En la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024, que elabora Reporteros Sin Fronteras, se detalla que un gran número de gobiernos y autoridades fallan en su papel de garantizar un marco ejemplar para el ejercicio del periodismo y el derecho de la ciudadanía de una información veraz.
La puntuación de los países en la clasificación está conformada por cinco indicadores: el político, el económico, el legislativo, el sociocultural y de seguridad.
- El indicador político, donde México se coloca en el lugar 81, evalúa el grado de apoyo y respeto a la autonomía de los medios ante las presiones políticas del Estado u otros actores políticos de la sociedad.
- El indicador económico, en el que México se encuentra en la posición 102, evalúa las limitaciones económicas relacionadas con políticas gubernamentales, anunciantes y patrocinadores y propietarios de medios de comunicación.
- En el legal, México está en el lugar 65 y evalúa el entorno jurídico y legislativo en el que trabajan los periodistas es decir el nivel de censura, capacidad de protección a las fuentes e impunidad de violencia contra periodistas.
- En tanto, el sociocultural nuestro país se ubica en la posición 104, evalúa el impacto de los condicionantes y presiones culturales y sociales, es decir, el género, clase, etnia o religión que bloquean el libre ejercicio del periodismo o llevan a la autocensura.
- Y, finalmente, el indicador de seguridad, que evalúa la capacidad de generar, recabar y difundir información periodística sin riesgo de sufrir daños físicos o psicológicos, o perjuicios profesionales, coloca a México en la casilla 165.
En 2024, un año electoral en varios países, muchos gobiernos ejercen un control cada más estrecho sobre las redes sociales e internet, restringen acceso, bloquean cuentas y eliminan mensajes informativos.
- Como ejemplo, en Vietnam, que ocupa el sitio 174 de la clasificación, los periodistas que se expresan por redes sociales son encarcelados de manera casi sistemática.
- Otro caso es el de China, en el lugar 172, que es la mayor cárcel de periodistas en el mundo, pues ejerce un control sobre el contenido de internet aplicando la censura.
En contraste, el país con mejor puntuación en esta clasificación es Noruega en el número 1 de la lista.
México el país sin guerra más peligroso para reporteros
- En tanto México se coloca en el número 121 de la Clasificación Mundial de Libertad de Expresión y continúa siendo el país sin guerra más peligroso para los reporteros, con 37 periodistas asesinados desde 2019 a la fecha, según RSF.
Por otra parte, por la reciente guerra, Palestina (157), ocupada y bajo el ataque israelí, se coloca en uno de los 10 peores países en el ámbito de seguridad para los reporteros.
Concentran medios y silencian voces
De acuerdo con el reporte de RSF, el panorama mediático del país se caracteriza por una alta concentración de medios de comunicación, lo cual limita el pluralismo informativo.
- El sector de las telecomunicaciones está dominado por Telmex; la radio y la televisión por Televisa y TV Azteca; y la prensa escrita por la Organización Editorial Mexicana (OEM), que controla más de 70 periódicos, 24 emisoras y 43 portales informativos.
Este dominio corporativo deja poco margen para medios independientes, quienes en muchos casos optan por difundir contenido a través de redes sociales. Esta situación complica el acceso a información diversa y crítica, especialmente en zonas alejadas de los grandes centros urbanos.
Persisten riesgos
México continúa siendo uno de los países más mortíferos para la prensa, donde las amenazas, agresiones, desapariciones y asesinatos son una constante, especialmente contra quienes cubren temas sensibles como corrupción, crimen organizado o política local.
- Desde el año 2000, más de 150 periodistas han sido asesinados y al menos 28 se encuentran desaparecidos.
De acuerdo con el reporte, la presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió con RSF a adoptar una serie de medidas destinadas a reforzar las garantías para el libre ejercicio del periodismo en el país y a combatir la violencia contra los profesionales de los medios.
La economía también ahoga al periodismo
RSF reñala que a nivel nacional, la precariedad económica también afecta gravemente al ejercicio periodístico. La ausencia de una ley que garantice un reparto justo y transparente de la publicidad oficial mantiene a muchos medios bajo presión financiera.
- Tras la pandemia, los periodistas han recurrido a ingresos alternativos o trabajos freelance para sostener su labor informativa.
La garantía constitucional de libertad de expresión no se traduce en protección real. Aunque no existen leyes que censuren directamente, la presión ocurre a través de amenazas, campañas de desprestigio, y violencia física o simbólica.
La libertad de prensa en el mundo, en su punto más crítico
El reporte global de RSF advierte que la libertad de prensa mundial atraviesa un punto crítico y sin precedentes, con condiciones «difíciles» para el periodismo en más de la mitad de los países evaluados. La puntuación media global cayó a 55 sobre 100, el nivel más bajo desde que se realiza el índice.
- El factor económico es el indicador más deteriorado: la concentración de la propiedad, la presión de patrocinadores y la falta de financiamiento público afectan directamente la producción de información fiable. Según RSF, “sin independencia económica, no puede haber prensa libre”.
- Estados Unidos, por ejemplo, cayó al puesto 57 y fue clasificado como país en “situación problemática”, con vastas regiones convertidas en desiertos informativos. En tanto, Palestina (puesto 163) vive una situación “desastrosa”, con cientos de periodistas muertos en el contexto del conflicto en Gaza.
- Países como Nicaragua, Irán, Bielorrusia y Afganistán registran cierres masivos de medios. Incluso naciones con posiciones más altas en el índice, como Nueva Zelanda o Sudáfrica, enfrentan desafíos de financiación e independencia editorial.
Frente a este panorama, organizaciones internacionales y periodistas han hecho un llamado a defender el periodismo con valentía, a resistir la autocratización y a garantizar condiciones dignas y seguras para quienes informan.
Mecanismo de Protección del gobierno solo acepta cuidar a seis de cada 10
A pesar de que los asesinatos de periodistas y defensores de derechos humanos se han incrementado en México en los últimos cinco años, el Mecanismo de Protección del gobierno federal solamente acepta cuidar a seis de cada 10 que lo solicitan.
- De acuerdo con el informe anual del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, desde 2020 a 2024 se han recibido mil 139 solicitudes de protección de comunicadores, activistas y madres buscadoras, aunque sólo se han otorgado 640 de ellas.
De 2012 hasta 2019 los rechazos a solicitudes de protección eran mínimos.
- Sin embargo, a partir de 2021 la estadística dio un giro y las negativas se incrementaron. En 2021 declinaron 53 de 193 solicitudes; en 2022 rechazaron 152 de 291 y en 2023, 157 de 338 solicitudes. En 2024 fueron presentadas 183 y rechazadas 130, es decir, admitieron sólo 53 expedientes.
Mientras que en 2013 fueron rechazadas ocho solicitudes de 107; en 2014, 37 de 100; en 2015, 15 de 122; en 2016, 17 de 114; en 2017, 18 de 160. Para 2018 rechazaron 22 de 132 solicitudes; en 2019 aceptaron 184 de 195 y en 2020 desecharon siete de 134.
Madres buscadoras, desprotegidas
- Hasta el 31 de diciembre de 2024 protegen a 657 personas defensoras de derechos humanos y 804 periodistas, aunque las medidas no son suficientes. María Teresa Molina, madre buscadora y activista lamentó que los criterios para decidir el nivel de riesgo al que está expuesta no son los adecuados.
“Hace poco les mandé un video de tres carros con gente armada fuera de mi casa. Se lo mandé al mecanismo, se lo mandé al Ministerio Público, dijeron que no era una situación de riesgo. Sólo cuento con un dispositivo con botón de pánico, tengo un número de la Guardia Nacional que no va a llegar inmediatamente, porque Reynosa es una zona violenta”.
- Desde hace cuatro años cuenta con dicha protección, pues es víctima de amenazas de muerte contra ella y su familia. De hecho, fue tras-ladada a un refugio de la Ciudad de México, pero hace unos meses la regresaron a Tamaulipas con la excusa de que ya había pasado mucho tiempo, a pesar de que sus agresores viven en esta zona.
“En una reunión que hacen para la evaluación, ellos deciden que yo ya no corro ningún riesgo en Tamaulipas. Que me van a brindar las medidas de protección en mi casa y que tengo que regresar.
En esa mesa que fue presencial en Gobernación, yo les dije la situación de riesgo que yo había sufrido con el secuestro de uno de mis hijos, les pregunté en qué se basaban para retirarme del refugio cuando los agresores aquí continúan”, agregó.
- Ahora las medidas incluyen un dispositivo con botón de pánico, cuyo tiempo de respuesta es tardío y le proporcionaron números telefónicos de elementos de seguridad. No es escoltada, no tiene patrullaje policial, un vehículo blindado o chalecos antibalas, ni en las búsquedas en campo para encontrar a su hijo desaparecido en noviembre de 2012, ni en su vida diaria.
- “Lo único que logré fue que en lugar de febrero me recorrieran hasta julio para que mi nieto terminara su ciclo escolar. Hoy por hoy estoy con la misma situación de riesgo, estoy más tiempo encerrada en mi casa, no tengo cámaras. Pusieron unas puertas de seguridad y una tela ciclónica con alambre de púas arriba, estoy como en una cárcel, en una cárcel”, dijo.
La activista no comprende por qué algunas personas sí cuentan con escoltas, cuando madres buscadoras como ella no tienen esta protección.
Les ha reiterado el nivel de riesgo que implica buscar a sus hijos: “No sé qué es lo que ellos esperan. Yo creo que realmente nos maten o tengamos una situación donde no podamos tener hacia dónde… no lo sé. He sido bien tolerante con ellos, bien tolerante”, agregó enojada.
- De acuerdo con una solicitud de información realizada por este medio, el mecanismo protege a 330 personas defensoras de derechos humanos, cuya labor se enfoca en la búsqueda de personas desaparecidas, en 134 expedientes. De las cuales, 249 son personas buscadoras (48 hombres y 201 mujeres) y 81 son familiares de personas desaparecidas (40 hombres y 41 mujeres).
- Sobre las agresiones que viven, el mecanismo refirió que 95 han sido amenazadas; 31 han sido seguidas y vigiladas; a ocho le han asesinado a familiares; sujetos han allanado los domicilios de ocho buscadoras; seis han recibido daños a sus hogares; cinco fueron víctimas de extorsión; cuatro han sido privadas de su libertad y otras más han sido víctimas de robo, detenciones y hasta han desaparecido a algún familiar.
“Hace 20 días tuve una situación de riesgo. Estábamos en un operativo de búsqueda de una niña de 15 años. Y fuimos a pegar volantes a la central de autobuses. Un sujeto se me pegó a un lado y me dijo: ‘No hagas ningún movimiento. Camina hacia donde yo te diga’. Activé el dispositivo, fingí como si me estuviera contestando y el tipo se me despegó. La Guardia estatal llegó después de 15 minutos”, contó.
Periodistas, con apoyo mínimo
Para periodistas, comunicadores y reporteros la situación es bastante similar. Debido a su profesión solicitan el mecanismo y esperan sentirse protegidos, pero la realidad es otra. De hecho, en 2024 México concentró más de 30% de los casos de periodistas desaparecidos a nivel mundial y ocupó el tercer lugar de países más peligrosos, sólo por detrás de Palestina y Paquistán, zonas en conflicto armado, de acuerdo con Reporteros Sin Fronteras (RSF).
- En un informe de 2024, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Amnistía Internacional instaron a México a fortalecer sus protecciones federales a los periodistas, que, según afirmó, son “profundamente defectuosas”
- Y a menudo “niegan, debilitan o retiran las medidas de protección de los periodistas, a pesar de los peligros claros y presentes que siguen afrontando”. A pesar de esto, cinco periodistas fueron asesinados el año pasado.
“Hay muchos periodistas aquí que han sido asesinados que han tenido protección. El mecanismo cree que un botón de pánico, que a veces funciona y a veces no, va a salvar nuestra vida. Para lo único que sirven estos botones de pánico es para que al menos sepan dónde están nuestros cuerpos el día que nos pase algo”, explicó el periodista Carlos Arrieta.
Desde hace ocho años el periodista está bajo el mecanismo porque fue víctima de amenazas y hostigamiento de políticos involucrados con el crimen organizado en Michoacán y Guanajuato. Colegas le han pedido asesoría para solicitar protección, pero han rechazado a la mayoría.
“Dependen de la Munta de Gobierno del Mecanismo, que encabeza la Secretaría de Gobernación, de acuerdo con lo que ellos consideran la peligrosidad o el riesgo que hay en un beneficiario, en este caso en un periodista. No depende ni siquiera de las actuaciones de la gestión de investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) o de la del Estado”, subrayó.
- En una de las visitas que el mecanismo realizó al reportero, uno de los evaluadores quiso extorsionarlo para brindarle más medidas de seguridad. Como Arrieta se negó y lo denunció con sus superiores, le retiraron las medidas varias veces porque consideraron que no existía riesgo suficiente. Así, sólo contaba con el botón de pánico, recorridos aleatorios y cámaras en su domicilio.
- Tras meses de alzar la voz, le regresaron los escoltas de manera limitada, incluso tiene que pagar la gasolina y las comidas para que los elementos de seguridad puedan hacer su trabajo. Muchas veces los carros que destinan están descompuestos y los escoltas no van armados.
- “Determinaron que nada más iba yo a tener protección y le quitaron la protección a mi familia. Para ellos fue fácil decir que lo más recomendable era la extracción. Es decir, que me llevaban a otro estado o a otro país en donde me iban a tener una casa y alimentación. Yo me iba a quedar sin trabajo prácticamente, porque era estar encerrado durante el tiempo que ellos determinaran, la propuesta era inicialmente de dos años”.
Actualmente, el periodista considera que lo único que lo protege es su fe en Dios, ya que si sale a una cobertura tiene que solicitar escoltas con días de anticipación, si hay disponibilidad y disposición, lo acompañan.
Manifestó que en años anteriores el mecanismo respondía pronto y desde 2020 la atención es tardía. En juntas, el reportero ha denunciado que políticos y personas con poder reciben protección con más beneficios y sólo le contestan que no debe meterse en esos casos.
- Pedro Cárdenas, oficial del Programa de Protección y Defensa de Artículo 19, destacó que desde la creación de este mecanismo hasta la fecha, la organización ha identificado fallas y áreas de oportunidad.
- Recordó el caso del periodista Gustavo Sánchez Cabrera, asesinado en Oaxaca en 2021, sólo 15 días después de recibir la protección del Mecanismo de Protección.
“Fue asesinado después de dos tentativas de asesinato. Hubo una serie de solicitudes por organizaciones para que le brindaran protección, tardaron muchísimo en incorporarlo. Lo asesinan prácticamente 15 días después de haber recibido la notificación de cuáles iban a ser los medios de protección. Claramente fue un problema de burocratización y de no considerar vínculos con la labor periodística”, lamentó.
- Apuntó que hay diferencias en el trato a periodistas de la Ciudad de México y de medios locales o radios comunitarias, lo que dificulta los procesos de incorporación al Mecanismo. Además de que en muchas ocasiones no incorporan a personas defensoras debido a sus definiciones limitadas.
“El gobierno federal y los gobiernos estatales tienen esta visión de que no les corresponde apoyar a la prensa, tratar a las víctimas. No hay una visión preventiva, no hay una visión de trabajo y hay una visión prácticamente reactiva.
El mecanismo provee una atención de seguridad dentro de sus posibilidades, pero por ejemplo, los delitos no se investigan, las fiscalías no están haciendo su labor para procurar justicia e investigar las situaciones que están ocurriendo. Tampoco hay una política pública integral”, dijo el especialista.
Cárdenas agregó que México vive en una situación continua de violencia y no hay una reacción ni la búsqueda de un plan integral de protección a personas defensoras y periodistas por parte de autoridades federales y consideró que el mecanismo no debe ser la única instancia para proteger a estas poblaciones. /PUNTOporPUNTO
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