Los 20 «VIVAS» del PRESIDENTE, Andrés Manuel LÓPEZ OBRADOR

El papel picado llevaba su nombre: AMLO. Junto a Manuel Bartlett, cabeza de la Comisión Federal de Electricidad, hay un vaso con agua de horchata.

Y el embajador Christopher Landau confirma a través de redes sociales que sí hubo una pequeña cenabufet para celebrar la independencia de México con mole, pambazos, tostadas de picadillo y chicharrón en chile verde, entre otros platillos mexicanos.

  • Y aunque quizás no fue una cena de lujo -como confirmó la oficina presidencial hace unos días-, la tradicional reunión del 15 de septiembre contó con la asistencia del gabinete, cuerpo diplomático, legisladores y empresarios. Nadie recordó las últimas cenas que su antecesor, Enrique Peña Nieto, aquellas que debió cancelar en años anteriores por desastres como la inundación de 2013 o el sismo de 2017. Ahora, solo contaba el presente: «Yo me comí un excelente mole, uno de mis nuevos platos favoritos», tuiteó Landau.

Afuera, en la plancha del Zócalo, solo hubo elotes, tlayudas, matracas, bocinas, espuma y algunas olas futboleras con que la gente coreaba un solo nombre como si fuera el primer día del desafuero a finales de 2005: «¡Es un honor estar con Obrador!», «¡No estás solo, no estás solo!». Y así fueron calentando el ambiente para el primer grito de independencia del presidente.

  • Nada espectacular, excepto la expectativa de los asistentes (en su mayoría adultos mayores) por hacer historia en tan simbólico día; por eso no faltó quien llevase su Peje-peluche con la ilusión de que el mandatario pudiese verlo en cuanto saliera al balcón. Pero la realidad es que fue imposible que él pudiera ver nada en particular, excepto los más de 60 mil asistentes que reportó la autoridad capitalina, pues el lugar estaba a reventar.

El presidente marcó su propia línea cuando rompió la tradición y salió al balcón de Palacio Nacional hasta las once de la noche. Bandera en mano, leyó su discurso y mientras lo hizo, su esposa Beatriz Gutiérrez guardó distancia. Fotógrafos y camarógrafos destacaron su sola presencia en el balcón central de Palacio Nacional.

Las y los héroes anónimos y justicia

El presidente López Obrador lanzó las veinte arengas que había anunciado desde el sábado.

  1. ¡Viva la Independencia!
  2. ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla!
  3. ¡Viva José María Morelos y Pavón!
  4. ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!
  5. ¡Viva Ignacio Allende!
  6. ¡Viva Leona Vicario!
  7. ¡Vivan las madres y los padres de nuestra patria!
  8. ¡Vivan los héroes anónimos!
  9. ¡Viva el heroico pueblo de México!
  10. ¡Vivan las comunidades indígenas!
  11. ¡Viva la libertad!
  12. ¡Viva la justicia!
  13. ¡Viva la democracia!
  14. ¡Viva nuestra soberanía!
  15. ¡Viva la fraternidad universal!
  16. ¡Viva la paz!
  17. ¡Viva la grandeza cultural de México!
  18. ¡Viva México!
  19. ¡Viva México!
  20. ¡Viva México!

Su cierre fue tradicional: tres «¡Viva México!» Sí, era visible: entre campanazo y campanazo el presidente estaba «feliz, feliz, feliz»; pero también lo estaban los asistentes al Zócalo y así lo hicieron saber varios de ellos megáfono en mano. Como era de esperarse, no faltaron los chiflidos para quien tuvo la ocurrencia de mencionar al «comandante Borolas» o pronunciar el apellido Peña Nieto.

  • Fue hasta la explosión de los fuegos artificiales que se autorizó la salida a los balcones laterales del presidente donde destacó la presencia del canciller Ebrard acompañado por su esposa; mientras que al lado se encontraba parte del gabinete femenino. Y no, en ningún momento se borró la sonrisa del presidente; ni siquiera después de quince minutos de terminados los fuegos artificiales. Su felicidad era tal que, halagado por las arengas de sus seguidores, les compensó en el aire con abrazos que les envío una y otra vez desde el balcón./LA SILLA ROTA-PUNTOporPUNTO

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