ENFERMEDAD Bronqueo Respiratoria de ‘MISTERIOSO ORIGEN’ se PROPAGA en la FRANJA de #GAZA, con ISRAEL

Los hospitales de Gaza atendieron 10.000 casos reportados de hepatitis A y 880.000 casos de enfermedades respiratorias, informó el Ministerio de Salud. La tasa de infecciones diarreicas es 25 veces mayor que los niveles anteriores al 7 de octubre, según un informe de la OMS del 21 de junio.

El pasado 1 de septiembre, Sabreen Abu Khater, de 26 años, llegó a la sala de pediatría del hospital Nasser de Jan Yunis con su hijo de tres meses, Mohammed. Tenía fiebre, congestión en el pecho y dificultad para respirar.

  • Nada más llegar, los médicos le pusieron un nebulizador y medicamentos intravenosos y explicaron que han recibido ya numerosos pacientes con un virus que no pueden identificar y que se propaga rápidamente debido al hacinamiento y las miserables condiciones de vida de la mayoría de la población de la Franja.

“Al principio, pensamos que era gripe estacional, pero este virus es diferente: más agresivo, se propaga rápidamente a través de los campamentos de desplazados abarrotados y trae muchos niños al hospital”, dice a este periódico Ahmed al Farra, jefe de pediatría del hospital.

  • Según este médico, los síntomas son inflamación de las vías respiratorias superiores y fiebre alta, pero si el cuadro se complica pueden producirse graves dificultades respiratorias que requieren ser conectado a un ventilador.
  • Algunos pacientes también sufren vómitos y diarreas. “Estamos viendo casos raros en cuidados intensivos”, dijo.
  • Abu Khater mece en sus brazos a Mohammed, mientras intenta sujetar el nebulizador sobre su pequeño rostro. La familia se ha desplazado en siete ocasiones desde octubre de 2023 y vive en condiciones miserables.

“Se contagió de sus hermanos, Siba, de siete años, y Sohaib, de seis”, explica a EL PAÍS. Sus hijos mayores sanaron con remedios caseros y medicamentos básicos, pero Mohammed empeoró poco a poco.

  • Al principio, pensamos que era gripe estacional, pero este virus es diferente: más agresivo, se propaga rápidamente a través de los campamentos de desplazados abarrotados y trae muchos niños al hospital, además de que provoca mayor mortandad en adultos mayores.

“Vivimos en una tienda de campaña sin agua potable, comida ni medicinas”, dijo. “Sé que la desnutrición, la falta de higiene y de medicamentos son la razón por la que mis hijos se enfermaron. Pero no hay nada que pueda hacer”, lamenta la madre.

Atrapados entre la guerra y la enfermedad

En el hospital Nasser, 80 de los 120 niños ingresados en la sala de pediatría padecen enfermedades respiratorias. Antes de la guerra, dijo Al Farra, ese número rara vez superaba los 40.

  • El médico sospecha que el virus es una forma de gripe o de covid-19, pero subraya que ha aparecido antes del momento del año en el que brotan estas enfermedades y que resiste los tratamientos tradicionales.
  • “No sabemos exactamente qué es. Si es gripe, covid-19 u otra cosa. No tenemos herramientas para hacer un diagnóstico preciso, tampoco tenemos un protocolo de tratamiento claro y apenas quedan medicamentos.

Los pacientes ancianos están muriendo

El hambre, el desplazamiento y la falta de higiene hacen que la recuperación sea casi imposible, advierte, subrayando que el establecimiento de un diagnóstico se ve dificultada por el hecho de que los laboratorios de análisis están prácticamente destruidos.

  • Sé que la desnutrición, la falta de higiene y de medicamentos son la razón por la que mis hijos se enfermaron. Pero no hay nada que pueda hacer

En una habitación contigua, Mariam Abu Taha, de 26 años, acuna a su hijo Yunes, de 45 días, mientras le da el biberón, después de que los médicos le aconsejaran que dejara de amamantar para que el bebé hiciera menos esfuerzos al succionar.

  • “Ahí afuera no hay medicinas”, cuenta. Pero al mismo tiempo, en el hospital es fácil contraer infecciones, admite esta madre, que se ha desplazado más de una docena de veces desde que comenzó la guerra y ahora vive en una tienda de campaña en Al Mawasi, en el sur de la Franja.
  • “Los médicos siguen tratándolo como si fuera una gripe”, dijo. “Pero esto es algo peor. Muchos niños en el campo de desplazados están enfermos y no se recuperan. Sobrevivimos a los bombardeos pero no quiero que la enfermedad me arrebate a mi bebé”, afirma Abu Taha, que llegó a Al Mawasi hace cuatro meses.

La irrupción de este virus coincide con la declaración de hambruna “totalmente provocada por el hombre” en Ciudad de Gaza y sus alrededores, donde la vida de al menos 500.000 personas corre peligro debido a la falta de alimentos.

  • El informe de la ONU, publicado a mediados de agosto, estima que las mismas “condiciones catastróficas” se expandirán al sur, a Deir al Balah y Jan Yunis, a fines de septiembre, si nada cambia.
  • Además, alerta de que no se ha podido evaluar la situación de hambruna en el norte de la Franja, “donde la situación es igual o peor que la de Ciudad de Gaza”. El virus se propaga más rápido en los cuerpos hambrientos y se vuelve mucho más letal”, advierte.

Un estudio reciente de la ONG israelí Médicos por los Derechos Humanos (Physicians for Human Rights) y la Clínica Global de Derechos Humanos de la Universidad de Chicago reveló que las severas e impredecibles restricciones de Israel sobre los suministros médicos esenciales que deberían entrar en Gaza han provocado sufrimiento y muertes totalmente prevenibles en los pacientes.

  • Pese a todo, Sabreen y Mariam saben que son afortunadas, ya que sus bebés enfermos tienen una cama en este hospital. Esa misma mañana, docenas de madres están sentadas en el suelo del centro médico a la espera de que sus hijos reciban tratamiento en los pasillos.
  • Entre ellas Dohaa Abu Assi, de 30 años, cuya hija Jana, de casi dos meses, nació prematura y con un peso inferior a 1,5 kilogramos. La pequeña está en brazos de su madre, envuelta en una tela andrajosa traída de su tienda en Al Mawasi.
  • “No tenemos electricidad en el campamento para hacer funcionar un nebulizador”, explica Dohaa. “Por eso nos quedamos aquí, aunque eso implique dormir en el suelo del hospital”. El colapso casi total del sistema de salud ha convertido las enfermedades tratables en epidemias mortales

En una conversación telefónica con este periódico, el profesor Abdelrauf al Manaama, microbiólogo de la Universidad Islámica de Gaza, recuerda que en Gaza han reaparecido enfermedades que no se veían desde hacía décadas, incluida la poliomielitis.

  • “Los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades crónicas son personas vulnerables, pero ahora toda la población está inmunodeprimida, incluidos los médicos y las enfermeras”, dijo.
  • “Normalmente, las infecciones virales se resuelven por sí solas. Pero en cuerpos debilitados por el hambre y el trauma, pueden ser fatales”, advirtió Al Manaama. “El colapso casi total del sistema de salud ha convertido las enfermedades tratables en epidemias mortales”, agrega.
  • El 14 de agosto, Médicos Sin Fronteras describió el sistema de salud de Gaza como un “caparazón roto” bajo una guerra y un asedio implacables. Según la ONU, 18 de los 36 hospitales de la Franja están funcionando, pero parcialmente y saturados de pacientes.

En un contexto de guerra, donde hay heridos por los bombardeos o por francotiradores todos los días, los pacientes aquejados por un virus pasan, inevitablemente, a un segundo plano. “Sin ayuda externa, el sistema de salud de Gaza ya no puede salvar vidas”, concluye Al Manaama.

Enfermedades bacterianas y respiratorias aumentaron

En junio pasado, varias agencias de la ONU advirtieron que el número de enfermedades bacterianas, respiratorias e infecciosas reportadas en los hospitales de Gaza está en aumento, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés). La ONU también alertó sobre las deficiencias nutricionales que enfrentan las mujeres embarazadas y lactantes en Gaza.

  • Los hospitales de Gaza atendieron 10.000 casos reportados de hepatitis A y 880.000 casos de enfermedades respiratorias, informó el Ministerio de Salud. La tasa de infecciones diarreicas es 25 veces mayor que los niveles anteriores al 7 de octubre, según un informe de la OMS del 21 de junio.
  • La acumulación de basura y aguas residuales cerca de los lugares de desplazamiento en Gaza creó un hedor “generalizado que provoca náuseas”, informó el Director de Planificación de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) Sam Rose.

“En medio de condiciones sanitarias desesperadas, el calor extremo y la falta de agua potable alimentan la propagación de enfermedades infecciosas, y exacerban la carga sobre unos centros de salud ya abrumados y con una grave escasez de recursos”, añadió la OCAH. La OCHA citó a la UNRWA y advirtió sobre el riesgo potencial de cólera en Gaza.

  • La falta de alimentos también es un problema creciente: un informe de ONU Mujeres del 27 de junio encontró que 557.000 mujeres en Gaza se enfrentan a una “inseguridad alimentaria grave”.
  • Las mujeres embarazadas en Gaza luchan por satisfacer sus necesidades nutricionales, y el 76% de las mujeres embarazadas encuestadas por ONU Mujeres informaron que padecían anemia.
  • La anemia, causada por la falta de hierro y otros micronutrientes, afectó a poco más de la mitad de las mujeres embarazadas en Gaza en 2020, según el Ministerio de Salud y las encuestas nacionales de nutrición realizadas en ese momento.

El 99% de las mujeres encuestadas en Gaza en abril informaron “enfrentar desafíos para acceder a los suministros y suplementos nutricionales necesarios” y para obtener suficiente leche materna.

Piojos, sarna y erupciones cutáneas plagan a los niños palestinos

Un flujo constante de niños desdichados y padres preocupados acudió al consultorio de dermatología del Hospital Nasser, en el centro de Gaza.

Un niño pequeño con un moño azul en el pelo sollozaba mientras su madre le mostraba cómo las manchas rojas y blancas que cubrían su rostro se habían extendido al cuello y al pecho.

  • Otra mujer levantó la ropa de su pequeño para revelar las erupciones en su espalda, trasero, muslos y estómago.
  • En sus muñecas, tenía llagas abiertas por el rascado. Un padre puso a su hija de pie sobre el escritorio para que el médico pudiera examinar las lesiones en sus pantorrillas.

Las enfermedades de la piel están proliferando en Gaza, según las autoridades sanitarias. La causa, según afirman, son las condiciones deplorables en los campamentos de tiendas de campaña superpoblados que albergan a cientos de miles de palestinos que han tenido que abandonar sus hogares, junto con el calor del verano y el colapso de las instalaciones sanitarias que han dejado charcos de aguas residuales a cielo abierto en medio de diez meses de bombardeos y ofensivas israelíes en el territorio.

Según la Organización Mundial de la Salud, los médicos están luchando contra más de 103.000 casos de piojos y sarna y 65.000 casos de erupciones cutáneas. En la población de Gaza, de unos 2,3 millones de habitantes, se han registrado más de un millón de casos de infecciones respiratorias agudas desde que comenzó la guerra, junto con más de medio millón de casos de diarrea aguda y más de 100.000 casos de ictericia, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

  • La limpieza es imposible en las destartaladas tiendas, básicamente estructuras de madera con mantas o láminas de plástico colgadas, amontonadas una al lado de la otra en amplios espacios, dicen los palestinos.
  • “No hay champú ni jabón”, dijo Munira al-Nahhal, que vive en una tienda de campaña en las dunas de las afueras de la ciudad de Khan Younis, en el sur del país. “El agua está sucia. Todo es arena, insectos y basura”.
  • La tienda de campaña de su familia estaba repleta de sus nietos, muchos de los cuales tenían sarpullidos. Un niño pequeño se rascaba las manchas rojas de su vientre. “Un niño se contagia y se contagia a todos”, dijo al-Nahhal.

Los palestinos del campamento afirman que es casi imposible conseguir agua potable. Algunos lavan a sus hijos con agua salada del cercano Mediterráneo.

  • La gente tiene que llevar la misma ropa día tras día hasta que consigue lavarla y luego se la vuelve a poner inmediatamente. Hay moscas por todas partes. Los niños juegan en la arena llena de basura.
  • “Primero le salieron manchas en la cara. Luego se le extendieron al estómago y los brazos, por toda la frente. Y le duele. Le pica. Y no hay tratamiento.
  • O si lo hay, no podemos pagarlo”, dijo Shaima Marshoud, sentada junto a su pequeña hija en una estructura de bloques de cemento en la que se habían instalado entre las tiendas de campaña.

Más de 1,8 millones de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han tenido que abandonar sus hogares, y a menudo se han tenido que desplazar varias veces en los últimos meses para escapar de los ataques terrestres o los bombardeos israelíes.

La gran mayoría vive ahora hacinada en una zona de 50 kilómetros cuadrados de dunas y campos en la costa, prácticamente sin sistema de alcantarillado y con poca agua.

  • La distribución de suministros humanitarios, incluidos jabón, champú y medicamentos, se ha reducido al mínimo, dicen funcionarios de la ONU, porque las operaciones militares israelíes y la anarquía general en Gaza hacen demasiado peligroso el movimiento de los camiones de ayuda.
  • Israel lanzó su campaña prometiendo destruir a Hamas después de su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, en el que murieron unas 1.200 personas y 350 fueron secuestradas. El ataque de Israel ha matado a más de 39.000 personas, según las autoridades sanitarias de Gaza.

“El sistema de gestión de residuos sólidos ha colapsado”, dijo Chitose Noguchi, representante especial adjunta del Programa de Asistencia al Pueblo Palestino del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

  • En un informe publicado el martes, el PNUD dijo que los dos vertederos que había en Gaza antes de la guerra estaban inaccesibles en medio de los combates y que se habían instalado 10 sitios temporales. Pero Noguchi dijo que han surgido más de 140 vertederos informales. Algunos de ellos son charcas gigantes de desechos humanos y basura.

“La gente está instalando tiendas de campaña y viviendo al lado de vertederos, lo que constituye una situación realmente crítica en términos de la crisis sanitaria”, dijo Noguchi.

  • Nassim Basala, dermatólogo del Hospital Nasser, dijo que reciben entre 300 y 500 personas al día con enfermedades de la piel. Después de las últimas órdenes de evacuación israelíes, más gente se ha congregado en los campos agrícolas de las afueras de la ciudad de Khan Younis, donde los insectos abundan en verano.

La sarna y los piojos han alcanzado proporciones epidémicas, dijo, pero otras infecciones fúngicas, bacterianas y virales y parásitos también están proliferando.

Con la avalancha de pacientes, incluso los casos simples pueden volverse peligrosos.

  • Por ejemplo, dijo Basala, el impétigo es una infección bacteriana simple que se puede tratar con cremas. Pero a veces, cuando el paciente llega al médico, “las bacterias se han propagado y han afectado los riñones”, dijo.
  • “Hemos tenido casos de insuficiencia renal” como resultado. Las erupciones cutáneas causadas por rasguños se infectan en la suciedad que invade la zona. Dijo que en el hospital escaseaban cremas y ungüentos.

Los niños son los más afectados, pero los adultos también sufren. En el consultorio de dermatología del hospital, un hombre se desató los zapatos llenos de tierra para mostrar las dolorosas llagas que tenía en la parte superior de los pies y los tobillos, donde se había abierto el sarpullido. Una mujer levantó las manos, agrietadas, enrojecidas y en carne viva.

Mohammed al-Rayan, cuyos hijos se encuentran en una tienda de campaña en las afueras de Khan Younis y tienen erupciones o manchas, dijo que los ha llevado al médico.

“Nos dan cremas, pero no sirve de nada si no tenemos con qué lavarnos”, dijo. “Te pones una crema y mejora, pero al día siguiente vuelve a estar igual”.

  • Los padres se encuentran en dificultades para consolar a sus hijos con afecciones dolorosas que no desaparecen.
  • El pequeño de Manar al-Hessi lloraba mientras ella le aplicaba crema en la frente y el pecho, cubiertos de costras, llagas y manchas.

“Es horrible”, dijo al-Hessi. “Siempre tiene moscas en la cara. Cuando va al baño o a la basura, se le meten las moscas en las manos. La suciedad es enorme”. /Agencias-PUNTOporPUNTO

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