El consumo de combustibles automotrices en México aún depende en 37% de las importaciones, pese a que la refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas, Tabasco, opera al nivel del Sistema Nacional de Refinación, de acuerdo con cifras de Petróleos Mexicanos (Pemex).
- Las estadísticas más recientes de la petrolera mexicana muestran que en octubre se importaron 349 barriles diarios de gasolinas y diesel, mientras que el consumo total en el mismo mes se ubicó en 952 mil barriles al día.
- Estos resultados están lejos de las promesas del anterior y del actual gobierno de reducir en su totalidad las importaciones de gasolinas y alcanzar la soberanía en el país en materia de combustibles.
El director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, afirma que esa independencia energética ya se alcanzó gracias a la producción de la nueva refinería.
“En el marco del segundo piso de la cuarta transformación se han retomado y enriquecido los objetivos fundamentales de la política energética: soberanía, seguridad, sostenibilidad y justicia energéticas”, aseguró recientemente el director general de Pemex.
Si bien las importaciones se han reducido, especialistas señalan que se van a mantener incluso si la refinería Olmeca opera a 100% de su capacidad, lo que todavía no pasa, de acuerdo con el mismo director de Pemex.
“Actualmente, la refinería procesa 240 mil barriles”, dijo Rodríguez Padilla a finales de octubre en una comparecencia en la Cámara de Diputados. “Equivale a una capacidad de 65%”.
- La refinería tiene una capacidad máxima de procesar 340 mil barriles diarios, pero se estima que su nivel óptimo será de 320 mil, explicó entonces.
- Pero la soberanía energética parece lejos de alcanzarse, ya que la nueva refinería está lejos de operar a toda su capacidad, además de que hay retrasos en la construcción de dos plantas coquizadoras.
“El área de refinación tiene dos problemas fundamentales: el primero es que la dieta de crudo de las refinerías de Pemex está compuesta por crudo más pesado de lo que requieren las refinerías para operar a un nivel óptimo. Es necesario considerar la importación de ciertos volúmenes de crudo ligero para aumentar los niveles actuales de producción”, señaló Luis Miguel Labardini, socio de Marcos y Asociados, Consultora Energética.
“El segundo problema es la situación financiera de Pemex Transformación Industrial. Esto depende mucho de lo anterior. La refinación es un negocio complicado en cualquier parte del mundo, con rendimientos de 8%, muy por debajo de lo que ofrece la extracción de crudo”.
Además, un factor clave tiene que ver con la calidad de la infraestructura del Sistema Nacional de Refinación, debido a que las otras seis refinerías que operan en el país no pueden operar a más de 50% de su capacidad, afirman especialistas.
Sin efecto en precios
Las cifras oficiales de Pemex indican que Dos Bocas procesó 191 mil barriles diarios de crudo en octubre, pero el 26 de ese mismo mes Rodríguez Padilla aseguraba que estaba transformando 240 mil toneles. Además, el 7 de noviembre, la secretaria de Energía, Luz Elena González, afirmó a senadores que ya eran 270 mil barriles diarios.
- Para Miriam Grunstein, académica del Centro México de Rice University, las discrepancias en las cifras de producción de Dos Bocas entre el director general de Pemex y la Secretaría de Energía es señal de que hay irregularidades.
“Un tren de refinación no puede variar por 80 mil barriles de un día a otro y, por otro lado, si así fuera, no se ve dónde está la infraestructura logística para transportar todo el combustible”, destacó.
“Por otro lado, también si así fuera, hablamos de una cantidad mayor, sustantiva, que ya debería tener alguna reducción en el precio, pero no es así, y se sigue teniendo un pacto con gasolineros. Hay incongruencia, pero en el mejor de los casos, entonces vamos hacia una dependencia sostenida de importaciones”.
Pemex rompe récord de importación de gasolina en 2025
El valor de estas importaciones fue de 937 millones de dólares, un alza del 4% respecto a abril. Las compras internacionales de gasolina representan más de la mitad del consumo nacional, estimado en 800,000 barriles diarios, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía (Sener).
- Pese a las promesas de autosuficiencia energética planteadas desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y continuadas por la actual presidenta Claudia Sheinbaum, México sigue dependiendo ampliamente del extranjero para abastecer su mercado interno. Empresas privadas como Valero, ExxonMobil y Koch también participan, pero Pemex lidera las compras, principalmente desde Estados Unidos.
- En contraste, la producción nacional de gasolina cayó en mayo a 327,500 barriles diarios, lo que representa una disminución mensual del 5%. Las refinerías de Pemex siguen operando por debajo de su capacidad, afectadas por retrasos en proyectos clave como la Refinería Olmeca (Dos Bocas) y las plantas coquizadoras en Tula y Salina Cruz.
La presidenta Sheinbaum ha anunciado que presentará un nuevo plan de transformación para Pemex, que implicará reformar la Constitución para redefinir a la empresa como un ente de servicio público y no como empresa productiva del Estado.
Este nuevo enfoque busca dar viabilidad financiera y operativa a la petrolera, cuya producción sigue descendiendo y cuya deuda la mantiene como la empresa más endeudada del sector a nivel mundial.
México rompe récord en importación de gas natural
Durante agosto de 2025, México alcanzó un nuevo récord en la importación de gas natural desde Estados Unidos, con un volumen de 228,573 millones de pies cúbicos, equivalente a 7.5 mil millones de pies cúbicos diarios, según datos de la Administración de Información Energética (EIA). Este nivel supera el máximo histórico registrado en mayo y representa un incremento de 25% respecto a 2019.
- El aumento ocurre en paralelo al discurso oficial de autosuficiencia energética promovido por el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien ha advertido sobre los riesgos de depender del gas estadounidense. “No se trata de utilizar esas técnicas —como el fracking— que tienen tanto daño ambiental, sino ver distintas opciones… que nos permitan tener mayor autosuficiencia”, declaró la presidenta en agosto.
- Actualmente, México utiliza gas natural para generar más del 60% de su electricidad, pero solo produce el 35% de su demanda interna. Al descontar el autoconsumo de Pemex, apenas el 15% queda disponible para el mercado nacional. El plan oficial contempla elevar la producción a 5,000 millones de pies cúbicos diarios hacia 2030, aunque no se han detallado los mecanismos para alcanzar esa meta.
- La EIA también identificó dos obstáculos estructurales: la limitada capacidad de almacenamiento y los retrasos en infraestructura, especialmente en la construcción de nuevos gasoductos. A pesar de que México recibe gas desde cuatro puntos —Sur y Occidente de Texas, Arizona y California—, la tasa de uso de exportación apenas alcanza el 43%.
El contraste entre el volumen récord de importaciones y la narrativa de autosuficiencia energética plantea interrogantes sobre la viabilidad del modelo actual. Mientras se amplían los ductos de conexión en el centro y suroeste del país, la dependencia estructural con el gas estadounidense se mantiene como un eje crítico en la política energética nacional.
La autosuficiencia energética mexicana amenaza hasta cuatro refinerías en EU
El mapa energético de Norteamérica podría cambiar no por una decisión de Washington, sino por un movimiento desde el sur. Si México cumpliera su vieja promesa de dejar de importar combustibles y procesar su propio petróleo, la consecuencia sería directa: entre tres y cuatro refinerías de Estados Unidos tendrían que cerrar.
La afirmación no es un escenario político ni un deseo nacionalista. Es una proyección de mercado.
“México es muy importante para el mercado de refinación estadounidense. De toda la gasolina que se consume en México, el 60% es importada y el 95% proviene de Estados Unidos, eso significa que sin el mercado de México podríamos cerrar entre 3 o 4 refinerías en la Costa del Golfo de Estados Unidos”, explicó Felipe Pérez, director del área de downstream para Latinoamérica y de mercados de petróleo de S&P Global.
El delicado equilibrio energético
El cálculo, compartido durante el foro 2025 México Commodity Insights Briefing, pone en evidencia una realidad poco discutida, que Estados Unidos necesita a México tanto como México depende de él. La integración energética del T-MEC no es solo una fórmula comercial, sino un delicado equilibrio entre oferta, demanda y refinerías que ya no encuentran nuevos clientes.
- En México se consumen más de 700,000 barriles diarios de gasolinas. Casi dos tercios llegan desde el norte, lo que ha convertido a los ductos, terminales marítimas y trenes de combustibles en una arteria invisible que mantiene viva la movilidad nacional. Si esa arteria se cerrara, el impacto sería doble: México ganaría soberanía, pero Estados Unidos perdería mercado.
“Sería un impacto muy significativo para Estados Unidos, porque si no es en México y pensamos en que se puede enviar más a Brasil o a África, pues eso no es suficiente para todos los refinadores de EU. Y llegaría un punto en donde habría refinerías, que quizá no sean las más fuertes en términos económicos y estratégicos, que tendrían que cerrar”, advirtió Pérez en entrevista.
- El planteamiento es hipotético, pero las cifras lo sostienen. México representa el destino de casi una cuarta parte de las exportaciones de combustibles estadounidenses. Y aunque la demanda local de gasolina ha crecido poco, su dependencia del exterior ha sido un salvavidas para la industria refinadora en Texas y Luisiana.
En sentido inverso, la política energética mexicana busca que esa dependencia desaparezca. Desde la administración de Andrés Manuel López Obrador, el discurso de “soberanía energética” prometió reducir importaciones, aumentar la capacidad de Pemex y “dejar el petróleo en casa”. El mensaje era claro: cada barril procesado en México equivaldría a menos vulnerabilidad frente a su principal socio comercial.
El plan no era nuevo, pero sí ambicioso. Después de la apertura energética de 2013, las importaciones de gasolina se dispararon, y Pemex perdió terreno frente a compañías privadas. La apuesta del sexenio pasado fue revertir esa tendencia con más control estatal, dos nuevas refinerías —una comprada, otra construida— y un discurso de autosuficiencia.
- En el papel, la estrategia buscaba que los mexicanos consumieran combustibles producidos en territorio nacional. En la práctica, el reto fue más complejo: el sistema de refinación operaba al 40% de su capacidad y requería inversiones multimillonarias para procesar crudo pesado, el tipo que domina la mezcla mexicana.
¿Una amenaza para el Golfo estadounidense?
Hoy Pemex tiene siete refinerías, incluidas Deer Park, en Texas, y Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco. La primera, pese a su eficiencia, mantiene contratos de venta en Estados Unidos; la segunda, inaugurada en 2021, aún no produce a escala comercial.
Mientras el gobierno presume avances en producción, los volúmenes importados apenas se reducen. En 2024, México siguió comprando más de 400,000 barriles diarios de combustibles. La razón no es solo productiva, sino logística. “No hay nada más caro que el combustible que no se tiene”, señaló Víctor Hugo Arellano, director técnico y normativo de Onexpo Nacional.
- Arellano advierte que la infraestructura para almacenamiento y distribución es un talón de Aquiles: México no cuenta con más de tres días de inventario de combustibles en caso de una contingencia. La autosuficiencia, en ese sentido, no solo requiere refinar más, sino mover y guardar mejor.
Aun con esos límites, la posibilidad de un México autosuficiente inquieta a los analistas. Si el país lograra abastecer su mercado interno sin importar gasolina estadounidense, los efectos en la Costa del Golfo serían inmediatos. Refinerías medianas, con márgenes ajustados y sin nuevos destinos, quedarían fuera del mercado.
- El cierre de tres o cuatro plantas podría parecer marginal frente a las más de 120 que operan en Estados Unidos, pero su concentración en Texas —justo donde también se ubica Deer Park— generaría una disrupción en el empleo, el transporte marítimo y la cadena de exportación del Golfo.
El problema, explica S&P Global, no sería tanto el excedente, sino la falta de nuevos clientes. “La demanda local ya no presenta cifras de crecimiento, y son pocas las regiones en el mundo donde se tiene un aumento en su demanda de energéticos”, apuntó Pérez. En otras palabras, el mercado mexicano es una excepción valiosa en un entorno de consumo plano.
En términos geopolíticos, México se ha convertido en la válvula de escape del sistema refinador estadounidense. Cada litro que cruza la frontera mantiene activa una industria que, sin ese flujo, enfrentaría una reducción estructural./Agencias-PUNTOporPUNTO
























