Las RESERVAS de GAS generan INCERTIDUMBRE en EUROPA, ¿será suficiente para este INVIERNO?

Después de haber superado la crisis energética, la UE está en una posición más sólida para diversificar sus últimos suministros de hidrocarburos rusos.

El frío del otoño está llegando a Europa, y se anuncian fuertes heladas este invierno boreal. Afortunadamente, Gas Infrastructure Europe, la asociación europea de empresas operadoras de gas, informa que las reservas de gas de la Unión Europea están en un nivel del 80 % (dato del 15 de septiembre de 2025), menor que el colchón del 90 % de los últimos años, pero mayor que en 2021. Entonces, ¿brillará este invierno con calidez o parpadeará con incertidumbre?

  • Para diversificar el suministro de energía que antes procedía de Rusia, luego de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú en 2022, los países de la UE recurrieron al gas natural licuado (GNL) de Noruega, Estados Unidos y Qatar, al tiempo que siguieron impulsando el despliegue de energías renovables, incluidas la solar y la eólica.

En los últimos dos años, gracias a esa capacidad adicional, Europa logró asegurar que sus reservas de gas estuvieran prácticamente llenas en septiembre, lo que proporcionó un colchón adicional para los meses más fríos del año. Las reservas de gas deberían mantenerse robustas también este invierno.

Carrera por la recarga de gas podría ser menos crítica

Dado que la UE ya no se encuentra en una crisis energética grave, Bruselas otorgó un mes adicional, hasta el 1.º de diciembre, de ser necesario, para que las reservas europeas alcancen el 90 % de su capacidad. Europa también utilizó más gas de sus reservas el invierno pasado, lo que dejó un excedente menor de lo habitual.

  • Petras Katinas, analista de energía del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, afirma que los niveles actuales de almacenamiento y los suministros alternativos proporcionan un «sólido colchón» contra las interrupciones del suministro.

«Sin embargo, las retiradas rápidas y la volatilidad climática aún podrían causar picos temporales de precios o escasez localizada», declaró.

  • A juicio de Tom Marzec-Manzer, de la consultora internacional Wood Mackenzie, la oferta mundial de energía ha aumentado este año, mientras que la demanda, en especial de gas, probablemente sea más débil.

«Esto ha sido un verdadero beneficio para rellenar las unidades de almacenamiento de Europa este verano, que continúan a un buen ritmo», dijo a DW Marzec-Manzer, director de Gas y GNL para Europa de dicha consultora.

A pesar de esto, el bloque continúa siendo vulnerable a los shocks geopolíticos, en particular, a los derivados de los aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Amenazas de Aranceles a Compradores de Gas Ruso: nueva incertidumbre

Trump está presionando a Bruselas para que aplique sanciones a compradores de gas ruso, argumentando que esto supondrá una presión financiera adicional para Moscú para poner fin al conflicto que ya dura tres años y medio.

  • La semana pasada, el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, dijo a la UE y al grupo de países ricos del G7 que deberían unirse a Washington para imponer tarifas «significativas» a China e India por sus negocios energéticos con Moscú.
  • Trump dijo a Bruselas que Estados Unidos replicaría dichos aranceles, considerando una tasa del 100 %. El presidente estadounidense ya ha impuesto aranceles del 50 % a India: el 25 % del arancel base, más un 25 % adicional por alcanzar un acuerdo con Moscú en 2022 para comprar hidrocarburos con descuento.
  • Sin embargo, China, ―que también aumentó sus compras de energía rusa― tiene una posición negociadora mucho más fuerte con Washington en cuanto a las amenazas arancelarias de Trump.

El acuerdo de tránsito de gas de Ucrania tuvo un impacto limitado

La expiración del acuerdo de tránsito de gas entre Ucrania y Rusia, el 1.º de enero, marcó otro nivel de presión geopolítica en el abastecimiento energético europeo. Este trato permitía que el gas ruso fluyera hacia Occidente por los gasoductos ucranianos, y cerró, al finalizarse, una de las mayores rutas dentro de la UE.

  • Los precios de referencia del gas aumentaron casi un 50 % en algunos momentos del año pasado, ante la preocupación por el frío y la reducción de los flujos, pero el impacto real en el mercado fue menor.
  • Europa Occidental ya había diversificado sus fuentes energéticas, y los niveles de almacenamiento subterráneo se mantuvieron fuertes de cara al invierno.
  • «La caída de los volúmenes [vía Ucrania] no ha sido drástica, aunque algunos países, en particular Eslovaquia, tuvieron que reorientar algunas compras», precisó Tom Marzec-Manzer.

«Debido a que se pudo actuar anticipadamente, la finalización del acuerdo de tránsito de gas con Ucrania no tuvo un gran impacto en los precios ni en el suministro».

Objetivo: independencia de recursos energéticos de Rusia en 2027

Después de haber superado la crisis energética, la UE está en una posición más sólida para diversificar sus últimos suministros de hidrocarburos rusos. El bloque ya ha recortado sus importaciones de gas ruso de un 45 % a un 19 %, mientras las importaciones de petróleo ruso se han reducido de un 27 % al inicio de la guerra a solo un 3 % en 2024, de acuerdo con datos de la Comisión Europea (CE), el brazo ejecutivo de la UE.

  • En mayo, la CE publicó una hoja de ruta detallada para prohibir por completo las importaciones de gas de Rusia y de gas natural licuado hasta 2027. Para lograrlo, los países de la UE deben presentar sus planes nacionales.
  • «Los países bálticos han hecho un excelente trabajo apartándose de los hidrocarburos de Rusia, mientras que Polonia ha eliminado en gran medida el gas ruso», ilustró Katinas a DW.
  • Las sólidas reservas de gas de la UE y la variedad de líneas de suministro están reforzando la preparación del bloque para el invierno; sin embargo, las medidas arancelarias de Trump y el clima impredecible nublan el horizonte.

Se cree poco probable que los precios del gas natural alcancen los máximos de casi 340 euros/MWh (400 dólares) de 2022, pero una escasez aislada podría provocar alzas temporales de precios.

La UE se aproxima a la temporada de calefacción con reservas al 76%

Europa entra en septiembre con un colchón energético inesperado: los depósitos de gas están ya al 76% de su capacidad. Hace apenas unos meses los analistas dudaban de que el continente alcanzara el umbral legal del 80% antes de noviembre. Hoy, no solo parece seguro, sino que incluso se pronostica que las reservas podrían rozar el 90% si el clima acompaña.

  • De acuerdo con Bloomberg, las inyecciones de gas durante la primavera y el verano han sido constantes, gracias a un mercado más calmado. El resultado es un nivel de reservas que aleja, al menos de momento, el fantasma de otra crisis energética como la de 2022-2023. La volatilidad se ha reducido y los precios europeos se mantienen por debajo de los registrados en agosto de los dos últimos años.
  • La Gas Infrastructure Europe (GIE) confirma que el almacenamiento europeo se encontraba en 76 %, equivalente a unos 85 bcm, un nivel inferior al 92% del año pasado, pero alineado con el promedio de la última década.
  • En primer lugar, la normativa comunitaria se flexibilizó. Según un artículo de junio de Bloomberg, la UE permitirá hasta 2027 desviaciones de ±10 puntos porcentuales respecto al objetivo del 90%, además ampliar en dos meses el plazo para completarlo. Esto reduce la presión estacional de comprar en verano a toda costa, que en años anteriores alimentó la especulación.

Por su parte, el mercado global de GNL jugó a favor de Europa. Como apunta un análisis de Ron Bousso para Reuters, la caída de la demanda asiática liberó cargamentos que fluyeron hacia el continente. China, tradicionalmente uno de los mayores compradores, redujo sus importaciones debido a un aumento de la producción interna y a tensiones comerciales con Estados Unidos.

  • De hecho, Pekín está impulsando masivamente la extracción de gas de esquisto y perforaciones profundas, lo que apunta a una menor dependencia del GNL externo en los próximos años.

Por último, la oferta internacional creció. Bousso ha señalado que la capacidad mundial de GNL se expandirá de 550 bcm en 2024 a casi 890 bcm en 2030, liderada por Estados Unidos. Solo en los primeros siete meses de este año, sus exportaciones subieron un 22 % respecto al año anterior, gracias a nuevas plantas en la costa del Golfo.

  • Alemania, el eslabón débil. No obstante, la foto no es uniforme. Alemania, el mayor consumidor europeo, sigue siendo el eslabón más vulnerable.
  • Un reportaje de la agencia Anadolu señala que las reservas alemanas están al 67%, muy por debajo de vecinos como Francia o Bélgica.
  • La instalación de Rehden —la más grande de Europa— apenas alcanza el 23 % de llenado, según Bloomberg.

El retraso alemán tiene historia: el invierno pasado dejó sus depósitos al 7%, lo que obligó a gastar miles de millones en su recarga. Berlín insiste en que sus cuatro terminales flotantes de GNL mitigan el riesgo, pero la oposición alerta de problemas si llega un invierno particularmente frío.

La incógnita rusa

  • La guerra en Ucrania sigue pesando en el tablero energético. Aunque las importaciones de gas ruso se han reducido drásticamente, aún llegan cargamentos de GNL, a veces bajo banderas interpuestas.
  • No obstante, la Comisión Europea presentó en junio un plan para eliminar gradualmente todas las importaciones de gas y petróleo rusos antes de 2027, prohibiendo nuevos contratos desde 2026 y finalizando los existentes a más tardar en 2027.

Según Eurostat, la cuota de Rusia en las importaciones de gas de la UE se desplomó del 45% en 2021 a menos del 20% en 2025, sustituida por flujos de EEUU, Noruega y Argelia.

Estados Unidos entra en la ecuación. Ese giro ha reforzado la dependencia de Washington.

  • Un reportaje de julio de Reuters explicaba que Bruselas estudia agrupar la demanda de empresas europeas para negociar compras conjuntas de GNL estadounidense, dentro del mecanismo AggregateEU.
  • Bajo el objetivo de asegurar volúmenes suficientes y cumplir el compromiso de adquirir hasta 250.000 millones de dólares anuales en energía estadounidense durante los próximos tres años.
  • El plan evidencia la estrategia de la UE de reemplazar al Kremlin por Washington, aunque analistas citados por Reuters advierten que el objetivo podría ser demasiado ambicioso y dejar a Europa vulnerable a vaivenes políticos al otro lado del Atlántico.

Previsiones

  • El panorama inmediato es más sereno: los traders esperan un invierno sin sobresaltos si el clima no da sorpresas.
  • Pero a medio plazo, persisten los dilemas. Como ha señalado Ainvest, la UE ha añadido 70 bcm de nueva capacidad de regasificación desde 2022, pero muchas terminales funcionan a baja capacidad.
  • Existe el riesgo de activos varados si la demanda sigue estancada y se acelera la transición a renovables.

La posible salida está en la reconversión: varios proyectos buscan adaptar infraestructuras de gas al transporte de hidrógeno, dentro de la estrategia de descarbonización.

  • Unas reservas más robustas. Ante un mercado más calmado, al menos de momento. El continente ha pasado de la dependencia rusa a un entramado más diversificado, con EEUU como socio clave y China liberando presión en los mercados globales.
  • Sin embargo, persisten vulnerabilidades: Alemania como eslabón débil, la sobrecapacidad en infraestructuras de GNL y la incógnita de un clima que podría alterar las previsiones más optimistas.

La pesadilla de 2022 parece lejana, pero la transición energética europea sigue siendo una carrera contra el tiempo.

La UE importa más gas natural licuado que gas por gasoducto

La UE está aumentando las importaciones de GNL para compensar la falta de gas ruso por gasoducto.

  • ¿Cuál es el coste medioambiental y financiero? La UE solía importar mucho gas natural de Rusia por gasoducto, pero la situación cambió radicalmente tras la invasión a gran escala de Ucrania.

El primer trimestre de 2025 ha marcado un cambio significativo en las importaciones de gas de la UE.

  • Por primera vez, el bloque parece importar más gas natural licuado (GNL) que gas natural por gasoductos: 8,4 millones de toneladas frente a 8,2 millones, según datos de Eurostat.
  • La cantidad de importaciones de GNL se disparó un 12%, en comparación con el primer trimestre de 2024, lo que también supuso un fuerte aumento del dinero gastado en estas importaciones. Esta cifra se disparó un 45%, totalizando 5.300 millones de euros.

Este cambio se vio impulsado por la reciente ampliación o reactivación de las instalaciones de regasificación de GNL en países como Polonia, Finlandia, Países Bajos, Alemania, Croacia, Italia, Bélgica y Grecia tras el estallido de la guerra de Ucrania en 2022.

Más caro y cuestionable desde el punto de vista medioambiental

El GNL implica unos costes operativos iniciales más elevados, ya que debe congelarse a -162 °C para ser transportado y su volumen se reduce 600 veces antes de ser regasificado. Además, su transporte requiere camiones o buques de carga especialmente equipados, que tienen un impacto ambiental mucho mayor que los gasoductos comunes.

Un estudio de la Universidad Cornell de Nueva York cuantificó la huella de carbono del GNL en un 33% más que la del carbón.

  • «Las emisiones de metano y dióxido de carbono liberadas en extracción, procesamiento, transporte y almacenamiento del GNL representan la mitad de su huella total de gases de efecto invernadero», afirma el autor del estudio, Robert Howarth.
  • En comparación con el gas de gasoducto, la Agencia Internacional de la Energía afirma que el GNL tiene una huella de carbono un 67% mayor (12 g CO2/MJ de gasoducto frente a 20 g CO2/MJ).
  • Sin embargo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) insistió en que hay margen para reducir las emisiones en torno a un 60% reduciendo las fugas y la quema en antorcha, así como utilizando la captura de carbono.

¿Por qué se ha visto obligada la UE a recurrir al GNL?

El GNL es un recurso extremadamente flexible, debido a la posibilidad de firmar contratos a corto plazo, lo que permite ajustes más rápidos ante las caídas y la volatilidad del mercado.

  • El hecho de que la importación de GNL no requiera gasoductos también lo hace más resistente a problemas logísticos como daños en las infraestructuras o bloqueos, mitigando el impacto de las conmociones geopolíticas.

La UE solía importar mucho gas natural de Rusia por gasoducto, pero la situación cambió radicalmente tras la invasión a gran escala de Ucrania.

  • Primero, Moscú cerró su gasoducto Nord Stream 1 a Europa, que también resultó gravemente dañado, más tarde, en un sabotaje submarino por atacantes desconocidos, junto con el Nord Stream 2 (que nunca se puso en marcha).

Además, casi no llega gas ruso a Europa a través de Ucrania, ya que Kiev no renovó los contratos de tránsito necesarios en enero.

Rusia sigue siendo el segundo proveedor de GNL de la UE después de EE.UU.

La cuota del gas natural ruso en las importaciones totales de energía de la UE cayó drásticamente del 41% en 2021 a alrededor del 18% en 2024, según datos de la Comisión de la UE. Ante los recortes en los gasoductos, la UE se vio obligada a pivotar hacia el gas licuado.

  • En 2025, EE.UU. seguirá siendo el principal socio de la UE en materia de GNL, con algo más de la mitad de las importaciones en valor (50,7%), seguido de Rusia (17%) y Qatar (10,8%). Pero las importaciones rusas siguen siendo importantes y la UE no puede permitirse cortarlas del todo.
  • El bloque optó por medidas complementarias como la prohibición de futuras inversiones en proyectos de GNL en Rusia, así como la prohibición de utilizar los puertos de la UE para el transbordo de GNL ruso y de suministrar bienes, tecnología y servicios para proyectos de GNL rusos.

Recientemente, la UE fijó 2027 como fecha límite para detener todas las importaciones rusas de energía, incluido el GNL.

Lo cumpla o no, los Estados miembros se apresuran a diversificar sus socios gasísticos, potenciando sobre todo las importaciones por el gasoducto de Noruega -que vende a la UE más de la mitad de sus importaciones de gas natural-, Azerbaiyán y Argelia.

Alemania apuesta por un acuerdo de extracción con los Países Bajos

«Los precios de la energía son más altos en la UE que en la mayoría de las demás economías industrializadas, lo que plantea un reto fundamental de competitividad», se lee en un reciente informe de Bruegel.

  • Países como Alemania y Rumanía están respondiendo con planes para impulsar la extracción de gas. El miércoles, Berlín respaldó un acuerdo transfronterizo con los Países Bajos para la extracción transfronteriza en el Mar del Norte.
  • Bucarest se dirige al Mar Negro con un ambicioso proyecto llamado Neptun Deep. Se trata del mayor proyecto energético de Rumanía en dos décadas, y debería entrar en funcionamiento en 2027, para explotar los 100.000 millones de metros cúbicos de reservas de gas estimadas.
  • En el primer trimestre de 2025, la UE gastó un 19% más en importaciones de gas natural que en el mismo periodo del año anterior, aunque compró un 12% menos en cantidad.

En cuanto a todas las importaciones de energía, Eurostat señala que los costes «aumentaron ligeramente un 0,3%, mientras que el volumen disminuyó un 3,9%». /PUNTOporPUNTO

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