El blanqueamiento de corales ha alcanzado niveles sin precedentes. La Iniciativa Internacional para los Arrecifes de Coral (ICRI, por sus siglas en inglés) informó este miércoles que el blanqueamiento de corales ha afectado al 84% de los arrecifes en los océanos.
Este evento es el cuarto más grave registrado desde 1998. El primero inició en 2023 y ha superado al registrado entre 2014 y 2017, cuando se afectó alrededor del 66% de los arrecifes. La causa principal es el aumento de la temperatura del océano, resultado del calentamiento global.
¿Qué es el blanqueamiento de corales?
El blanqueamiento ocurre cuando los corales expulsan las algas que viven dentro de ellos. Estas les proporcionan su color y parte de su alimento. Cuando el agua del mar se calienta demasiado durante un tiempo prolongado, las algas liberan compuestos tóxicos, lo que obliga al coral a expulsarlas. Esto deja una estructura blanca y frágil, y pone al coral en alto riesgo de morir.
- Mark Eakin, secretario correspondiente de la Sociedad Internacional de Arrecifes de Coral, explicó:
Podríamos no volver a ver una disminución del estrés térmico por debajo del umbral que provoca un evento global. Estamos viendo algo que cambia completamente el rostro del planeta y la capacidad de los océanos para sostener vidas y medios de vida”.
¿Por qué debería importarnos?
Los corales son fundamentales para los ecosistemas marinos. Aunque solo ocupan una pequeña parte del fondo oceánico, albergan alrededor del 25% de todas las especies marinas. Además, son clave para la pesca, el turismo y la protección de las costas contra tormentas y erosión.
El año pasado fue el más caluroso registrado en la Tierra, y gran parte del calor fue absorbido por los océanos. La temperatura promedio anual de la superficie del mar, excluyendo las regiones polares, alcanzó un récord de 20.87 °C. Estas condiciones son letales para los corales.
¿Qué se puede hacer para salvarlos?
- Algunos proyectos de conservación intentan rescatar fragmentos de coral y cuidarlos en laboratorios o zoológicos. Un laboratorio en los Países Bajos, por ejemplo, trabaja con corales del océano Índico para reproducirlos artificialmente y, si es necesario, reinsertarlos en su hábitat natural. Iniciativas similares se llevan a cabo en Florida.
- Sin embargo, los expertos insisten en que estas acciones no son suficientes si no se ataca el problema principal: las emisiones de gases de efecto invernadero.
- La mejor forma de proteger los arrecifes de coral es abordar la causa del cambio climático. Y eso significa reducir las emisiones humanas, que en su mayoría provienen de la quema de combustibles fósiles… todo lo demás parece más un parche que una solución”, dijo Eakin.
Melanie McField, co-presidenta del Comité Directivo del Caribe para la Red Global de Monitoreo de Arrecifes, agregó:
Creo que las personas deben reconocer lo que están haciendo… la inacción es la sentencia de muerte para los arrecifes”.
Las olas de calor blanquean la barrera de coral mesoamericana
Los dos últimos años han sido los más cálidos registrados por la humanidad desde que hay datos. Y los últimos ocho años más cálidos de la historia se han dado desde 2015 hasta la fecha. Las elevadas temperaturas tienen un gran impacto en los diferentes ecosistemas del planeta, particularmente en los marinos costeros.
Basándose en la respuesta que ciertas especies clave en la formación de hábitats, como las microalgas, el pasto marino y los corales, tuvieron ante olas de calor marinas en 1.322 zonas, a través de 85 ecorregiones del planeta, la revista Nature Climate Change publicó un estudio en el que se demostró que estas altas temperaturas han provocado que muchos ecosistemas costeros, incluyendo los que se encuentran a lo largo de América Latina y el Caribe, pierdan especies fundadoras.
- En 2023 y 2024, las actividades humanas y el fenómeno de El Niño se combinaron para crear condiciones sin precedentes: 3,5 veces más días de olas de calor marinas que en cualquier otro año registrado y casi el 10% de los océanos del planeta rompieron récord de altas temperaturas. Se trata de un escenario riesgoso.
- El mar juega un rol determinante para regular el clima planetario, al tiempo que es hogar de una inmensa variedad de vida marina y provee de comida, trabajo y otros servicios ecosistémicos a millones de personas. Las recientes olas de calor, sin embargo, afectaron pesquerías como la de la anchoa peruana, debido a la redistribución de estos peces hacia aguas menos cálidas.
En el Caribe, el turismo y el equilibrio ecológico de la región, también corren riesgo de desaparecer debido a un rápido blanqueamiento experimentado por los corales del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), el segundo banco de coral más grande de la Tierra.
- El SAM es un amplio ecosistema que se extiende por unos mil kilómetros en las costas caribeñas de México, Belice, Guatemala y Honduras. Es hogar de 65 especies de corales pétreos, 350 de moluscos y más de 500 de peces.
- En él se refugian especies emblemáticas y en serio peligro de extinción, como las tortugas marinas, la caracola reina, el manatí del Caribe, dos tipos de cocodrilos e, incluso, es parte del hábitat del tiburón ballena, el pez más grande del mundo. Por eso lo que se vive allí sirve también para alertar lo que sucede con los otros corales del mundo.
“En un abrir y cerrar de ojos, una zona de arrecife poco profunda (menos de ocho metros) se convirtió en un paisaje blanco, y tras el siguiente parpadeo empecé a ver organismos muertos, solo unos pocos corales al principio, pero los corales blandos como los abanicos de mar o los octocorales murieron en cuestión de días. Y el paisaje blanco se convirtió en lo habitual durante días, semanas y meses”, dijo Valeria Pizarro, científica senior del Perry Institute for Marine Science de EE. UU., en un comunicado que explica la situación que viven estas colonias.
Medir la salud de los arrecifes
El blanqueamiento de corales está asociado directamente a estrés térmico. En octubre y noviembre de 1995, en Belice, ocurrió el primer gran evento registrado en el que aproximadamente el 52% de los corales beliceños mostraron signos de blanqueamiento y cerca del 10% de todas las colonias coralinas experimentaron alguna forma de mortalidad parcial del tejido.
“En ese momento solo sospechábamos que el estrés térmico y posiblemente la radiación ultravioleta estaban causando el blanqueamiento, pero lo que más nos preocupaba era lo que sucedería con estos corales”, escribió la bióloga marina Melanie McField en un artículo publicado por el museo Smithsonian de Historia Natural. Más adelante, la estadounidense redactó otro documento en el que detalló los indicadores necesarios para determinar la salud de los corales mesoamericanos y creó la organización Arrecifes Saludables para Gente Saludable (HRHP, en sus siglas en inglés).
- Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), solo en Belice, actividades como la pesca y el turismo representan entre 210 y 350 millones de dólares anuales. En Quintana Roo, al sur de México, el turismo logra ser el 49% de la actividad económica del estado y emplea hasta el 34% de la gente en edad productiva. En esta zona, entre todas las actividades productivas, el arrecife contribuye en hasta 9.000 millones anuales a la economía local.
Debido a que millones de personas dependen de este ecosistema, HRHP comprendió desde el inicio que, para protegerlo, se debía de contar con la colaboración de los cuatro países que conforman esta barrera coralina. En 2008 se publicó el primer reporte de salud del SAM. En este, se determinó, luego de recopilar datos en 326 sitios, que el estado de este sistema de más de mil kilómetros de extensión era “pobre”.
Un cuadro clínico en deterioro
“Previo al año 2000, los episodios de blanqueamiento se daban entre octubre a diciembre y luego los corales se recuperaban”, cuenta Ana Giró, coordinadora del HRHP para Guatemala. “Pero desde 2013 y 2014, los empezamos a ver más seguido y ahora se monitorea todos los años”. El blanqueamiento de los corales, dice, se da debido a que estos tienen unas algas simbiontes que viven dentro de ellos y que les dan el color. Cuando el coral se estresa por el aumento de la temperatura, las libera y se vuelven blancos.
- El último reporte de salud del SAM, publicado en marzo de 2024, concluyó que solamente el 18% de los sitios analizados se encuentra en estado bueno o muy bueno. En este, se resaltó al cambio climático y el aumento de las temperaturas como una de las grandes amenazas para el sistema de arrecife.
- De hecho, según el estudio de Nature Climate Change, las olas de calor de los últimos dos años contribuyeron a un número casi récord de tormentas tan fuertes en el Atlántico como para que se les diera un nombre.
- Por esto, Pizzarro aboga por la aplicación de estrategias como el monitoreo que HRHP realiza en Mesoamérica para “detener o reducir el calentamiento global y el cambio climático”. “Reconocer que nosotros, los humanos, somos la principal causa de estas olas de calor y que tenemos que actuar ya debería ser lo primero”, afirma.
En Florida, Estados Unidos, se ha realizado algunas acciones para mitigar su impacto. Por ejemplo, ciertos corales y caracolas fueron trasladados a aguas más frías y se eliminaron manualmente las algas de algunos corales blanqueados.
De hecho, desde hace dos décadas, HRHP colabora con Atlantic and Gulf Rapid Reef Assessment (AGRRA, una iniciativa que ha capacitado a más de 500 buzos de los cuatro países mesoamericanos, pertenecientes a más de 70 organizaciones asociadas, para que sepan cómo hacer este tipo de tareas.
- En México, en colaboración con el Instituto Mexicano de Pesca (IMIPAS), se crían y trasplantan juveniles del cangrejo rey, como parte de una estrategia para la reducción de macroalgas en Quintana Roo, un proyecto que también se está a poniendo a prueba en Belice y Honduras.
- En Guatemala, en donde los corales habitan en aguas más profundas, se requiere de otro tipo de técnicas para el monitoreo y la recolección de datos.
- “Capacitamos a pescadores de langostas, lo que nos ha permitido recopilar más datos. El científico que está haciendo el monitoreo detecta algunas langostas, pero los pescadores son quienes las encuentran a todas. Eso nos permite tener datos más precisos”, concluye Giró frente al abanico de iniciativas que se están creando.
Arrecifes coralinos en México no se salvan del blanqueamiento
El incremento de la temperatura de los océanos llevó a que en México se diera un blanqueamiento masivo de sus arrecifes coralinos, ecosistemas en los que habitan 25 por ciento de las especies marinas, señaló Guillermo Horta-Puga de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los escenarios de cambio climático preveían este fenómeno para 2030, pero ocurrió este año, y se ve un panorama catastrófico de dimensiones que no imaginamos.
- El especialista detalló que se ha observado el blanqueamiento en los últimos 40 o 50 años cuando la temperatura sube un grado por encima del umbral, pero 2023 ha sido el más cálido en el planeta, en particular en la superficie del océano.
- Agregó que el panorama es desolador, pues se pasa de arrecifes saludables hace 30 o 40 años a un deterioro total, queda la roca coralina cubierta con algas, y en esta fecha los corales siguen blanqueados, a pesar de que se esperaba que se recuperaran. Todavía hay que esperar a febrero o marzo para saber cuántos se recuperaron, precisó.
Desde mediados de junio se vio el blanqueamiento en los arrecifes coralinos de Huatulco, donde 100 por ciento está afectado; en julio se observó en el Caribe mexicano, en Jalisco, Colima y Guerrero; para septiembre se encontró este fenómeno en los sistemas de Nayarit y en el Golfo de México, donde nunca se había detectado, expuso durante la videoconferencia ¿Qué sabemos sobre el incremento de la temperatura en el agua de los océanos?, convocada por la UNAM.
- En tanto, Benjamín Martínez, del Grupo Cambio Climático y Radiación Solar, comentó que en el océano Pacífico se observó que en septiembre de 2023, respecto a 2022, la temperatura se elevó en un grado centígrado, lo que incrementa la tendencia a largo plazo, algo inusual.
De proseguir esta tendencia, destacó, estamos ante la posibilidad de que este fenómeno sea uno de los más intensos que ha habido y esto se manifiesta con las corrientes de chorro, los nortes y las tormentas fuertes en elevadas latitudes.
- Jorge Zavala, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, sostuvo que la mayor temperatura de los océanos incide en los patrones de circulación oceánica y atmosférica, los cuales se modifican con el incremento de la temperatura ocasionada por el calentamiento global, a lo que suma que el mar se está acidificando y su nivel va en aumento.
Añadió que, históricamente, el fenómeno de El Niño alcanza su máximo desarrollo o pico de irregularidades de temperatura de diciembre a febrero, por lo que se prevé que así ocurra durante el año en curso y perdure en los meses de la primavera del próximo.
Esta gran anomalía se desplaza hacia Sudamérica y después se generan unas ondas que hacen más profunda la capa de agua más caliente y se van desplazando hacia los polos, están pasando frente a las costas mexicanas del Pacífico, por lo que se esperaría que mantengamos temperaturas anómalamente altas, describió el experto en interacción océano-atmósfera.
- Por su parte, Karina Ramos Musalem, académica del Grupo Interacción Océano Atmósfera, subrayó que el calentamiento del océano favorece la deficiencia de oxígeno en capas profundas, afectando procesos que dañan a las bacterias y su metabolismo, lo cual genera problemas en las zonas costeras.
Esa situación será modulada por la capacidad del planeta para que el agua fría en la profundidad llegue a zonas más superficiales. Es necesario indagar cómo repercutirá la potencia de los vientos a la productividad primaria de las costas por el calentamiento global, precisó.
El Golfo de México se calienta el doble de rápido que los océanos
El Golfo de México se calienta el doble de rápido que los océanos del mundo y esto aumenta el “combustible” de sistemas tropicales como tormentas y huracanes, según un nuevo estudio que analizó la tendencia al calentamiento de este golfo durante los últimos 50 años.
- Los autores del estudio, publicado en el Journal of Climate de la Sociedad Meteorológica Estadounidense, descubrieron que la temperatura de la superficie del mar (SST, en inglés) del Golfo de México aumentó aproximadamente 1.8 grados Fahrenheit durante el periodo analizado.
- Esto equivale, según el estudio, a una tasa de calentamiento de alrededor de 0.34 Fahrenheit (1.1 grados centígrados) por década. El estudio se centró en el “contenido de calor”, que es básicamente la cantidad total de energía térmica almacenada, y comparó el del Golfo de México con los océanos entre 1970 y 2020.
Para estimar el contenido de calor en este caso, los científicos de los Centros Nacionales de Información Ambiental (NCEI) y el Instituto del Golfo Norte (NGI) analizaron 192,890 perfiles de temperatura recopilados en el Golfo de México entre los años 1950 y 2020.
Esta tasa de calentamiento en el Golfo de México fue el doble de la tasa de calentamiento en el océano global cerca de la superficie del mar, detalla el estudio, recogido este miércoles por el medio Tampa Bay 10.
Si bien los datos mostraron que el calentamiento se produjo en todas las profundidades, la mayor tasa de calentamiento se encontró en los 50 metros superiores (164 pies).
Los instrumentos utilizados para recopilar estos perfiles incluyeron planeadores, flotadores Argo y CTD (Conductividad-Temperatura-Profundidad), que brindan una visión instantánea del estado del océano a diferentes profundidades.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) estadounidense, es necesario comprender cómo este importante factor climático afecta al Golfo de México, al tratarse de un ecosistema vital para varias especies marinas importantes.
- Asimismo, el Golfo de México juega un papel fundamental en el sistema climático de la Tierra al absorber y almacenar calor y luego liberarlo gradualmente a la atmósfera.
- Los pocos metros superiores del océano global almacenan tanto calor como toda la atmósfera de la Tierra, indica el estudio.
- El récord absoluto de formación de tormentas tropicales por ahora lo tiene la temporada de 2020, el año de la pandemia de Covid-19, según los registros del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), dependiente de NOAA.
Ese año se formaron 30 tormentas con nombre, de las cuales 14 llegaron a ser huracanes y siete de estos huracanes de categoría mayor, es decir, de categoría 3 a 5 en la escala de intensidad Saffir-Simpson, lo que equivale a vientos superiores a 111 millas por hora (178 km/h). /Agencias-PUNTOporPUNTO