En el primer semestre de 2025, el número de quejas recibidas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) relacionadas con falta de medicamentos en clínicas y hospitales de la dependencia registró un incremento respecto al mismo periodo del año anterior.
Entre enero y el 26 de junio de este año se contabilizaron 109 reportes, frente a las 76 denuncias presentadas en los primeros seis meses de 2024, lo que representa un aumento del 43 por ciento.
- Según los datos de la solicitud de información 340018000205825, la Ciudad de México encabezó la lista de entidades con mayor número de quejas en ambos periodos, aunque con una marcada alza en 2025.
- Durante los primeros seis mes del año pasado, la cantidad registrada por el IMSS en la capital del país fue de nueve, mientras que en el año en curso esta cifra subió a 22, un aumento del 144.44%; incluso la cifra del 2025 ya superó en 15.78% a las 19 quejas que se interpusieron en todo el 2024.
- Detrás de la CDMX, durante el 2025, se ubicó Sonora con nueve quejas que se presentaron entre enero y junio, una disminución del 60.86%, con respecto a las 23 quejas que se registraron en la entidad durante el mismo periodo de 2024.
Luego estuvieron Tamaulipas, San Luis Potosí, Colima, Chiapas y Baja California Sur, con siete quejas cada estado respectivamente.
En el caso de Tamaulipas, Colima y San Luis Potosí, registraron un aumento con respecto a la cantidad que tuvieron en el periodo de 2024 con un aumento del 40%, 600% y del 16.66% respectivamente.
El IMSS indicó que no registró inconformidades por parte de los derechohabientes en Chiapas y Baja California Sur, entre enero y junio de 2024.
- En contraste, los estados con menos quejas registradas durante los primeros meses del 2025 fueron: Chihuahua (1); Guerrero (1); Aguascalientes (2); Durango (2); Estado de México (2); Quintana Roo (2) y Tabasco (2).
- De los 109 casos totales registrados, marzo fue donde más se contabilizaron con 28 (25% del total); luego febrero (20 quejas); enero (19); abril (19); mayo (19); y junio (10).
La cifra total de quejas está a 23 casos de igualar las 132 reclamaciones que recibió el IMSS en los 12 meses del 2024.
“Cabe señalar que el folio de una queja de servicio puede estar relacionado a uno o más medicamentos”, precisó el IMSS.
¿Qué medicamentos faltan?
Según los datos del Seguro Social, el medicamento que más quejas reportó por no hallarse en las farmacias, entre enero y el 26 de junio pasado, fue la el Rituximab solución inyectable de 500 mg, con 11. La mayoría de éstas se realizaron en Chiapas (cinco quejas), seguido de Campeche (tres quejas) y Ciudad de México (dos quejas).
Este medicamento es utilizado para el tratamiento de diversas enfermedades oncológicas: el linfoma no Hodgkin (LNH), la leucemia linfocítica crónica (LLC) y enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico, la granulomatosis con poliangitis y la poliangitis microscópica.
Por otro lado, el Carbonato de Calcio/ Vitamina D3 en la presentación de tabletas de 1666.670 mg y la c estuvieron detrás con seis quejas cada medicamento.
- El primero mencionado es utilizado para prevenir y tratar deficiencias de calcio y vitamina D en el organismo; así como para fortalecer los huesos y prevenir enfermedades relacionadas con la salud ósea, como a osteoporosis.
- Sin embargo, también se suele administrar en pacientes que tienen enfermedades como osteomalacia, una condición que debilita los huesos debido a la falta de vitamina D, y en ciertos casos de raquitismo en adultos.
- La mayoría de quejas que se recibieron por la falta de este medicamento, durante el primer semestre del año en curso, fueron en Baja California Sur, CDMX, Colima, Estado de México, Michoacán y Sonora.
Mientras que, la Lacosamida en tabletas de 100 mg es un medicamento antiepiléptico utilizado principalmente para el tratamiento de convulsiones en pacientes con epilepsia y que experimentan crisis parciales, manifiestan movimientos involuntarios, sensaciones anormales o alteraciones de la conciencia, con o sin propagación a otras áreas del cerebro.
- Las quejas que se pusieron en 2025 por la falta del mismo se registraron en Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Yucatán y Zacatecas.
En la misma solicitud, el IMSS sostuvo que el nivel de abasto “parametrizado a través del nivel de surtimiento a la receta” promedio mensual de medicinas, entre enero de 2024 y el 23 de junio de 2025, fue de 96.44 por ciento.
Marcharon en México por desabasto de medicamentos en hospitales públicos
- El pasado 10 de agosto, la asociación civil Nariz Roja encabezó movilizaciones en diferentes ciudades del país, partiendo en la Ciudad de México desde el Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino.
Entre los participantes se encontraban pacientes, familiares y ciudadanos que han enfrentado la falta de medicamentos en hospitales de la capital y del Estado de México.
- Alejandro Barbosa, presidente de la organización, enfatizó que la situación se ha agravado: “Ya no se trata solo de medicamentos para pacientes con cáncer, sino que se trata de medicinas básicas como antibióticos”.
- Las marchas se replicaron en Oaxaca, Guadalajara, Monterrey, Estado de México y otras localidades, visibilizando que el desabasto no es un fenómeno aislado, sino un problema de alcance nacional.
- La Secretaría de Salud explicó a Nariz Roja que la escasez se debe al retraso en la Compra Consolidada 2025-2026, luego de detectarse un sobrecosto de 13 mil millones de pesos en el proceso.
En una reunión el 25 de junio, el secretario de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz, y el subsecretario, Eduardo Clark, aseguraron a la organización que “en julio llega el medicamento” a los hospitales públicos para pacientes oncológicos.
Inicialmente, Nariz Roja había convocado a una marcha nacional por el desabasto, pero tras este compromiso la protesta se canceló. Sin embargo, al cierre de julio, la organización denunció que la falta de fármacos persistía, lo que llevó a reactivar la convocatoria para las movilizaciones del 9 y 10 de agosto.
Críticas directas a la administración actual
A su llegada a Palacio Nacional, Barbosa subrayó que el problema no es exclusivo del actual gobierno, pero cuestionó el manejo de la crisis:
- “Los niños y los adultos que están en los hospitales, sin fijarnos ya en la enfermedad, ya no solo el cáncer, ya son todas las que están pasando una situación delicada al no tener sus medicamentos”.
- También pidió un fondo de urgencia para la compra de insumos y medicamentos esenciales, con el fin de garantizar la disponibilidad inmediata. En un mensaje dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum, Barbosa señaló:
“Estamos en agosto, presidenta. Ya reprobó este año. Ni siquiera López Obrador se había tardado tanto. Él lo más tardado que llegó fue en junio. Usted ya llegó a agosto”.
Según la organización, Eduardo Clark puso como fecha tentativa de llegada de medicamentos entre el 15 y el 20 de agosto, aunque advirtió que no existen “garantías” de cumplimiento.
IMSS-Bienestar: sin diferencias en el abasto
Barbosa recordó que no todos los estados están integrados al programa IMSS-Bienestar entre ellos Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León y Querétaro, pero advirtió que la afiliación no ha marcado una diferencia en el acceso a medicamentos.
Esto revela que la problemática no se limita a un modelo de gestión específico, sino que responde a fallas estructurales en la cadena de suministro y en los mecanismos de compra y distribución a nivel nacional.
Impacto sanitario del desabasto
La falta de medicamentos en hospitales públicos mexicanos representa una crisis sanitaria que afecta a pacientes de todas las edades y condiciones médicas. La ausencia tanto de fármacos oncológicos como de medicamentos básicos interrumpe tratamientos, retrasa diagnósticos y pone en riesgo la recuperación de miles de personas.
Desde el punto de vista de la salud pública, este escenario incrementa la presión sobre el sistema hospitalario, obliga a los pacientes a recurrir al mercado privado con un alto costo económico y genera un riesgo adicional para poblaciones vulnerables que dependen exclusivamente de la atención pública.
- La persistencia del desabasto de medicamentos, a pesar de compromisos públicos y plazos establecidos, refleja debilidades en la planificación logística, la supervisión de compras y la ejecución presupuestaria.
- La detección de sobrecostos en la compra consolidada muestra la necesidad de mecanismos de control más estrictos, pero también evidencia que los procesos de corrección no pueden interrumpir el suministro de fármacos esenciales.
Expertos advierten que sin un plan de contingencia nacional, el sistema seguirá expuesto a crisis cíclicas que impactan de manera directa en la salud y la calidad de vida de los pacientes.
- La creación de un fondo de urgencia, como propone Nariz Roja, podría servir como medida temporal para evitar quiebres en la cadena de suministro mientras se estabilizan los procesos de compra y distribución.
- La presión ciudadana, materializada en marchas y denuncias públicas, ha logrado visibilizar el problema, pero la resolución dependerá de la capacidad del gobierno federal y los estados para implementar soluciones rápidas y sostenibles.
Garantizar el derecho a la salud implica no solo abastecer medicamentos, sino también establecer mecanismos preventivos que eviten la repetición de escenarios similares.
- La experiencia de este año será un punto de referencia para medir la capacidad de respuesta del sistema de salud mexicano y su compromiso con la atención oportuna y equitativa.
Presunta lucha anticorrupción causó desabasto de medicinas
En 2018, Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia de la República con una estrategia enfocada en combatir la corrupción en todos los niveles de la administración pública federal.
Como parte de esa meta, modificó el modelo de adquisición de medicamentos que venía operando desde años atrás y retiró al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la responsabilidad directa de realizar esas compras.
- La adquisición de insumos médicos quedó bajo control de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), con el argumento de reducir costos y eliminar posibles prácticas irregulares detectadas en sexenios anteriores.
- Según Oliver Meza, académico del Tecnológico de Monterrey, esta decisión derivó en un cambio institucional que el Gobierno federal no estaba preparado para implementar ni supervisar de manera adecuada.
- El especialista advirtió que el problema no se resolverá mientras la federación insista en un modelo que excluye al sector privado de los procesos logísticos y de distribución, los cuales requieren experiencia y capacidad técnica.
“El Gobierno necesita invertir en el suministro, y si no lo hace por falta de recursos, debería echar mano del mercado para que este asuma ciertas partes del proceso”, señaló. Subrayó que esto no implica privatizar los servicios de salud, sino adoptar una estrategia que asegure una cadena logística funcional y sostenible.
- Como parte de las modificaciones implementadas, el Gobierno federal vetó a diversas empresas que durante años habían abastecido medicamentos al sector público, entre ellas Grufesa, Maypo y PiSA.
- Con una base de proveedores más reducida, la primera licitación encabezada por la SHCP dejó 62% de claves desiertas, de acuerdo con la investigación Operación Desabasto, realizada por Impunidad Cero y Justicia Justa.
Este resultado marcó el inicio del desabasto de medicamentos en hospitales públicos, particularmente de insumos oncológicos y tratamientos de alta especialidad.
- Ante el agotamiento de existencias, a finales de 2019 comenzaron las primeras movilizaciones convocadas por familiares de pacientes y colectivos que denunciaban la falta de medicamentos.
- Aunque el Gobierno federal calificó inicialmente dichas expresiones como infundadas, posteriormente pidió apoyo a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) para asumir la compra de insumos.
Sin embargo, este esquema se aplicó sin un análisis previo que considerara las particularidades administrativas y regulatorias del sistema mexicano.
Durante el proceso con la UNOPS, varios pedidos llegaron fuera de tiempo y no se estableció un mecanismo que garantizara el suministro constante. Paralelamente se eliminó el Seguro Popular y se creó el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que tampoco logró asegurar las compras conforme a la programación inicial.
A finales de 2023, la federación cambió nuevamente su estrategia. Se encomendó a Birmex la compra y distribución de medicamentos junto con la Secretaría de Salud, pero la empresa enfrenta diversas investigaciones por posibles faltas administrativas, lo que ha generado nuevos retrasos.
- Asimismo, se puso en marcha la Megafarmacia del Bienestar con la intención de funcionar como centro nacional de almacenamiento, aunque sin un sistema eficiente de distribución.
- El Gobierno federal ha reiterado que el desabasto se resolverá “en las próximas semanas”, pero organizaciones civiles advierten que esa promesa se repite desde meses atrás sin resultados tangibles.
Iniciativa privada podría ayudar a solucionar el desabasto
Pese a los constantes anuncios del Gobierno federal sobre la pronta resolución del desabasto de medicamentos oncológicos, especialistas advierten que la problemática no se resolverá si no se involucra a la iniciativa privada en la estrategia de distribución.
- Oliver Meza, académico del Tecnológico de Monterrey, señaló que las empresas privadas cuentan con incentivos claros para garantizar la entrega de medicamentos, lo que podría hacer más eficiente la cadena de suministro sin implicar una privatización de los servicios de salud.
“El Gobierno federal debería aprovechar este mecanismo, echar mano del mercado para atender la distribución.
- Esto no significa privatizar los servicios de salud, sino que el Estado incentive la creación y el desarrollo de empresas dedicadas al ramo, con una regulación que evite monopolios y, al mismo tiempo, subsidie los costos finales al usuario en algunas partes de la cadena”, explicó Meza.
- El especialista consideró poco viable el plazo de 15 días prometido por la Secretaría de Salud y el Gobierno federal para entregar los medicamentos faltantes. “El anuncio de los 15 días se seguirá repitiendo una y otra vez mientras no se establezca una solución sostenible.
El Gobierno necesita invertir en el suministro; si no tiene recursos, debería permitir que el mercado asuma partes del proceso. Esto permitiría una distribución más confiable y fechas límite más realistas”, señaló.
- Meza también criticó la estrategia federal implementada durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuando la compra de insumos médicos fue transferida a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sin un plan concreto de abastecimiento.
- Asimismo, indicó que la Megafarmacia del Bienestar no logró resolver el problema de fondo, mientras que gran parte de los recursos se destinaron a proyectos emblemáticos como la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya.
“Se intentaron hacer cambios en el gobierno anterior, pero no existió la capacidad suficiente para atender el desabasto. Otros temas de la agenda pública acapararon la atención, dejando la problemática de los medicamentos en segundo plano, aunque no es menor”, agregó el experto.
Meza insistió en que una alianza con el sector privado podría transformar la distribución de medicinas oncológicas en un proceso más sostenible y eficiente. Esto no solo garantizaría la disponibilidad de los medicamentos para los pacientes que los requieren, sino que también permitiría que el Estado se concentre en supervisar y regular el mercado, asegurando que los beneficios lleguen a la población sin comprometer la gratuidad ni la calidad del servicio.
- La participación de la iniciativa privada se considera una herramienta estratégica para asegurar que el suministro de medicamentos oncológicos deje de ser un problema recurrente en México.
- De acuerdo con Meza, la colaboración entre gobierno y empresas especializadas podría optimizar la logística, reducir retrasos y generar mecanismos de control más efectivos, mientras que el Estado mantiene la autoridad sobre los costos y estándares de calidad.
- “Si se logra una coordinación adecuada, las fechas límite de entrega podrían ser más realistas y sostenibles, y los pacientes tendrían certeza de que recibirán sus tratamientos de manera continua”, afirmó el académico.
La implementación de estas medidas permitiría que el desabasto deje de ser un problema recurrente y brinde a los pacientes una solución efectiva y duradera.
Gobierno federal prometió abasto
Ante las movilizaciones de pacientes con cáncer y sus familiares por el desabasto de medicamentos, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó a inicios de este mes que se ha adquirido el 96% de los fármacos oncológicos necesarios y que actualmente existe abasto suficiente para la mayoría de los tratamientos. Sin embargo, reconoció que hay tres medicamentos específicos que presentan dificultades en su distribución.
- La Mandataria explicó que no hubo problemas en los procesos de compra o licitación, sino que las fallas se deben al suministro y la logística de ciertos medicamentos.
- Para contrarrestar esta situación, el Gobierno federal mantiene una reserva de fármacos oncológicos especiales, destinados a cubrir necesidades inmediatas de los pacientes.
Sheinbaum Pardo destacó la transparencia de su administración en torno a la adquisición de medicamentos y explicó que se implementará un esquema adicional de distribución para garantizar que los fármacos lleguen incluso a los municipios más alejados del país.
Según la presidenta, se trabaja con un equipo permanente que supervisa y asegura la entrega oportuna de los insumos para tratamientos oncológicos./Agencias-PUNTOporPUNTO