El voto en una comunidad indígena de Oaxaca

San Juan Teitipac, Tlacolula, Oaxaca. En esta comunidad zapoteca, ubicada a una hora y media de la capital del Estado, pudiera el lector o la lectora imaginar que el ejercicio del voto ciudadano es una práctica informada y respaldada con el desarrollo de capacidades electorales propiciadas por la autoridad en la materia. Pero lejos está de la realidad esta suposición.

Una investigación basada en encuestas aplicadas a 400 habitantes de la localidad y decenas de entrevistas revela que la práctica electoral ciudadana está condicionada por factores socioeconómicos estructurales como la falta de información, el analfabetismo y el desinterés gubernamental por hacer de este derecho un acto consciente, crítico y reflexivo.

Cada uno de los testimonios presentados aquí plantea una lógica diferente para ejercer el derecho al voto, laos cuales revelan distintos estadios de formación y participación ciudadana para la elección de los poderes Ejecutivo y Legislativo en los distintos ámbitos de gobierno.

Esther: Por mi bandera

Con el papelito en mano se cuestiona: “¿Y a dónde?, ¿y cómo? ¡Dios mío! Ah, pues mi bandera: voy a votar por mi país, yo no voy a votar por otro, yo le voy a México”. Josefina Esther Sánchez enfrenta estas dudas cada vez que va a las urnas. Viuda y analfabeta, a sus 76 años dice que no sabe votar.

Originaria de San Juan Teitipac ‒que en zapoteco significa “Encima de la piedra”‒ Esther Sánchez, con sus cabellos trenzados en dos; cenizos, como si el tiempo los estuviera desvaneciendo, forma parte del 42% de las personas encuestadas en este municipio que ejercen su derecho al voto sin conocer a los partidos políticos contendientes, ni a los candidatos y sus propuestas.

San Juan Teitipac es una de las tres comunidades que integran el Municipio del mismo nombre. Cuenta con un total de 2,545 habitantes, de los cuales 931 son indígenas, y pese a su cercanía con la capital del estado está considerada como una localidad con un nivel de marginación alto, de acuerdo con el Catálogo de Localidades Indígenas 2010 de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). Por la cantidad de indígenas que en ella habitan, San Juan es calificada como una localidad con población indígena dispersa, y es de interés para la atención gubernamental federal, de acuerdo con el mismo documento.

Esther pertenece también al 39.7%, de las personas encuestadas en esta localidad que no sabe leer ni escribir. Huérfana desde los 5 años, fue criada por su tía Rosa, compartiendo las obligaciones de los adultos: “Me dediqué al trigo, la masa, y no me interesó la escuela… fui una burra, pero de las meras burras”, exclama con un tono de burla.

A sus 40 años de edad, cuando aún vivía su esposo Jorge, éste la obligó a ir a las casillas por primera vez. La llevaba llorando porque no quería asistir: “‘¡Vamos, mujer, a votar! Vamos, te estoy diciendo’. Llorando, como chamaca tonta, me llevó”.

Auxiliada por los encargados de la casilla electoral, supo cómo marcar la boleta, aunque desconocía cuáles eran los partidos políticos y sus candidatos, lo mismo que le ocurría al 26.6 % de sus vecinos encuestados.

Desde que empezó a emitir su sufragio, se guía por el lugar y el color de los dibujos dentro de la boleta para definir dónde marcar su preferencia: “Yo no sé de partidos (…) Pues yo, porque soy mexicana, nuestro país es tricolor, por eso voto por nuestra bandera tricolor”.

La forma de participación electoral de Esther no es considerada como un voto de calidad, de acuerdo con el diputado del Partido del Trabajo (PT), Rafael Arellanes, para quien el voto “tiene que ser analizado, donde (el o la votante) tenga toda la información del partido político y saber por qué está votando por dicho partido; que tenga toda la información necesaria para razonar un voto. Por lo tanto, es necesario que los candidatos se presenten en las comunidades y den a conocer sus propuestas”.

El artículo 35 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos plantea como un derecho del ciudadano votar en elecciones populares, y en el artículo 36, este mismo derecho se constituye como una obligación. Esta dualidad se plasma en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales en el artículo 4, numeral 1: “votar en las elecciones constituye un derecho y una obligación que se ejerce para integrar órganos del Estado de elección popular. También es derecho de los ciudadanos y obligación para los partidos políticos la igualdad de oportunidades y la equidad entre hombres y mujeres para tener acceso a cargos de elección popular”

San-Juan-Teitipac-2

 

Clara: Por cualquiera

Clara Lorenzo López, de 65 años, no tuvo la posibilidad de asistir a la escuela: “Ya no quiso mi papá. Decía: ‘No vas a la escuela porque no sirve, mejor ponte ayudar a tu mamá al quehacer, no vayas a la escuela a perder tiempo nomás’”.

Con su mandil de cuadrillé bordado con flores, un vestido sencillo de encajes y un par de huaraches de hule desgastados que reflejan la sencillez con la que vive, Clara dice que todo lo ha logrado con sacrificios, de convicción, fuerza y trabajo.

Ella ha votado en tres ocasiones, al igual que el 11% de la población consultada. La primera vez que emitió un sufragio fue hace dos años, en 2013. Narra que las personas a su alrededor le decían que votar no era necesario, pero ella se ha propuesto participar, a su modo: “… Pues nomás voto, y como no sé leer, no sé para quién. Cumplo con ir a votar por cualquiera”. Clara no sabe qué significa la votación y lo que implica este derecho.

Entre las personas encuestadas, el 20% considera poco o nada importante asistir a las urnas y un 30% asevera que quienes no asisten a las casillas lo hacen por falta de credibilidad hacia el gobierno.

Adolfo Toledo Infanzón, diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso del estado de Oaxaca, informa en entrevista que en la última elección federal hubo un 53% de participación del padrón estatal. Señala que, si bien hay interés de los partidos políticos por desarrollar propuestas y dar capacitación a las personas que no saben votar ‒como es el caso de numerosos habitantes de San Juan Teitipac‒, “la responsabilidad legal y constitucional la tiene la autoridad electoral, más allá de los partidos”.

Al respecto, Flavio Arturo Escudero, vocal de capacitación del distrito 04 de Tlacolula del Instituto Nacional Electoral (INE) ‒distrito electoral al que pertenece Teitipac‒, explica lo siguiente: “Tenemos procedimientos establecidos para enseñarles a los ciudadanos las actividades que van a desarrollar el día de la jornada electoral; éstas son homogéneas, no distinguimos entre una comunidad y otra”.

El funcionario electoral menciona que ha asistido a las diferentes comunidades del distrito a ofertar talleres de capacitación, y aunque les deja cierta responsabilidad a las autoridades municipales de solicitar dicha capacitación, la obligación finalmente recae en la institución que representa.

Escudero señala que las y los capacitadores del INE salen a ofrecer su cartera de temas en las comunidades. Algunas la aceptan; otras, no, pero “tratamos siempre de ser respetuosos con los principios de cada comunidad”. Estas tareas son realizadas por 122 capacitadores y cuatro supervisores en todo el Distrito, únicamente en periodos electorales.

A sus 65 años, Clara ha sufragado al menos cinco veces. Cuando no votaban sus vecinos, ella tampoco lo hacía. Para cuando decidía ir a votar, ya era tarde: las casillas ya estaban cerradas. Ella pertenece al 49% de la población que registra una escasa participación electoral, debido a la insuficiente asesoría por parte de las instituciones electorales, entre otros factores.

Flavio Arturo Escudero considera que el problema se encuentra en las localidades: “si vamos y ofertamos esos cursos y talleres donde el INE da conocimientos y no da dinero, las personas de las comunidades no nos reciben; la gente está acostumbrada a recibir algo a cambio y no sólo conocimientos”, acusa.

En las elecciones para diputados federales, llevadas a cabo el 7 de junio de 2015, el partido que obtuvo más votos en el municipio de San Juan Teitipac fue el PRI, con un total de 242 sufragios. El candidato era Cándido Coheto Martínez, quien resultó ganador en el distrito al sumar 25 mil 391 votos.

En las elecciones para diputados locales realizadas en el año 2013, en este municipio el voto favoreció a la Coalición “Compromiso por Oaxaca”, integrada por el PRI (293 votos) y el Partido Verde (21 votos), representada por Mónica Bernandino, teniendo un total de 314 votos. Sin embargo, a nivel distrito ganó la coalición “Unidos por el Desarrollo”, integrada por el Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y PT, representada por la Diputada Remedios Zonia López Cruz.

Según el acuerdo IEEPC-OPLEO-CG-1/2015, por el que se establecen las cifras del financiamiento público para el sostenimiento de actividades ordinarias permanentes y actividades específicas de los partidos políticos para el ejercicio 2015, el monto del financiamiento público para el sostenimiento de las actividades ordinarias permanentes de los partidos políticos durante el 2015 a nivel estatal fue de 121 millones 896 mil 620 pesos, y se distribuyó de la manera siguiente: el 30% en forma equitativa entre todos los partidos, y el 70% restante, según el porcentaje de votos que hubieren obtenido en la elección de diputados inmediata anterior.

La cifra del financiamiento público para actividades específicas, correspondientes a los rubros de educación, capacitación, investigación socioeconómica y política, así como a las tareas editoriales en el año 2015 fue de tres millones 656 mil 898 pesos, y se distribuye de manera similar al monto global. Esto permite constatar que los partidos políticos cuentan recursos monetarios para desarrollar actividades de capacitación en materia electoral, lo que abre una veta de investigación en torno a este rubro.

cruzando-la-boleta-electoral-300x163

Julita: no sabe ni le interesa

Con 67 años vividos y solo uno de estudios escolarizados, la señora Julita Florentina es otra mujer analfabeta, quien explica su forma de votar: “pues yo con que rayo así… ya no pongo mi huella”.

La diputada local del distrito IV, Remedios Zonia López Cruz, menciona que “en  las comunidades las personas dicen ‘sí sé votar’, y ponen una tache o su firma, pero no saben qué candidato o qué partido político es. Simplemente van por votar”, afirma.

Los resultados de la encuesta aplicada indican que el 73.3% de las personas conocen la forma correcta de votar (marcar con una equis en el recuadro del candidato a elegir). Sin embargo, la votación es escasa. La diputada del Distrito IV de Tlacolula indicó que en la pasada elección de diputados federales en la entidad solamente salió a votar el 35% de la población, lo cual explica en el hecho de que “hay un alto grado de abstencionismo, y seguramente una gran parte del abstencionismo se debe precisamente a que la gente no sabe votar y en muchos casos por ejemplo la gente vota por la bandera”.

Con Julita Florentina se confirman las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que indican que 79.2% de la población tiene inconclusos los estudios de educación básica, y que el mayor porcentaje de analfabetismo se registra en los adultos mayores. “Mis tíos decían ‘no va a la escuela’”, recuerda Julita. “Fui puro al campo, y pues quedé así de burra”.

La diputada local del PAN, Zonia López, asegura que en el tiempo que estuvo en campaña política conoció de cerca a la comunidad, por lo cual señala que “la gente más grande no sabe leer y escribir; hablan el zapoteco, las boletas vienen en español… entonces, la verdad es que sí se les dificulta el poder ir a ejercer su voto”. La falta de materiales interculturales en el ámbito electoral representa otro problema para el derecho al voto en esta comunidad y para otras más que hablan primordialmente una lengua originaria.

Julita, quien se dedicó a criar a sus diez hijos, no ha votado una sola vez en toda su vida. “No voy”, dice, “hasta me da pena. Muchas compañeras dicen ‘vamos’. Les digo ‘voy al rato’. Pasa y ya no voy… y no sé tampoco votar”. Ella forma parte del 22.6% de los entrevistados que no ejerce el voto.

La diputada local Zonia López considera que los partidos políticos deberían destinar recursos, darles información directa a los ciudadanos para que el ejercicio democrático de la votación se cumpla, ya que “mucha gente, aunque tenga la intención de votar y pues simplemente no sabe, o por no tener la experiencia, no salen a emitir su sufragio el día de la jornada electoral. Es así como se reconoce que la ciudadanía quiere participar en la toma de decisiones, pero no se les otorga el apoyo suficiente”, agrega.

La diputada también reconoce que en las comunidades hay altos porcentajes de votos nulos. Esta declaración se complementa con los resultados obtenidos en las elecciones para diputados federales realizadas en junio pasado en la comunidad de San Juan Teitipac, donde, de un total de 1,955 personas que se encuentran en la lista nominal, solamente votaron 753, y 80 de estos votos fueron nulos.

Con una actividad doméstica que le demanda todos los días de la semana trabajar de rodillas junto al metate; con sus manos llenas de líneas, con los ojos caídos, pero con la esperanza y fortaleza que le ha dado la vida, la señora Julita pertenece al 3.6% de la población que considera que el gobierno está cumpliendo con sus obligaciones. “El gobierno más o menos hace algo”, dice, mas no sabe para qué sirven las votaciones, ni sus implicaciones, y mucho menos tiene conocimiento de los nombres de partidos políticos.

La legisladora Zonia López sugiere que los partidos destinen recursos para realizar talleres de participación ciudadana y explicar cuáles son las doctrinas de cada partido, y de esta forma hacer que la gente tenga mayor información, quizá con la idea de fortalecer el ejercicio electoral, pese a que el 13.6 % de la población encuestadaconsidere que votar no es importante.

Frente a la propuesta de la legisladora local de impulsar una iniciativa de ley para hacer que el voto sea obligatorio para fomentar el compromiso y el valor del sufragio, Julita acepta que no sabe votar y, más claro aún, que no le interesa hacerlo.

Las elecciones para gobernador, diputados y concejales del 2016 tendrán un costo de 480 millones de pesos, según estimaciones del Secretario de Finanzas del gobierno de Oaxaca, Enrique Arnaud Viñas, publicadas en medios locales de comunicación en 2015.

El periodo de precampañas se estableció del 26 de enero al 24 de febrero de 2016 para gobernador; del 15 de febrero al 11 de marzo de 2016 para diputados, y del 23 de febrero al 13 de marzo de 2016 para concejales.

El funcionario estatal refirió que le corresponde al Instituto Nacional Electoral solicitar a la Cámara de Diputados los recursos de los partidos políticos destinados a la capacitación en cuestiones electorales. Para este fin se estima un gasto de cuatro mil 31 millones de pesos.

El distrito 04 llega a tener hasta 122 capacitadores y cuatro supervisores electoralespara desarrollar las tareas relacionadas con la elección en todo el distrito. Este número de funcionarios electorales forman parte del total de los 1,191 capacitadores asistentes electorales (CAE) habilitados en todo el estado, de acuerdo con Roberto Heycher Cardiel Soto, en declaraciones dadas a un periódico local a finales del año anterior, cuando aún se desempeñaba como consejero presidente del Consejo Local del INE en Oaxaca en 2015.

El Vocal de capacitación del distrito 04 de Tlacolula, Flavio Arturo Escudero, menciona que la capacitación electoral consiste en “enseñarle a las y los ciudadanos las actividades que van a desarrollar el día de la jornada electoral. Éstas son homogéneas; no distinguimos entre una comunidad u otra. Ellos (los ciudadanos y las ciudadanas) tienen que aprender perfectamente desde el momento que se instala una casilla hasta que se cierra la jornada electoral. Los formatos son los mismos: actas, hojas de incidentes, el acta de cómputo, el acta de la jornada, son los mismos documentos que se manejan en cualquier parte del país, tanto en zonas urbanas como en zonas rurales”.

Comenta que también el Instituto realiza actividades a lo largo del año, aunque no sea año electoral, como tareas de educación cívica, las cuales por lo general se desarrollan en las escuelas a nivel primario, secundaria y bachillerato.

Escudero enumera la información que el INE difunde entre la ciudadanía: “Nosotros enseñamos sus derechos y obligaciones en materia política y electoral. El desarrollo que tienen que adquirir la ciudadanía no mide edades y por lo general nosotros tratamos de empezar con las niñas, los niños, con las y los jóvenes. Hemos ido a muchas secundarias, en donde participamos en la elección de la sociedad de alumnos y alumnas y allí les damos esos cursos y talleres a todo el alumnado de escuelas, enseñándoles cómo van a votar, desde el momento en que reciben su boleta, cómo deben pasar a la mampara, cómo van a doblar esa boleta, cómo van a depositarla en la urna, y al final, cómo se hace el procedimiento de contabilización de los votos, esa clasificación y delante de los propios alumnos el día de la jornada cuando se desarrolla, ellos se dan cuenta que los resultados que están saliendo es producto de la votación de los propios compañeros(as) de toda una comunidad. Ése es el proceso de enseñanza-aprendizaje que trabajamos con ellos(as)”, explica.

San-Juan-Teitipac-1

Amalia, un voto un apoyo

Una casa de adobe que la refugió durante sus primeros años de vida fue el mismo sitio donde escuchaba de sus mayores:

“Sirve más el quehacer del hogar que la escuela. Las mujeres no sirven para otra cosa”. Esta mujer de la tercera edad, Amalia, quedaba triste por no poder ir a la escuela, pero no podía hacer nada… por eso obligó a sus hijos a estudiar, para que tengan aunque sea “un trabajito”.

Cada vez que se eligen candidatos y candidatas por medio de partidos políticos, esta mujer admite, como muchos de los y las habitantes del municipio, que no sabe cómo votar: “Como no conozco ni una letra, pues ni sé votar. Nada más me dijeron que tenía que poner una cruz ahí”.

Sin imaginar que cambiar sus votos por dinero o despensas es un delito electoral, Amalia considera importante que la comunidad vaya a las urnas, porque al sufragar reciben “apoyos”. Incluso pide a los políticos, “si son tan amables, que apoyen más que nada con la medicina y despensas”, porque a pesar de las largas jornadas de trabajo en sus campos, el año pasado se perdió la cosecha.

Me dijeron que si sé votar, y les dije que no”, narra. Lo único claro para Amalia es que no debe votar por alguien más que no sean los colores de su bandera: son mexicanos. Colocando las manos sobre sus cabellos canos, contesta a la pregunta de si votaría por otros: “Pues yo con que cierro mis ojos y me quedo con el mismo. Yo ya pienso de uno, solo un camino. Mientras que Dios me dé vida y salud, no dejo mi PRI, porque siento que ya me acostumbré y ahora sí que, con una sola cosa nada más va uno, y yo me quedo así”.

INE

Un fenómeno complicado que es necesario atender

Flavio Arturo Escudero, vocal de capacitación del INE del distrito 04 de Tlacolula atribuye la escasa participación electoral en esta comunidad a “la falta de información, y el desinterés sobre todo de las personas que están al frente de las comunidades. Vivimos en un país representativo, nuestras autoridades municipales nos representan y ellos deben de saber perfectamente dónde hay dificultades en su comunidad. Si los ciudadanos (y las ciudadanas) no saben cómo ejercer su derecho al voto, pues sí asumimos esa parte de responsabilidad. Nosotros estamos en la mejor disposición de asistir y acudir a esos talleres”, aclara.

El funcionario menciona la migración como otro factor que influye en la poca participación electoral de las personas: “En muchas comunidades existe la migración. Nos encontramos con población adulta y que efectivamente no saben desarrollar estas actividades o derechos de manera plena. En particular, en San Juan Teitipac, ahí no hemos dado un taller. ¿Por qué? Porque la forma de vida, las costumbres que existen, a veces (las personas) llegan a rechazar y piensan que estamos yendo por parte de un partido político, (que) no vamos como institución, y rechazan a veces al partido político equis o tal. (Los partidos) son los que generalmente van a generar el problema de las dádivas y los delitos electorales”.

En general, agrega, “es algo que existe en México y no se ha erradicado el famoso paternalismo, el que yo reciba algo a cambio de dinero, alimentos, despensa, láminas, y cuando esto está muy arraigado en las comunidades, es difícil  desprenderlo”.

Lo que el Vocal de capacitación electoral del INE plantea hacer para erradicar esta problemática es crear más programas de capacitación y aumentar el personal para ampliar las acciones que enseñen a votar a las y los habitantes de este distrito, dando prioridad a los municipios que tengan esta situación. Para ello, el INE se propone revisar de manera particular los distritos electorales focalizados, esto es, donde las personas no saben votar.

Menciona que está por realizarse un estudio en el que participarán todas las y los vocales de capacitación de la entidad, analizando casilla por casilla para conocer la clasificación de los votos que se emiten. Este estudio, dice Escudero, se está realizando con la finalidad de formar un catálogo que enseñe a la personas de qué manera es válida su votación y al mismo tiempo enseñarles a emitir su voto.

Por otra parte, expone la falta de personal suficiente para cubrir las necesidades del distrito. “Yo creo que al Instituto le hace falta que tengamos más programas pero también más personal. A nosotros nos dan un número insuficiente de personal cuando tenemos lo que son las jornadas electorales. En el caso de nuestro distrito llegamos a tener 150 gentes contratadas, incluyendo cuatro supervisores y 122 capacitadores para abarcar todo el distrito”, señala Escudero.

Por otra parte, el funcionario electoral afirma que “en donde nosotros, que somos de los más complejos para atacar de esa forma las comunidades y enseñarles a votar, les aseguro que si tuviera una plantilla de 6-8 gentes, estaríamos yendo a muchísimos lugares”.

Tomando a San Juan Teitipac como un universo social concreto y representativo de otras comunidades de la entidad, es posible perfilar la práctica electoral como un problema de numerosas aristas y factores que dificultan el ejercicio del voto como un derecho ciudadano efectivo y consciente para ser considerado tal.

La actuación de las instituciones y los actores que integran el sistema electoral están convocados a fortalecer el esquema de participación social si se pretende legitimarlo con votos conscientes e informados, o bien, dejar las cosas como están y validar los resultados, desde las esferas del poder, sin la participación reflexionada y crítica de la ciudadanía en numerosas regiones de la entidad que, por falta de información e interés en este tipo de democracia, participan, indiferentes.

* Este reportaje fue realizado por alumnos y alumnas del quinto semestre de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Mesoamericana, en la materia de Reportaje: Participaron en él Graciela Caballero Rosas, Orlando Cruz Ortiz, Clara Haydeé Cruz Salas, Ilse Magaly Jiménez Castellanos, Claudia Monserrath Luna García y Arantxa Donashi Sánchez Cuevas. La coordinación del reportaje estuvo a cargo de la periodista Gisela Ramírez Hurtado, catedrática de la Universidad Mesoamericana

El reportaje fue publicado originalmente en el diario Página3

http://pagina3.mx/2016/01/el-voto-en-una-comunidad-indigena-entre-el-ideal-de-los-politicos-y-la-realidad-de-los-pobres/

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario