La MIGRACIÓN de ESTACIONES privadas a PEMEX se eleva; la petrolera sumó 108 ESTACIONES a su RED

Solo 1.5% del total de las instalaciones para expedir combustible, ya sea bajo las modalidades de autoconsumo o de usos propios, cuentan con permisos por parte de la autoridad, de acuerdo con GMB Abogados; por lo que representan un riesgo de evasión fiscal.

La apertura del mercado gasolinero mexicano inició formalmente en 2013 con la reforma energética, pero fue hasta mediados de 2016 cuando el cambio se volvió visible en las calles.

Ese año comenzaron a operar las primeras estaciones con marcas distintas a Pemex, dando inicio a una etapa de competencia inédita para un sector que durante décadas fue prácticamente monopólico.

Sin embargo, los cambios recientes al marco regulatorio y las exigencias en materia de trazabilidad de combustibles han reactivado la migración de estaciones privadas de vuelta a la marca Pemex.

  • La primera en aparecer fue Hidrosina, que en junio de 2016 inauguró su estación en la intersección de Paseo de la Reforma e Insurgentes, en la Ciudad de México.
  • Ese mismo mes, en San Francisco de Campeche, abrió La Gas, marcando el surgimiento de un grupo gasolinero regional en el sureste del país.

Un año después, en marzo de 2017, BP se convirtió en la primera petrolera extranjera en traer su marca al mercado mexicano con una estación en la zona de Santa Fe. A partir de entonces, la entrada de nuevas banderas se aceleró y el mapa gasolinero comenzó a fragmentarse.

  • Para facilitar esa transición, la extinta Comisión Reguladora de Energía (CRE) estableció la regulación asimétrica de Pemex, un esquema que imponía reglas más estrictas a la petrolera estatal, desde transparencia en información hasta la apertura de su infraestructura logística para permitir condiciones de competencia.
  • Ese modelo regulatorio cambió en octubre pasado, cuando la Comisión Nacional de Energía eliminó la asimetría con el objetivo de liberar a Pemex de las obligaciones diseñadas para equilibrar el terreno frente a los nuevos jugadores. El ajuste coincidió con un momento de repunte para la marca estatal.

La apertura que no desplazó al líder

Hoy, el mercado muestra una recomposición clara. En México operan 14,129 estaciones de servicio que suministran tanto combustible nacional como producto importado bajo marca Pemex o marcas privadas como Valero y ExxonMobil.

  • De ese total, 8,817 estaciones operan bajo la marca Pemex al cierre de octubre, de acuerdo con la Fotografía del Sector Gasolinero en México elaborada por PetroIntelligence. La marca estatal concentra así cerca de dos terceras partes del mercado nacional.
  • La distancia frente a sus competidores es amplia. Mobil, la marca privada con mayor presencia, suma 701 estaciones, mientras que G500 ocupa el tercer lugar con 487 unidades. El resto del mercado se reparte entre decenas de grupos regionales y marcas internacionales.

Este liderazgo no es inercial. Responde a una estrategia trazada desde la administración federal anterior, orientada al rescate de Pemex y a su reposicionamiento como la petrolera con mayor relevancia en el país mediante la recuperación de mercado frente a la participación privada.

Las cifras recientes reflejan esa política. En enero de 2025 operaban 8,709 estaciones bajo la marca Pemex. Para octubre, la cifra había aumentado a 8,817, lo que implica la incorporación de 108 estaciones en los primeros diez meses del año.

Este crecimiento no se explica únicamente por la apertura de nuevas gasolineras. En buena medida corresponde a estaciones que ya estaban en operación bajo marcas privadas y que decidieron migrar nuevamente a la marca Pemex.

Desde la empresa, la estrategia ha sido definida con claridad

“Buscamos establecer acciones para asegurar y consolidar la presencia de Pemex en los mercados de gasolinas y diésel, esto implica una mejora continua en la forma de operar, desde el mejoramiento de logística de distribución, hasta y la garantía de calidad de cada entrega del producto, manteniéndose la empresa como un participante confiable y como un proveedor consistente”, dijo Jesús Montes de Oca, subdirector de Estrategia, Precios e Inteligencia Comercial de la petrolera.

El objetivo, añadió, es reforzar la presencia en el canal de venta al público. “Finalmente buscamos mantenernos como líderes en el mercado y para ello pondremos especial énfasis en fortalecer la participación en el segmento de estaciones de servicio bajo la marca Pemex. El objetivo es que cada estación bajo nuestra bandera sea la primera en elección”, aseguró durante ExpoGas CDMX 2025.

Regulación, trazabilidad y regreso a Pemex

  • Desde el análisis del sector, la migración de estaciones hacia Pemex responde tanto a condiciones comerciales como a los cambios regulatorios recientes. “Sigue así, y de hecho se ha reforzado por el nuevo marco regulatorio.
  • La tendencia de conversión a Pemex sigue, no solamente por su estrategia comercial, sino también por los cambios regulatorios en cuanto a trazabilidad; Pemex sí tiene ventajas en cuanto a trazabilidad”, explicó Alejandro Montufar, CEO de PetroIntelligence.

Como empresa estatal, añadió, Pemex cuenta con procesos más claros para cumplir con las exigencias regulatorias.

  • “Como es la empresa estatal ellos tienen los procesos muy claros, y es muy probable que las estaciones que ahorita están en incertidumbre se vayan a Pemex, y así la petrolera va a obtener mayor participación en el mercado al cierre de este año y al inicio del próximo año”, dijo en entrevista.
  • El control sobre la trazabilidad de los combustibles se ha convertido en un factor clave de competencia. El mayor rigor en la supervisión ha elevado los costos de cumplimiento para muchos operadores privados y ha fortalecido la posición de quien controla gran parte de la logística nacional.
  • Detrás de las 8,817 estaciones de Pemex hay una red que sigue siendo fundamental para el suministro de combustibles tanto de producción nacional como de importación. La empresa mantiene un papel central en la operación de terminales, ductos y distribución de producto.

A casi una década del inicio visible de la apertura gasolinera, el mercado mexicano entra en una etapa de reconcentración parcial. La diversidad de marcas persiste, pero el peso de la empresa estatal vuelve a dominar el tablero.

Solo 1.5% del total de las instalaciones para expedir combustible con permiso

Solo 1.5% del total de las instalaciones para expedir combustible, ya sea bajo las modalidades de autoconsumo o de usos propios, cuentan con permisos por parte de la autoridad, de acuerdo con GMB Abogados; por lo que representan un riesgo de evasión fiscal.

  • En el país existen al menos 20 mil instalaciones que realizan esta operación, de las que 300 cuentan con permiso de la entonces Comisión Reguladora de Energía (CRE), explicó Javier Govea Soria, socio de la firma.
  • Los permisos de autoconsumo se dan a entidades públicas o privadas que, por su actividad económica, puede recibir, almacenar o expender combustibles a vehículos de su propiedad.
  • En tanto que los usos propios, son permisos de transporte por ducto o de almacenamiento, destinados exclusivamente al consumo final en equipos industriales de la empresa titular. En ambos casos está prohibida por la autoridad la venta a terceros.

La cifra infiere que hasta 98.5 por ciento de estas instalaciones (puertos, aeródromos, empresas transportadoras y otras) no cumplen todas las disposiciones que definen la Comisión Nacional de Energía (CNE) y la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA), tales como manifestaciones de impacto ambiental y social, así como controles volumétricos e indicadores de seguridad industrial y operativa.

  • Estas medidas entraron que incluyeron por primera vez a estos conceptos en la miscelánea fiscal entraron en vigor el 1 de enero de este año. Por ello se busca que al implementar la nueva definición jurídica de Autoconsumos y Usos Propios, en un proceso que exigirá coordinación entre Sener, ASEA y la CNE.
  • Govea señaló que, aunque la ley los obliga a contar con todos estos requisitos, tramitarlo representa un reto para las autoridades, ya que deberán resolver al menos 20 mil trámites para autoconsumo y otros miles para usos propios, por lo que, dijeron, es importante establecer un régimen transitorio.

Mientras se publica esa regulación, es conveniente que la Secretaría de Energía disponga un mecanismo que asegure la trazabilidad de los combustibles y que garantice la continuidad de las operaciones industriales.

Según Govea el marco jurídico contribuirá como un mecanismo eficaz al combate del mercado ilícito de combustibles, que requiere del esfuerzo conjunto de iniciativa pública y privada; además abre oportunidades de desarrollar estrategias en la última parte de la cadena de valor.

  • Por su parte el director de Desarrollo de Tecnologías en Kernotek, Aldo Vargas, expuso que existe un subregistro de pipas de combustible, ya que solo 10 de cada 20 unidades están inscritas en el portal gubernamental.
  • Esta situación se agrava con las nuevas regulaciones implementadas en septiembre de 2025, que exigen códigos QR en pipas, para verificar la trazabilidad en tiempo real.
  • Aldo Vargas explicó que de acuerdo con transportistas, se recurren a vehículos no registrados para evitar interrupciones en el suministro, ya que la mitad del país se quedaría sin combustible.

El pasado miércoles la CNE emitió un Acuerdo del Comité Técnico, donde se amplió el plazo hasta el 31 de diciembre de este año para que los transportistas cumplan con la implementación del balizado con QR y rastreo por GPS en sus unidades.

  • El gobierno implementó esta medida del balizado de vehículo y la integración de sistemas GPS para combatir el robo de hidrocarburos, sin embargo hay operadores informales que satisfacen la demanda.
  • En caso de no cumplir con las nuevas disposiciones, la autoridad podría imponer sanciones que pueden alcanzar hasta 5 millones de pesos.
  • De acuerdo con Aldo Vargas, obtener un permiso por unidad puede demorar hasta 2 meses, a pesar de que la normativa establece plazos de apenas 15 días hábiles para la colocación de los códigos QR.

Esta disparidad entre los tiempos administrativos y los tiempos establecidos crean un escenario donde los transportistas dispuestos a cumplir enfrentan barreras burocráticas que los ponen en riesgo de recibir multas./PUNTOporPUNTO

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