TEXTO ÍNTEGRO: Los INFANTES de Centro y Sur AMÉRICA ‘sin compañia’ que llegan a MÉXICO se DUPLICÓ

El resto de las infancias se encuentra en movilidad para buscar mejores oportunidades, por motivos de maltratos o amenazas, o por razones de discriminación y odio. A pesar de que la mayoría entiende las razones de movilidad, un porcentaje significativo no pudo identificar el motivo del desplazamiento, aproximadamente en 7.7%.

El número de infancias y adolescentes migrantes no acompañadas por un adulto o tutor que tienen como destino México se ha duplicado entre los años de 2019 y 2023. Así lo reveló el nuevo informe de Save The Children y Plan International, “Niñez no acompañada: riesgos y violencias en la ruta migratoria por México”.

  • En 2019 se tenía un registro de más de 69 mil personas, mientras que en 2023 la cifra ascendió a los 137 mil.

La migración de niñas, niños y adolescentes ha incrementado como consecuencia de la pobreza, la escalada violencia en el sur del continente y por el desplazamiento relacionado al clima y la explotación de los recursos.

Infancias migrantes y precarización fronteriza

El informe reúne las voces de más de 150 infantes migrantes de entre siete y 17 años de edad alojadas en albergues en las ciudades de Reynosa, Tamaulipas; Ciudad Juárez, Chihuahua y Tijuana, Baja California.

  • En Ciudad Juárez, el 63.5 de las infancias y adolescencias migrantes salen de su casa con una padre o tutor, es decir, casi dos de cada tres, pero sólo al llegar a México sólo el un tercio llegó acompañado.
  • El informe reveló que en las ciudades fronterizas la presencia paternal entre las niñas, niños y adolescentes no es una constante. En Reynosa, el 88.7% de las infancias seguía acompañada por un tutor al momento de la entrevista, mientras que en Ciudad Juárez y Tijuana el porcentaje se reduce considerablemente, con un 32.4% y 52.6%.
  • Las madres y mujeres son quienes generalmente se encargan de acompañar a las infancias durante el proceso de movimiento, pues tanto en Reynosa como en Tijuana el 83.9% y 73.9% de las personas acompañantes tenía un parentesco de madre.

La disparidad de los cuidados de las infancias por género antes y durante el proceso de migración se hace evidente en el informe, pues dos terceras partes de ellas residían únicamente con su madre.

  • La separación es dolorosa, así como los motivos que obligan a las infancias a estar en situación de movimiento, el 34.8% de las y los entrevistados sale para encontrarse con un familiar, el 21.3% intenta huir o escapar de algo o de alguien, el 12.3% por motivos de violencia y el 11.6% por un conflicto comunitario.
  • El resto de las infancias se encuentra en movilidad para buscar mejores oportunidades, por motivos de maltratos o amenazas, o por razones de discriminación y odio. A pesar de que la mayoría entiende las razones de movilidad, un porcentaje significativo no pudo identificar el motivo del desplazamiento, aproximadamente en 7.7%.

Desafíos

Las tres ciudades fronterizas enfrentan conflictos en común como la visión adultocentrista en la implementación de políticas de protección y la insuficiencia de recursos adecuado, pero también se enfrentan a problemáticas diferenciadas.

  • En el caso de Reynosa el debilitamiento de las instituciones de migración no permite cubrir las necesidades de todas las infancias dentro y fuera de los albergues, por lo que la atención sólo se concentra en ellos, esto como consecuencia de poco financiamiento.
  • En Tijuana los trámites burocráticos son lentos y poco eficientes y además se ha restringido la asistencia de ONG´s que anteriormente ofrecían servicios complementarios a los institucionales.
  • Por otro lado, Ciudad Juárez se enfrenta ante la falta de recursos para brindar atención adecuada y no cuenta con los recursos económicos y el personal para atender a las personas migrantes.

Esto es preocupante, pues al no tener financiamiento ni recursos suficientes, se han retirado servicios de psicología y trabajo social, claves para la orientación y el bienestar de cada individuo, esto tiene como consecuencia que la estancia de las personas en situación de movilidad sea más corta y corran más riesgos de violencia.

En 2024 la cifra de infancias en situación de movilidad aumentó un 76.8% en comparación del 2023 con más de 113 mil infancias en situación irregular, según datos de la Red por los Derechos de las Infancias México.

Esta cifra que va en ascenso pone en el centro la necesidad imperativa de atender las necesidades de las infancias. Algunos de los desafíos que priorizan el bienestar de niñas, niños y adolescentes en contextos de migración en el norte del país son:

  • Acceso a la educación: especialmente para las niñas, que después de iniciar el proceso de migración reducen su participación en instancias educativas entre el 55.6% y 77.8%.
  • Acceso a la salud integral: quienes más asisten a consultas médicas son adolescentes de entre 11 y 17 años, para las infancias de 10 años a menos es más complicado recibir atención médica.
  • Falta de atención: en el contexto de migración, es responsabilidad del Estado y de la sociedad procurar el bienestar de las infancias sin negligencia. La falta de comunicación entre madres y padres con sus hijos, y la falta de asistencia en las tareas de trabajo impide que se garanticen sus derechos.
  • Falta de protección legal: las infancias sufren discriminación y repatriaciones sin procesos de evaluación adecuados por la ausencia de comunicación y protección legal e institucional efectiva.
  • Múltiples violencias: las infancias se enfrentan a la violencia en todos sus ámbitos, desde la violencia de género, sexual, y es que una de cada 5 niñas vive en un lugar donde su madre es víctima de violencia doméstica.

La violencia institucional y la derivada del crimen organizado se vive principalmente en países como Honduras, Guatemala, El Salvador y México.

El reto de las niñas y niños migrantes que regresan a México

Al regresar a México, miles de niñas, niños y adolescentes migrantes se enfrentan a un muro invisible: no hablan español, no tienen documentos y carecen de acceso a salud, educación y servicios básicos. “Es como si no existiéramos”, denuncian madres repatriadas desde Estados Unidos.

  • Durante la conferencia presidencial de este miércoles, una periodista expuso que niñas y niños nacidos o criados en el extranjero enfrentan obstáculos legales y culturales para reintegrarse a la vida en México. Sin actas de nacimiento, sin CURP, sin historial escolar ni médico, quedan atrapados en un limbo.
  • La presidenta reconoció el problema y aseguró que se están desarrollando estrategias para atender a este sector, en colaboración con el Sistema Nacional DIF y la Secretaría de Educación Pública. También mencionó a la Universidad Rosario Castellanos como opción para adolescentes y jóvenes que deseen continuar sus estudios.
  • Sin embargo, activistas señalan que las políticas de atención siguen siendo insuficientes y fragmentadas. “Hay una generación completa de niñas y niños binacionales que viven entre la exclusión y la discriminación. No tienen futuro aquí ni allá”, afirmó una integrante de la organización Otros Dreams en Acción.

Los casos más críticos se concentran en la frontera norte y en estados expulsores como Michoacán, Guerrero y Oaxaca, donde las familias repatriadas llegan con pocos recursos y nulo acompañamiento institucional.

La ausencia de políticas integrales de retorno vulnera derechos fundamentales y evidencia una deuda histórica con los migrantes mexicanos que, tras ser expulsados de EE.UU., enfrentan un nuevo exilio en su propio país.

Los migrantes menores en tránsito por México aumentan 514% en seis años

Los niños migrantes en México son cada vez más comunes. Como último país de tránsito en el camino a la frontera que se alza en su imaginario como la puerta a un futuro próspero, las cifras mexicanas sirven para alumbrar las sombras de las estadísticas de la migración.

  • Tras la última actualización de los datos del 2024 de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobierno, ha quedado evidenciado el continuo aumento del número de menores migrantes registrados por las autoridades mexicanas en los últimos años.

Solo hasta agosto del año pasado 108.444 menores de 18 años fueron procesados en México, un aumento del 514% si se compara con el mismo periodo del año 2018.

  • Incluso comparado con la totalidad de 2023, cuando las autoridades mexicanas registraron a 113.542 menores en todo el año, los números de 2024 son destacables. Son testamento de un aumento paulatino año a año en los registros de migrantes menores —con la excepción del 2020 cuando, a causa de la pandemia, los números bajaron drásticamente antes de retomar el ritmo al alza que mostraban antes—.

Los datos son consistentes con el aumento enorme que hubo en la entrada de migrantes a Estados Unidos después de la pausa de la pandemia y a lo largo del Gobierno de Joe Biden, hasta que el presidente demócrata endureció la frontera a mediados del año pasado.

El drama que atraviesan

Además del aumento vertiginoso de los números de niños y niñas migrantes en tránsito por México, otro cambio notable es en cuanto a los menores no acompañados. Si bien en 2018, cuando Donald Trump estaba en medio de su primera presidencia, los menores que viajaban solos, principalmente adolescentes, pero también algunos incluso más pequeños, eran la mayoría de aquellos que eran registrados por las autoridades mexicanas, ahora la tendencia se ha invertido por completo.

  • Hasta agosto del año pasado, solo 4.283 de los más de 100.000 menores estaban viajando sin sus padres. Esto también esconde otro dato: el año pasado los niños y niñas menores de 11 años supusieron el 72% de los menores procesados, mientras que seis años atrás eran el 43%.

La imagen que estas cifras pintan se ajusta a la realidad que se reporta desde el terreno: recientemente el retrato del migrante, anteriormente el de un hombre adulto solo que había dejado a los suyos atrás, se ha convertido en una fotografía de la familia entera.

La migración puede suponer un trauma difícil para los menores, especialmente vulnerables a las muchas violencias que minan el camino.

Ante ello, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) ha subrayado “la necesidad de abordar el fenómeno migratorio con un enfoque integral y diferenciado para grupos de atención prioritaria, que contribuya a mejorar el acceso a servicios de salud, educación, recreación, entre otros, así como a reducir la conflictividad social”.

  • El origen de los migrantes menores ha cambiado de la misma manera que las tendencias generales.

Igual que muestran los datos sobre los migrantes que cruzan la frontera a Estados Unidos, hace seis años el Triángulo Norte de Centroamérica —Guatemala, Honduras y El Salvador— aportaba la gran mayoría de los migrantes que atraviesan México en camino al norte, mientras que ahora es Venezuela el país del que salen más niños, niñas y adolescentes que, normalmente en compañía de sus padres y hermanos si los tienen, han sido procesados por las autoridades mexicanas en su travesía.

  • La diferencia es absoluta. En los primeros ocho meses de 2024 se detectaron 46.384 menores venezolanos cruzando México. En 2018 habían sido 37.

Las razones por las que tantos venezolanos se han ido de su país en los últimos años —la profunda crisis económica y democrática— está muy bien registrada. Menos claro es por qué ahora viajan de toda la región familias enteras y no los adultos solos primero y después, ya instalados los padres para recibirlos, los menores, como solía ser la norma.

  • Según las organizaciones defensoras de los derechos de migrantes, hay dos causas principales.

Por un lado, dicen, la crisis es tan profunda que los padres no quieren dejar a los niños atrás, no ven posibilidades para ellos, incluso a corto plazo. Mejor probar suerte en la selva y en los peligrosos caminos al norte que dejarlos a su suerte, con abuelos u otros familiares, en un país en el que consideran que no hay futuro.

  • Por otro lado, varios informes citan la falsa creencia de que si viajan con niños hay más posibilidades de que se puedan quedar en Estados Unidos de manera permanente.

No hay ninguna prueba de esto en realidad, y con el retorno de Trump a la Casa Blanca, y el ambiente hostil hacia los migrantes que precisamente llegó a su punto más alto durante su primer mandato con la política de separación de familias, el panorama no es muy positivo.

Con el plan de deportaciones masivas de Trump y demás planes que explícitamente buscan desincentivar la migración, está por verse si los números de migrantes que cruzan por México también disminuirán.

EU perdió la pista a más de 32 mil menores migrantes en 2024

El Gobierno de Estados Unidos ha perdido la pista de más de 32.000 menores que llegaron al país no acompañados. No saben donde se encuentran, cuál es su estado y, lo que es peor, podrían estar expuestos a varios peligros, como el tráfico de menores para explotación sexual o laboral.

Así lo ha reconocido en un informe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en el que se revela que estos menores no han acudido a sus citas en los tribunales de inmigración.

“Basado en nuestro trabajo de auditoría y según los funcionarios de ICE [el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, por sus siglas en inglés], los menores que no se presentan ante el tribunal corren mayor riesgo de trata, explotación o trabajo forzoso”, advierte el inspector general del DHS, Joseph Cuffari.

  • Además, si no se presentan a sus audiencias el riesgo para ser deportados también es mayor. Cuffari califica la situación de “urgente” e insta al ICE a tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad de estos menores.
  • Entre 2019 y 2023 un total de 448.000 menores no acompañados fueron custodiados y liberados por la Administración.
  • El Departamento de Seguridad Nacional advierte de que el número de menores cuya ubicación se desconoce puede ser mucho mayor, ya que unos 290.000 que todavía no tienen una cita para acudir a los tribunales.

Fuentes cercanas a los procesos migratorios de estos menores explican que el problema es que hay falta de comunicación entre las agencias involucradas y que el ICE no actualiza los datos y no comunica las citas de los tribunales para dar seguimiento a sus procesos migratorios a las direcciones correctas.

  • Critican que en el control fronterizo trabajan muchos agentes heredados de la Administración de Donald Trump, que no apoyan que se concedan derechos a estos migrantes, por lo que dificultan el proceso para garantizarles la residencia en Estados Unidos.

“De este informe se desprende claramente que ICE no ha coordinado con otras agencias de manera efectiva ni ha completado ningún seguimiento para verificar la ubicación de los niños y el conocimiento de las fechas de la audiencia después de que los niños son liberados de la custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados”, afirma Shaina Aber, directora ejecutiva de Acacia, una organización dedicada a dar apoyo legal a los menores.

  • “ICE tiene un historial de actuar de maneras que socavan los derechos y el debido proceso de los migrantes, incluso a través de errores en el papeleo que crean dificultades para los tribunales de inmigración y para las personas que intentan comprender sus fechas de audiencia y sus obligaciones de comparecer”, añade.

El informe del DHS reconoce la falta de coordinación y de comunicación entre las agencias gubernamentales y critica la labor del ICE, responsable de los procesos migratorios de estos menores, por no haber iniciado los trámites en la mayoría de los casos. Como uno de los ejemplos, el escrito plasma que no se habían dado citas al 84% de los 41.000 menores que correspondían a una de las oficinas del ICE revisadas.

  • Cuando cruzan la frontera sin acompañante, los menores son recibidos por agentes fronterizos que los transfieren a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados. Los menores permanecen una media de 27 días bajo custodia de las autoridades estadounidenses antes de ser transferidos a su nuevo destino, generalmente con familiares, en muchos casos lejanos, que residen en el país y se hacen cargo de ellos.
  • Los que no tienen familiares en Estados Unidos, son recogidos por familias o centros de acogida. Informes anteriores ya pusieron en evidencia que no siempre se comprueban los datos de las familias de acogida, lo que hace temer por el bienestar de los menores y el peligro de que acaben en redes de tráfico de personas o sean sometidos a algún tipo de explotación, ya sea sexual o laboral.
  • Por su parte, oficiales del ICE declararon durante la investigación que aunque descubrieran que los hogares de acogida no presentan las condiciones mínimas de seguridad para el menor, carecen de autoridad para actuar. Uno de los agentes mostró su preocupación por no haber podido hacer nada en uno de los casos monitoreados, en el que la mujer denunció que su marido estaba manteniendo relaciones inapropiadas con la menor acogida.

La amenaza de la deportación

El abogado especializado en inmigración, Álex Gálvez, afirma que a veces el motivo por el cual no acuden a la corte no es por desconocimiento de la fecha de su audiencia, sino por miedo.

“No se presentan porque los familiares no tienen recursos para contratar abogados o simplemente porque tienen miedo de que si se presentan a la corte van a deportar al menor y al tutor, porque generalmente los que reciben a los niños también son indocumentados”, explica.

  • Un migrante menor no acompañado se define como un niño menor de 18 años que no tiene un estatus migratorio legal en los Estados Unidos y que no tiene un padre o tutor legal en el país. Las estadísticas muestran que el 70% de los menores no acompañados tienen entre 15 y 17 años, pero el porcentaje de niños entre 0 y 12 años ha aumentado un 4% desde 2018.
  • “Muchos de estos niños han experimentado traumas graves y han sido sometidos a horrible explotación en el camino hacia la frontera”, afirman desde la organización Save the Children.
  • Guatemala, Honduras y El Salvador son los países de origen de la mayor parte de los migrantes menores que cruzan la frontera sin acompañante. Estos países tienen algunas de las tasas de homicidio infantil más altas del mundo. Durante años, una crisis de violencia, guerras de pandillas y corrupción han llevado a niños y familias a huir del Triángulo Norte de Centroamérica y buscar seguridad y protección en Estados Unidos.

La legislación concede a estos menores la posibilidad de recibir asilo en Estados Unidos, pero su no comparecencia ante los tribunales en los días de su audiencia pone en peligro la obtención de su permiso de residencia. Ya sea por temor o porque no recibieron la notificación en su domicilio, su ausencia aumenta el riesgo de ser deportados.

“Es fundamental que el gobierno responsabilice a ICE por este importante error y se centre en proteger el bienestar de los jóvenes que buscan seguridad, no que responda convirtiendo un error sistémico en la gestión del papeleo en una excusa para apresurar a los niños a iniciar procedimientos de deportación”, sostiene Aber. /PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro a Continuación:

https://savethechildren.mx/wp-content/uploads/2025/05/NINEZ-NO-ACOMPANADA-RESUMEN-EJECUTIVO_.pdf

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