Más de 1,000 NIÑOS MUEREN cada día por falta de AGUA POTABLE y de DESNUTRICIÓN

La desnutrición crónica infantil afecta a millones de niños y niñas en el mundo. Tradicionalmente se ha vinculado este problema con la falta de alimentos, pero diversos estudios demuestran que el acceso a agua segura y condiciones adecuadas de higiene y saneamiento son factores clave para su prevención.

La falta de acceso al agua potable es una emergencia de salud que cobra cientos de vidas infantiles a diario. Según datos del UNICEF, más de 1,000 niños menores de cinco años mueren cada día por enfermedades ligadas al agua insalubre, el saneamiento deficiente y la falta de higiene.

Las comunidades más vulnerables son las más afectadas, y los niños pagan el precio más alto cuando no se garantiza este derecho humano fundamental.

  • “Desde 1990, la historia del acceso al agua potable ha estado marcada por enormes avances, pese a circunstancias adversas en extremo difíciles”, explica Sanjay Wijesekera, jefe de los programas mundiales sobre agua, saneamiento e higiene de UNICEF.
  • “El agua es la esencia de la vida; no obstante, 750 millones de personas, sobre todo, los pobres y vulnerables, siguen privados de este derecho humano fundamental”.
  • Alrededor de 2,3 millones de personas han accedido a fuentes de agua potable mejoradas desde 1990. Como resultado, la meta del Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) de reducir a la mitad el porcentaje de la población mundial sin acceso a agua potable se alcanzó 5 años antes de vencer el plazo, fijado para 2015.

Actualmente solo hay tres países, Mozambique, Papúa Nueva Guinea y la República Democrática del Congo, donde más de la mitad de la población sufre la falta de agua potable.

  • El acceso a agua potable en África subsahariana, la región con la cobertura más baja en 1990, se ha incrementado a razón de 50.000 personas diarias desde el año 2000.
  • Sin embargo, a esta región corresponden más de 2 de cada 5 personas que carecen de acceso a nivel mundial; es decir, 325 millones.

La mayoría de los países de la región no están en camino de conseguir la meta del ODM.

La falta de agua potable también provoca desnutrición infantil

  • La desnutrición crónica infantil afecta a millones de niños y niñas en el mundo. Tradicionalmente se ha vinculado este problema con la falta de alimentos, pero diversos estudios demuestran que el acceso a agua segura y condiciones adecuadas de higiene y saneamiento son factores clave para su prevención.

Según datos de UNICEF, cada día 6 000 niños y niñas de menos de 5 años mueren por causas relacionadas con la desnutrición.

  • Sin embargo, muchos programas no incorporan intervenciones de agua, saneamiento e higiene (WASH, por sus siglas en inglés), pese a que cerca del 50 % de los casos de desnutrición infantil están vinculados con un acceso limitado a agua segura y a condiciones inadecuadas de saneamiento e higiene en el hogar.

¿Qué tienen que ver el agua y la higiene con la desnutrición?

El consumo de agua no potable y las prácticas de higiene inadecuadas provocan infecciones y enfermedades diarreicas recurrentes. La diarrea crónica impide la absorción de nutrientes esenciales, lo que debilita el sistema inmunológico y perpetúa el círculo de desnutrición.

  • Un ejemplo lo podemos encontrar en Ecuador donde, según la Encuesta Nacional de Desnutrición Infantil (2023), el 19 % de los niños y niñas menores de 2 años sufren desnutrición y el 30 % de los hogares consume agua contaminada, especialmente con la bacteria E.coli.
  • Esta situación es más crítica en las zonas rurales, donde este porcentaje alcanza el 56 %. A pesar de los avances, persisten numerosos desafíos. La inversión en infraestructura de agua y saneamiento sigue siendo insuficiente en muchas regiones. La educación en higiene a menudo no recibe la atención necesaria.

¿Qué podemos hacer para atajar estos problemas?

  • La implementación de tecnologías de tratamiento de agua potable para uso doméstico (HDWT, por sus siglas en inglés) ha demostrado ser una estrategia eficaz para reducir la incidencia de enfermedades diarreicas y, por ende, la desnutrición infantil.
  • Estudios realizados en Ghana, Camboya y República Dominicana muestran que el uso de estas tecnologías permite una reducción de más del 50% de la enfermedad diarreica en niños y niñas menores de 5 años.

Existen numerosos ejemplos de tecnologías que podemos aplicar. Un estudio de revisión bibliográfica publicado en 2023 destacó algunas de ellas, reconocidas por su eficacia, asequibilidad, popularidad y aplicación exitosa:

  • Desinfección solar (SODIS): consiste en exponer botellas transparentes llenas de agua al sol durante al menos 6 horas. La radiación ultravioleta (UV-A) y el calor solar inactivan bacterias, virus y protozoos presentes en el agua. Este sistema no requiere electricidad, productos químicos ni equipos sofisticados. Solo se necesita tiempo, sol y botellas limpias.
  • Cloración: se trata de agregar cloro (líquido o en tabletas) para desinfectar el agua. Es altamente efectivo contra la mayoría de patógenos (excepto algunos como Cryptosporidium), económico y fácil de aplicar. Puede dejar un residuo de cloro que protege contra recontaminación, pero también generar subproductos químicos y afectar el sabor del agua.
  • Floculante-desinfectante: se utiliza cuando el agua esta turbia, con partículas flotantes, donde el cloro no es suficiente. Se trata de un polvo o tableta que, al ser añadido al agua, hace que la suciedad se aglutine y se hunda al fondo, al tiempo que libera cloro para matar a los microorganismos.
  • Filtro BioSand (BSF): se trata de un sistema doméstico compuesto por capas de arena y grava, donde se forma una biocapa microbiana en la parte superior que inactiva patógenos. La arena también filtra partículas y contaminantes. Es efectivo contra bacterias, algunos virus, turbidez y ciertos químicos.
  • Filtro cerámico (CWF): elaborado con arcilla microporosa, a veces impregnado con plata coloidal. Su estructura microporosa retiene bacterias y otros contaminantes, mientras que la plata ayuda a prevenir su proliferación dentro del filtro.

La importancia de la cooperación internacional

En el contexto ecuatoriano, a través del proyecto EDUWASH se entregan filtros con tecnología de membrana de fibra hueca.

  • Estos filtros eliminan eficazmente bacterias patógenas como E. coli. Sin embargo, lo hacen sin necesidad de productos químicos, lo que evita sabores u olores desagradables, y permite un flujo de agua rápido y consistente. Esto facilita obtener más agua en menos tiempo que con otros sistemas.
  • Cada una de estas tecnologías tiene su aceptación, ventajas y desventajas. Sin embargo, lo más importante no es solo la tecnología en sí, sino cómo se entrega, se promueve y se mantiene su uso a lo largo del tiempo. La clave está en educar, acompañar y adaptar la solución a las personas y sus realidades.

Es fundamental que los países inviertan en mejorar sus infraestructuras de acceso a redes de distribución de agua potable.

  • Mientras eso ocurre, estas tecnologías permiten que niños y niñas de todo el mundo crezcan en ambientes más saludables y se reduzca la desnutrición infantil. Para ello, la cooperación internacional sigue siendo imprescindible. /PUNTOporPUNTO

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