Tras el brote de sarampión en Canadá que infectó a miles de personas durante el último año, un organismo sanitario internacional revocó el estatus de país libre de sarampión el 10 de noviembre de 2025.
- La Organización Panamericana de la Salud (OPS), que actúa como oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las Américas, hizo este anuncio después de que la comisión para la eliminación del sarampión de la agencia se reuniera en Ciudad de México para revisar los datos más recientes de salud pública.
- Como epidemióloga especializada en salud global que estudia la propagación de enfermedades infecciosas, este cambio de estatus no me sorprende. El sarampión es altamente contagioso, y la disminución de las tasas de vacunación infantil en Canadá y otros países ha dejado a muchos niños desprotegidos contra la enfermedad.
El resurgimiento del sarampión en Canadá tras décadas con muy pocos casos no es un problema aislado. Estados Unidos también ha sufrido grandes brotes de sarampión este año y probablemente pronto perderá su estatus de país libre de la enfermedad.
La pérdida del estatus de país libre de sarampión es un síntoma de un problema más profundo: la disminución de la confianza pública en los mensajes sobre ciencia y salud, lo que ha llevado a una disminución de las tasas de vacunación y a una creciente vulnerabilidad a las enfermedades prevenibles mediante vacunación.
¿Qué significa que un país esté libre de sarampión?
El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del planeta. Antes de que se autorizara la vacuna contra el sarampión en 1963, casi todos los niños contraían la infección y más de dos millones morían a causa de ella cada año. La vacuna redujo drásticamente ese riesgo. En 1968, cinco años después de que la vacuna estuviera disponible, el número de casos en Estados Unidos había disminuido en más del 95%. Los casos en Canadá también disminuyeron sustancialmente tras la introducción de la vacuna.
- Trágicamente, cerca de 100,000 niños siguen muriendo de sarampión cada año, a pesar de que existe una vacuna segura, eficaz y de bajo costo. Casi todas estas muertes ocurren en países de bajos ingresos, donde muchos niños no tienen acceso a las vacunas recomendadas.
- La OMS utiliza tres categorías para describir la eficacia de un país en la prevención de la propagación de enfermedades infecciosas como el sarampión. Se considera que una enfermedad está controlada cuando las intervenciones de salud pública, como la vacunación infantil sistemática, reducen significativamente la tasa de nuevos contagios. Se considera que una enfermedad fue eliminada de un país cuando los únicos casos que se presentan son pequeños brotes relacionados con viajes internacionales.
Y, por último, una enfermedad se considera erradicada solo después de varios años sin que se registren casos en ninguna parte del mundo.
Para lograr la eliminación del sarampión, un país debe estar libre de transmisión local de la enfermedad durante al menos un año. Perderá esta condición si se registra una cadena de contagios de persona a persona durante más de un año. Una vez que un país eliminó el sarampión, el riesgo de contraer la enfermedad es prácticamente nulo siempre que las tasas de vacunación se mantengan altas. Pero cuando las tasas de vacunación disminuyen, pronto comenzarán a producirse brotes.
¿Qué ocurrió en Canadá?
En 1998, la Organización Panamericana de la Salud confirmó que Canadá había eliminado la transmisión del sarampión. Dos años después, Estados Unidos también obtuvo la designación de país libre de sarampión.
Para 2016, todos los países de América habían logrado la eliminación del sarampión. La región perdió ese estatus en 2018 tras brotes en Brasil y Venezuela, y lo recuperó en 2024.
- Sin embargo, las tasas de vacunación infantil disminuyeron en todo el mundo, especialmente durante y después de la pandemia de Covid-19. Para proteger a las comunidades de los brotes de sarampión, aproximadamente el 95% de la población debe estar vacunada contra la enfermedad.
- En Canadá, el porcentaje de niños de 2 años que han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el sarampión disminuyó de aproximadamente 90% en 2019 a aproximadamente 82% en 2022 y 2023. A medida que aumentó el número de personas no vacunadas en la población, creció el riesgo de brotes de sarampión.
Después de registrar solo 16 casos de sarampión en todo el país entre 2020 y 2023, el número de casos en Canadá aumentó a más de 100 en 2024 y a más de 5,000 en 2025. En 2025 se registraron casos entre bebés, niños y adultos en todas las provincias canadienses, y dos bebés fallecieron.
Menos de 10% de las personas que se han enfermado habían sido vacunadas contra la enfermedad.
¿Qué sucederá después?
Es probable que tanto Estados Unidos como México pierdan su designación de países libres de sarampión en 2026, debido a que ambos países han sufrido brotes sostenidos de sarampión desde principios de 2025.
- Aunque más de 90% de los niños de preescolar en Estados Unidos están vacunados contra el sarampión, esa tasa es demasiado baja para proteger a las comunidades de brotes. Un brote que comenzó en Texas en enero de 2025 infectó a más de 760 personas y causó la muerte de dos niños.
- En total, más de 1,600 estadounidenses en más de 40 estados se enfermaron de sarampión en 2025. Eso representa más casos que en cualquier otro año desde 1992. Más de 90% de las personas que se enfermaron no estaban vacunadas.
México también registró miles de casos de sarampión este año, la mayoría entre personas no vacunadas.
América Central, América del Sur y el Caribe mantendrán por ahora su estatus de países libres de sarampión. Sin embargo, los brotes en América del Norte aumentan el riesgo de que el sarampión se propague a otros países.
Sin una mejora significativa en la cobertura de vacunación y la confianza pública en las medidas de salud comunitaria, es probable que muchos países se enfrenten a brotes más frecuentes y de mayor gravedad de sarampión y otras enfermedades prevenibles mediante vacunación en los próximos años.
Ultraconservadores metieron a Canadá, México y EU en problemas de sarampión
“Antes éramos pocos. Ahora, mucha más gente admite abiertamente que no apoya las vacunas. Cada vez hay más gente que cambia de opinión”, comentó hace unas semanas a The New York Times Adán Rentería, un padre de familia de 54 años que vive en el oeste de Texas, epicentro del brote de sarampión que tiene a Estados Unidos cerca de perder su estatus de país libre de esta enfermedad, una situación que ya ocurrió esta semana con Canadá.
- En Canadá se han contabilizado más de cinco mil casos en los últimos 12 meses a medida que han disminuido las tasas de vacunación. Esto llevó a la Organización Panamericana de la Salud, que actúa como oficina regional de la Organización Mundial de la Salud para las Américas, a revocar el estatus de país libre de sarampión del 10 de noviembre de 2025.
- El sarampión es altamente contagioso, y la disminución de las tasas de vacunación infantil en Canadá y otros países ha dejado a muchos niños desprotegidos contra la enfermedad. El resurgimiento del sarampión no es un problema aislado en Canadá y Estados Unidos, en donde distintas agencias prevén que pronto perderá su estatus de país libre de la enfermedad, sino que también tiene a México metido en un problema.
La doctora Marina Salvadori, investigadora de enfermedades infecciosas pediátricas y asesora médica de la Agencia de Salud Pública de Canadá, dijo a The New York Times que las comunidades menonitas, culturalmente conservadoras, han sido un foco del brote.
“Históricamente, estos grupos han sido menos propensos a aceptar las vacunas, aunque el Gobierno no ha proporcionado datos demográficos precisos sobre los casos. El virus ha surgido en otros lugares con importantes comunidades menonitas, incluyendo el oeste de Texas y Chihuahua, México”, refiere el diario estadounidense.
De hecho, el primer caso de 2025 en México fue importado desde Texas por un niño menonita no vacunado, desencadenando más de 5 mil infecciones y 23 muertes en el país.
- Kathryn H. Jacobsen, de la Universidad de Richmond, escribe esta semana en The Conversation cómo “la pérdida del estatus de país libre de sarampión es un síntoma de un problema más profundo: la disminución de la confianza pública en los mensajes sobre ciencia y salud, lo que ha llevado a una disminución de las tasas de vacunación y a una creciente vulnerabilidad a las enfermedades prevenibles mediante vacunación”.
- La OPS ha señalado cómo los datos indican que al 7 de noviembre, se habían notificado 12 mil 593 casos confirmados de sarampión en diez países, con el 95 por ciento de los casos en Canadá, México y Estados Unidos.
- La cifra denota un aumento de 30 veces con respecto a 2024. Además, se han registrado 28 defunciones: 23 en México, tres en Estados Unidos y dos en Canadá.
- En Canadá, México, Estados Unidos, Bolivia, Brasil, Paraguay y Belice persisten brotes activos, la mayoría asociados a casos importados. La transmisión ha afectado principalmente a comunidades con baja cobertura de vacunación.
El 89 por ciento de los casos corresponde a personas no vacunadas o con estado vacunal desconocido. Los niños menores de un año son el grupo más afectado, seguidos por los de uno a cuatro años.
Kennedy, el antivacunas
En Estados Unidos la postura antivacunas de muchos padres se ha exacerbado por el cambio en la política gubernamental en el Gobierno de Donald Trump con la llegada de Robert F. Kennedy Jr. al Departamento de Salud y Servicios Humanos, una plataforma desde la cual ha sembrado aún más desconfianza en las vacunas.
- En los últimos años, Robert F. Kennedy Jr. ha utilizado su apellido para convertir su grupo antivacunas, Children’s Health Defense en una organización influyente que difunde información falsa y engañosa sobre las vacunas.
- Kennedy, pasó de su trabajo como abogado especializado en medio ambiente para posicionarse como uno de los más rabiosos difusores de noticias falsas sobre vacunas al sostener que causan autismo, que han producido un “holocausto”.
De hecho, uno de los casos más infames a los que se le ha ligado no ocurrió en Estados Unidos, sino en la nación insular de Samoa, en el Pacífico, a la que viajó en 2019 junto a su esposa la actriz Cheryl Hines por invitación de un activista antivacunas local.
- El rechazo en este país de 200 mil habitantes hacia las vacunas había crecido sobre todo luego de que dos niños murieron en 2018 por una vacuna contra el sarampión que una enfermera mezcló incorrectamente con un relajante muscular.
- El Gobierno suspendió el programa de vacunación durante meses y cuando todo parecía normalizarse, se dio la vista de Kennedy quien fue recibido por autoridades del Gobierno y antivacunas locales. Unos meses después de su incursión en Samoa, una epidemia de sarampión estalló y se cobró la vida de 83 personas, en su mayoría bebés y niños.
El Partido Republicano de Texas también ha acogido con entusiasmo a estos padres y se ha apresurado a flexibilizar las normas sobre vacunación, incluyendo la prohibición de la vacunación contra la COVID-19 en el lugar de trabajo y la propuesta de prohibir todas las vacunas de ARNm.
México podría perder su certificación de eliminación del sarampión
México enfrenta un “riesgo muy grande” de perder en febrero de 2026 la certificación de eliminación del sarampión, un reconocimiento que otorga la Organización Panamericana de la Salud (OPS) cuando una región demuestra la interrupción de la transmisión del virus durante doce meses, advirtió el epidemiólogo y especialista en vacunación Rodrigo Romero.
- En entrevista con EFE, el experto explicó que, para conservar la acreditación, el país no debe registrar contagios sostenidos hasta febrero próximo, un escenario que hoy parece lejano tras el brote iniciado en Chihuahua en febrero de 2025, que acumula más de cinco mil casos confirmados de sarampión y veintitrés defunciones.
La certificación se pierde cuando pasan doce meses con transmisión activa en la región. Si llegamos a febrero con nuevos casos, la vamos a perder, y los contagios siguen aumentando”, alertó Romero, coordinador de la Asociación Mexicana de Vacunología.
El especialista atribuyó la crisis a una “tormenta perfecta” provocada por más de una década de debilitamiento del programa nacional de inmunizaciones.
“Hay una desatención desde al menos 2012, con caídas paulatinas en coberturas no solo de la triple viral (sarampión, rubéola y paperas), sino también de la hexavalente, neumococo, VPH y otras”, afirmó.
- A lo anterior se suman problemas recurrentes de abasto y distribución de vacunas, la interrupción de campañas por la pandemia de COVID-19 y el crecimiento de narrativas antivacunas que “ganaron fuerza y generan dudas que alejan a la población de los esquemas”, señaló el epidemiólogo.
- Romero subrayó que la baja percepción de riesgo también ha jugado en contra. “La vacunación es víctima de su propio éxito. Como ya no vemos enfermedades prevenibles, pensamos que no son graves o que las vacunas no son necesarias. Y no es así”, insistió.
Aunque el Gobierno mexicano ha señalado que el brote se originó a partir de un caso importado, Romero aclaró que esto no es inusual.
“Siempre habrá casos importados; lo importante es tener coberturas suficientes para evitar que se tornen en brotes. Eso no ocurrió: el virus llegó a una zona con alta proporción de personas susceptibles y se expandió” subrayó.
- Estudios recientes revelan brechas preocupantes: análisis de seroprevalencia con más de 10.000 muestras encontraron que personas de 0 a 50 años no cuentan con la protección necesaria.
- La causa exacta aún se investiga, pero se plantean dos hipótesis: bajas coberturas históricas y falta de refuerzo inmunológico por ausencia prolongada del virus en las nuevas generaciones.
- Ante este escenario, el Gobierno recomendó vacunar a toda persona de 6 meses a 50 años, una estrategia que, según Romero, es urgente, pero insuficiente si no se reconstruye el sistema de inmunización.
México tuvo uno de los mejores programas de vacunación del mundo. Hoy ya no lo es. ¿Lo podemos recuperar? Sí, pero no sucederá de un día para otro. Requiere años de trabajo constante y coordinación”, reconoció.
Señal de alerta
Aunque perder la certificación no implicaría sanciones económicas o comerciales, sí enviaría una señal de alerta.
No es estigma, es advertencia. Si no actuamos, detrás del sarampión podrían regresar otras enfermedades: polio, rubéola, difteria”, advirtió el especialista.
- Brasil, recordó Romero, atravesó una situación similar y tuvo que desplegar acciones intensivas para recuperar el estatus.
- El experto hizo un llamado a la población a inmunizarse y verificar esquemas, y a quienes dudan, “acercarse a fuentes científicas confiables”. “Una duda sin resolver puede terminar en enfermedad, complicación o muerte, y hablamos de padecimientos totalmente prevenibles”, enfatizó.
Al insistir en que la responsabilidad es compartida, Romero señaló que todos deben responsabilizarse “no es solo el Gobierno, ni solo el personal de salud o las familias. Si queremos que el programa funcione, debemos participar todos”, concluyó./Agencias-PUNTOporPUNTO




















