MÉXICO VIVE un PARAMILITARISMO similar a COLOMBIA; grupos CRIMINALES usan Plan TERRORISTA

Los colombianos son muy apreciados en el mercado de contratistas militares en el exterior.

Casi 500 ciudadanos colombianos, entre exmilitares y civiles con entrenamiento diverso, han sido reclutados en el país por grupos criminales, algunos de ellos por la fuerza, reveló el cónsul de la Embajada de Colombia en México, Alfredo Molano Jimeno, quien aclaró que “no son solamente pistoleros a sueldo que llegan a integrarse a los cárteles, sino también hay víctimas enganchadas”.

  • El diplomático afirmó que Michoacán registra el mayor número de militares retirados colombianos enlistados en organizaciones delincuenciales, principalmente en el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Viagras, actualmente aliados en la entidad.
  • “Efectivamente, Michoacán es el estado en el que tenemos el mayor número de personas privadas de la libertad. Ahí tenemos 40 personas de las casi 500 que hay en todo México”.

En la sede diplomática colombiana, Molano Jimeno expuso que el reclutamiento de elementos de origen castrense no es un fenómeno nuevo en México, sino que lleva años tomando cada vez más fuerza, debido a que nuestro país vive un paramilitarismo parecido al registrado en Colombia hace unos años.

“Son muchos los casos, es un fenómeno creciente, y esto de los 12 militares retirados detenidos en Michoacán también había ocurrido en 2023, con un grupo de ocho y que tenemos casos, porque además llegan por distintas vías; llegan cuando son capturados, pero también cuando son fallecidos viene el ejercicio de la entrevista con las familias, encontramos que había pertenecido a la fuerza pública o cuando están desaparecidos las familias denuncian y en las entrevistas se identifica que son o habían pertenecido a las fuerzas militares”, explicó.

  • Preocupado porque se pueda generar una ola anticolombiana en México, a raíz de la participación de exmilitares del país sudamericano en los cárteles, el diplomático añadió que los excombatientes llegan a territorio mexicano a partir de ofertas de trabajo de seguridad engañosas, y una vez que ingresan son forzados a integrarse a la delincuencia organizada, como el Cártel Jalisco Nueva Generación, por su experiencia en el manejo de armas y tácticas de guerra.

“Nosotros somos un país que ha vivido un conflicto armado muy largo y, digamos, de alta intensidad y efectivamente nuestros militares están hiperentrenados, pero asimismo son una presa fácil por las condiciones de vulnerabilidad.

“Yo lo que diría es que las características que los cárteles buscan es más el de la gente pobre y apuntan a la gente pobre porque están sin salidas y están buscando la manera de sobrevivir”, sostuvo.

  • Detalló que los exmilitares, muchos de ellos con 20 o 25 años combatiendo en el pasado en el conflicto armado colombiano, son traídos a nuestro país por aire y tierra; llegan a la Ciudad de México o Cancún, para después ser trasladados a entidades como Michoacán, Jalisco y Colima, entre otras.

“Es un fenómeno complejo, al que el remoquete de mercenarios se le queda pequeño, y se le queda pequeño porque aquí también hay víctimas de trata, aquí también hay personas que, digamos retirados, con salarios bajos o muchas veces sin salarios de retiro, sin asignaciones de retiro, terminan llegando a México a partir de ofertas de trabajo, que tienen una apariencia de formalidad y que una vez que llegan entran en unas redes de trata muy complejas que los conducen a sin salidas para su vida”, explicó.

  • Molano Jimeno detalló que han registrado casos de colombianos que, tras negarse a pertenecer a la delincuencia organizada, son entregados por los criminales a las fuerzas de seguridad mexicanas.
  • Enfatizó: “No son solamente pistoleros a sueldo que llegan a integrarse a cárteles. Hay personas engañadas, hay personas que llegan aspirando a cargos, digamos formales. Hay personas que son engañadas, incluso, y hemos registrado casos de personas que, una vez que llegan, se niegan a pertenecer a los grupos armados, son entregadas a la fuerza pública y son capturadas con armamento y terminan involucradas en procesos legales de alta complejidad para ellas y sus familias”.
  • El diplomático rechazó que los cárteles mexicanos solamente incorporen a sus filas a colombianos, pues, dijo, han podido constatar que también cuentan con personas de Venezuela, Guatemala y El Salvador, muchas de ellas igualmente con formación militar.

“El caso de Colombia es una población fácil de encuadrar por nuestra historia de conflicto armado y es justamente por esto que yo creo que aquí hay un componente xenofóbico importante. No existen cifras ni demostraciones de que los cárteles contratan más colombianos que guatemaltecos o que venezolanos”, refirió Molano.

  • Consideró que México vive un paramilitarismo similar al registrado en Colombia, en el que los grupos criminales aplican técnicas de terrorismo, como el uso de minas antipersonales y drones cargados con explosivos que obligan a la población a desplazarse de sus lugares de origen.

“Nosotros vivimos un paramilitarismo que se está pareciendo a esta guerra en México, en el que hay un vaciamiento de los territorios, hay unas técnicas de terror que obligan a la gente a desplazarse, luego de lo cual va a venir un fenómeno de concentración de la tierra y el fortalecimiento de economías que tienen orígenes en estos fenómenos de violencia, que terminan siendo legalizados”, subrayó el cónsul.

  • Dijo que México y Colombia comparten condiciones semejantes en el tema del narcotráfico, violencia e idioma, que hace que los colombianos quieran venir a nuestro país, “pero yo sí quiero ponerle a ésto un asterisco para que veamos esto en su contorno y nos permitamos dudar de la hipótesis de que los colombianos vienen a México a delinquir, integrar cárteles, a ser contratados por ejércitos particulares”.

Así operan los mercenarios colombianos en México

  • En algún lugar perdido de México, un hombre cuenta su vida al servicio de las “cuatro letras”, un apodo que usa para nombrar al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las mayores empresas criminales de América Latina.
  • El exmilitar colombiano, cuya identidad ha sido reservada, asegura que en la banda han sido reclutados otros compatriotas, “puros comandos y fuerzas especiales”, aunque también sea colega de “exguerrilleros”.

El hombre habla durante un par de minutos de los detalles de su trabajo: del pago o de las vacaciones, como si se tratara de un empleo ordinario y no un boleto directo a la cárcel o a la tumba.

  • La creciente presencia de exmilitares colombianos en México tiene en vilo a las autoridades. El Gobierno de Claudia Sheinbaum informaba la semana pasada de la detención de 12 ciudadanos del país sudamericano, relacionados con la muerte de ocho soldados por una mina antipersona en Michocacán, en el centro del país.
  • Nueve de los capturados son exmilitares, mientras que los otros tres habían tenido entrenamiento castrense.
  • Este caso se suma a otros recientes en la zona, donde las autoridades han relacionado a ciudadanos colombianos con ataques con drones bomba. En Guanajuato, la policía local afirma haber detectado a “paramilitares colombianos, lanceros y explosivistas [expertos en la manipulación de explosivos]”.

La tendencia preocupa a las autoridades mexicanas. Cientos de exsoldados colombianos salen cada año de su país para combatir en conflictos extranjeros, como en la guerra de Ucrania, atraídos por las altas remuneraciones.

“Para tener una perspectiva, en 2008, tan solo en Latinoamérica, se hablaba de 12.000 mercenarios, y ya para 2018 se calculó la presencia de 2,4 millones”, afirma Paloma Mendoza Cortés, profesora experta en seguridad nacional del ITAM, una de las universidades más prestigiosas de México.

  • “La mayoría de ellos son de origen colombiano y durante muchos años el Gobierno negó su existencia. Es un fenómeno sorprendente y que posee una influencia determinante que ayuda a explicar el incremento del poder de fuego del crimen organizado”, añade.
  • En México, el CJNG y otros grupos ofrecen grandes sumas a los mercenarios, para batallar en un contexto extremadamente violento. En cada uno de los últimos ocho años, el país norteamericano ha contado más de 30.000 asesinatos, la mayoría cometidos con armas de fuego.
  • El tráfico de drogas a Estados Unidos, el flujo ilegal de armas hacia el sur, y las prácticas mafiosas de los grupos criminales, inmersos en mil batallas por controlar regiones enteras, agudizan el escenario de violencia.

“Nosotros somos del Cartel Jalisco. Tenemos alianza con Sinaloa y con Los Viagras”, cuenta el exmilitar colombiano en dos audios de WhatsApp a los que ha tenido acceso EL PAÍS. Se refiere al Cartel de Sinaloa, la otra gran empresa criminal del país, y Los Viagras, una vieja red de extorsionadores y narcotraficantes de Michoacán.

“Otros cárteles como los Caballeros Templarios son contras [enemigos], pero son más pequeños. Aquí muchas veces se pelea con ellos también. Les hemos matado cualquier cantidad [de gente]. Y también se pelea con el Gobierno”, asegura. “El camello [el trabajo] es fijo”, añade.

  • El que recibe los audios es Juan, otro exmilitar colombiano que usa un nombre inventado por temor a represalias. Los grupos criminales mexicanos, sostiene, buscan a personas que, como él, han tenido experiencia en otros conflictos.
  • “Yo estuve en Ucrania unos meses. Muchos de nosotros creamos cuentas de TikTok en donde mostrábamos nuestro día a día. Los cárteles te contactan por ahí”, asegura este soldado retirado de 31 años.
  • La oferta que le hace su colega al otro lado de la línea es muy atractiva: 2.000 dólares al mes, con pagos en efectivo cada semana. Los cárteles, explica, le ofrecían a él y a otros compañeros viajar directamente desde Varsovia (Polonia) hasta México.

“Irse desde Colombia es más difícil. Hay que cruzar el Darién con pasaportes falsos y ahora, con la seguridad que ha impuesto Panamá, lo hace dudar a uno más”, señala.

Los colombianos son muy apreciados en el mercado de contratistas militares en el exterior. Andrés Macías, miembro del Grupo de Trabajo de la ONU sobre mercenarios, explica que se debe a la “amplia experiencia” que han tenido en el combate contrainsurgente.

  • “El nivel de entrenamiento de la Fuerza Pública colombiana es muy alto y casi comparable con el de Estados Unidos. Además de eso, un soldado regular se puede jubilar a los 40. Es decir, siendo jóvenes, las personas pueden acumular hasta 20 años de experiencia militar en uno de los ejércitos más capacitados del mundo”, apunta.
  • El motivo más común que apelan los exmilitares para convertirse en mercenarios —en más de una decena de países como Ucrania, Rusia, Yemen, Emiratos Árabes Unidos, entre otros— es el escaso salario de retiro que obtienen como veteranos. Las ofertas que hacen empresas de seguridad, ejércitos extranjeros y ahora también cárteles empuja a muchos a pelear en conflictos ajenos.
  • El tirón de ganar hasta cinco veces más ha llevado a muchos a caer en trampas, como han denunciado varios grupos de colombianos, como los que lucharon con los paramilitares de Sudán o los que hoy están judicializados por el magnicidio de Jovenel Moïse en Haití.

“A muchos les ofrecen un contrato para hacer actividades específicas y son obligados a hacer otras. Es lo que se denomina como reclutamiento predatorio”, expone Macías. Al estar en un país desconocido, muchas veces sin dinero propio y sin documentación, los reclutas son vulnerables a quedar enteramente en las manos de estas redes de mercenarios.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha impulsado con su Gobierno una ley contra el mercenarismo para prohibir una actividad que “instrumentaliza a los militares retirados”. Quienes están en el negocio culpan al Ejecutivo colombiano por no proteger a los veteranos para que se adapten a la vida civil.

Una actividad desde hace varios años

Aunque las autoridades mexicanas no dieron detalles de la vinculación de los 12 detenidos en Michoacán, Petro declaró que estaban relacionados con el Cartel de los Reyes, parte del paraguas criminal de Carteles Unidos, una organización criminal regional. Aún no está claro cómo llegó este grupo a la zona. Lo que resulta evidente para las administraciones de ambos países es que la ruta Colombia-Michoacán lleva años funcionando.

En varios documentos de inteligencia del Ejército mexicano filtrados por el grupo de ciberactivistas Guacamaya pueden monitorearse los movimientos de tropas de mercenarios colombianos en Michoacán desde finales de 2021.

  • Ese mismo año, el Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (CENIF) reportaba que alias Kamoni, entonces miembro del Cartel de Tepalcatepec, también bajo el paraguas de Carteles Unidos, contaba con “26 colombianos empleados en la pugna que mantienen con el CJNG, refiriendo ser utilizados como ‘guerrilleros”.
  • En enero de 2022, según estos documentos, el jefe de plaza de Carteles Unidos en el municipio de Los Reyes, alias Quiringua, le contaba a una persona que “su médico había atendido a 18 colombianos” los cuales se encontraban “listos para mandarlos a trabajar”.

El reporte militar añadía: “La Quiringua ha referido en múltiples ocasiones que envía ciudadanos colombianos para hacer frente al CJNG”.

  • Estos casos muestran que desde hace varios años hay familiaridad entre los cárteles con el uso de mercenarios colombianos y reclutas extranjeros. Hace dos décadas, se informaba de la expansión de Los Zetas, brazo armado del Cartel del Golfo, con la llegada a México de kaibiles, miembros de élite del Ejército de Guatemala.
  • Como ahora, nunca quedó claro entonces cuántos fueron reclutados, ni cuál fue exactamente el papel que cumplían. En algunas regiones, productores agrícolas o industriales también han contratado grupos de mercenarios para hacerle frente al crimen.

“Debe tomarse muy seriamente este fenómeno e incluirlo tanto en la planeación estratégica como en la ejecución y evaluación de las políticas públicas de seguridad en México”, señala la experta Mendoza Cortés.

“Es urgente atender la situación de los militares en retiro, que son muy vulnerables a ser reclutados por este tipo de organizaciones, principalmente por los salarios tan atractivos en comparación con las pensiones militares”, zanja.

México rechaza el ingreso de colombianos para evitar ser reclutados por el narco

México ha impedido en las últimas semanas el ingreso al país de 69 colombianos, «algunos» de los cuales reconocieron que fueron reclutados por bandas del narcotráfico mexicanas, informó este martes la secretaría de Seguridad.

  • Tras la captura a finales de mayo de 12 colombianos, nueve de ellos exmilitares, que estarían vinculados con un grupo criminal en el estado de Michoacán, el gobierno mexicano estableció un mecanismo con Colombia para intercambiar información en materia de seguridad.
  • Las detenciones expusieron la creciente participación de exuniformados extranjeros, particularmente de Colombia, en los cárteles mexicanos.
  • «En coordinación con las autoridades de Colombia se han regresado a su país a 69 personas (…) algunos en las entrevistas (de ingreso migratorio) mencionaban que sí habían sido cooptados por algún grupo delictivo», dijo Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, en la conferencia presidencial matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Sin detallar números, dijo que la mayoría reconocieron vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y otros con el Cártel de Sinaloa.

  • Ambas bandas criminales, enfrentadas por el control de las rutas de narcotráfico, fueron designadas como «organización terrorista extranjera» por el gobierno de Estados Unidos en febrero, junto con otros cuatro cárteles mexicanos.

Los doce colombianos fueron detenidos en un operativo del Ejército mexicano luego de una explosión en la que murieron seis guardias nacionales destacados en Michoacán.

  • Nueve son exmilitares y los otros tres reconocieron estar entrenados en el uso de armas, pero se carecen de elementos para determinar si tienen nexos con alguna guerrilla, detalló.
  • El funcionario también explicó que el principal punto de entrada es el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), donde a su llegada son sometidos a entrevistas de carácter migratorio. De ser necesario, la información es compartida con Colombia.
  • En octubre de 2023, la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán reportó el desmantelamiento de una «célula colombiana» dedicada a la «fabricación de explosivos con drones». /Agencias-PUNTOporPUNTO

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