Ocho de cada diez personas en México reporta que el cambio climático está afectando su comunidad en algún grado, siendo el país de ingresos medios donde más se perciben este este tipo de efectos, reporta una encuesta del Pew Research levantada en 25 economías.
Las sequías destacan como la mayor preocupación de la población mexicana relacionada con el cambio climático, que alcanza a 79 por ciento de los encuestados; a ésta le siguen las altas temperaturas del clima (12 por ciento), el aumento en el nivel de los océanos (5 por ciento) y las inundaciones y las tormentas (4 por ciento).
De acuerdo con el ejercicio, hay correlaciones entre el nivel educativo y la edad, vinculadas con las preocupaciones por los efectos del cambio climático.
- Si se tiene educación secundaria en adelante hay una mayor tendencia a que este tema sea una preocupación central; y lo mismo sucede con la edad: entre más jóvenes, el cambio climático cobra una mayor relevancia.
- Tanto en México, como en Indonesia y Turquía, las personas por debajo de los 35 años tienen más probabilidades que las de 50 años o más de preocuparse por los daños personales que el cambio climático podría ocasionarles.
Por ejemplo, el 86 por ciento de los adultos mexicanos menores de 35 años expresa esta preocupación, frente al 77 por ciento de sus contrapartes mayores, reporta la encuesta.
Si bien el cambio climático sigue como una preocupación vigente, contrario a aumentar, ha disminuido. Es algo que se ve en Nigeria, India, México, Argentina y Brasil.
- En el caso de los mexicanos, 83 por ciento se preocupa por los daños personales que el cambio climático podría causarles a lo largo de su vida, una disminución de 9 puntos porcentuales con respecto al 92 por ciento registrado en 2015.
En ese punto, también 86 por ciento de los encuestados en México dijeron que harían algún tipo de cambio en su estilo de vida para ayudar a reducir los efectos del cambio climático. Lo que en automático implica que 14 por ciento no está dispuesto a hacer absolutamente nada.
- La mayoría de los encuestados en México, el 64 por ciento, reporta que el volumen de emisiones de carbono es más importante que la riqueza (21 por ciento) a la hora de determinar la responsabilidad nacional en la acción climática.
Es decir, quien contamina más debe hacer más para resarcir sus efectos.
- Aunque para 82 por ciento de los encuestados de México el tema es importante, la mayoría no confía en la comunidad internacional para lograr algún cambio en el problema del cambio climático.
En ese pesimismo se encuentra más de la mitad de los mexicanos, el 51 por ciento.
De las sequías prolongadas a las lluvias letales
“Estábamos ya acostados y nada más se escuchó el ruido de la gente el pánico, acudimos para ayudar pero desgraciadamente, los niños fallecieron”, dijo a CNN Ángel Zerón, habitante de una comunidad en Hidalgo, que recuerda con dolor cómo un deslave sepultó viviendas y cobró la vida de un bebé y un niño de 7 años.
- Esta tragedia refleja la devastación que han dejado las intensas lluvias e inundaciones de los últimos días en el centro y sureste de México. Al menos 64 personas han perdido la vida y otras 65 están desaparecidas, según el reporte más reciente de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC).
- Las lluvias —descritas por la propia dependencia como las más abundantes del año— han provocado deslizamientos de tierra, inundaciones, desbordamientos de ríos y cortes en múltiples vías de comunicación.
- Estas grandes precipitaciones están asociadas a la tormenta tropical Raymond, que se formó el jueves frente a las costas de Guerrero, en confluencia con los remanentes del huracán Priscilla y otros sistemas en el océano Atlántico, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Golpearon fuertemente los estados de Veracruz, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí e Hidalgo.
De sequía prolongada a lluvias intensas
En los últimos años, México ha experimentado cambios climáticos marcados, con periodos de sequía prolongada seguidos por temporadas de lluvias intensas. Estos cambios se enmarcan en lo que el Dr. Víctor Orlando Magaña Rueda, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, identifica como parte de la variabilidad natural del clima.
- Durante 2022, México enfrentó un repunte en las condiciones de sequía en el país, según el Monitor de Sequía de México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). En 2023, la situación se agravó: en varios momentos del año, más del 70 % del país presentó condiciones de sequía, alcanzando el 74,9 % en septiembre.
- La disminución de precipitaciones y el aumento de temperaturas intensificaron el impacto. “En junio no llovió prácticamente nada, y casi no hubo nubes… eso provocó temperaturas récord”, explicó Magaña.
- Para 2024, el panorama cambió. Aunque alrededor del 38 % del país cerró el año aún con algún grado de sequía, según el Monitor de Sequía de Conagua, estados como Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí las lluvias comenzaron a normalizarse y redujeron significativamente las áreas afectadas.
Según Magaña, ese año fue, en general, un año con lluvias dentro del rango esperado, salvo en el noroeste del país donde persistió la sequía. Esa transición permitió que el suelo acumulara humedad que, en 2025, dio paso a lluvias especialmente intensas.
- Hoy, de forma paradójica, esos mismos estados (Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí) que padecieron sequía hace apenas un año enfrentan ahora lluvias torrenciales e inundaciones mortales.
- Este 2025, según el especialista, ha sido el otro extremo: “Había mucha evaporación y humedad desde el Caribe y el Golfo de México. La circulación regresó a lo que llamamos normal: vientos del este que arrastran humedad hacia el país”, explicó.
¿Cambio climático o falta de prevención?
Aunque muchos atribuyen estos extremos al cambio climático, Magaña advierte que no se puede hacer una afirmación tan directa sin estudios de atribución climática específicos.
- “La variabilidad del clima siempre ha existido. En 2010 fue un año terriblemente lluvioso, pero si te pregunto si lo recuerdas, probablemente no. En cambio, el 2000 fue un año terriblemente seco, y en 2001 aún más seco que 2023”.
“La gente recuerda lo más reciente porque el clima se mide a través de sus impactos… cuando hay muertos, inundaciones o desgracias, se siente que el evento fue más extremo”, agrega.
- Magaña insiste en que hacer afirmaciones concluyentes sin estudios científicos rigurosos es precipitado. El cambio climático, señala, se observa en tendencias de décadas, no en eventos aislados.
Lo que sí es evidente, apunta, es la falta de preparación institucional ante fenómenos meteorológicos intensos:
- “Se tenía información desde dos días antes. Los pronósticos ya alertaban sobre lluvias intensas de entre 100 y 200 milímetros en las zonas afectadas. Protección Civil debió haber actuado, sabiendo que los municipios estaban en alto riesgo, que los ríos estaban al límite y el suelo saturado. Estaba todo el escenario para un desastre”, explicó.
Por su parte, Sheinbaum explicó que, aunque se preveían lluvias en la región, la intensidad y el volumen superaron cualquier pronóstico.
- ”Difícilmente se podría haber tenido con mucho tiempo de anticipación conocimiento de esta situación, diferente a como ocurre con los ciclones o con los huracanes, donde con tiempo antes se está viendo esta formación”, dijo durante su conferencia de prensa diaria este lunes.
- Aun con condiciones climáticas variables, los desastres no tendrían por qué cobrar tantas vidas, dice Magaña. El problema, advierte el experto, no es solo la cantidad de lluvia, sino la vulnerabilidad que se ha acumulado durante décadas: infraestructura deficiente, sistemas de drenaje sin mantenimiento, asentamientos en zonas de riesgo y poca cultura de prevención.
“Todo parece indicar que el clima va a ser más extremo. Pero culpar solo a la naturaleza exime de responsabilidad a quienes no hicieron su trabajo. La tragedia no es solo meteorológica, también es institucional”, dice el experto de la UNAM.
- En los 5 estados más afectados hay 146 refugios temporales que brindan albergue, servicios básicos, alimentos y atención médica a cerca de 5.500 personas, según CNPC.
- Tan solo en Puebla hay más de 30.000 damnificados, una estimación preliminar de 16.000 viviendas dañadas, 38 municipios con daños mayores y 91 localidades incomunicadas.
- En Veracruz, autoridades estiman casi 30.000 viviendas afectadas, mientras que 2.871 personas están en 50 refugios temporales.
Imágenes publicadas por el Ejército muestran a personas siendo evacuadas por soldados utilizando balsas salvavidas, casas inundadas de lodo y rescatistas caminando con dificultad por las calles de las localidades con aguas que les llegaban a la cintura./ PUNTOporPUNTO
Documento Íntegro a Continuación:























