimiento de asentamientos irregulares ubicados en la alcaldía Magdalena Contreras, como Cazulco, Ixtlahualtongo, Subestación, El Gavillero y Tecutlalpan, que combinan lotificación y vialidades irregulares, el Instituto de Geografía de la UNAM y esa alcaldía firmaron un convenio de colaboración.
- Con lo cual van a realizar un diagnóstico para brindar apoyo en la atención del problema y proponer alternativas de solución, que quedó integrado al documento llamado “Actualización de estudios de afectación urbana y ambiental y de riesgo específico en cinco asentamientos humanos irregulares de la alcaldía Magdalena Contreras”.
- Debido a ese crecimiento, la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr) destaca que las invasiones y la deforestación generan diversos problemas al medio ambiente, como la pérdida de hábitat de millones de especies y afectación a la calidad del suelo.
En ese sentido, Irma Escamilla Herrera, académica del Instituto de Geografía de la UNAM, apuntó que la principal afectación del suelo de conservación es la mancha urbana, que crece rápida y desordenadamente, sobre todo por los asentamientos irregulares en la periferia, en donde se mezclan pobreza y segregación socio-espacial.
- Esto se refleja en las condiciones de las viviendas de autoconstrucción, muchas ocasiones improvisadas con materiales no consolidados y carentes de servicios básicos como agua potable, drenaje y luz (Gaceta Unam).
Los asentamientos inician con pequeñas familias que delimitan lo que consideran su terreno con la colocación de cuatro palos; luego autoconstruyen sus viviendas con cartón, lámina y tabicón. Inicialmente son poco visibles, y luego empiezan a crecer de manera desmedida, describió la experta.
- Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco son las alcaldías con mayor superficie de suelo de conservación; le siguen Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Tláhuac y parte de Iztapalapa (el Cerro de la Estrella).
- Esas áreas naturales protegidas son el hábitat de más de mil 800 especies de plantas y animales, algunas endémicas; permiten que haya captación de carbono, con la zona de cubierta vegetal de las serranías del sur; regulan el clima, facilitan la infiltración de agua en época de lluvias y favorecen la recarga de acuíferos, subrayó Escamilla Herrera.
El Instituto de Geografía ha realizado diversos estudios, mediante imágenes satelitales, que muestran el aumento de los asentamientos irregulares, “que van de comunidades de ocho a 10 personas, a colonias completas, con la consecuente pérdida de cobertura vegetal a causa de incendios ocasionados para la expansión de la frontera agrícola o la ocupación ilegal del suelo”.
Hay 25 Áreas naturales protegidas
La capital mexicana cuenta con 25 Áreas Naturales Protegidas, que abarcan 21,661.31 hectáreas, representando 14.61 por ciento de la superficie total de la capital que están a cargo de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), algunas en coordinación entre ambas dependencia y alcaldías.
- El arquitecto Claudio Nieto Rojas, jefe de carrera de la licenciatura en arquitectura de la Universidad La Salle, expuso que el siglo XX fue un periodo de expansión urbana y demográfica que se acentuó en todas las ciudades; se dio crecimiento desmedido, ante los nulos mecanismos políticos para controlar y proteger zonas de conservación, ríos, cerros que dieron origen a muchas colonias que ahora se ubican en áreas de alto riesgo.
- El catedrático y urbanista explicó que la mancha urbana en la zona metropolitana del Valle de México se ha expandido por todos lados y se concentra en zonas no apropiadas para los asentamientos humanos.
- Nieto Rojas citó que en el caso del sur o norte de la CDMX, en los municipios de Ecatepec, Tlalnepantla, fue avanzando la marcha urbana, “empezaron a aparecer pequeños asentamientos con un patrón de crecimiento desordenado”.
El arquitecto lasallista aclaró que la Ciudad de México tiene programas de desarrollo urbano en cada alcaldía y ahí se va marcando las zonas donde debería crecer la ciudad, con que usos y densidades, y si bien las zonas destinadas a conservación o cultivo, no debería haber asentamientos humanos, la realidad es distinta, ya que rebasan a la autoridad”.
- En varios de esos asentamientos son terrenos poco accesibles y por ende es difícil aplicar la gestión urbana. “La gente va asentándose en edificaciones rurales de baja densidad, de autoconstrucción, sin aplicar los procedimientos de desarrollo urbano, como se hace en la zona céntrica de la ciudad, donde la construcción está más consolidada y concentrada”.
- En opinión del catedrático, hace falta más planeación, a corto plazo y mayor inspección para ir conteniendo el problema, aunque no sería la solución, ante la necesidad y alto precio de la vivienda.
- “El gran problema que tiene la Zona Metropolitana del Valle de México es que no ha tenido una planeación significativa a largo plazo. En México existe la tendencia de ir muy acotados a los tiempos administrativos; pero en los proyectos de infraestructura se debe hacer una planificación a largo plazo, a 20 o 30 años, para que la ciudad se vaya reordenando y consolidando”.
“Se necesita voluntad política para generar varios instrumentos de planeación y mantenimiento que excedan tiempos administrativos que es lo que acota todo”.
El tema de los asentamientos humanos ha sido ampliamente estudiado en la academia y con la idea de cambiar el suelo urbano y rural, ante los procesos de expulsión al mercado inmobiliario que dificulta el ingreso a una vivienda por los altos costos, que no permite que la población vulnerable pueda tener acceso en zonas céntricas, puntualizó la maestra Caracheo Miguel.
Invasiones que afectan al medio ambiente
Los asentamientos irregulares en la periferia no sólo ocupan suelos de conservación, sino de alto riesgo, lo que se ha convertido en un problema de política pública y también con un gobierno permisivo.
Lo cual afecta el medio ambiente, a la filtración de agua, a la pérdida de zonas verdes de la capital y ha dado pie a desalojos de invasiones, para mantener esas zonas de conservación como sucede en el Ajusco, en los pueblos de Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta y Magdalena Contreras.
Si bien no es tan preciso el dato de todos los asentamientos irregulares en la ZMVM, porque no siempre se mide, y de repente ya hay personas instaladas, en áreas de alto riesgo ponen en peligro su integridad física, citó la arquitecta.
- De acuerdo con Evalúa de la CDMX, en 2010 había 877 asentamientos irregulares en una superficie de 2 mil 820 hectáreas, mientras que la Sedema citaba que en 2015 eran 812 las mayores concentraciones de asentamientos humanos irregulares en las alcaldías Tlalpan, Xochimilco y Milpa Alta, “pero es un hecho que los asentamientos se duplican”, indicó Elizabeth Caracheo.
- Puntualizó que en los últimos 20 años, el área urbana creció 15 por ciento; en el 2000 la superficie era de 68 mil 939 hectáreas y ya en 2019 era de 79 mil 307 hectáreas; de acuerdo con datos del INEGI, en ese periodo se registró un aumento de 10 mil 368 nuevas hectáreas de suelo urbano.
Adelantó que en el Instituto de Geografía de la UNAM, se va a realizar un gran proyecto para la medición de los asentamientos humanos irregulares. /PUNTOporPUNTO