México se prepara para elegir por primera vez en su historia a cientos de jueces, magistrados y ministros que conforman su Poder Judicial, en una elección que críticos consideran beneficia a candidatos oficialistas, abre la puerta a abogados que han defendido a narcotraficantes y debió contemplar otros cambios legislativos.
En total, más de 4,000 candidatos obtuvieron el visto bueno de las autoridades para participar en el histórico proceso que tendrá lugar el 1 de junio.
- Para la elección el Instituto Nacional Electoral (INE), la principal autoridad electoral encargada de organizar los comicios en México, instalará decenas de miles de casillas de votación alrededor del país.
- La elección es producto de una polémica reforma aprobada en septiembre de 2024 que según críticos representa un intento del partido oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de apoderarse de una de las ramas del Estado.
- Pero su principal promovente, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, y su sucesora, Claudia Sheinbaum, han defendido la reforma al sostener que su objetivo es limpiar de corrupción al Poder Judicial.
Antes y después de la reforma, expertos y organismos internacionales advirtieron que la elección de jueces pone en riesgo la independencia del sistema judicial en una nación con niveles de impunidad que rondan el 99%.
La elección será llevada a cabo pese a las advertencias y entre señalamientos de expertos y de candidatos participantes de falta de equidad en la contienda y de una posible interferencia para impulsar candidatos afines por parte de Morena, de otros partidos y de los poderosos carteles.
“Un pronóstico muy oscuro”, alerta experto
Las dudas sobre la elección judicial están sustentadas en que ningún otro país, excepto Bolivia, ha aplicado un sistema de elección total de sus jueces, por lo que es una “anomalía”, dijo Carlos Pérez, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
- “Yo veo un pronóstico muy oscuro”, dijo a Univision Noticias. “Si no se eligen los jueces es por una razón, es por porque los jueces electos no suelen ser imparciales, obedecen a intereses que los impulsan para obtener el cargo”.
- Pérez, autor del libro ‘Procurar Injusticia’, que ofrece una mirada a los vicios históricos del sistema de impartición de justicia en México, dijo que existen dos razones principales por las cuales la elección judicial sería negativa.
- “Una es que es una anomalía a nivel internacional, ningún país más que Bolivia elige a sus jueces nacionales y hay muchas voces al interior de Bolivia que están diciendo que tienen que revertir lo que hicieron, no porque no funcionan”.
“Y, dos, creo que la elección de jueces tiene un pronóstico reservado, porque no viene acompañada de un cuerpo de reformas más amplio”.
- El académico, quien por años trabajó en la Suprema Corte, dijo que la reforma judicial debió haber contemplado un conjunto de cambios legislativos para evitar el abuso de poder dentro del sistema judicial, y no fue así.
“Simplemente vamos a cambiar a quien va a estar a cargo ahora de justificar prisión preventiva, de justificar detenciones arbitrarias de quien esté a cargo, de justificar extorsiones o torturas. No, los operadores van a ser distintos, pero las reglas van a ser las mismas”, declaró.
Genera más dudas e incertidumbre la elección judicial
- La próxima elección de jueces federales y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) deja más dudas que certezas, aseveró Mariano Calderón, experto en litigio Constitucional de la firma Santamarina y Steta.
- “En la víspera de la elección de jueces federales y ministros de la SCJN prevalecen más las dudas e incertidumbre. Se trata de un experimento que deja más dudas de las que resuelve”, señaló el especialista.
El experto dijo que sigue habiendo mucho desconocimiento de cómo se va a llevar a cabo la elección.
- “Las boletas son galimatías. Son muy complicadas y difíciles de procesar. El propio mecanismo de la votación no va a participar en el conteo de votos, sino solo los representantes de los comités distritales del INE.
- No vamos a tener un resultado la misma noche del 1 de junio, como estamos acostumbrados desde principios de este siglo, sino que serán varios días después, a través de los consejos distritales”, indicó.
- Añadió que, aunque la reforma judicial fue presentada como una modificación profunda al sistema de impartición de justicia, a fin de evitar la impunidad y para hacer más cercana la impartición de justicia, se antoja difícil que logre su cometido.
Lo anterior debido a que, por una parte, no toca en absoluto ni a las fiscalías, ni al funcionamiento de los ministerios públicos, ni a las policías de investigación.
“Estos aspectos son los que constituyen el componente principal de la impartición de justicia que tanto requiere el país. Eso es lo más inmediato y cercano a la gente”, enfatizó.
- Además, aclaró que la nueva composición de la Suprema Corte, de la cual se elegirán a todos sus ministros, será reducida y compuesta por nueve personas, en lugar de 11, como funciona actualmente.
“La nueva estructura además eliminará las dos salas que hoy día resuelven la mayoría de los asuntos, dejando al pleno solo los casos más delicados o trascendentes.
- A partir de la elección sólo habrá una corte que sesionará en pleno con todos los nueve ministros y se encargará de todos los casos.
- Esto puede convertirse en un embudo importante para la impartición de justicia, lo que muy probablemente resulte en privilegio para los casos de corte político”, subrayó.
“Este experimento es muy preocupante y nos va a dar mucho de qué hablar, por la inquietud que genera, en lugar de la certeza jurídica y certidumbre para las inversiones, dado que las controversias que lleguen al nuevo poder judicial pueden caer en manos de jueces que no tienen carrera judicial, que pueden carecer de capacidad e imparcialidad”, expresó el especialista.
Elección judicial, es una burda farsa y mal montada
De acuerdo con un análisis de Código Magenta, a unos días de que se dé el proceso electoral para elegir a jueces, magistrados y ministros de la Corte, el sello final para inaugurar una autocracia.
- La presidenta o el presidente en turno tendrán el CONTROL ABSOLUTO y TOTAL de todos los poderes: Ejecutivo, el Legislativo y Judicial.
En cualquier nación democrática, con ética, con moral y con respeto a las decisiones ciudadanas, esta pseudo elección sería cancelada. Sus vicios son tan evidentes y el manejo del proceso tan torpe y poco transparente, que no aguanta la mínima prueba de legitimidad. Analicemos.
- Crimen organizado en las boletas: Todos los partidos -Morena incluido- admiten que al menos dos docenas de candidatos a las posiciones jurídicas clave son personajes que están ligados al crimen organizado o que están legalmente impedidos para aspirar a cualquier cargo por ser delincuentes que purgaron condenas o que están en un proceso para ser declarados criminales.
Y, a pesar de que no existe debate sobre la inclusión de esos abogados de narcos, de candidatos con antecedentes penales, de vínculos con sectas religiosas, sus nombres no fueron retirados de las boletas.
Estarán esos cuestionados personajes entre las opciones para ser votados. Prometen los que manipulan esta elección -la presidenta Claudia Sheinbaum incluida- que una vez consumado el proceso, esos nombres serán desechados.
- Una elección política e ideológica: El próximo domingo se acudirá a votar por un pseudo concurso de popularidad en donde el ganador será quien tenga la mayor cantidad de votos, así sea un analfabeta jurídico.
Se impondrá Morena, el partido en el poder, que hizo lo necesario con su famosa “tómbola” para elegir a sus candidatos a modo todos y ahora movilizará, con sus infinitos recursos, del criminal huachicol fiscal y de sus alianzas inconfesables con el crimen organizado al mayor contingente sectario dotado de “acordeones”, en donde les dictan por quién hay que votar.
- Gobernadores meten mano: Los gobernadores pro-morenistas -incluidos petistas, verdes y emecistas- ya tienen montado todo un operativo con recursos del Erario para financiar el acarreo el día de la elección.
- Obligaron a burócratas a reclutar gente, los adiestraron para emitir su voto en favor de los ideológicamente afines a Morena y les fabricaron “acordeones” para decirles por quién votar.
Grupo REFORMA documentó, al detalle, las ilegalidades cometidas, por ejemplo, por Samuel García, el gobernador de Nuevo León que busca instalar a sus jueces y magistrados para encarar las acusaciones que se le puedan venir en el sexto año y, sobre todo, en el famoso “séptimo año” cuando ya no esté en el poder.
Y esas mismas estructuras de gobierno de decenas de Estados operan al margen de la Ley, para imponer a sus favoritos e incondicionales.
Para nuestra, ahí está en Tamaulipas el ya famoso caso de Tania Contreras, a quien se le pretende imponer como presidenta del sistema judicial de aquella entidad y quien exhibe evidentes vínculos y apoyos de familiares ligados al huachicol y a grupos del crimen organizado.
- Ciudadanos no contarán los votos: A diferencia de las elecciones para alcaldes, legisladores, gobernadores o presidentes, en esta elección, el control de las boletas y el conteo de los votos no estará en manos de los ciudadanos.
La responsabilidad de contar esos votos no se dará entre los ciudadanos que custodian la casilla, sino en despachos cerrados custodiados por un Instituto Nacional Electoral incompetente, que ha sido omiso o incapaz de sancionar todos los ilícitos que ya fueron exhibidos y que obligarían a suspender esa elección.
No existirá una cadena de custodia de votos y urnas que impida que los votos, las boletas y las actas sean respetadas. No existirán los resultados el mismo día. La posibilidad de la suplantación de esas actas y la manipulación de las cifras retroceden este pseudo proceso electoral al México de los años 70.
- Legitimidad con el 5 por ciento: Y por encima de todo, el proceso de elección es complejo, inentendible para la mayoría de una ciudadanía que tendría que conocer las capacidades de las decenas y decenas de candidatos cuyos nombres leen o escuchan por primera vez.
Esa complejidad alejará al elector de las urnas y, salvo por alguna operación de acarreo masivo fraguada desde el Partido en el Poder, el nivel de participación será ínfimo. Ya lo reconoció la presidenta Claudia Sheinbaum cuando dijo, en una mañanera, que ella se daba por bien servida, si en esta elección pseudo democrática, participaban el 5 por ciento de los electores.
Lo más alarmante en todo este proceso es el increíble nivel de adormecimiento ciudadano, que guarda silencio, que no se manifiesta abiertamente para frenar lo que es, a todas luces, una gran farsa, una descomunal manipulación para consumar el Golpe de Estado a la democracia.
Y por lo que se ve, el Partido en el Poder lo tiene todo para salirse con la suya. El último clavo sobre el ataúd que sepultará a la democracia lo colocarán a su antojo, frente al silencio de una ciudadanía adormecida, pasmada. /Agencias-PUNTOporPUNTO