Retoma protagonismo la ENERGÍA NUCLEAR en EE.UU. y EUROPA con el respaldo de EMPRESAS PRIVADAS

Los gobiernos occidentales buscan fuentes de electricidad seguras e independientes; las grandes tecnológicas demandan energía confiable y baja en emisiones; y surgen modelos innovadores para operar y financiar plantas.

La energía nuclear retoma protagonismo en Estados Unidos y Europa, gracias al impulso de proyectos como Fermi America, el respaldo de empresas tecnológicas y la apuesta por reactores modulares pequeños (SMR).

  • Según THE ECONOMIST, en las afueras de Amarillo, Texas, se desarrolla el mayor complejo energético y de centros de datos del mundo.
  • Esta iniciativa es liderada por Rick Perry, exgobernador de Texas, que se desempeñó como secretario de Energía en el primer mandato de Donald Trump.

Perry prevé una primera etapa con gas natural y energía solar, seguida de la construcción de reactores nucleares convencionales y SMR, hasta alcanzar once gigavatios (GW) de capacidad.

  • Durante dos décadas, el sector nuclear enfrentó retrasos, sobrecostos y la presión de renovables y gas de esquisto. Ninguna planta se completó en plazo y con presupuesto en Europa o Norteamérica.

El reciente acuerdo entre Fermi America y Westinghouse para solicitar la aprobación de cuatro reactores AP1000 en Amarillo, según THE ECONOMIST, sugiere que el ciclo negativo podría estar cerca de su fin.

Factores que impulsan el auge nuclear

El optimismo descansa en tres motores principales: los gobiernos occidentales buscan fuentes de electricidad seguras e independientes.

  • Las grandes tecnológicas demandan energía confiable y baja en emisiones; y surgen modelos innovadores para operar y financiar plantas.

“Esta vez hay algo diferente”, afirmó Sama Bilbao y León, directora de la World Nuclear Association, citada por The Economist.

Estados Unidos lidera el cambio de actitud

  • La administración Trump propuso cuadruplicar la capacidad nuclear hasta 400 GW en 2050: una meta poco realista, pero que dinamizó el debate político. La ley One Big Beautiful Bill Act, aprobada en julio, otorgó grandes créditos fiscales al sector.
  • Estados tradicionalmente republicanos, como Texas, hoy apuestan por la energía nuclear, mientras que algunos estados demócratas, como Nueva York, reabren la puerta a nuevas instalaciones mediante empresas públicas.

Los planes nucleares europeos

En junio, la Comisión Europea presentó su hoja de ruta para aumentar la capacidad nuclear de 100 GW a 145 GW para 2050. Alemania abandonó su resistencia a clasificar la energía nuclear como “verde” en la legislación europea, allanando el camino a que Francia construya seis nuevas plantas.

  • En julio, el gobierno británico aprobó el proyecto Sizewell C, compuesto por dos reactores gigantes y un costo estimado superior a GBP 38.000 millones (USD 51.000 millones).
  • Suecia confirmó que construirá varios SMR, una tecnología cuya viabilidad comercial aún es limitada, pero ofrece menores inversiones iniciales y capacidad para escalar más rápido.

Más de 120 empresas trabajan en el desarrollo de SMR, y Barclays estima que fuera de China y Rusia, la capacidad nuclear podría superar los 450 GW entre 2030 y 2050, con los SMR aportando entre el 40% y el 60% del total. Esto supone un mercado de USD 1 billón.

Inversiones tecnológicas y nuevos actores

El auge de los SMR ha atraído inversiones significativas de gigantes tecnológicas y startups. Desde principios de 2024, las empresas emergentes de SMR captaron más de USD 2.000 millones.

  • Oklo, apoyada por Sam Altman (CEO de OpenAI), recaudó USD 460 millones en junio, y TerraPower, fundada por Bill Gates, obtuvo USD 650 millones. Google se asoció a Kairos Power para desarrollar una flota de SMR para 2035.

También las startups de fusión nuclear recibieron fondos millonarios: Commonwealth Fusion Systems, apoyada por Gates, sumó USD 863 millones, y en el último año las empresas de fusión recaudaron USD 2.600 millones.

El papel de la tecnología: demanda y acuerdos innovadores

La demanda de energía limpia y firme es esencial para el sector tecnológico. Michael Terrell, de Google, sostiene que la industria requiere energía nuclear para completar las renovables y que apoyarán la tecnología en todas las etapas.

  • A corto plazo, cree que la mayor aportación vendrá de la extensión de operaciones, el reinicio y la mejora de plantas existentes, seguidas por grandes proyectos con tecnología probada y, por último, los SMR. La fusión nuclear, estima, solo será relevante a largo plazo.

El impacto de las tecnológicas ya es visible en contratos concretos. La central Clinton Power Station en Illinois, gestionada por Constellation Energy, iba a cerrar en 2027 por la competencia del gas de esquisto y el fin de subsidios. Sin embargo, Meta firmó en junio un acuerdo de 20 años para financiar su continuidad a cambio de los créditos de carbono.

  • En 2023, Microsoft selló un acuerdo similar en Three Mile Island, Pensilvania. Joe Dominguez, de Constellation, calcula que el apoyo de tecnológicas podría añadir entre siete y diez GW al sistema eléctrico con mejoras incrementales, y hasta 30 GW adicionales en total.

Más allá del sector tecnológico: nuevos mecanismos financieros

El sector nuclear ve crecer las inversiones fuera del ámbito tecnológico. Empresas de la cadena de suministro captaron cientos de millones por medio de ofertas públicas, y las acciones del sector subieron tras las órdenes ejecutivas de Trump.

  • Jacob DeWitte, CEO de Oklo, destaca: “Ya no existe una mentalidad de escasez dependiente del dinero público, por lo que podemos intentar muchas cosas”.

La innovación financiera es clave. Aunque hoy el costo de la energía nuclear y los SMR es superior al mercado eléctrico, países como China y Corea del Sur han logrado construir grandes reactores en cinco años y bajo presupuesto, mediante la estandarización de diseños, la construcción múltiple en un solo sitio y la continuidad de proyectos, lo que mantiene activas las cadenas de suministro y el empleo.

  • Un estudio reciente en Nature, de la Universidad Johns Hopkins, recalca la importancia de un mercado eléctrico amplio y creciente para estimular la inversión.

Jim Schaefer, de Guggenheim Securities, defiende modelos financieros donde grandes consumidores, como las tecnológicas, financien flotas nucleares mediante asociaciones de reparto de riesgos y contratos de suministro a largo plazo y por encima del precio de mercado.

Desafíos y barreras regulatorias

Para lograr avances sostenibles, los progresos financieros deben ir acompañados de mejoras operativas. Armond Cohen, de Clean Air Task Force, sostiene que se requiere un programa nacional, no solo proyectos aislados, para que el sector logre escala e impacto.

  • Westinghouse planea la construcción de diez plantas AP1000 en Estados Unidos para 2030, y The Nuclear Company apuesta por el enfoque de “diseñar una vez, construir muchas veces”, pretendiendo levantar seis plantas idénticas.

Sin embargo, persisten desafíos considerables. La regulación excesiva continúa siendo un obstáculo y los intentos de agilizar trámites pueden generar rechazo social.

Además, las cadenas de suministro nuclear están poco desarrolladas y la escasez de personal cualificado sigue siendo problemática. El apoyo gubernamental y la inversión privada pueden fluctuar, como han experimentado quienes llevan años en la industria.

El escenario para los pioneros nucleares

Aunque el panorama es complejo, los pioneros del sector conservan la confianza. Clay Sell, CEO de X-energy (startup de SMR), que planea implantar sus primeros cuatro reactores en una planta de Dow en Texas, afirma que la empresa no cuenta con el “cómodo colchón” de la financiación pública para escalar.

  • Sin embargo, Amazon ha invertido en la expansión de la compañía y colaborará para desplegar decenas de unidades.
  • Según Sell, hoy existen más oportunidades para los innovadores nucleares que en los años 60. Su visión refleja la ambición de un sector decidido a renovarse.

La confluencia de capital privado, innovación tecnológica y políticas públicas marcó un nuevo punto de inflexión para la industria nuclear. El equilibrio entre impulso financiero, capacidades técnicas y aceptación social determinará su futuro en el mix energético global.

Los pequeños reactores modulares que dominarán el mercado

La nueva generación de reactores modulares promete relanzar la industria nuclear y mejorar sensiblemente la ecuación de costos, al tiempo que permitirá satisfacer la creciente demanda de energía a nivel global sin emitir gases de efecto invernadero.

  • Poco a poco, los prototipos de SMR –sigla en inglés de small modular reactors– se convierten en modelos comerciales y van apareciendo los primeros clientes interesados en su adquisición.

Dos países se perfilan como los más avanzados en la cadena de suministro de estos nuevos reactores: China y Rusia.

Un cambio en las reglas de juego de la industria nuclear

  • Los SMR son verdaderos “game changers”, es decir, su irrupción está en condiciones de modificar las reglas de juego del sector.

Así lo señaló a DEF el titular de la Agencia de Energía Nuclear (NEA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), William D. Magwood, quien explicó que este tipo de reactores “demandará menos terreno para su instalación, tendrá una menor huella ambiental y consumirá menos agua, un factor clave para muchos países”.

  • Su formato modular implica el ensamblaje de los componentes en la fábrica y su posterior traslado al lugar donde se instalen estas nuevas centrales.

De esa manera, se reducen de manera notable los tiempos y costos de construcción. Además, mientras el primer módulo entra en producción y comienza a generar energía, se puede avanzar en la construcción de los demás piezas.

China y Rusia pican en punta con sus primeros SMR

En abril pasado, la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) comunicó la puesta en marcha de la primera de las cuatro bombas principales del SMR ACP100, también conocido como “Linglong-1”.

  • Se trata de un reactor de agua a presión, con una potencia instalada de 125 megavatios, emplazado en el condado de Changjiang, en la provincia insular de Hainan, al sudeste del país.
  • En su Plan Quinquenal 2021-2025, el gigante asiático se había fijado el objetivo de construir en ese período su primer SMR, y avanza hacia esa meta, con su posible entrada en funcionamiento en 2027.

Además de la generación de electricidad, señala la CNNC, esta infraestructura podrá ser utilizada para calefaccionar, desalinizar agua de mar y suministrar vapor industrial.

  • La hipótesis del New Nuclear Watch Institute (NNWI) es que este modelo chino acaparará alrededor del 15 % del mercado global de reactores del tipo SMR hacia el año 2050.
  • Una de sus grandes palancas, señala el informe del NNWI, será la famosa Belt and Road Initiative, popularmente conocida como “Nueva Ruta de la Seda”, la red de infraestructuras promovida por China en distintos puntos del planeta.

Mientras tanto, Rusia cuenta desde fines de 2019 con su primera central nuclear flotante, atracada en el puerto de Pevek, en el mar de Siberia Oriental.

  • La Akademik Lonosomov cuenta con dos reactores modulares KLT-40, de 35 megavatios cada uno, desarrollados por Afrikantov OKBM, una subsidiaria de Rosatom, el conglomerado que agrupa a las distintas empresas del sector atómico.

Además de brindar energía eléctrica al distrito de Chukotka y calefacción a la ciudad de Pevek, esta infraestructura se inscribe en la estrategia de promoción del “corredor transártico” o “Ruta Marítima del Norte”, que une los océanos Pacífico y Atlántico y se presenta como alternativa al canal de Suez.

  • Rosatom también está avanzando con otro proyecto: el RITM-200, un reactor de agua a presión con una potencia de 175 megavatios, que será utilizado para la propulsión de su nueva generación de buques rompehielos.

En paralelo, está construyendo una planta nuclear terrestre del mismo modelo, el RITM-200N, en la península de Yakutia, con una potencia de 190 megavatios.

Ya se aseguró la construcción de seis unidades –cada una de ellas con una capacidad de 55 megas– que serán exportadas a Uzbekistán para su central nuclear de Jizzakh. Hacia 2050, según proyecciones del NNWI, esta familia de reactores podría capturar el 18 % del mercado global.

Estados Unidos busca recuperar terreno frente a sus rivales

  • Mientras tanto, en Washington no quieren perder pisada de sus dos grandes rivales geopolíticos. Hasta ahora, el único modelo de SMR certificado por la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos, en mayo de este año, es el desarrollado por la NuScale Power Corporation.

Es un reactor de agua presurizada que puede generar 77 megavatios de electricidad.

Según informa la propia empresa, además de generar energía, este modelo podría destinarse simultáneamente a otras aplicaciones, entre ellas la producción de hidrógeno.

  • Ahora bien, NuScale apunta, como aliado principal, al mercado de los denominados “hiperescaladores”, los gigantescos centros de datos de las empresas tecnológicas, que aumentarán notablemente su demanda de energía en pleno auge de la inteligencia artificial (IA) y del universo cripto.
  • Otro actor estadounidense relevante es X-energy, con su modelo X-e 100, un reactor refrigerado por gas de alta temperatura, cuyo diseño base tendrá una potencia instalada de 80 megavatios, con la posibilidad de convertirse en una planta de cuatro módulos que generarían un total de 320 megas.

En octubre de 2024, Amazon Web Services invirtió 500 millones de dólares en el desarrollo de este tipo de SMR con vistas a una futura central nuclear en el estado de Washington, a partir de un acuerdo con el consorcio estatal Energy Northwest.

Y en marzo de este año, X-energy y la petroquímica Dow solicitaron a la Comisión Reguladora Nuclear la autorización para la construcción de una planta con esta misma tecnología en Seadrift (Texas).

Un poco más retrasados en esta carrera, entre los numerosos desarrolladores de SMR, se encuentran la joint venture Hitachi GE Vernova, con su proyecto BWRX-300, que ya cuenta con un proyecto aprobado que se construirá en la provincia de Ontario (Canadá); Rolls-Royce, que acaba de recibir el espaldarazo del gobierno británico al ganar la licitación para la construcción de los primeros SMR en el Reino Unido; y la francesa EDF, a través de su subsidiaria Nuward, con su reactor modular que ha sido impulsado por el gobierno de Emmanuel Macron dentro del programa “France 2030”.

La cartera mundial de pequeños reactores nucleares crece un 42%

A medida que crece la demanda de energía, impulsada especialmente por los centros de datos y las aplicaciones de inteligencia artificial, la cartera de reactores nucleares modulares pequeños (SMR) aumentó un 42% desde el último trimestre hasta alcanzar los 47 gigavatios (GW), según un nuevo informe de Wood Mackenzie.

  • Según la «Actualización del mercado nuclear SMR: T1 2025» de Wood Mackenzie, la cartera de proyectos sin riesgo, que incluye todos los proyectos anunciados, se expandió en 14 GW intertrimestralmente.
  • Los centros de datos han crecido hasta representar el 39% de la cartera de proyectos sin riesgo, pero el mayor segmento de uso final sigue siendo la generación de energía, con una participación del 51%.

En total, la cartera de proyectos actual de 47 GW requeriría una inversión de alrededor de 360.000 millones de dólares.

Los centros de datos disparan la demanda

«El aumento de la demanda de centros de datos ha convertido a los SMR nucleares en un actor clave en la futura matriz energética», afirmó David Brown, director de Investigación de Transición Energética de Wood Mackenzie.

  • «Los SMR nucleares siguen siendo una prioridad absoluta para la administración Trump y, con el impulso político, su desarrollo debería acelerarse y expandirse para convertirse en una fuente significativa de energía limpia».

Con este interés, EEUU representa el 53 % de la cartera sin riesgo, casi el doble que Polonia, el segundo mercado más grande. Los actores clave en el mercado son Oklo, GE-Hitachi y X-Energy, que en conjunto suman casi 31 GW de capacidad de gasoductos SMR a nivel mundial.

  • Actualmente, hay 2,5 GW en construcción o en desarrollo, con 1,2 GW de actividad en Canadá. El informe también señala que los aranceles comerciales aumentarán los costos de los SMR, elevándolos potencialmente alrededor de un 6% para 2030.

“Los aranceles a las importaciones de acero y aluminio aumentarán los costos de construcción de nuevos reactores en Estados Unidos”, declaró Brown. “Prevemos que los aranceles impactarán los costos a medida que se construyan los proyectos, con el mayor impacto entre 2028 y 2035”.

  • Según el informe, los niveles arancelarios elevados o permanentes representan el mayor riesgo que enfrenta actualmente el sector nuclear. Wood Mackenzie prevé que el costo nivelado de la electricidad (LCOE) aumentará si, por ejemplo, las importaciones de uranio enriquecido están sujetas a aranceles del 145 %.

“Si bien entendemos que las empresas de servicios públicos estadounidenses han disminuido las compras de uranio en los últimos seis meses, eventualmente necesitarán reanudar las importaciones, y esto podría aumentar los precios al contado y a plazo globales para el suministro de uranio”, dijo Brown. /Agencias-PUNTOporPUNTO

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